Fotografía tomada de: http://serapaz.org.mx/wp-content/uploads/2014/12/CIMG0657.jpg
Los de Abajo.
Por Gloria Muñoz Ramírez
Ganaron todos los amparos legales
contra la construcción y funcionamiento del Acueducto Independencia,
que nunca ha dejado de operar. Dos de sus voceros fueron encarcelados
por la defensa del agua de la tribu yaqui y ambos han ganado también
la batalla jurídica, pero siguen en prisión. Lo que se está
jugando aquí no es poca cosa: la supervivencia de todo un pueblo, el
agua de todo el Valle del Yaqui y la permanencia de una cultura.
Mario Luna y Fernando Jiménez fueron
encarcelados hace siete meses. Figuras visibles del movimiento
comunitario que desde 2010 defiende su agua, son ahora presos
políticos de un gobierno que despidió al director de la Comisión
Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, por usar un helicóptero
de la dependencia con fines personales, pero no por haber incumplido
la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
que ordenó suspender las obras del Acueducto Independencia.
Hoy los yaquis Mario y Fernando
permanecen en la cárcel muy conscientes de la situación, pues son
gente que tiene principios. Saben que su encarcelamiento se debe a
algo meramente político del Estado contra ellos y la tribu, señala
su defensa. Su prisión es prueba contundente de la subordinación
del Poder Judicial del estado a la Presidencia de la República y al
gobierno de Sonora.
Dos sentencias en favor permitieron que
los procesos fueran revisados por irregularidades. En el caso del
yoeme Fernando Jiménez, la sentencia revocó el auto de formal
prisión y dictó otro, siguiendo los lineamientos de la resolución,
que acredita que no es responsable de ningún acto del que se le
acusa. Jiménez fue encarcelado el 23 de septiembre de 2014, acusado
de privación ilegal de la libertad y robo de auto. Ahora el juez
tercero debe dictar el auto de formal libertad por falta de elementos
para procesarlo, por lo que sus abogados esperan la resolución para
que quede firme esta sentencia, y si los jueces no determinan una
revisión, en unos pocos días podría salir en libertad.
El caso de Mario Luna es similar. En
enero pasado también fue notificada una sentencia favorable para el
vocero del movimiento en defensa del agua, en la que se reconoce que
en la emisión del auto de formal prisión no fueron verificadas las
pruebas en su contra. No obstante, el Ministerio Público interpuso
un recurso de revisión, que está pendiente.
Durante más de cuatro años han
contado con la razón jurídica a su favor, pero no ha habido
justicia. Hoy los ocho pueblos de la tribu yaqui continúan
defendiendo su río sagrado. Dentro y fuera de las rejas.
www.desinformemonos.org
losylasdeabajo@yahoo.com.mx
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/04/11/opinion/011o1pol
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