Tomado de: https://www.youtube.com/watch?t=20&v=PlBkuOouAWk
Los de Abajo.
Por Gloria Muñoz Ramírez.
La batalla por el agua cobra vidas.
Esta semana fue asesinado José Isabel Cervantes, nahua defensor del
líquido en el municipio de Coyotepec, estado de México. Dieciocho
puñaladas recibió el cuerpo que después fue arrojado a un pozo. El
posible trasfondo del asesinato y del continuo hostigamiento a los
pobladores de Coyotepec es el despojo de tres pozos de agua potable
que se encuentran bajo su administración por usos y
costumbres. Asesinaron a uno de los habitantes con más arraigo
en la comunidad, incluso era un puente de comunicación entre las
diferentes posiciones y, ante todo, siempre defendió la autonomía
del agua, informó Antonio Lara Duque, del Centro de Derechos Humanos
Zeferino Ladrillero, en una entrevista con la reportera Carolina
Bedoya.
Para quitar a la población de en medio
y apropiarse del uso y disfrute de los pozos, el ayuntamiento de
Coyotepec denunció una deuda histórica de al menos 26 millones de
pesos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que la
paraestatal interrumpió en octubre pasado el fluido a las bombas que
extraen el agua de los pozos comunitarios. El servicio fue
reconectado luego de meses de reclamos, pues un juez ordenó que,
independientemente del adeudo, la empresa estaba incurriendo en una
violación a los derechos humanos. José Isabel Cervantes, de 42
años, formó parte de la estructura organizativa de la
administración del agua. El Centro de Derechos Humanos Zeferino
Ladrillero se refiere a él como una persona muy tranquila, que
no confrontaba a nadie; no era de los rostros más visibles en la
defensa del agua, y por eso su asesinato causó mucha confusión. Es
el tercer hombre que asesinan en estos tres años de lucha. La
intención del gobierno municipal es quedarse con la administración
del líquido para, dicen los pobladores, llevársela a los
fraccionamientos vecinos.
El hostigamiento a los pobladores de
Coyotepec, en especial a los del organizado barrio de Chatongo, de
donde era originario José Isabel, se recrudeció desde el pasado 3
de febrero, con cuatro ataques protagonizados por más de 100
personas que, aseguran los habitantes, fueron contratadas por el
alcalde Alfredo Anguiano para golpear a quienes obstaculizan la
municipalización del agua. El Centro Zeferino Ladrillero documenta
un ataque más, perpetrado el pasado 19 de enero contra Tomás Mezas
García, presidente de la Administración de Agua Potable de
Coyotepec, a quien golpearon y privaron de su libertad, exigiéndole
firmar un documento de renuncia y la entrega de las oficinas que
ocupan. El derecho al agua, a la autonomía y a la vida es lo que se
está jugando en Coyotepec.
www.desinformemonos.org
losylasdeabajo@yahoo.com.mx
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/04/25/opinion/014o1pol
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