lunes, 31 de diciembre de 2018

COMUNICADO DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA Y DEL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO AL PUEBLO CHINANTECO DE SAN JUAN PETLAPA, OAXACA



A la comunidad de San Juan Petlapa, Oaxaca

Al pueblo Chinanteco

Al Pueblo de México

A los medios de comunicación

El Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno manifestamos nuestro pleno respeto a los modos que los pueblos originarios de nuestro país deciden para el nombramiento de sus autoridades. Particularmente en el estado de Oaxaca reconocemos a las autoridades electas mediante usos y costumbres en el municipio de San Juan Petlapa en la región Chinanteca.

Denunciamos el intento por parte de empresarios, los malos gobiernos y los grupos de choque priistas imponer a autoridades que sirvan al despojo capitalista y la imposición de obras de infraestructura que les faciliten el despojo del territorio del pueblo chinanteco, su biodiversidad, agua y lugares sagrados.

Hacemos responsables al empresario Agustín López Pascual, a su candidato Joaquín Pura Estrada y al mal gobierno del estado de Oaxaca por las consecuencias que puedan tener la discordia y división que se han dedicado a sembrar en San Juan Petlapa, pues sabemos que los capitalistas son expertos en sembrar el odio y la confrontación, para valerse de ello y robar lo que es de los pueblos.

Al pueblo Chinanteco, a su resistencia y rebeldía en contra de los mega proyectos que los capitalistas imponen en toda su región, le reiteramos nuestra solidaridad y respeto. Que como CNI-CIG permaneceremos atentos a su lucha y dignidad que sabemos prevalecerá tras el intento de los poderosos por acabarlas.

Atentamente

Diciembre de 2018

Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos

Nunca Más Un México Sin Nosotros

Congreso Nacional Indígena

Concejo Indígena de Gobierno



http://www.congresonacionalindigena.org/2018/12/31/comunicado-del-congreso-nacional-indigena-y-del-concejo-indigena-de-gobierno-al-pueblo-chinanteco-de-san-juan-petlapa-oaxaca/




MARX: DIALÉCTICA, HISTORIA Y COLONIALISMOS (Nestor Kohan)

Tomado de: https://www.youtube.com/watch?v=lqKWh33Hs7w&feature=youtu.be 

 
CANAL: Brancaleone Films Cátedra Che Guevara
 
¿Cuál es la concepción de la dialéctica en Marx a la luz de los últimos textos y materiales, hasta ahora inéditos en castellano, publicados recién en el año 2018? ¿Qué diferencia la filosofía universal de la historia, occidentalista, etno y eurocéntrica, determinista y teleológica, de la concepción materialista multilineal de la historia investigada y desarrollada por Marx? ¿Cómo leer "EL CAPITAL" de Marx desde esta concepción multilineal de la historia, focalizada en los pueblos rebeldes en lucha contra el sistema capitalista a escala mundial? ¿Por qué el anticolonialismo militante de Marx debe formar parte insustituible de los denominados (en la Academia) "estudios poscoloniales" y su epistemología "decolonial"?



domingo, 30 de diciembre de 2018

“El poeta acmeísta ruso Mandelstam tiene un verso precioso: 'El ayer no ha nacido todavía'. Hay un Marx por nacer y por descubrir” [ parte 3 de 3 ]


Entrevista a Clara Ramas San Miguel sobre Fetiche y mistificación capitalistas. La critica de la economía política de Marx (y III) “El poeta acmeísta ruso Mandelstam tiene un verso precioso: 'El ayer no ha nacido todavía'. Hay un Marx por nacer y por descubrir”

Salvador López Arnal
El Viejo Topo

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Estábamos en este punto. Se habla en ocasiones del método de Marx, opuesto, se afirma también, a otras metodologías (conservadoras o burguesas se añade en ocasiones). ¿Se puede hablar propiamente de un método en Marx? ¿Qué método sería ese?  

La única referencia en El capital es al “método materialista”, no al materialismo. Primera indicación de que no hay en Marx lo que ese marxismo ortodoxo ha defendido como materialismo: economicismo, afirmación de la totalidad y unidad material del mundo, como consumación moderna de una metafísica del sujeto convertido en trabajo. En ese pasaje Marx arremete contra el “materialismo abstracto”, reduccionista y a-histórico; y defiende su método “materialista y científico” que no consiste, dice, en hallar por análisis el núcleo terrenal de las brumosas apariencias de la religión, sino, a la inversa, partiendo de las condiciones de vida efectivas cada momento, desarrollar las “formas divinizadas” correspondientes a esas condiciones. Es decir, no se trata de reducir las formas de lo inmediato, lo aparente, a su base terrenal, esto sería demasiado fácil, dice: se trata de comprender cómo las formas de apariencia, también las divinizadas y culturales de todo tipo, se desarrollan en conformidad con las condiciones de vida (nótese que no dice: infraestructura económica, fuerzas productivas, o algo así). Desarrollo, no síntesis o reducción. Hay que recordar aquí también un texto en los Grundrisse donde habla de por qué el arte griego puede ser clásico, aunque no vivamos ya en sociedades con base material antigua y esclavista: precisamente porque trasciende esas condiciones. No hay en Marx economicismo, ni reduccionismo.  

Y hablando de métodos, ¿qué es para usted, si es algo, la dialéctica marxiana? ¿Un estilo de pensamiento, una lógica alternativa, un programa de investigación singular?  

Trataba de aparcar estas cuestiones más densas, ¡pero si insistes! Marx afirmó en el Prólogo de El Capital que pretendía descubrir el “núcleo racional” de la dialéctica hegeliana, oculto en velos místicos. Para ello habría que “darle la vuelta”. Como con todas las pildoritas, sobre esta frase se han escrito muchas memeces y muchos velos místicos. Pero si uno quiere entender qué núcleo es ese, alguna entrada a Hegel hay que hacer. Desde luego, ese “núcleo” no lo encontrará el lector en el mecanicismo inerte, positivista, cientificista y reformista de la tradición marxista ortodoxa, que tampoco es que sea accesible o precisamente poco árida; Hegel, aunque difícil, es fuerte y vivo. No sorprenderá, por tanto, este contragolpe: que haya que leer a Hegel para resucitar a Marx de entre ese dogma muerto. Visto con unas décadas de perspectiva, es hoy sorprendente que pueda pretenderse desconectar a Marx de la tradición clásica alemana. Imagino que tan sorprendida debió sonar en su día la carcajada de Marx cuando recibió las críticas de Lange, que se sorprendía de que él tomara en serio a Hegel, “ese perro moribundo”. Marx ríe, recordando al “charlatán” Moses Mendelsshon, quien una vez preguntó a Lessing como podía tomarse en serio a “Spinoza, ese perro moribundo” (así nacía el idealismo alemán). Por supuesto, esos “pobres cuadrúpedos”, afirma Marx, no han comprendido nada del método hegeliano, y menos aún de cómo él lo aplica críticamente.

No puede abordarse en la brevedad que exige esta entrevista, así que sólo daré un par de pinceladas.

De acuerdo, sólo un par de pinceladas. 

Marx reclama para sí una “exposición dialéctica”. Diría, pues, que dialéctica es ante todo un método de exposición teórico adecuado al objeto que tratamos, que es la sociedad moderna: un todo social estructurado que se auto-reproduce en el tiempo. En una carta Marx indica que no se trata de aplicar un sistema abstracto a cualesquiera materiales, sino de someter una ciencia a crítica hasta el punto en que pueda ser expuesta dialécticamente. Insiste en que no se trata de subsumir una masa de casos bajo un principio general. Qué significa esto exactamente, no lo dejó dicho explícitamente en ningún lugar. Pero, si uno atiende a lo que Marx efectivamente hace y a sus reflexiones generales en la Introducción del 57, podemos afirmar que el método dialéctico responde al problema de cómo expresar científicamente una realidad que es una cierta totalidad: es decir, cómo expresar mediante categorías una totalidad que es sincrónica, cuyas partes se hallan interrelacionadas y se presuponen mutuamente. Cómo comenzar y cómo encadenar categorías para exponer en la teoría un todo que es simultáneo y se reproduce a sí mismo –alguna vez Marx habla de “todo orgánico”-. El encadenamiento entre categorías, como ha explicado bien Zelený, opera para Marx al mostrar que cada categoría es insuficiente porque aún no es suficientemente compleja y determinada para recoger la multilateralidad de relaciones en esa totalidad. De este modo Marx va desarrollando categorías cada vez más complejas que recogen relaciones más concretas (por ejemplo, del dinero al capital, o de la forma general de plusvalor a sus manifestaciones empíricas en ganancia, parte proporcional según tasa de ganancia, interés...).  

Hace usted referencia en su ensayo a algunos estudiosos españoles, no muchos. Felipe Martínez Marzoa sería uno de ellos. Me ha sorprendido una ausencia, la de Manuel Sacristán, el traductor de El capital, el editor del primer libro de Marx publicado legalmente en España tras la guerra civil, el autor de una decena de artículos muy penetrantes sobre su obra. ¿Por qué?

Es cierto. Conozco superficialmente su edición de las OME y es de calidad. También entiendo que fue importante su estudio de autores como Lukács y Zelen ý , que lo aproximarían a mi enfoque. Sí cito, pero solo puntualmente, a su discípulo Fernández Buey. Aquí no hay más explicación que una limitación e ignorancia mías en ese momento. Ignorancia que trato de subsanar ahora, tras descubrir el magnífico trabajo de recepción de Gramsci que realizó Sacristán en nuestro país. Por suerte, el contacto que mantengo con los compañeros de Espai Marx me está permitiendo subsanar estas carencias. Recientemente, a propósito de Sacristán, vuestro compañero Joaquín Miras me ha hecho notar también la importancia de Giulia Adinolfi, autora a la que quiero estudiar con calma.  

Entre autores que, como usted, también ponen énfasis en la noción de fetichismo déjeme citarle a uno: Néstor Kohan. Un paso de uno de sus últimos libros, Nuestro Marx, prologado por Belén Gopegui: “La teoría crítica del fetichismo no sólo constituye el núcleo de la teoría del valor (columna central en la arquitectura lógico dialéctica de El capital). Además sintetiza la concepción materialista de la historia, como han demostrado György Lukács en Historia y conciencia de clase o Isaak Illich Rubin en su formidable Ensayos marxistas sobre la teoría del valor. La teoría crítica del fetichismo recupera la teoría de la alienación superando cualquier posible esencialismo ahistórico por donde pudiera entrar dentro del marxismo la metafísica”.
Prosigue Kohan: “Marx extiende esa explicación desde el ámbito de su crítica del mercado capitalista hacia el terreno de las instituciones políticas del régimen capitalista (en la cual la república parlamentaria resume un tipo de dominación anónima, impersonal, típicamente moderna y burguesa). La teoría crítica del fetichismo elaborada por Marx no sólo permite desanudar y desmontar los discursos de la economía política (de la clásica y científica así como también de la vulgar y apologética, desde el keynesianismo hasta los neoclásicos y neoliberales). También permite superar la crítica heideggeriana de la técnica y la crítica weberiana de la política moderna”. 

Sus palabras finales: “El discurso crítico de Marx contra el fetichismo tiene un alcance explicativo muchísimo mayor que el de Heidegger, el de Weber, el de todas las variantes de la economía cuantitativa y el de la ensayística posmoderna. A partir de esa teoría crítica del fetichismo, Marx no sólo es el teórico de la explotación. También lo es de la dominación y el poder. Al menos eso intentamos demostrar en el libro”. 

¿Coincide, está cerca, simpatiza con estas reflexiones?  

Concuerdo enteramente con esa reflexión de Kohan. Cabe leer a Marx como teórico del poder, y para ello hay que partir del fetichismo. Enrique Dussel trabaja en esa dirección mediante su proyecto de una “crítica de la política”. La lectura latinoamericana de Marx es otro capítulo pendiente que poco a poco trato de rellenar ahora, tras años muy dedicada al continente europeo. Me interesa mucho en la medida en que, por lo que tengo entendido, algunos autores de esta tradición articulan la recepción de Marx con sus propias experiencias emancipadoras, donde el vector popular y nacional es esencial. Cabe así una apropiación de Marx desde parámetros que no son los mismos que nuestra tradición moderna ilustrada europea, y eso me interesa mucho. Precisamente Kohan estaba presente en un libro de textos de Marx que se ha editado en Bolivia ahora en mayo por su 200 aniversario, impulsado por García Linera, vicepresidente del país y destacado intelectual. El título es suficientemente elocuente: Comunidad, nacionalismos y capital. Marx 200 años. Textos inéditos. Hablaron de la subsunción real y formal, es decir, de la relación del capitalismo con producciones no mercantiles, así como del eje nacional y popular en la emancipación y su relación con el Estado, y del cuestionamiento de la visión lineal de la historia, que Marx trabajó muy fuertemente al final de su vida, fascinado por los escritos sobre la antigua propiedad común agraria rusa. Emerge un Marx interesado por formas pre- o alter-modernas de comunidad, fuera de la sociedad civil y el Estado burgués moderno, que en Europa nos es muy desconocido. Me alegra mucho esta pregunta, porque estos temas van a ser un eje central de mi trabajo a partir de ahora.  

Para ayudar a los lectores y lectoras, aunque sé que hemos hablado de ello: ¿nos puede resumir en diez líneas, no muchas más, la principal aportación de su investigación?  

En la Nueva lectura de Marx, el foco pasa de la teoría de la explotación y la teoría cuantitativa de los valores y precios –propias del marxismo economicista tradicional- al estudio de la forma peculiar de constitución de sociedad mediante la abstracción del valor, la cosificación y el fetichismo. Es en este horizonte de lectura que la mía se inscribe. Desde aquí trato de explicar en qué consisten estos conceptos de fetichismo y mistificación, sus formas, y en qué medida constituyen el núcleo del proyecto de Marx de una crítica de la sociedad moderna. No por casualidad el tema del fetichismo ha sido de los más recuperados en las reflexiones actuales sobre el capitalismo, digamos post-Mayo del 68: Debord, Debray, Clouscard, Foucault, Lipovetsky, Houellebecq, Dufour... Conocer el planteamiento del fetichismo en Marx es esencial para comprender el capitalismo actual, cómo se articulan en él deseo y poder, y qué traducción política tiene todo ello.

¿Quiere añadir algo más? Soy muy consciente de que me dejado mil cosas por preguntarle. Sugiero e incluso ruego a los lectores que completen la entrevista con la lectura de su libro.  

Quiero acabar, Salvador, agradeciéndote esta entrevista, profunda, fina y cuidadosa: mil gracias. Sólo recalcar una idea que ya he apuntado. No sólo con mi libro, los lectores ante todo que la completen leyendo al propio Marx. Nietzsche decía en Ecce Homo que él había nacido póstumo, pues no había en su época lectores que le comprendieran. Creo que es algo que vale para todos los grandes pensadores, y Marx lo es: desbordan su época. El poeta acmeísta ruso Mandelstam tiene un verso precioso: “El ayer no ha nacido todavía”. Hay un Marx por nacer y por descubrir.

¡Un Marx por nacer y por descubrir! Hermosas palabras en el año del bicentenario de su nacimiento. Gracias estimada Clara.

Tomado de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=250450&titular=%93el-poeta-acme%EDsta-ruso-mandelstam-tiene-un-verso-precioso:- 

El deseo de cosas produce individuos, el deseo de vínculo produce comunidad [ parte 2 de 3 ]


Entrevista a Clara Ramas San Miguel sobre Fetiche y mistificación capitalistas. La critica de la economía política de Marx (II)

 “El deseo de cosas produce individuos, el deseo de vínculo produce comunidad”

 Salvador López Arnal
El Viejo Topo
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Nos habíamos quedado en este punto. El título de su libro diferencia las categorías de fetiche y mistificación. ¿Nos aproxima a estas nociones y nos resume las diferencias esenciales si las hubiere? 

Ambas nociones refieren a formas de ocultamiento o velamiento que recubren necesariamente la estructura de las relaciones sociales en el capitalismo, haciéndolas opacas, tergiversadas, no transparentes. En ambos casos puede hablarse de formas de “inversión”, pero con una diferencia esencial.

El fetichismo sería una inversión que se produce cuando una relación social se cosifica y aparece “cristalizada” en un objeto. La mistificación se produce cuando una relación social se oculta y aparece con una forma fenoménica distinta, pero que no implica cosificación, es decir, aparición de esa relación como propiedad de una cosa. Por ejemplo, en la mercancía hay fetichismo porque la relación social del trabajo se presenta como valor, propiedad de una cosa. En cambio, en el salario no hay cosificación porque la categoría “precio de la fuerza de trabajo” aparece invertida y camuflada como “precio del trabajo”, pero no encarnada en ningún objeto.

Como trato de exponer en el libro, se puede distinguir entre tres formas diferenciadas de fetichismo y otras tres de mistificación en la crítica de la economía política: fetichismo de la mercancía, el dinero y el capital; mistificación del salario, la renta del suelo y la ganancia o interés. Y, segundo punto que defiendo, es posible reconstruir toda la estructura interna de El capital sobre el despliegue de estas seis categorías.

Otra noción que convendría también explicar: cosificación. ¿Qué debemos entender por cosificación? La lectura, la interpretación lukácsiana en Historia y consciencia de clase, ¿vale para el caso? 

No cabe duda de que el planteamiento de Lukács es uno de los antecedentes que hizo posible una lectura como la nuestra. Lukács rompe con el marxismo dogmático soviético, que con pocas excepciones se centró en elaborar un materialismo dialéctico -término nunca utilizado por Marx- y una visión del mundo omnicomprensiva, economicista, mecanicista y positivista. Él comprende el pensamiento de Marx, en cambio, como una teoría crítica y revolucionaria de la praxis social: en lugar de buscar las “leyes objetivas de la Historia” y su progreso necesario, trata de elaborar una crítica de la ideología y desentrañar la constitución de la subjetividad y las formas de conciencia a partir de las relaciones sociales solidificadas como una “segunda naturaleza”. Cuando Adorno quiere leer la crítica de la economía política de Marx -abriendo así el camino de la “Nueva lectura de Marx” en la que nos situamos – no como una doctrina económica entre otras, o como una investigación ceñida a las relaciones de clase y explotación económicas, sino como una crítica del proceso total de constitución de la dimensión social en el ser humano, está recogiendo una intuición de Lukács. Lukács es, pues, pionero en entender la contribución de Marx como una teoría que se ocupa de la constitución de sociedad [Vergesellschaftung], de cómo el ser humano se relaciona con otros para construir sociedad, y que descubre que en el caso específico de la sociedad capitalista esto tiene lugar mediante un modo particular de relación: mediante las cosas –intercambio de mercancías -. Y afirma correctamente que sólo un estudio de la mercancía puede descubrir todas las formas de objetividad y subjetividad que se dan en la sociedad moderna, lo que se refleja especialmente en el concepto de fetichismo de la mercancía.

Lukács también encuentra correctamente el concepto de cosificación en el apartado sobre el fetichismo de la mercancía. Esto es, una relación social, entre personas, cobra el carácter de cosa. La relación entre personas parece reducirse a una relación entre cosas, y un cierto tipo de cosas, las mercancías, parecen poseer el poder mágico de gobernar las relaciones entre personas. “Cosificación de las personas” y “personificación de las cosas” son los dos procesos paralelos que Marx analiza.
Ahora bien, el análisis de Lukács tiene algunas limitaciones. No llega a desplegar ni las distintas formas de fetichismo – en Marx no limitado a la mercancía -, ni su complemento con otras formas de apariencia -mistificación-. No delimita con claridad suficiente los conceptos de valor, dinero y capital. Vincula cosificación al extrañamiento o alienación [Entfremdung], que es una temática del joven Marx que prácticamente abandona en El capital. Por todo ello sostiene un cierto esencialismo de la conciencia proletaria como automáticamente abierta a una transparencia que permitiría superar el fetichismo, y que yo no comparto. Con todo, el valor de su contribución es innegable.

Cita usted en el primer capítulo con acuerdo un comentario de Engels sobre la intervención de Marx en la ciencia económica en el que lo compara con el papel de Lavoisier en la química. ¿Es así? ¿Marx representaría, resumiendo mucho y usando un término más que gastado, un auténtico cambio de paradigma en la ciencia económica? 

Creo que puede decirse efectivamente así. Marx no añade datos, conceptos o nuevas leyes a una ciencia previamente existente, sino que la refunda por entero, y concretamente en forma de crítica. Cuestiona lo que en el paradigma anterior se daba por sentado, sus presupuestos conceptuales, sus puntos de partida. Por ejemplo, desde el paradigma de la física clásica, nadie cuestiona, pues es la decisión previa que precisamente permite fundar dicha ciencia, que todo lo que existente en nuestro universo es pensable como extensión, como materia descualificada sometida a fuerzas que actúan sobre un estado de reposo o movimiento uniforme. Esto, que Heidegger llamó “lo matemático” (que no la ciencia ya formada de “las matemáticas), no se descubre en ningún laboratorio: es una decisión que funda un acontecimiento histórico del pensamiento, en este caso, de Descartes y Galileo.
En el caso de Marx, y aunque discrepo con algunos de sus puntos, no me disgusta la expresión de Althusser de que Marx descubrió el continente “Historia” para el pensamiento científico. Esto significa que Marx conceptualizó el material, digamos una sociedad dada en un momento de la historia, que permite fundar una ciencia. Y digo “en un momento de la historia” porque, en contra de lo que se ha pretendido, no hay una teoría general de la historia en Marx ni tal cosa como un “materialismo histórico”: la ciencia que alumbra Marx y a la que dedicó toda su vida es la “crítica de la economía política” entendida como “anatomía de la sociedad civil” (por tanto, sociedad moderna).
Por ser “crítica”, esta ciencia es en primer lugar una revolución del paradigma previo. Hay toda una serie de pasajes en los que Marx detalla cómo no se trata de añadir nuevas teorías a las de los economistas anteriores (Smith, Ricardo, los fisiócratas…), sino de convertir en problema lo que para ellos era una solución. El problema de los economistas no eran las respuestas, sino las preguntas. El problema era que todo el rato deslizaban inconscientemente preguntas distintas a las que requeriría su propio análisis. Decía Althusser: el problema no es lo que la economía política previa no ve, sino que no ve lo que ella ve. No se trata de descubrir un objeto nuevo, sino de problematizar la mirada misma. Tenemos un ejemplo precioso de este “protocolo de lectura” de Marx de la economía clásica en el capítulo 17 del libro I, sobre el salario.

Apunta usted también que la crítica marxiana de la economía política no es solo una ruptura con el sistema de categorías y problematizaciones de una ciencia sino también de la deconstrucción del “modelo de realidad efectiva subyacente a esas problematizaciones y categorías”. Pero, salvo error por mi parte, eso suele ocurrir en todas las revoluciones científicas importantes, sean marxianas o sean einsteinianas por ejemplo. La teoría de la relatividad general (por no hablar de la mecánica cuántica) no es sólo una ruptura con las categorías centrales de la mecánica clásica (su noción de masa o de espacio y tiempo absolutos) sino que la forma de concebir el mundo es radicalmente distinta en una y otra teoría física. En síntesis: ¿su afirmación no es válida para cualquier revolución conceptual sustantiva? 

Lo es, pero con una diferencia esencial. La ciencia de la que se ocupa Marx no es una ciencia cualquiera: es la ciencia que articula conceptualmente la comprensión que la sociedad civil moderna tiene acerca de sí misma. La economía política es, puede decirse, la “auto-conciencia” inmediata de la sociedad moderna. Y esto supone una diferencia esencial: el objeto de la ciencia económica no es el objeto inerte de la ciencia natural, sino un objeto vivo, histórico, social, es decir: un sujeto. Lo que está guiando aquí a Marx es el planeamiento que se hace Hegel al comienzo de su Fenomenología del Espíritu: no se puede exponer el Sistema sin realizar el camino de la “conciencia natural” y su aparición inmediata. Ocurre exactamente igual en Marx. No podemos elaborar una “economía política”, un sistema o ciencia acabada, sin antes realizar la crítica de la forma de aparición inmediata de su objeto, la sociedad civil. Hay que realizar una fenomenología de la sociedad burguesa, o “ciencia de la experiencia de la conciencia (social)”, que será una exposición crítica de la ciencia que recoge la conciencia inmediata que la sociedad moderna tiene de sí misma. Esto es el proyecto de una “crítica de la economía política”.

Los lectores pueden respirar –relativamente- tranquilos, porque de todo este fundamento filosófico de Marx en la tradición filosófica alemana no me ocupo en el libro más que muy colateralmente. Será objeto de otro libro futuro.

Ya estamos ansiosos por leerlo. 

Dirá que leo con prisma excesivamente político, discúlpeme si es el caso, pero, ¿cuál es la relevancia política para nuestro hoy, para nuestras luchas y preocupaciones, de los análisis de Marx sobre el fetichismo y la mistificación? ¿Cuál sería su lectura en términos de crítica social y análisis político? 

No sólo no te equivocas en aplicar ese prisma, sino que aciertas plenamente. El ethos de lectura siempre creo que debería ser el que sugería Foucault –que por cierto es el que utilizó el con Marx-: no la cita reverencial o la lectura “neutral”, que sería en realidad una patética traición, sino hundirse en los interrogantes y problemas de una teoría. No reverencia a la letra muerta, sino asunción de la luz que pueda proyectar, como bien dices, hoy, para nuestras preocupaciones y batallas vivas.
Desde este punto de vista, me parece que la cuestión crucial que señala el análisis de Marx del fetichismo y la mistificación sería ésta. J. Bruhn -fundador de la importante editorial Ça Ira, aunque se alinea con la aberrante corriente anti-deutsch- la ha formulado muy bien: ¿cómo es posible el vínculo social en una sociedad que se basa sobre la negación sistemática de la socialidad como tal? La pregunta es la misma que la de Polanyi: ¿Cómo puede existir “sociedad” en una sociedad “de” mercado? Marx nos muestra que el vínculo social se construye en el capitalismo mediante una mediación universal, que es la del valor y su cristalización en dinero. Al capital como consumación de esta mediación lo llama Marx “sujeto automático”: se mueve a sí mismo y pone incesantemente las condiciones de su reproducción. Esta construcción genera efectos políticos y sociales importantes.
Rita Segato, pensadora latinoamericana muy poco estudiada en España –supongo que precisamente por mujer y por latinoamericana-, pero esencial para comprender el capitalismo neoliberal actual y su relación con la violencia, afirma que hay en el mundo dos tipos de proyectos históricos: el proyecto histórico de las cosas y el de los vínculos. ¿Cómo puede ser que inmigrantes sin papeles atraviesen cada día la frontera con USA a bordo del tren La Bestia, donde son detenidos, agredidos, expulsados y, si son mujeres, violadas? Ella sostiene que es un efecto doble: efecto expulsión de un lugar de origen, donde los vínculos de confianza y reciprocidad se han destruido por los mercados globales, y efecto atracción hacia el nuevo foco de sentido, el paraíso prometido del “consumo final”. La abundancia produce la falta. Cuando fallan los lazos de arraigo, los placeres y obligaciones de la reciprocidad, se da una intemperie social, una carencia que no es material, sino existencial, y entonces la pulsión se dirige hacia “el mundo de las cosas”: “el fetichismo del Norte” lo llama ella, y su fantasía de abundancia. Son seres sin territorio, sin magnetismo relacional que los cemente. Los seres desgajados, solos, antaño pertenecientes al mundo de vínculos, son ahora zombies que se alimentan de la vida imaginada de los habitantes del mundo de las cosas. Su deseo nace de un exceso, dice Segato, que es un fetiche: mistificado y potente. Žižek apunta algo parecido en su libro sobre los refugiados. En fin, el deseo de cosas produce individuos, el deseo de vínculo produce comunidad.

Muy bien visto, hermosamente formulado; gracias de nuevo. Admito que yo mismo desconocía la existencia de esa pensadora que ha citado, de Rita Segato. Mis disculpas. 

Este es un punto que por lo general han detectado mejor los pensadores conservadores. Alain de Benoist, fundador de la Nueva Derecha francesa aunque hoy situado en posturas bastante heterodoxas, afirma que Marx fue el primero en dilucidar la esencia de la Forma-capital: su ilimitación, el fetiche de la mercancía y el proceso de reificación de las relaciones sociales. ¿Qué pasa con el fetichismo? Benoist observa con agudeza que esto del tan cacareado “desencantamiento del mundo” no significa nada, precisamente porque ninguna sociedad puede vivir sin ideología, sin sentido o sin pegamento simbólico de algún tipo. Y este pegamento simbólico, añade, está tanto en el “hijo del militante comunista” (sobre el que Günter Grass tienen un relato precioso en Mi siglo) como en el “joven francés tentado por el yihadismo”. Pero la era de hoy es la de la “ideología de la mercancía”: la colonización del imaginario simbólico por valores mercantiles (rentabilidad, ganancia).

Esto tiene efectos de primer orden en la formación de las sociedades, que Benoist estudia a partir de los trabajos de Louis Dumont (discípulo de Polanyi) y Mauss.

¿Qué efectos de primer orden? 

El liberalismo que acompaña al capitalismo se sustenta sobre la eliminación del elemento social del ser humano. Es por ello un “antagonista directo de las identidades colectivas”, entendiendo que cada individuo en relación con las cosas que consume puede ser fundamento suficiente para sí mismo. El capitalismo produce átomos; pero el ser humano es narración que requiere ser contada y compartida con los otros. El capitalismo, afirma Benoist, no tiene nada de conservador: todo lo contrario. Y cita ese prodigioso párrafo de Marx en El Manifiesto comunista donde explica que el desmantelamiento y la erradicación de las culturas tradicionales y los valores antiguos fue el resultado del capitalismo, que sumerge todo en el “agua gélida del cálculo egoísta”. O: “Todo lo sólido se desvanece en el aire”. El capitalismo destruye también las fronteras, de forma mucho más eficaz que cualquier internacionalismo de izquierdas: situando la lógica del beneficio por encima de cualquier otra cosa, lo que implica abrir mercados y subsumir la producción del planeta entera al modo de producción capitalista (de “subsunción real” frente a meramente formal del final del feudalismo y del “mercado mundial” habló ya Marx). Benoist recuerda la cita de Adam Smith de que el comerciante no tiene otra patria que aquel territorio en el que alcanza su mayor beneficio. La esencia del capitalismo y específicamente del neoliberalismo sería que “aniquila a los pueblos”. Frente al simplismo de la derecha, Benoist afirma que la principal amenaza para la identidad no son “los otros”, justo porque dicha amenaza ataca también a la identidad de otros pueblos. Ese peligro en realidad es “el auge de lo indistinto, la eliminación de las diferencias, la destrucción de las culturas populares y estilos de vida en un mundo globalizado.” El proyecto neoliberal es la unificación de la humanidad, la destrucción sistemática de todos los vínculos y lazos de solidaridad tradicional, la transformación del mundo en un inmenso mercado. Para ello necesita fragmentar y renunciar a todas las formas de imaginación simbólica.

Para Benoist, la cuestión esencial no es derecha o izquierda, sino si el mundo al que nos dirigimos será un mundo unificado y unipolar donde desaparecerán las diferencias, o un mundo multipolar que respetará las diferencias y riqueza de lo concreto.

Empezamos a asistir a este debate en Europa.  

Sí, sí, parece que es así, como señala .

Como ha contado Guillermo Fernández en excelentes artículos, por primera vez es más que probable que en las siguientes elecciones europeas de 2019 las fuerzas euroescépticas –o UE-escépticas- sean mayoría en el Parlamento Europeo. Tenemos que atender a todo esto. Intelectuales como Chantal Delsol sostienen que las élites europeas impugnan la democracia y la soberanía popular, rechazan las identidades particulares y borran “dioses y cualidades”, para tomar una expresión de Adorno y Horkheimer. Y, para ella, las reclamaciones soberanistas no cuestionan el Estado de derecho, la democracia ni su aparato jurídico: tan solo reclaman una libertad ubicada, no absoluta –recordemos que absoluto viene de ab-solvere, des-atar, disolver, desvincular.-. Es el debate entre soberanismo y proteccionismo contra globalización y libre mercado. No se está reclamando una dictadura como en los años 30, solo conjugar las libertades con lo concreto. Lejos de descartar estas posiciones como reaccionarias e ignorarlas, deberíamos preguntarnos qué está en juego.

Desde luego, el problema es que bajo estas reclamaciones se oculten posiciones reaccionarias y puerilmente románticas (pecado en política), o, peor, directamente xenófobas y discriminatorias. Está pasando.

Sí, sí, es obvio que está pasando. Hace unas semanas Rafael Poch de Feliu hablaba de ello. 

Pero aquí, seamos claros, la culpa es de quien deja ese espacio vacío. Si entregamos el discurso sobre los límites y la identidad a fuerzas reaccionarias, ganarán éstas. Si seguimos rechazando entrar en la discusión, ganarán los radicales que efectivamente las anulan. Perderemos lo que nos negábamos a definir y limitar: nuestros derechos y libertades. Hegel dice algo a los pueblos que temen la organización del Estado: “su libertad ha muerto por temor a morir”. Esto puede pasarnos
En fin, quizás cabe una salida de recuperación de lo público, el bien común, el vivir juntos, la identidad colectiva como conservación de unas raíces, un relato, unos valores compartidos que se proyectan hacia el futuro. Rita Segato dice que una comunidad requiere dos condiciones: densidad simbólica y que sus miembros perciban que vienen de una historia común y se dirigen a un futuro común. Haber hecho grandes cosas juntos y querer hacer más. Compartir una historia, entonces, no es pertenecer de modo esencialista por el mero nacimiento o tener un patrimonio de costumbres anquilosadas, sino el proyecto de querer existir juntos en común, como sujeto colectivo.
Decíamos que ninguna sociedad puede vivir sin imaginario, sin pegamento simbólico. La elección política es si ignoramos esto, dejando que las fuerzas reaccionarias se ocupen de la tarea, o si conscientemente ayudamos a construirlo.

Otro descanso. El último.  

De acuerdo.

Tomado de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=250308&titular=%93el-deseo-de-cosas-produce-individuos-el-deseo-de-v%EDnculo-produce-comunidad%94-

“No se entiende el mundo sin Marx” [ parte 1 de 3 ]


Entrevista a Clara Ramas San Miguel sobre Fetiche y mistificación capitalistas. La critica de la economía política de Marx (I)
“No se entiende el mundo sin Marx”

Salvador López Arnal
El Viejo Topo



Doctora europea e investigadora de la Universidad Complutense, Clara Ramas San Miguel ha centrado principalmente su labor investigadora en la obra de Karl Marx, buscando conectarlo con la tradición filosófica alemana. Ha trabajado con figuras de la talla de Michael Heinrich, prologuista del libro, dentro de la iluminadora “nueva lectura de Marx” alemana, o Günter Figal, en la línea hermenéutica y heideggeriana. Autora de numerosos artículos, ha participado en congresos y publicaciones colectivas con contribuciones sobre la obra de autores como Marx, Heidegger, Jünger, Hegel, Žižek, Gramsci o Schmitt (a quien ha traducido al castellano, como también a Michael Heinrich). Habitualmente participa en coloquios y foros de debate y recientemente ha colaborado en medios de comunicación. Sus principales líneas de investigación actuales son filosofía política y del Derecho, teoría crítica, metapolítica, formas políticas contemporáneas y populismos.

Clara Ramas San Miguel se define, de manera muy sugerente, como “marxista heterodoxa, anti-liberal ortodoxa”.

La conversación se centra en el libro publicado por Siglo XXI en abril de 2018.

Una versión parcial de esta entrevista apareció en El Viejo Topo, n.º 369, octubre de 2018, pp. 36-45.

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Enhorabuena por el libro, por el denso y muy interesante libro que ha publicado en Siglo XXI.
Déjeme explicar el índice a los lectores de la entrevista: prólogo (M. Heinrich), introducción, ocho capítulos (“Acerca del proyecto de una crítica de la economía política”, “El fetichismo y sus formas”, “La mistificación y sus formas”, “Teoría del valor y fetichismo”,...), epílogo (Carlos Fernández Liria) y bibliografía. En la introducción puede verse un apretado resumen de los contenidos de los capítulos. Añado un aviso dirigido también a nuestros lectores: voy a dejar mil preguntas en el tintero. El libro que comentamos las sugiere; las limitaciones de una entrevista... nos limitan. 

Mi primera pregunta: ¿a quién va dirigido su ensayo? ¿Qué lectores espera? ¿Personas muy puestas en asuntos y categorías marxianas y en temáticas de la tradición? 

Ante todo, quiero agradecerte la oportunidad de realizar esta entrevista para “El Viejo Topo”, una de mis publicaciones de referencia por su calado histórico y su orientación, tan rigurosa como valiente y estimulante. Es para mí un verdadero honor, y una ilusión.

Mil gracias, el honor es nuestro. 

Diría que este libro va dirigido a dos grupos amplios de lectores. Ciertamente, es un trabajo teórico y de cierta erudición, pues tiene su origen en el proyecto de mi tesis doctoral, de modo que los estudiosos de Marx encontrarán aquí una propuesta de lectura más o menos especializada. Ahora bien, me gustaría creer –y esto me interesa mucho- que el libro puede atraer al público general interesado en conocer las dinámicas de nuestro sistema socio-económico y nuestra herencia de la Modernidad. Por ambos motivos, en realidad, lo que menos presupone el libro es la necesidad de ser “marxista” de antemano o dominar las polémicas, categorías y distinciones de esta tradición interpretativa, que en demasiadas ocasiones enterró a Marx bajo un conjunto de fórmulas, dogmas o recetas estériles. Lo que se pretende es un acercamiento a Marx como pensador vivo, a los caminos que abre, a las raíces que encierra. Cuando preguntaron a Mao en 1972 por su opinión sobre la Revolución Francesa, respondió: “es demasiado pronto para decirlo”. Estamos en el 200 aniversario de su nacimiento y quizás Marx no ha terminado de nacer todavía.

El prólogo del libro lo firma Michael Heinrich. ¿Por qué este autor? ¿Nos hace una breve presentación de Heinrich? Le dedica el libro. 

Michael Heinrich es mi maestro en lectura de Marx y su trabajo es internacionalmente reconocido como una de las contribuciones más importantes a la recepción de Marx en las últimas décadas. No sólo a nivel teórico, sino por su apoyo y ayuda en los años no fáciles de una tesis doctoral y subsiguientes –especialmente en el momento de una universidad española destruida por la crisis-, le debo mucho.

Le conocí en mi época de estudiante en Berlín cuando pude asistir a algunos seminarios de Frieder Otto Wolf, otro gran especialista en Marx, que nos mostró todos los textos poco conocidos que rodean a El capital (borradores, versiones, capítulos inéditos, cartas…). En Alemania desde los años 70 se han tomado muy en serio la tarea de leer a Marx. Es entonces cuando nace esta llamada “Nueva lectura de Marx”, a la que Heinrich pertenece, junto a autores como Reichelt o Backhaus, inspirados por el énfasis de Adorno en la “abstracción real”.

En la importante obra de Heinrich, Die Wissenschaft vom Wert [La ciencia del valor], aún no traducida al castellano, se fijan las relaciones y rupturas de Marx con la ciencia económica, así como las tensiones en su propia comprensión del valor. En castellano podemos leer su comentario a El capital y también Crítica de la economía política, traducida a seis idiomas, que recomiendo absolutamente como la obra esencial para iniciarse en el pensamiento de Marx. Acaba de salir en alemán y en portugués el primer tomo de la “Gran Obra” en la que está embarcado, la que será la obra de su vida: una biografía intelectual de Marx. Es decir, no un relato de su vida o sus hechos psicológicos, sino una reconstrucción del entorno y relaciones históricas, sociales, intelectuales, teóricas, científicas y filosóficas a lo largo de toda su vida. Este primer tomo se titula Karl Marx y el nacimiento de la sociedad moderna (1814-1844) y abarca su juventud como estudiante y periodista, así como un friso riquísimo de la vida intelectual y social de la Alemania de primera mitad del XIX. Es una obra descomunal que abarcará tres tomos y de la que ya tiene miles de páginas escritas. Esperamos poder contar pronto con una traducción al castellano de esta obra que marcará época.

Eso espero yo también. Insisto yo también en la traducción de Die Wissenschaft vom Wert . El epílogo de su libro es de Carlos Fernández Liria. ¿Por qué Carlos? Creo que no ha sido el director de su tesis doctoral, tesis en la que el libro que comentamos, como ha señalado usted, toma pie. 

En efecto, Carlos no fue director. Sí estuvo en el tribunal de la tesis, y me parecía obligado invitarle a realizar el epílogo dado que es de las personas más influyentes en la introducción de Marx en la universidad española, especialmente en mi casa madre, la UCM, y con cuya lectura llevo debatiendo todos estos años. Además de eso, con Carlos me he formado desde que entró en esa clase de 1º de carrera poniendo círculos en la pizarra sobre el ágora de Platón, y con él he aprendido a leer a autores como Hegel, Kant, Heine o Schmitt, que han sido mi “educación filosófica”. El lector encontrará en su epílogo un resumen de su propia posición sobre Marx y los puntos en que choca con la mía, que sobre todo son su lectura de la teoría del valor y el rol del fetichismo en ella. Aunque no es un epílogo al uso en el sentido de que comente el libro, sino que más bien presenta una visión alternativa en polémica, nos pareció interesante presentar ambas yuxtapuestas al lector para que él pudiera contrastar y juzgar por sí mismo.

Excelente e inusual decisión. El capital, comenta usted en alguna ocasión, es una obra inacabada. Engels, con la ayuda de alguna hija de Marx, ¿hizo bien su trabajo de edición en su opinión? ¿Los libros II y III son más engelsianos que marxianos como se afirma en ocasiones? 

Ciertamente Engels realizó un trabajo importante de intervención, reordenación y uniformización en ocasiones donde en la cabeza de Marx había huecos o titubeos. De hecho, la base que Engels utiliza para publicar los libros II y III es un manuscrito que Marx escribió entre 1863 y 1865, a pesar de que un par de años más tarde Marx había elaborado otro manuscrito completamente nuevo para estos libros. Esto revela la convicción de Marx de la necesidad de seguir trabajando esos contenidos. No pudo continuar con ello por dedicarse a la traducción francesa del libro I y su reelaboración, en un importante manuscrito que cambia sustancialmente la parte dedicada a la forma y teoría del valor. Una vez acabado este trabajo del libro I, Marx retomó, en 1875, un intensivo trabajo sobre los libros II y III, donde se ve claro que pretendía desarrollar algunos de sus temas más allá de lo que hizo en 1863-65. Sin embargo, éste fue el texto que Engels utilizó para la edición que hoy en día leemos de los libros II y III. Los manuscritos de reelaboraciones de Marx se encuentran recogidos en MEGA. Todo esto nos habla de la importancia de MEGA para entender El capital como una obra en curso, abierta, inacabada.

Pone usted mucho énfasis en estudiar a Marx como se lee a un clásico del pensamiento. Permítame dos preguntas sobre esta consideración. Parece elemental lo que señala; si es así, y parece que debería serlo, ¿por qué no se le ha leído así durante años y años? ¿De dónde la confusión? 

Es claro que la recepción histórica de Marx, especialmente vinculada a avatares políticos, ha dificultado el acercamiento riguroso a su pensamiento, en muchas ocasiones simplificado o trivializado para servir a fines concretos. Esto introduce dificultades específicas, pero también le da un peso innegable. El manifiesto comunista es el segundo libro más vendido de la Historia, después de la Biblia. Hace poco la UNESCO lo ha incluido, junto con el libro I de El capital, en el registro documental “Memoria del mundo”, reconociendo así su contribución al patrimonio espiritual de la humanidad y su influencia en la configuración de nuestro pasado histórico y los destinos de muchos pueblos. No se entiende el mundo sin Marx.

Gracias por la información; desconocía esa sabia decisión de la UNESCO. Destaco esa afirmación suya: “No se entiende el mundo sin Marx”. De hecho, la cité en un artículo que escribí sobre Sacristán el pasado mes de agosto. 

Desde otro punto de vista, no muy alejado del anterior, Marx será un clásico pero digamos que es un clásico muy especial. No hay muchos filósofos que hayan sido referencias explícitas de varios Estados y de muchas organizaciones políticas durante más de un siglo y medio. ¿Se puede realmente tratar a Marx como un clásico del pensamiento, como el que lee e interpreta a Locke, Spinoza, Platón o Hobbes por ejemplo? 

Esto me parece un malentendido muy frecuente y que es imperativo deshacer. Diría exactamente lo contrario. Son Locke, Spinoza, Platón o Hobbes los que han de ser leídos como Marx. Todo gran pensador, y todos los que mencionas lo son, alumbran un mundo e iluminan su sentido, el horizonte histórico en que se hallan, con independencia de que haya referencias más o menos explícitas en los programas políticos del momento -en muchas ocasiones debido simplemente a un elemental imperativo de prudencia: el Caute de Spinoza-. No puede entenderse el Estado moderno sin leer a Hobbes ni la polis griega sin Platón.

Hegel dice que la filosofía es “su propio tiempo concebido en pensamientos”. Éste es el reto de la filosofía: “aquí esta Rodas, salta aquí”, fórmula de la fábula de Esopo que Marx retoma en ese famoso momento de El capital. Sería estúpido, dice Hegel, que la filosofía, igual que el fanfarrón de la fábula, saltara por encima de su mundo presente. Cuando la filosofía hace esto y proyecta un mundo imaginario, es mera especulación, mera opinión, algo muy débil, porque cabe allí cualquier cosa. Es un error frecuente, decíamos, entender que la filosofía se reduciría a esto, y que están los autores “abstractos”, como los que mencionas, y los “concretos”, como Marx. No es así. 
Precisamente Hegel, que se suele presentar como el colmo de la especulación abstracta y alejada del “mundo real” -así ha sido trivializado-, dice que esa abstracción que no permite comprender la realidad efectiva es una “atadura”. La liberación de esa atadura de la falsa abstracción es el concepto, que com-prende [be-greift, de greifen, prender y agarrar] lo real y por eso es libre. Lutero dijo que Jesucristo era la rosa que conciliaba en la cruz el drama de la Historia. Hegel recoge esta imagen para la filosofía y dice que “La filosofía es la rosa en la cruz del presente”. Aquí está el presente, aquí está nuestra cruz: encontremos su concepto y seamos libres, nos dice Hegel, el maestro de Marx. Este cruce entre inmanencia y trascendencia, anudado en nuestro presente: esto es la filosofía y no puede ser otra cosa. Esto es Platón, Spinoza o Marx, e, insisto, no puede ser otra cosa.

Es muy hermoso e interesante lo que acaba de señalar. Cambio de tercio. A propósito de las ediciones de la obra de Marx ¿Nos explica sucintamente las diferencias entre las MEW, la MEGA, la Nueva MEGA? ¿No hay un proyecto en marcha, descomunal donde los haya, de edición de sus obras en muchos, en muchísimos volúmenes? 

En efecto. El proyecto en marcha es la segunda fase de MEGA [Marx-Engels Gesamtausgabe], la publicación de Las obras completas de Marx y Engels, desde los 90 a cargo de la Fundación Internacional Marx-Engels y la Academia de las Ciencias de Berlín-Brandenburgo. Se trata de la publicación todos los escritos, manuscritos y cartas de Marx y Engels siguiendo los principios de una edición histórico-crítica. Esto quiere decir que se publica todo lo que se ha conservado en su forma y lenguaje originales, incluyendo borradores, textos anotados, variantes, correspondencia…; las intervenciones editoriales como correcciones o reordenaciones son reducidas al mínimo estrictamente imprescindible y quedan debidamente consignadas.

Este proyecto comenzó en los años 20 como un proyecto ruso-alemán, pero tuvo que ser interrumpido por la guerra y no se retomó hasta los 70. Esta segunda edición de MEGA es más rigurosa que la primera, puesto que en ésta algunos manuscritos fueron reordenados, y, la nueva MEGA, además, contiene todos los extractos completos y cartas que Marx y Engels recibieron, no sólo escribieron. Hasta la fecha, se han publicado 65 volúmenes; la edición completa constará de 109.
MEW [Marx-Engels Werke], Obras de Marx-Engels fue la primera edición más o menos sistemática de las obras de Marx y Engels en alemán, acometida en 1956 por el Comité Central del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) de la RDA. Consta de 44 tomos. No es una edición histórico-crítica porque contiene exclusivamente la última edición preparada por los autores o, en los manuscritos no publicados, fuerza la presentación de un trabajo prácticamente terminado mediante correcciones o reordenaciones, tratando de descubrir “las intenciones originales del autor”. MEW es la edición más extendida y manejada en la literatura, y es utilizable si uno es consciente de sus limitaciones y acude a MEGA² cuando es necesario. En mi libro manejo por lo general MEW, y MEGA² para los textos no incluidos en ella.

En cuanto a la expresión “economía política” que aparece como subtítulo de su libro; “La crítica de la economía política de Marx”, ¿a qué ciencia, a qué autores remite? ¿A Smith, a Ricardo? 

Marx hace una distinción entre economía política “clásica” y “vulgar” en unos textos preciosos de Teorías del plusvalor (erróneamente conocido como el Tomo IV de El capital), y la mantiene en todo El capital.

La primera se refiere sobre todo a Smith y Ricardo, que abrieron el camino de una ciencia al abstraerse de los fenómenos para tratar de encontrar las leyes que los regulan. Sin embargo, por un trabajo conceptual insuficiente caen en una serie de contradicciones y confusiones que propician que la ciencia económica posterior se limite a recoger de forma apologética la apariencia inmediata de los fenómenos, limitándose a la superficie. Esta es la economía vulgar: la que considera la apariencia inmediata la verdad última. Marx le reprocha que ni siquiera sospeche que la apariencia inmediata de las cosas puede no coincidir con su razón de ser o su ley interna, cuando esto es precisamente lo que hace necesario una “ciencia”: que la apariencia inmediata de las cosas [Schein] no tiene por qué coincidir con su realidad efectiva [Wirklichkeit].

Hay toda una dialéctica entre cómo se manifiestan las cosas y lo que son, sin que ello signifique que la aparición o fenómeno [Erscheinung] sea mera apariencia. Marx está poniendo aquí en juego todo el instrumental conceptual de la tradición filosófica clásica alemana, desde Kant a Hegel, y especialmente su Ciencia de la lógica. No se entiende a Marx sin su asunción del modo de pensar de la filosofía clásica alemana, y esto es otro punto que he trabajado y espero desarrollar en publicaciones futuras. En fin, con esto, incide Marx, la economía vulgar no hace sino sistematizar y hacer apología de las representaciones espontáneas de “los agentes atrapados en las relaciones de producción capitalista”, tomadas de la superficie empírica de los fenómenos, lo que les merece el epíteto en otras ocasiones de “voceros de la burguesía”.

Esto nos hace reflexionar hoy. Para Marx, “había sonado la hora de la economía vulgar” cuando a economistas empiristas como Senior y J.S. Mill, tan cómodos en burdas contradicciones, les resultaba en cambio totalmente ajena “la contradicción hegeliana”, de la que Marx afirma que es “la fuente de toda dialéctica”. Es decir, el pensamiento para Marx –y para Hegel- avanza mediante contradicciones, recogiendo el carácter no acabado de lo real, no reconciliado. Lo real alberga siempre tensiones y posibilidades de apertura. La hora de la economía vulgar es la negación de eso, la hora del burdo empirismo, del “esto es así y es lo que hay”. Esta hora suena también hoy. Imaginemos lo que opinaría Marx de la actual economía neoclásica, heredera de las teorías de la utilidad marginal, apoyadas sobre un individualismo metodológico y un enfoque positivista que considera que sólo existe lo traducible, por un lado, a preferencias subjetivas, y por otro, a datos y números que las cuantifican. Para la economía actual, un individuo es un agente económico maximizador de beneficio -o “emprendedor de sí mismo”, según versiones-, un grupo es un agregado estadístico, todo ello regulado por las leyes de hierro del mercado. A diferencia de esto, Marx intenta, mediante un enfoque estructural, formal y conceptual, desentrañar qué clase de abstracción real nos constriñe bajo la forma-mercancía en relaciones opacas y mistificadas.

Una duda: ¿no sería mejor hablar de contraposiciones -o término afín- que de contradicciones? “Marx fue el compañero de Jenny Marx” y “Marx no fue el compañero de Jenny Marx” son dos enunciados contradictorios y no parece que, a partir de esta contradicción, pueda avanzar mucho el pensamiento. Los peligros son conocidos. Recordemos el dicho clásico: ex contradictione quolibet, cualquier cosa a partir de una contradicción. 

Sí, es un buen matiz. Sin embargo, la traducción literal de contra-posición sería Gegensatz, y la palabra que utiliza Marx es Widerspruch (literalmente, contra-dicción). Pero el sentido de lo que señalas es correcto: Marx está hablando de oposiciones reales o contraposiciones, no de meras contradicciones lógicas o lingüísticas (de las cuales frecuentemente se burla). Que Marx lo entiende así, como Hegel, queda claro por otra cita de El capital, en el capítulo del dinero, que creo que te gustará: Marx habla de la “contraposición/contradicción real” como modo en que se crea una forma que resuelve oposiciones en la realidad. ¿Qué ejemplo pone? Es una “contradicción” [Widerspruch], dice, que un cuerpo caiga sobre otro y a la vez se aleje de él. La elipse, dice, es una forma de movimiento donde esta “contradicción a la vez se realiza y se resuelve”. Suelo utilizar “contradicción” para respetar la elección terminológica de Marx, pero es claro que podríamos usar perfectamente, como sugerías, “contraposición”, puesto que Marx está hablando de una oposición real, utilizando como metáfora la oposición entre fuerzas físicas.  

Me interesa el ejemplo, efectivamente. Gracias. Tomemos un descanso ahora si le parece. Continuamos en breve.  

De acuerdo.


Tomado dehttp://www.rebelion.org/noticia.php?id=250145&titular=%93no-se-entiende-el-mundo-sin-marx%94-

El vuelo del buitre viejo. Guerra por acumulación y nocividad capitalista. [ libro PDF ]

Tomado de: https://zineditorial.wordpress.com/2018/12/14/el-vuelo-del-buitre-viejo-guerra-por-acumulacion-y-nocividad-capitalista/




Este libro tiene la intención de hacer un análisis crítico de la guerra capitalista actual, y el estudio no se conforma con la contemplación de las ruinas. No nos conformamos con describir las características de la guerra contra la vida en el tiempo presente. La reflexión colectiva que aquí se entreteje se enfoca en pensar críticamente la cuestión social en la actualidad, un momento enmarcado por la generalización de la violencia, la irracionalidad y el avance de la insignificancia; un instante que está dominado por la apariencia y la separación, por la desolación y la miseria de vida. Sin embargo, nuestro entendimiento sigue siendo insuficiente, hace falta una elaboración crítica que permita acercarse a una práctica radical, por ello no enfoco mi presentación en los aportes de los diferentes capítulos que son parte de este libro; centro mi reflexión en lo que falta, en la crítica radical que todavía está por crearse, necesaria para dar rienda suelta a un hacer capaz de configurarse como freno de emergencia de la locomotora llamada capitalismo, que con su marcha nos lleva hacia el fin del mundo.

El denominador común para pensar y analizar tiene que estar relacionado con la guerra. Un conflicto que tiene un responsable: las relaciones de dominación y explotación que despliegan el patriarcado, el Estado y el capitalismo. Nuestras formas de resistencia requieren estar acompañadas de una crítica de la vida cotidiana; no basta con resolver ciertas problemáticas ni descansar porque se recibieron algunas concesiones de parte de los gobernantes y los patrones. La tarea de pensamiento debe estar relacionada con la necesidad y urgencia de pensar el instante de peligro actual, que quiere decir preguntarnos cómo detener la guerra.

Versión para leer clic AQUÍ

sábado, 29 de diciembre de 2018

"¿Cuarta Transformación?" Por Gilberto López y Rivas


La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República y el triunfo de Morena como primera fuerza política en el Congreso de la Unión, las gubernaturas de cuatro estados, la jefatura de Gobierno de Ciudad de México, numerosas alcaldías y gobiernos municipales, exigen reflexionar, desde el pensamiento crítico, sobre los alcances y las limitaciones de la denominada Cuarta Transformación.

Es necesario caracterizar el gobierno actual, sus proyectos económicos y sociales considerados prioritarios, así como la nueva correlación de fuerzas políticas que se está conformando, con objeto de contar con herramientas que permitan comprender y responder adecuadamente al nuevo sistema hegemónico de dominación con el que se reconfigura el capitalismo.

Se requiere analizar las bases que sustentan la Cuarta Transformación, que no deja ver con claridad su estrategia programática ni legislativa. El combate a la corrupción, sin una ruptura con el modelo desarrollista, no sienta las bases para un cambio de las dimensiones históricas de la Independencia nacional, la Reforma y la Revolución de 1910. Negar la vigencia de la lucha de clases en México, situarse como árbitro supremo de los conflictos sociales y pretender mutar el Estado en un aparato redistributivo clientelar, no significan una transición histórica de la República, ni mucho menos un cambio de época.

Asimismo, una enumeración de los proyectos económicos prioritarios: Zonas Económicas Especiales, Tren Maya, desarrollo del Istmo de Tehuantepec, siembra de árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas, construcción de 300 caminos en territorios rurales, refinerías, sistema de aeropuertos en el área metropolitana de Ciudad de México; zonas francas en la frontera norte y región istmeña, continuidad de los proyectos mineros, la reiterada afirmación de respetar los contratos, la independencia del Banco de México, la perspectiva del jefe de gabinete, de hacer de México un paraíso de las inversiones, y la iniciativa de Morena en el Congreso para abrogar la actual Ley Agraria, y expedir otra que refuerza los mecanismos de privatización de las tierras ejidales y comunales, y, sobre todo, la aceptación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, confirman la continuidad de políticas económicas dentro de la lógica del sistema capitalista, del neoliberalismo que se afirma superar.

En lo político, la creación del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas es un retorno al viejo indigenismo establecido por el régimen priísta, clientelar y corporativo, que fue caracterizado como una política de Estado para los pueblos indígenas autoritaria y manipuladora, y cuyos funerales fueron celebrados en los diálogos de San Andrés entre el gobierno federal y el EZLN. El hecho de establecer 130 oficinas del nuevo INPI en territorios de los pueblos originarios, con funcionarios hablantes de la lengua respectiva, con recursos y proyectos gubernamentales, es una agresión directa a los procesos autonómicos y a los movimientos en defensa de los territorios y contra la invasión corporativa. Particularmente en los territorios donde se desarrollan procesos autonómicos más profundos, relacionados con conflictos armados, como la región maya zapatista, o que defienden la territorialidad indígena campesina, el INPI corre el riesgo de desempeñar labores contrainsurgentes y de ingeniería de conflictos que las empresas mineras ponen en práctica para vencer las resistencias.
Se constata la metáfora del subcomandante Moisés de que cambian los mayordomos y capataces, pero el dueño de la finca continúa siendo el mismo. El rechazo a estos proyectos por parte del Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno, de numerosas organizaciones independientes indígenas y campesinas, de especialistas en diversas disciplinas científicas, así como la crítica a las consultas gubernamentales por no cumplir con las condiciones establecidas en la Constitución, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas, que mandatan que éstas sean previas, libres, informadas y vinculantes, no ha recibido la atención que merecen y, por el contrario, fueron objeto de un trato despreciativo por parte del Presidente.

En este sentido, destaca el clima de intolerancia a la crítica al nuevo gobierno desde la izquierda anticapitalista, aduciendo que hace el juego a la derecha, es un regreso al comunismo primitivo, o un menosprecio a los 30 millones de votantes que eligieron a Andrés Manuel López Obrador.

Precisamente por el respeto que se merecen todos y todas los mexicanos (as) que votaron por un cambio profundo, se reivindica la necesidad de un análisis riguroso de la naturaleza y los impactos de los proyectos en ciernes, de la direccionalidad de los mismos, a partir de las resistencias de abajo y a la izquierda, y de una intelectualidad comprometida con estas luchas. La disyuntiva continúa siendo: con el príncipe o con el pueblo.

Tomado de https://www.jornada.com.mx/2018/12/28/opinion/014a1pol

viernes, 28 de diciembre de 2018

Putas, activistas y periodistas [ libro PDF ]




 "Putas, activistas y periodistas", es un trabajo periodístico colectivo producto de una alianza estratégica entre Desinformémonos y la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, "Elisa Martínez", A.C., donde las trabajadoras sexuales cis y transgénero entrevistan a sus propias compañeras.

Las temáticas que abordadas fueron: datos generales, historia personal del inicio en el trabajo sexual, economía en el trabajo, relaciones sentimentales, vanidad y salud, la tercera edad en el trabajo sexual, explotación sexual, trata de personas; gobierno, policía y extorsión, los medios de comunicación (cómo los vemos y cómo nos ven), salud sexual y reproductiva, métodos anticonceptivos, violencia en el trabajo sexual, violencia y discriminación específica contra trans; trabajo sexual en iglesias, cárceles, oficinas de gobierno y cuarteles militares, alcoholismo y drogadicción en el trabajo sexual, vestuario y arreglo personal. Páginas llenas de emotividad, lágrimas, sueños y esperanzas donde se reivindica que la calle y la nota periodística son de quienes las trabajan.

El taller de periodismo "Aquiles Baeza", resultado de la alianza entre la reportera Gloria Muñoz Ramírez y la dirección nacional de la Brigada Callejera, termina con esta publicación. Lo que surja después de esto, serán otras iniciativas periodísticas y en nuestro caso, fortaleceremos a la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle y con ella a las luchas de trabajadoras sexuales integrantes, simpatizantes o colaboradoras de la Red Mexicana de Trabajo Sexual y movimiento amplio de trabajo sexual en México, contra el desprecio, la represión, la explotación y el despojo.

La difusión de "Putas, activistas y periodistas", entre trabajadoras sexuales, activistas de movimientos sociales hermanados en la lucha con la Brigada Callejera y tomadoras/es de decisión, se inscribe en una de las acciones políticas de dicha iniciativa y del Plan Nacional de Lucha 2006 - 2031, donde se priorizan las necesidades de mujeres dedicadas al comercio sexual y no el prestigio de nadie en particular.

Liga con el libro: https://ia902907.us.archive.org/14/items/LibroPutas/libro%20putas.pdf

Tomado de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=250680&titular=putas-activistas-y-periodistas-


Violencia no permite retorno de desplazados a sus comunidades en Guerrero [ desInformémonos ]


Ciudad de México | Desinformémonos. Las familias desplazadas por la violencia en Guerrero aún no pueden regresar a sus hogares en los municipios de Copalillo y Leonardo Bravo por falta de medidas de seguridad, contrario a lo que asegura el gobernador estatal Héctor Astudillo Flores, quien declaró que desde el 24 de diciembre los desplazados podrían regresar a sus comunidades, expresó el secretario técnico de la Red Guerrerense de Derechos Humanos, Manuel Olivares Hernández.
En entrevista con La Jornada, Olivares Hernández señaló que el mensaje de Astudillo “no es cierto, ya que los desplazados han mantenido una postura muy clara de no aceptar retornar a sus comunidades mientras permanezcan ahí los presuntos policías comunitarios de Heliodoro Castillo”.
“Hay preocupación de que la seguridad haya quedado bajo el mando de los militares, y no es posible que los militares sean los que dirijan las estrategias de seguridad pública, que debe estar en manos de autoridades civiles”, explicó Olivares.

Los desplazados, quienes se encuentran en el municipio de Chichihualco, plantean “el desarme y el repliegue de estos grupos de supuestos policías comunitarios, que provienen de otros municipios”. Además, las familias exigieron que se instale “de inmediato” un perímetro de seguridad “que garantice la no incursión de esos civiles armados”.

Olivares agregó que no se sabe si Astudillo “tenía algo preparado” para que el retorno de los desplazados sucediera el pasado 24, pero aseguró que “eso es mentira”. Añadió, por otra parte, que es probable que para la primera quincena de enero “exista una estrategia para garantizar la seguridad pública para todas las comunidades, no sólo las de la sierra”.

Con información de La Jornada

Tomado de https://desinformemonos.org/violencia-no-permite-retorno-desplazados-comunidades-guerrero/

jueves, 27 de diciembre de 2018

¡Ni perdón ni olvido, verdad y justicia!


Esgrimiendo razones  autoreferenciales de que lo suyo no es la venganza y declarándose partidario del perdón y la indulgencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso de toma de protesta ante el Congreso, el primero de diciembre, propuso un punto final para delitos cometidos por los funcionarios del pasado, afirmando que en su Presidencia se abstendrá de solicitar investigaciones en contra de los que han ocupado cargos públicos, y de que esta nueva etapa la vamos a iniciar sin perseguir a nadie. Contradictoriamente, afirma que la parte medular de su programa de gobierno será acabar con la corrupción y la impunidad.

El contrasentido radica en que los delitos cometidos por los funcionarios del pasado van más allá del saqueo del erario por las innumerables vías de la corrupción gubernamental; muchos de ellos estuvieron involucrados, por omisión o comisión, en crímenes de Estado y lesa humanidad, como las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales que no prescriben ni pueden ser eximidos por el nuevo titular del Ejecutivo federal.

¿Jamás se investigará quiénes son los responsables de la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, o la perpetrada también contra estudiantes el 10 de julio de 1971? ¿Quedarán sin desentrañarse los asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, cárceles clandestinas, y vuelos de la muerte durante la guerra sucia que duró más de 20 años? Las masacres de Aguas Blancas, Guerrero, Acteal, Chiapas (1997), Tlatlaya, estado de México, (2014), Nochistlán, Oaxaca, (2016) ¿quedarán en el olvido? Esto por enumerar los crímenes más conocidos en los que se identifica la mano del Estado y sus fuerzas armadas con sus grupos paramilitares, como el Batallón Olimpia, Los Halcones, La Brigada Blanca, y los más de una docena que fueron identificados por la PGR para el caso de Chiapas, en 1997, sin mencionar los que operan bajo la cobertura del crimen organizado, que pasaron a constituir la cara clandestina de gobiernos mafiosos y delincuenciales.

Ha sido positivo el decreto presidencial para crear una comisión de la verdad que investigue los asesinatos y las desapariciones forzadas de los estudiantes de Ayotzinapa, crimen de Estado y lesa humanidad que cimbró la conciencia del país y del mundo. En Iguala, Guerrero, se condensó el 26 de septiembre de 2014 toda la violencia estructural y de Estado que ha padecido México durante más de una década, y que ha resultado en más de 200 mil muertos, en su mayoría jóvenes y pobres, al menos 40 mil desaparecidos, así como medio millón de desplazados internos y fuera del país. Siendo esta tragedia un caso paradigmático, en el que se visibilizan los estrechos lazos de complicidad entre crimen organizado, Ejército, gobernantes de los tres órdenes, policías y todo el aparato judicial, constituye, sin embargo, una entre miles de desapariciones forzadas en las que el Estado mexicano está involucrado. Este crimen será supuestamente investigado hasta sus últimas consecuencias, pero: ¿quedará archivada la desaparición forzada de los dos militantes del Ejército Popular Revolucionario, Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, secuestrados por fuerzas de seguridad en Oaxaca en 2007? Recordemos a los entrañables compañeros Samuel Ruiz, Carlos Montemayor y Miguel Ángel Granados Chapa, integrantes de la Comisión de Mediación, junto con quien escribe, que durante años enfrentó la cerrazón cómplice del gobierno y la protección tacita del Estado respecto a la participación del Ejército en este caso emblemático.

¿Qué pasará con los otros miles de procesos judiciales que no tienen atención mediática, ni sus familiares los medios organizativos para demandar la aparición con vida de sus desaparecidos? Con toda razón, parientes de desaparecidos forzados cuestionaron que sólo haya una comisión para Ayotzinapa. ( La Jornada 6/12/18).

En estos crímenes el Ejército ha participado en defensa de los intereses de los grupos dominantes, por no citar su involucramiento directo en asesinatos de dirigentes populares como el purépecha Primo Tapia de la Cruz, asesinado por orden de Elías Calles en 1926; o el ocurrido el 26 de mayo de 1962, cuando militares masacraron a Rubén Jaramillo y su familia en el sitio arqueológico de Xochicalco, Morelos.

Las fuerzas armadas fueron exoneradas de toda responsabilidad con el argumento de que sus altos mandos no son parte de la oligarquía e integrarán la Guardia Nacional para tareas de seguridad pública. Esta propuesta ha sido duramente criticada por organismos de derechos humanos que la consideran otra forma de militarización.

Así, coincido con el Colectivo Iglesias por la Paz que señaló: antes de buscar el perdón de las víctimas de la violencia, se requiere acceder a la verdad y la justicia. (La Jornada 21/09/18).

Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/12/14/opinion/020a1pol

Tomado de: http://rebelion.org/noticia.php?id=250254


A 9 días de sembrar paz



El aprecio al poder y el tener ha desatado diversas violencias en toda la circunferencia del planeta, es una violencia sistémica. Se asesina periodistas, ambientalistas, defensores comunitarios, mujeres, indígenas y jóvenes y se niega el derecho a vivir a las nuevas generaciones.

 A nuestra región del Istmo de Tehuantepec se le ha catalogado como una región brava y conflictiva, calificativo impuesto por quienes no han podido dominarnos. Hemos espantado la inversión externa desde hace siglos.
 Con la llegada de las eólicas que se impusieron con engaños, sobornos y traiciones, las violencias llegaron y se han extendido. A la resistencia ante las transnacionales eólicas, mineras, ductos y la ZEE se le ha impuesto un aumento de esas violencias.
El pasado 16 de diciembre de 2018, alrededor del mediodía, fueron asesinados Luis Donaldo Fuentes Martínez y Jesús Cruz Ruiz. Dos jóvenes con alto grado de compromiso con su comunidad. Luis Donaldo era estudiante de nuestra escuela, inscrito en quinto semestre y Jesús, nuestro fotógrafo, fue graduado como bachiller en el grado de Guardián del Territorio en julio pasado.
Estos asesinatos se enmarcan en ese terror producido por las transnacionales en complicidad con el crimen organizado, y también el crimen desorganizado, para atemorizar a la población y convertirla en presa fácil ante las distintas imposiciones. No son un ajuste de cuentas, se toca a los jóvenes para mostrarle a la comunidad, que se ha pronunciado contra la minería dese hace 4 años, que es frágil; quieren mostrar que no tenemos los suficientes medios y valor para enfrentarles.
Como preparatoria, tenemos definida la ruta, porque la definieron sus jóvenes, trabajaremos en el cuidado y la defensa de la vida y el territorio desde nuestro ser de juventud; caminaremos las calles, los barrios, las comunidades para regenerar nuestra familiaridad comunal, esta es la única vía que puede brindarnos la seguridad que necesitamos; seguiremos capacitándonos para generar trabajos en colectivo que ayuden a reconstruir y fortalecer nuestras comunidades. Les pedimos a nuestros padres, madres y a todos los adultos que nos sigan apoyando y abriendo el camino.
A los gobiernos en sus distintos niveles no les pedimos ni les exigimos nada. Tienen su constitución y sus manuales de procedimientos, si los leen hagan lo que tengan que hacer. Desde aquí, donde nos movemos en medio de las distintas violencias, seguiremos caminando por la comunidad.
A los familiares de los fallecidos, que sabemos que no buscarán venganzas, les pedimos que no se resignen y resignifiquen a estos jóvenes que guardianes aquí lo seguirán siendo desde la memoria; les pedimos sigan acompañando y defendiendo a otros jóvenes que siguen luchando por la vida.
A los asesinos les pedimos que se reconozcan en su violencia interior y la re-direccionen a sus causantes y no a quienes encuentren en su camino. Reconozcan que sus habilidades también las necesitamos para resistir ante la posibilidad de la desaparición de muchos pueblos indígenas, así como de Ixhuatán.
A los 9 días de haber sembrado la semilla de la paz, a quienes nos han enviado infinidad de mensajes, llamadas, comentarios, les agradecemos sus palabras y abrazos desde los distintos lugares del planeta donde nos en-red-amos.
El agua cae nuevamente, así como hemos llovido los antiguos binniza´, queriendo regar las semillas que hemos plantado, (los cuerpos de Luis Donado y Jesús). El corazón aún duele y las lágrimas aún brotan. Aquí estamos, aquí seguimos.
San Francisco Ixhuatán, Oaxaca a 23 de diciembre de 2018

http://www.congresonacionalindigena.org/2018/12/24/a-9-dias-de-sembrar-paz/

sábado, 22 de diciembre de 2018

Inicia en Acteal Festival Cultural, XXI Aniversario de la Masacre de Acteal.


compañeras y compañeros, ha iniciado el Festival Cultural de Las Abejas de Acteal
(Yak'el xkuxetel o'ontonal)

Les recordamos también revisar el programa de este 21 y mañana 22 de diciembre e informarles que nuestro comunicado será publicado mañana durante la conmemoración de la Masacre de Acteal, primero  en esta página y luego serán linkeadas a nuestro Twitter @AbejasDeActeal y en página de facebook: https://www.facebook.com/Las-Abejas-de-Acteal-170569689632465/

Hoy en la noche subiremos más fotos de las actividades de dicho festival.

Para los habitantes del municipio de Chenalhó, pueden escuchar nuestra transmisión en vivo a través de 98.9 FM "Radio Almantal Yu'un Lekilal" (Mensajeros de la Paz).






Nuestro país ha vivido un patrón sistemático de represión, corrupción, colusión, impunidad desde los años 60’, hasta el día de hoy


     Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
           Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

                                         22 de diciembre del 2018.



XXI Aniversario de la Masacre de Acteal.
XXVI Años de Lucha y de Organización NO VIOLENTA.


Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

Hoy se vuelve a marcar en nuestra memoria que el 22 de diciembre de 1997, un grupo de paramilitares priistas de Chenalhó, masacraron a 45 hermanas y hermanos más 4 aún no nacidos. El hecho fue cometido con saña, alevosía y premeditación cuando se encontraban en el segundo día de  ayuno y oración, para que se detuviera la violencia desatada en el municipio.

Hemos atravesado 21 años de oscuridad que representa la impunidad alimentada por los gobernantes priistas y panistas, incluida la mal llamada y corrupta “Suprema Corte de Justicia de la Nación”, que ordenó la liberación de los autores materiales de la Masacre de Acteal, a pesar de que fueron señalados directamente por los sobrevivientes y que habían confesado haber llegado a matar en Acteal, por lo cual tenían sentencias condenatorias de hasta 30 años, ahora se pasean impunemente en Chenalhó y en los alrededores de Acteal. Y los autores intelectuales están libres burlándose de la justicia y de la memoria de nuestras hermanas y hermanos masacrados.

No nos cansamos de escribir y denunciar la verdad: la Masacre de Acteal es un Crimen de Estado, cometido en el contexto de la guerra contrainsurgente y a través de la puesta en marcha del Plan de Campaña Chiapas 94, operado por el Ejército mexicano al mando del Gral. Mario Renán Castillo quien fungía como Comandante de la Séptima Región Militar quien falleció sin castigo el 26 de diciembre de 2017.

Hacer este recuento del contexto político de cómo se desarrolló la Masacre de Acteal, ayuda no sólo para la memoria de nuestros muertos, sino, esto debe ser un acto de justicia de no olvido y verdad. Acteal es un crimen de lesa humanidad que atañe la conciencia y la dignidad del pueblo de México e incluso del mundo, y que esta ignominia sea condenada y exigir justicia uniendo nuestra voz, para que no se repitan estos crímenes en ninguna parte de México y del mundo.

Tanto los autores materiales como los autores intelectuales de la Masacre de Acteal tienen nombres y apellidos, los hemos señalado muchas veces, pero, en lugar de ser juzgados, reciben premios y cargos públicos, como Emilio Chuayffet Chemor quien fue titular de la Secretaría de Educación Pública en el sexenio de Enríque Peña Nieto.

El principal autor intelectual de la guerra de contrainsurgencia en Chiapas y de la Masacre de Acteal es Ernesto Zedillo Ponce de León, quien debe ser juzgado por sus crímenes y graves violaciones a los derechos humanos cometidos durante su gobierno, él se cobijó en el grupo “The Elders”, una agrupación “independiente de líderes mundiales que trabajan juntos por la paz, la justicia y los derechos humanos”, dicha agrupación fue fundada por Nelson Mandela. (https://www.theelders.org/profile/nelson-mandela).

Desde el día 22 de diciembre de 1997 hasta la fecha, los partidos políticos, los malos gobernantes, los jueces, funcionarios y servidores públicos, han contribuido al desgaste de las víctimas y sobrevivientes de Acteal, así como la revictimización. Por esta razón deben ser señalados también como perpetradores de la Masacre por encubrir a los autores materiales e intelectuales. Además, son responsables por omisión de la serie de asesinatos, desapariciones forzadas y masacres como Atenco, Ayotzinapa, Tlatlaya, feminicidios, entre otros más.

Nuestro país ha vivido un patrón sistemático de represión, corrupción, colusión, impunidad desde los años 60’, hasta el día de hoy. Acteal, es la continuidad por un lado de las represiones y masacres en contra del pueblo mexicano, como lo fueron la Masacre de Tlatelolco en 1968, El Halconazo o Jueves de Corpus el 10 de junio de 1971 cometidos por los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Y por el otro la persistencia de una política genocida en Chiapas contra los pueblos originarios que luchan por su autonomía.

Es importante señalar que en este largo tramo de oscuridad de la impunidad desde el año del 2000 cuando Vicente Fox Quesada y Pablo Salazar Mendiguchía asumieron el poder tanto en el país como en Chiapas, con la supuesta “alternancia”, su gobierno implementó una estrategia de control político de dividir y de cooptar a las organizaciones sociales, de la cual nuestra Organización no fue la excepción. Sin embargo, los sobrevivientes y varias comunidades de Las Abejas de Acteal, seguimos firmes en la lucha por la Verdad, la Justicia y la Autonomía.

En este marco de los 21 años de la Masacre de Acteal, nuestra postura ante la coyuntura política nacional de la entrada del nuevo gobierno federal, ante la propuesta de amnistía a los perpetradores de graves violaciones a los derechos humanos, nosotros y nosotras Las Abejas de Acteal, decimos que no hay que confundir la justicia y la verdad como “venganza”. En nuestro corazón tsotsil y como organización pacífica, para nosotros el perdón no es venganza. Pero, eso no quiere decir dejar impune una grave violación a los derechos humanos, como lo sigue siendo la Masacre de Acteal. Y otros casos que demandan justicia de sobrevivientes y víctimas en la ciudad y en el campo.

En el tema de los megaproyectos como el Tren Maya, o el megaproyecto del Istmo de Tehuantepec, Las Abejas vemos que no son iniciativas de los pueblos, sino, de las grandes capitalistas, al respecto nos preguntamos, ¿es necesario seguir saqueando los recursos naturales que los pueblos hemos defendido ancestralmente? ¿o acaso su interés es el de seguir saqueando a nuestro país en complicidad con los gobiernos como en la época del priismo?

Hermanas y hermanos, los 21 años de impunidad en la Masacre de Acteal, nos ha traído muchos retos y obstáculos, pero, también muchas enseñanzas y esperanzas. En nuestro largo caminar desde el nacimiento de nuestra Organización de Las Abejas hace 26 años, hemos aprendido a luchar y a defender nuestros derechos humanos como pueblo originario tsotsil. Hemos aprendido a hablar, a mirar y decidir nuestro camino para no dejarnos engañar por cualquier tipo de gobierno neoliberal.

Queremos decirles que a pesar del cansancio, de los ataques y hostigamientos hacia nuestra organización, reafirmamos nuestra lucha No Violenta para la búsqueda de una justicia verdadera en la Masacre de Acteal, la construcción de nuestra autonomía y el fortalecimiento de nuestras áreas de trabajo y de los hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños de las diferentes comunidades quienes le dan vida a la Organización de la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal.

Dejamos en claro que la Organización Las Abejas de Acteal fundada en 1992 y los sobrevivientes quienes vimos a los paramilitares masacrar a nuestros familiares el 22 de diciembre de 1997 aquí en Acteal, no buscamos diálogo con el gobierno actual, mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en donde se encuentra el Caso Acteal, emita el Informe de Fondo en el cuál esperamos se pronuncie por la responsabilidad del Estado mexicano. Reafirmamos que de ninguna manera la justicia la cambiaremos por dinero.

El verdadero objetivo de nuestra petición ante la CIDH, es que el Estado mexicano reconozca su responsabilidad por acción y omisión en la Masacre de Acteal y se garantice la no repetición de hechos como Acteal.

Hermanas y hermanos, en esta misma fecha, pero hace 21 años hubo dolor y llanto, lo hemos sabido transformar en vida, en fuerza y en alegría y queremos que también lo sientan y lo vivan. Pensamos que la justicia de los pueblos se construye, se practica y se vive diariamente, como parte de nuestra autonomía como la hacían nuestros ancestros. Y de esta manera queremos terminar agradeciéndoles por su acompañamiento en este día y así mismo a las personas que no estuvieron físicamente.

Todo lo que les estamos platicando a través de este documento, lo están escuchando nuestros 45 hermanos y hermanas y más las y los 4 bebés. También nuestro papá y mamá Dios quienes nos han dado fuerza y sabiduría durante 26 años en los momentos difíciles y de logros, a ellos les agradecemos con todo el corazón.

Hermanas y hermanos solidarios, les decimos que no olvidamos su caminar desde su espacio, movimiento, colectivo o familiar, sentimos y palpamos su lucha y es parte de esa luz que cada vez que amanece aquí en Acteal nos ilumina y abraza como una esperanza.

Deseamos que nuestro México sea libre y llegue el momento en que nosotros tomemos nuestras decisiones y sean respetadas, que el sistema capitalista de muerte se desvanezca, porque todas y todos queremos vivir en paz con armonía y dignidad.

Desde Acteal, Sitio de Conciencia y Casa de la Memoria y Esperanza, gritamos:

¡No más impunidad!
¡Justicia Verdadera y Digna!
¡Viva la Lucha No Violenta!


ATENTAMENTE

La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

                                                  Por la Mesa Directiva:


                Martín Pérez Pérez                                        Mariano Gómez Ruiz



                 Pedro Pérez Pérez                                        Manuel Pérez K’oxmol



Alonso Ruiz López                                         Manuel Pérez nuñez



Por los representantes de las y los sobrevivientes de la Masacre de Acteal:


Victorio Gómez Pérez                                   Javier Vázquez Pérez
                            Acteal                                                   Quextic Centro


 

Tomado de http://acteal.blogspot.com/2018/12/nuestro-pais-ha-vivido-un-patron.html