jueves, 14 de febrero de 2013

VI.- Las Miradas 5.

5.- Mirar la noche en que somos.
(De la luna nueva al cuarto creciente)

  Hace muchas lunas: luna nueva, nuevita, como asomándose ella, apenas para ver las sombras de abajo, y entonces…

Llega él-somos.  Sin necesitar papeles de consulta o apoyo, su palabra va dibujando las miradas de quienes acá mandan y a quienes obedecemos.  Al terminar, miramos.

El mensaje de los pueblos es claro, corto, sencillo, contundente.  Como deben ser las órdenes.
Nosotros, nosotras, soldados, nada decimos, sólo miramos, pensamos: “Es muy grande.  Eso ya no es sólo de nosotras, de nosotros, ni sólo de los pueblos zapatistas.  Ni siquiera es sólo de este rincón, de estas tierras.  Es de muchos rincones, de todos los mundos.

Hay que cuidarlo – decimos todas-somos, y sabemos que hablamos de eso, pero también de él-somos.

Va a salir bien… pero hay que prepararse para que salga mal, como de por sí es nuestro modo – decimostodos-somos.

Entonces, hay que prepararla a ella - nos decimos todas-somos, – cuidarla ya, crecerla.
 – nos respondemos todos-somos.

Hay que hablar con nuestros muertos.  Ellos nos señalarán el tiempo y el lugar – decimos, nos decimostodas-somos.

Mirando a nuestros muertos, abajo, los escuchamos.  Les llevamos la pequeña piedra.  Al pie de su casa la llevamos.  La miran.  Los miramos mirarla.  Nos miran y llevan nuestra mirada muy lejos, donde no alcanzan ni los calendarios ni la geografía.  Miramos lo que su mirada nos muestra.  Callamos.

Regresamos, nos miramos, nos hablamos.

Hay que cuidar largo, preparar cada paso, cada ojo, cada oído… va a tardar.
Habrá que hacer algo para que no nos miran y luego para que sí nos miran.
De por sí ya no nos miran, o miran lo que creen que miran.
Pero sí, hay que hacer algo…  Me toca, mi turno.
 - Que él-somos vea lo de los pueblos.  Todos-somos vemos lo de cuidar, bien, quedito, callando, como de por sí.
-*-
  Hace unas pocas lunas, llovía…

¿Ya?  Pensamos que iban a tardar más tiempo.
Pues sí, pero así está.
Bueno, ahora fíjate bien lo que te vamos a preguntar¿Quieren que volteen a mirarlos?
Quieren, se sienten fuertes, están fuertes.  Dicen que eso es de todos, de todas, de nadie.  Dispuestos, dispuestas están, dicen.
Pero, ¿te das cuenta de que no sólo van a mirarnos los que son como somos, también los Mandones de uno y otro lado que odian y persiguen lo que somos?
Sí, va en nuestra cuenta, sabemos.  Nuestro turno, tu turno.
Bueno, sólo falta el lugar y la fecha.
Aquí – y la mano señala el calendario y la geografía.
La mirada que provoquemos con esto ya no será la de la lástima, la pena, la compasión, la caridad, la limosna.  Habrá alegría en quienes son como somos, pero coraje y odio en los Mandones.  Nos van a atacar con todos sus medios.
Sí, les dije.  Se miraron, pero así dijeron: “Queremos mirar y mirarnos con los que somos aunque no sepamos ni sepan que son lo que somos.  Que nos miran queremos.  De los Mandones estamos listos, listas, dispuestas, dispuestos estamos“.
¿Cuándo, dónde entonces? – se ponen calendarios y mapas sobre la mesa.
 - En la noche, cuando amanezca el invierno.
¿Dónde?
En su corazón.
¿Todo listo?
Todo listo, de por sí.
Va.

Cada quien a lo que le toca.  Sólo nos dimos un apretón de manos.  Más no fue necesario.

-*-

  Hace unas noches, la luna desvelada y deslavada…

Ya está.  Ya están lo que miramos.  La parte que sigue le va a tocar a otras miradas.  Te toca – le decimos a él-somos.
Estoy listo, dispuesto estoy – dice él-somos.
Todos-somos asentimos en silencio, como de por sí es nuestro modo.
¿Cuándo?
Cuando hablan nuestros muertos.
¿Dónde?
En su corazón.
-*-
Febrero del 2013.  Noche.  Luna en cuarto creciente.  La mano que somos escribe:

“Compañeroas, compañeras y compañeros de la Sexta:

  Queremos presentarles a uno de los muchos él que somos, nuestro compañero Subcomandante Insurgente Moisés.  Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los todos y todas que somos.  Les pedimos que lo escuchen, es decir, que lo miren y así nos miren. (…)

(Continuará…)

Desde cualquier rincón en cualquier mundo.

SupMarcos.
Planeta Tierra.
Febrero del 2013.

P.D. QUE ADVIERTE Y DA PISTAS: El texto que sigue a continuación y que aparecerá en la página electrónica de Enlace Zapatista este 14 de febrero, día en que los zapatistas, las zapatistas honramos y saludamos a nuestr@s muert@s, es principalmente para nuestros compañeros, compañeras ycompañeroas de la Sexta.  El texto completo sólo podrá leerse con una contraseña (de la cual se han dado varias pistas y que puede ser deducida) que ya ha sido enviada por correo electrónico a donde hemos podido.  Si usted no la ha recibido y no le atina a la solución (puede encontrarla leyendo con atención este texto y el anterior -”Mirar y comunicar“-), sólo tiene que mandar un correo a la página y al remitente se le mandará la contraseña.  Como ya hemos explicado en ocasiones anteriores, los medios libres son ídem para publicar o no el texto completo según sus propias consideraciones autónomas y libertarias.  Lo mismo va para cualquier compañera, compañero y compañeroa de la Sexta de cualquier geografía.  Nuestro afán no es otro que el hacerles saber que es a ustedes a quienes nos dirigimos y, de manera muy especial, a quienes ustedes decidan poner al otro lado del puente de nuestra mirada.

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“B Side Players” desde San Diego, Califas, con la rola “Nuestras Demandas”.  “B Side Players” está formado por Karlos “Solrak” Paez – voz, guitarra; Damián DeRobbio – bajo; Luis “El General” Cuenca – percusiones y voz; Victor Tapia – Congas y percusiones.; Reagan Branch – Sax; Emmanuel Alarcon – guitarra, cuatro puertorriqueño, y voces; Aldo Perretta – charango, tres cubano, jarana veracruzana, ronrroco, cuatro venezolano, kena, zampoña; Russ Gonzales – saxo tenor; Mike Benge – Trombón; Michael Cannon – tambores; Camilo Moreno – congas y percusión; Jamal Siurano – alto sax; Kevin Nolan – trombón y trompeta; Andy Krier – teclado; Omar Lopez – bajo.



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Desde Galicia, Estado Español, la rola “EZLN” del grupo “Dakidarría”, formado por: Gabri (guitarra y voz principal); Simón: (guitarra y voces); Toñete: (trombón); David: (bajo y voces); Juaki: (trompeta y voces); Anxo: (saxo barítono); Charli: (teclado); Jorge Guerra: (batería)


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Una versión muy especial del “Himno Zapatista”, música y voces de “Flor del Fango”.  El grupo musical “Flor del Fango” estuvo formado por: Marucha Castillo – cantante: Napo Romero – cante, guitarra, charango y quena; Alejandro Marassi – bajo, cante, coros y guitarrón; Danie Jamer “el peligroso” – guitarras flamenca, folk y eléctrica y cuatro; Sven Pohlhammer – guitarras eléctrica, sinte y electro acústica, Cavaquinho y Mandolina; Philippe Teboul “Garbancito” – cante, batería, percusiones, coros; Patrick Lemarchand – batería y percusiones; Martín Longan – coordinación.

martes, 12 de febrero de 2013

VI.- Las Miradas 4.

4.- Mirar y comunicar.

Les voy a contar algo muy secreto, pero no lo vayan a andar divulgando… o sí, ahí lo vean.
En los primeros días de nuestro alzamiento, después del cese al fuego, había mucha bulla sobre elezetaelene.  Estaba, por supuesto, toda la parafernalia mediática que la derecha suele levantar para imponer silencios y sangre.  Algunos de los argumentos que se usaron entonces son los mismos que los de ahora, lo que demuestra lo poco moderna que es la derecha y lo anquilosado de su pensamiento.  Pero ése no es el tema de ahora, como tampoco lo es el de la prensa.

Pero bueno, ahora les cuento que en ese entonces se empezó a decir que la del EZLN era la primera guerrilla del siglo XXI (sí, nosotros que usábamos todavía la coa para sembrar la tierra, que de la yunta de bueyes -sin agraviar- sabíamos de habladas, y que el tractor sólo lo conocíamos en fotografías); que elsupmarcos era el guerrillero cibernético que, desde la selva lacandona, lanzaba al ciberespacio las proclamas zapatistas que darían la vuelta al mundo; y que contaba con comunicación satelital para coordinar las acciones subversivas que se realizaban en todo el mundo.

Sí, eso se decía, pero… compas, todavía en vísperas del alzamiento, el “poderío cibernético zapatista” que teníamos era una computadora de ésas que usaban los discos flexibles grandotes y tenía un sistema operativo DOS versión menos uno punto uno.  Aprendimos a usarla con un tutorial de ésos de antes, no sé si todavía existen, que te iban diciendo qué tecla debías oprimir y se escuchaba una voz que decía, con acento madrileño, “¡Muy bien!“; y si te equivocabas te decía “¡Muy mal, idiota, vuelve a intentarlo!“.  Además de para jugar pacman, la usamos para la “Primera Declaración de la Selva Lacandona”, que reprodujimos en una de esas viejas impresoras de matriz de puntos, que hacía más ruido que una ametralladora.  El papel era de rollo y se atoraba a cada rato, pero tenía papel carbón y lográbamos imprimir 2 tantos cada varias horas.  Hicimos un chingo de impresiones, creo que como 100. Se repartieron a los 5 grupos de mando que, horas después, tomarían 7 cabeceras municipales del suroriental estado mexicano de Chiapas.  En San Cristóbal de Las Casas, que fue la que me tocó tomar a mí, rendida la plaza a nuestras fuerzas, fuimos pegando con masquinteip (o como se diga) las 15 que nos tocaban.  Sí, ya sé que no sale la cuenta, que deberían haber sido 20, pero las 5 faltantes a saber dónde quedaron.

Bueno, cuando nos retiramos de San Cristóbal, la madrugada del día 2 de enero de 1994, la húmeda niebla que cubría nuestro repliegue, despegó las proclamas de los fríos muros de la soberbia ciudad colonial, y algunas quedaron botadas en las calles.

Años más tarde alguien me contó que manos anónimas habían arrancado algunas y se guardaban celosamente.

Vinieron luego los Diálogos de Catedral.  Tenía yo entonces una de esas computadoras portátiles y ligeras (pesaba 6 kilos sin la batería), marca La Migaja, con 128 de ram, quiero decir 128 kilobytes de ram, disco duro de 10 megas, o sea que podía almacenar t-o-d-o, y un procesador velocísimo que, la encendías, te ibas a preparar un café, regresabas y todavía podías recalentar, 7 veces 7, el café antes de poder empezar a escribir.  Una chulada de máquina.  En la montaña, para hacerla funcionar usábamos un inversor de corriente conectado a un acumulador de auto.  Después, nuestro departamento de alta tecnología zapatista, diseñó un artefacto que hacía funcionar la computadora con baterías “D”, pero pesaba más que la compu y, sospecho, algo tuvo que ver con que la pc expirara con una llamarada, eso sí muy llamativa, y una fumarola que ahuyentó a los mosquitos durante 3 días seguidos.  ¿El teléfono satelital con el que el Sup se comunicaba con “el terrorismo internacional“?  Un walkie-talkie con alcance máximo de 400 metros en terreno plano (por ahí deben andar todavía fotos del “guerrillero cibernético”, ¡!).  Así que ¿internet?  En febrero de 1995, cuando el ejército federal nos perseguía (y no precisamente para una entrevista), la pc portátil quedó botada en el primer arroyo que vadeamos, y los comunicados de esa época se hicieron en una máquina de escribir mecánica que nos prestó el comisariado ejidal de uno de los pueblos que nos protegieron.

Eso era el poderoso equipo de alta tecnología que poseíamos entonces los “guerrilleros cibernéticos del siglo XXI”.

Lamento de veras si, además de mi ya maltrecho ego, destruyo algunas ilusiones que luego se crecieron por ahí, pero así fue, tal y como se los cuento ahora.

En fin, tiempo después supimos que…

Un joven estudiante en Texas, USA, tal vez un “nerd” (como le dirían ustedes), hizo una página web y le puso sólo “ezln“.  Ésa fue la primera página web del ezln.  Y este compa empezó a “subir” ahí todos los comunicados y cartas que se hacían públicos en la prensa escrita.  Gente de otras partes del mundo, que se enteraba del alzamiento por fotos, imágenes video grabadas, o por notas periodísticas, buscaba ahí lo que era nuestra palabra.

A ese compa nunca lo conocimos.  O tal vez sí.

Tal vez alguna vez llegó a tierras zapatistas, como uno más.  Si llegó, nunca dijo: “soy el que hizo la página del ezln“.  Tampoco: “gracias a mí saben de ustedes en muchas partes del mundo“.  Mucho menos “vengo a que me agradezcan y me hagan homenajes“.

Pudo haberlo hecho, y los agradecimientos siempre hubieran sido pocos, pero no lo hizo.

Y es que ustedes tal vez no lo sepan, pero luego hay gente así.  Gente buena que hace las cosas sin pedir nada a cambio, sin cobrarlas, “sin hacer bulla”, como decimos nosotros, nosotras las zapatistas.
Ya luego el mundo siguió dando vueltas.  Llegaron compas que sí le sabían a eso de la computación y luego se hicieron otras páginas y estamos como estamos ahora.  O sea con el maldito servidor que no jala como debiera, manque le cantemos y bailemos “la del moño colorado” a ritmo de cumbia-corrido-ranchera-norteña-tropical-ska-rap-punk-rock-balada-popular.

También sin hacer bulla, nosotros agradecimos a ese compa: que los dioses más primeros y/o lo supremo en el que él crea o dude o descrea, lo bendigan.

No sabemos qué haya sido de ese compa.  Tal vez es un Anonymous.  Tal vez sigue surfeando en la red, buscando una causa noble a la cual apoyar.  Tal vez es despreciado por su apariencia, tal vez es diferente, tal vez lo ven mal sus vecinos, sus compañeros de trabajo o estudio.

O tal vez es una persona normal, una más de los millones que caminan el mundo sin que nadie les lleve la cuenta, sin que nadie las mire.

Y tal vez él alcance a leer esto que les cuento, y lea lo que ahora le escribimos:

Compa, acá ahora hay escuelas donde antes sólo crecía la ignorancia; hay alimento, poco pero digno, donde en las mesas sólo el hambre era la invitada cotidiana; y hay alivio donde la única medicina para el dolor era la muerte.  No sé si lo esperabas.  Tal vez lo sabías.  Tal vez viste algo de futuro en esas palabras que relanzaste al ciberespacio.  O tal vez no, tal vez sólo lo hiciste porque sentías que era tu deber.  Y el deber, nosotras, nosotros los zapatistas lo sabemos bien, es la única esclavitud que se abraza por voluntad propia.

 Nosotros, nosotras aprendimos.  Y no me refiero a aprender la importancia de la comunicación, o a saber los modos de las ciencias y las técnicas de la informática.  Por ejemplo, fuera de Durito, ninguno de nosotros ha podido resolver el reto de hacer un comunicado twit.  Frente a los 140 caracteres, no sólo soy un inútil, tan cayendo y recayendo en las comas, (los paréntesis), los puntos suspensivos… y se me va la vida y me faltan caracteres.  Creo que es improbable que pueda hacerlo algún día.  Durito, por ejemplo, ha propuesto un comunicado que se ajusta al límite del twit y que dice:

123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 1234567890

 Pero el problema es que el código para descifrar el mensaje ocupa el equivalente a los 7 tomos de la enciclopedia “Las Diferencias”, que la humanidad entera lleva escribiendo desde que inició su pesaroso andar sobre la tierra, y cuya edición ha sido vetada por el Poder.

 No.  Lo que aprendimos es que hay gente allá afuera, lejos o cerca, a quien no conocemos, quien tal vez no nos conozca, que es compa.  Y lo es no porque haya participado en una marcha de apoyo, haya visitado una comunidad zapatista, lleve un paliacate rojo al cuello, o haya firmado un desplegado, una hoja de afiliación, un carnet de miembro, o como se diga.

  Lo es porque las zapatistas, los zapatistas, sabemos que así como muchos son los mundos que en el mundo habitan, también muchas son las formas, los modos, los tiempos y los lugares para luchar contra la bestia, sin pedir ni esperar nada a cambio.

  Te mandamos un abrazo, compa, donde quiera que estés.  Estoy seguro que ya te puedes responder la pregunta que uno, una se hace cuando empieza a andar: “¿valdrá la pena?”

  Tal vez luego te enteres de que en una comunidad o en un cuartel, un cuarto de cómputo zapatista se llama “él“, así, con minúsculas.  Y tal vez te enteres luego que, si alguna de las personas invitadas lo topó el cuarto, reparó en el letrero, y preguntó quién era ese “él“, nosotros respondimos: “no sabemos, pero él sí sabe”.

Vale.  Salud y, sí, valió la pena, creo.

Desde etcétera, etcétera.

Nosotras, nosotros, zapatistas del ezetaelene punto com punto org punto net o punto como se diga.”

-*-

 Y todo esto viene al caso, o cosa, según, porque ustedes tal vez se hayan dado cuenta de que le confiamos mucho a los medios libres y/o libertarios, o como se diga, y a las personas, grupos, colectivos, organizaciones que tienen sus propios modos para comunicarse.  Personas, grupos, colectivos, organizaciones que tienen sus páginas electrónicas, sus blogs, o como se diga, que le dan un espacio a nuestra palabra y, ahora, a las músicas e imágenes que la acompañan.  Y personas o grupos que tal vez nicompu tienen, pero aunque sea platicando, o con un volante, o un periódico mural, o rayando un grafiti o un cuaderno o un transporte colectivo, o en una obra de teatro, un video, una tarea escolar, una rola, una danza, un poema, un lienzo, un libro, una carta, miran las letras que nuestro corazón colectivo dibuja.

Si no nos pertenecen, si no son parte orgánica nuestra, si no les damos órdenes, si no los mandamos, si son autónomos, independientes, libres (que quiere decir que se mandan ell@s mism@s) o como se diga, ¿por qué lo hacen entonces?

Tal vez porque piensan que la información es un derecho de tod@s, y que a cada quién le toca la responsabilidad de qué hacer o deshacer con esa información.  Tal vez porque son solidarios y tienen el compromiso de apoyar así a quien también lucha, aunque con otros modos.  Tal vez porque sienten el deber de hacerlo.

O tal vez por todo eso y por más.

Ellas, ellos sabrán.  Y seguramente lo tienen ahí escrito, en su página, en su blog, en su declaración de principios, en su volante, en su canción, en su pared, en su cuaderno, en su corazón.

Es decir, hablo de quienes se comunican y con otros comunican lo que en nuestro corazón sienten, es decir, escuchan.  De quien nos mira y se mira pensándonos y se hace puente y entonces descubre que esas palabras que escribe, canta, repite, transforma, no son de los zapatistas, las zapatistas, que nunca lo fueron, que son suyas de usted, y de todos y de nadie, y que son parte de una partitura que a saber dónde está, y entonces usted descubre o confirma que cuando nos mira mirándonos mirarl@, está tocando y hablando de algo más grande para lo que todavía no hay abecedario, y que no está así perteneciendo a un grupo, colectivo, organización, secta, religión, o como se diga, sino que está entendiendo que el paso a la humanidad se llama ahora “rebeldía“.

Tal vez, antes de dar el “click” a su decisión que ponga en sus espacios nuestra palabra, se pregunten “¿valdrá la pena?“.  Tal vez se pregunten si no estarán contribuyendo a que el marcos esté en una playa europea, disfrutando del amable clima de estos calendarios en esas geografías.  Tal vez se pregunten si no estarán sirviendo a un invento de “la bestia” para engañar y simular rebeldía.  Tal vez se respondan a sí mism@s que la respuesta a esa pregunta de “¿valdrá la pena?” nos toca responderla a nosotros, nosotras las zapatistas, y que al darle “click” a la compu, al spray, al lapicero, a la guitarra, al cidi, a la cámara, nos están comprometiendo a que nosotras, nosotros respondamos ““.  Y entonces le dan el “click” al “upload” o “subir” o “cargar” o al acorde inicial o al primer paso-color-verso, o a como se diga.

Y tal vez no lo sepan, aunque creo que es evidente, pero nos hacen un “paro” como luego dicen por ahí.  Y no lo digo porque nuestra página se “cae” a veces, como si estuviera en el slam y al lanzarse al vacío no hubiera ninguna mano camarada que aliviara la caída que, si es en cemento, le seguirá doliendo sin importar su calendario y geografía.  Lo señalo porque del otro lado de nuestra palabra hay muchos que no están de acuerdo y lo manifiestan; hay otro tanto mayor que no están de acuerdo y ni se toman la molestia de decirlo; hay unos pocos que sí están de acuerdo y lo manifiestan; hay otro tanto mayor a esos pocos que sí están de acuerdo y no lo dicen; y hay una gran, inmensa mayoría, que ni se entera.  A estos últimos es a quienes queremos hablar, es decir, mirar, es decir, escuchar.
-*-

 Compas, gracias.  Lo sabemos.  Pero estamos seguros de que, aunque no lo supiéramos, lo saben ustedes.  Y de eso precisamente, creemos nosotros, nosotras las zapatistas, es de lo que se trata eso de cambiar el mundo.

(Continuará…)

Desde cualquier rincón en cualquier mundo.

SupMarcos.
Planeta Tierra.
Febrero del 2013.

P.D.- Sí, tal vez hay, en la carta a él, alguna pista para la próxima contraseña.

P.D. QUE ACLARA INNECESARIAMENTE.- Tampoco tenemos cuenta de twiter ni facebook, ni correo electrónico, ni número telefónico, ni apartado postal.  Los que aparecen en la página electrónica son de la página, y estos compas nos apoyan y nos mandan lo que reciben, así como ellos mandan lo que enviamos.  Por lo demás, estamos en contra del copyright, así que cualquiera puede tener su twiter, sufacebook, o como se diga, y usar nuestros nombres, aunque, claro, ni somos ni nos representan.  Pero, según me han dicho, la mayoría de ell@s aclaran que no son quienes se supone que son.  Y la verdad es que nos divierte imaginarnos la cantidad de insultos y mentadas (que no son de menta), que han recibido y recibirán, originalmente dirigidas al ezetaelene y/o a quien esto escribe.

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Escucha y ve los videos que acompañan este texto.

Desde el Japón, la canción y coreografía “Ya Basta”, de Pepe Hasegawa.  Se supone que se presentó en la prefectura de Nagano, Japón, en el 2010.  La verdad no sé qué mero dice la letra, sólo espero que no sean mentadas sin menta.









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Desde Suecia, ska con el grupo Ska´n´ska, de Estocolmo.  La rola se llama “Ya Basta” y forma parte de su disco “Gunshot Fanfare”.




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Desde Sicilia, Italia, el grupo Skaramanzia con la rola “Para no olvidar”, parte del disco “La lucha sigue”.

 



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Desde Francia.- “Ya basta – EZLN” con el grupo Ska Oi. Del disco “Lucha y fiesta”


domingo, 10 de febrero de 2013

VI.- Las Miradas 3.


3.- Algunas otras miradas.
 una: Un sueño en esa mirada.

Es una calle, una milpa, una fábrica, un socavón, un bosque, una escuela, una tienda departamental, una oficina, una plaza, un mercado, una ciudad, un campo, un país, un continente, un mundo.
El Mandón está gravemente herido, la máquina rota, la bestia exhausta, la salvaje encerrada.
De nada sirvieron los cambios de nombre y de banderas, los golpes, las cárceles, los cementerios, el dinero fluyendo por las mil arterias de la corrupción, los “reality shows“, las celebraciones religiosas, las inserciones pagadas, los exorcismos cibernéticos.
El Mandón llama a su último capataz.  Algo le murmura al oído.  El capataz sale y se enfrenta a la muchedumbre.
Dice, pregunta, demanda, exige:
Queremos hablar con el …
Duda, la mayoría de quienes se le enfrentan son mujeres.
Corrige:
Queremos hablar con la … “
Vuelve a dudar, no es pequeño el número de otr@s que se le enfrentan.
Vuelve a corregir:
Queremos hablar con quien esté al mando“.
Por entre el silencio se adelantan un@ ancian@ y un@ niñ@, se paran frente al capataz y, con una voz inocente y sabia, dicen:
Acá todas y todos mandamos“.
El capataz se estremece, y se estremece la voz del Mandón en su último grito.
La mirada despierta.  “Extraño sueño“, se dice.  Y, sin importar el calendario y la geografía, sigue la vida, la lucha, la resistencia.
Del raro sueño sólo unas palabras recuerda:
Acá todas y todos mandamos“.
dos: Otra mirada desde otro calendario y otra geografía.
 (fragmento de una carta recibida en el cuartel general del ezetelene, sin fecha)
  “Saludos Compas.
 (…)
   Mi opinión es que fue una chingonería todo.  Pero no niego que todo esto es en retrospectiva.  Sería muy fácil decir que entendí perfectamente el silencio y que nada me sorprendió.  Falso, yo también me impacienté con el silencio (desde luego no tiene que ver con lo que se dice de que antes no hablaban los zapatistas, yo sí leí todas las denuncias).  La cuestión es que vista con la ventaja de los hechos que han pasado, y que están pasando, pues desde luego la conclusión es lógica: estamos en medio de la iniciativa más audaz, por lo menos desde la insurrección, de los zapatistas.  Y esto tiene que ver con todo, no sólo con la situación nacional sino también internacional, creo yo.
   Permítanme que cuente lo que yo entendí de lo que, a mi parecer, fue el hecho más significativo de la acción del 21 [de diciembre del 2012].  Desde luego hay muchas cosas: la organización, el esfuerzo militante, la demostración de fuerza, la presencia de los jóvenes y mujeres, etc.  Pero a mí lo que más me impresionó fue el que anduvieran cargando unas tablas y que llegando a las plazas se hicieran unos templetes.  Conforme se iba narrando lo que sucedía, muchos medios privados, y algunos de los libres, especulaban sobre la llegada de los líderes zapatistas.  Y no se daban cuenta que los líderes zapatistas estaban ya ahí.  Que eran los pueblos que se subían al templete y decían, sin hablar, aquí estamos, estos somos, estos seremos.
   El templete les tocó a los que les debe tocar.  Nadie ha reparado, creo yo, en ese hecho y, sin embargo, creo yo, ahí está, en una nuez, el significado profundo de una nueva forma de hacer política.  Lo que rompe con todo lo viejo, lo único verdaderamente nuevo, lo único que merece la pena tener [ilegible en el original]“siglo XXI”.
   El alma plebeya y libertaria de lo que ha sido en la historia momentos coyunturales, aquí se ha construido sin grandes alardes teóricos.  Más bien con una práctica soterrada.  Ya lleva demasiados años como para ser una ocurrencia.  Ya es un proceso histórico social largo y sólido en el terreno de la auto organización.
   Finalmente recogieron su templete, volvieron a convertirse en tablas y todos deberíamos de tener un poco de vergüenza y ser más modestos y sencillos y reconocer que algo inesperado y nuevo está frente a nuestros ojos y que debemos mirar, callar, escuchar y aprender.
 Un abrazo para tod@s.  Espero que, dentro de lo que cabe, estén bien.
 El Chueco.”
tres: “Instrucciones sobre qué hacer en caso de … que l@ miren”
 Si alguien lo mira, la mira, y usted se da cuenta de que…
No lo mira como si fuera usted transparente.
No quiere convencerlo de que sí o de que no.
No quiere cooptarlo.
No quiere reclutarlo.
No quiere dirigirlo.
No quiere juzgarlo-condenarlo-absolverlo.
No quiere usarlo.
No quiere decirle qué puede o no hacer.
No quiere darle consejos, recomendaciones, órdenes.
No quiere recriminarle porque no sabe, tampoco porque sí sabe.
No lo desprecia.
No quiere decirle lo que debe hacer o no debe hacer.
No quiere comprarle su auto viejo, su cara, su cuerpo, su futuro, su dignidad, su voluntad.
No quiere venderle algo…
(un tiempo compartido, una televisión lcd en 4D, una máquina súper-ultra-híper-moderna con botón de crisis instantánea (ojo: no confunda con el botón de eyección, porque la garantía no incluye amnesia por ridículos mediáticos), un partido político que cambia de ideología según sople el viento, un seguro de vida, una enciclopedia, una entrada vip al espectáculo o revolución o cielo de moda, un mueble en abonos chiquitos, un plan de telefonía celular, una membrecía exclusiva, un futuro regalado por el líder generoso, una coartada para rendirse, venderse, claudicar, un nuevo paradigma ideológico, etc.).

Entonces…
Primero.- Descarte usted que se trate de un depravado o depravada.  Usted puede ser lo suci@, fe@, mal@ y groser@ que se quiera, pero, lo que sea de cada quien, tiene ese toque sexy y cachondo que da el estar dale y dale al trabajo; y ese “eso” puede despertar las bajas pasiones de cualquiera.  Mmh… bueno, sí, una peinada no estaría de más.  Si no se trata de un (a) depravad@, no se desanime, el mundo es redondo y da vueltas, y siga más abajo (de esta lista, se entiende).
Segundo.- ¿Está usted segur@ de que es a usted a quien mira?  ¿No será a ese anuncio de desodorantes que está a sus espaldas (de usted, se entiende)?  ¿O no será que está pensando (quien l@ mira a usted, se entiende): “Creo que así me veo yo cuando no me peino“?  Si ha descartado eso, continúe.
Tercero.- ¿No tiene cara de policía buscando completar el pago que le tiene que reportar a su superior?  Si sí, corra, aún está a tiempo de no perder lo del pasaje.  Si no, pase al siguiente punto.
Cuarto.- Devuélvale la mirada, con seño severo.  Una mirada mezcla de enojo, dolor de panza, fastidio ylook de asesin@ serial servirá.  No, así parece osit@ estreñid@.  Vuelva a intentarlo.  Ok, pasable, pero siga practicando.  Ahora, ¿no huye despavorid@?, ¿no desvía la mirada?, ¿no se le acerca exclamando“¡tí@ juanch@! ¡No te reconocía!  Pero con ese gesto…“?  ¿No?  Ok, continúe.
Quinto.- Repita los pasos primero, segundo, tercero y cuarto.  Puede haber fallas en nuestro sistema (que, claro, es hecho en China).  Si vuelve a llegar a este punto, pase al siguiente:
Sexto.- Tiene usted altas probabilidades de haber topado con alguien de la Sexta.  No sabemos si felicitarle o darle el pésame.  En todo caso, es su decisión y su responsabilidad lo que siga a esa mirada.
cuatro: Una mirada a un puesto zapatista.
(calendario y geografía sin precisar)
 El SupMarcos: Tienen que apurarse porque se acaba el tiempo.
La insurgenta de sanidad:  Oí Sup, el tiempo no se acaba, se acaban las personas.  El tiempo viene de muy lejos y sigue su camino hasta alláaaaaa, donde no lo podemos mirar.  Y nosotros somos como pedacitos de tiempo, o sea que el tiempo no se puede caminar sin nosotros.  Nosotros lo que hacemos es que el tiempo camine, y cuando nos acabamos viene otro y lo empuja otro tanto al tiempo, hasta que se llega a donde se tiene que llegar, pero no lo vamos a mirar dónde es que se llega sino que otros lo van a ver si es que llega cabal o de repente no le alcanzó la fuerza para llegar y otra vuelta que hay que empujarlo otra vez, hasta que llegue de por sí.
(…)
La capitana de infantería: ¿Y por qué tardaste tanto?
La insurgenta de sanidad: Es que le estaba dando plática de la política al Sup, que sea que le estaba ayudando para que explique bien que hay que mirar lejos, hasta donde no nos alcanza ni el tiempo ni la mirada.
La capitana de infantería: Ajá, ¿y luego?
La insurgenta de sanidad: Me castigó porque no me apuré de los trabajos y me mandó a la posta.
 (…)
cinco: Extracto de los “Apuntes para mirar el Invierno”.
(…)
Y sí, tod@s subieron al templete con el puño en alto.  Pero no miraron bien.  No miraron la mirada de esos hombres y mujeres.  No miraron que, cuando cruzaban por arriba, volteaban la mirada hacia abajo y veían a sus decenas de miles de compañeros.  Es decir, se miraron a sí mismos.  Allá arriba no nos miraron mirándonos.  Allá arriba no entendieron, ni entenderán nada.
(…)
seis: Ponga usted su mirada (o su mentada, manque no sea de menta).

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(Continuará…)
Desde cualquier rincón de cualquier mundo.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
México, Febrero del 2013.
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Escucha y ve los videos que acompañan este texto.
Daniel Viglietti y Mario Benedetti interpretan “a la limón” la canción “La Llamarada” y el poema de Benedetti “Pregón”.  Concierto en Montevideo, Uruguay, Latinoamérica, Planeta Tierra.  Al iniciar, Daniel hace un reconocimiento a tod@s l@s que no están en el templete pero hacen posible que Daniel y Mario estén. Casi al finalizar, pueden escuchar a Mario Benedetti cantando, cantándose, cantándonos y, sin importar el calendario y la geografía, viceversa.






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Amparanoia interpreta “Somos Viento”.  En una parte, Amparo Sánchez dice “Ik´otik”, que en tzeltal quiere decir “somos viento”.





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Amparo Ochoa, voz que aún reverbera en nuestras montañas, interpretando “Quién tiene la voz”, de Gabino Palomares.




jueves, 7 de febrero de 2013

VI. Las miradas 2

VI.- Las Miradas 2.

2.- Mirar y escuchar desde/hacia abajo.

¿Podemos todavía elegir hacia dónde y desde dónde mirar?

¿Podemos, por ejemplo, elegir entre mirar a quienes laboran en la cadena de supermercados, reclamarle a l@s trabajador@s el ser cómplices del fraude electoral, y hacer escarnio del uniforme naranja con el que obligan a vestirse a l@s emplead@s, o mirar a la empleada que, después de entregar la cuenta…?

/ La cajera va y se quita el delantal naranja, refunfuñando por el coraje que le dio que le reclamaran a ella ser cómplice del fraude que llevó al Poder la ignorancia y la frivolidad.  A ella, mujer, joven o madura o madre o soltera o divorciada o viuda o madre soltera o esperando o sin críos o lo que sea, que entra a trabajar a las 7 de la mañana y se va a las 4 de la tarde, claro, si no hay horas extras, y sin contar el tiempo de la casa al trabajo y de regreso, y luego a darle a la escuela o a la casa, a las “labores-propias-de-su-sexo-se pueden-cumplir-con-un-toque-de-coquetería”, leyó en una de las revistas que están a un lado de la caja, un día que no había mucha gente.  A ella, a quien se supone que ésos van a salvar, nomás cuestión de un voto y ya, tarán, la felicidad.  “¿Acaso los dueños se visten con el delantal naranja?”, murmura irritada.  Ella se arregla un poco el desaliño propositivo con el que llega a trabajar para que el gerente no la esté molestando.  Sale.  Afuera la espera su pareja.  Se abrazan, se besan, se tocan con la mirada, caminan. Entran a un café-internet o cibercafé o como se diga.  10 pesos la hora, 5 la media hora…/

- Media hora – dicen, haciendo mentalmente cuentas de presupuesto-tiempo-del-metro-colectivo-caminar.

- Fíame Roco, no seas ojaldra – dice él.

- Va, pero en la quincena te caes, si no a mí me cae el dueño y tú vas a ser el que me fíe.

- Va, pero será cuando tengas móvil, wey, porque estoy de lavacoches.

- Pues lávatelo, wey – dice el Roco.

Se ríen los 3.

- La 7 - dice el Roco.

- Ande, busque - dice ella.

Él va a poner un número.

- No – dice ella -, busque usted cuándo empezó todo.

Navegan.  Llegan a cuando son un poco más de 131.  Ponen el video.

- Son fresas – dice él.

- Cálmese vanguardia revolucionaria.  Está usted mal de su cabeza si juzga a las personas por su apariencia.  Si a mí, por ser de piel clara, me dicen güerita y fresita, y no ven que apenas llego a la quincena.  Hay que ver la historia de cada quién y lo que hace, sonso – dice ella, acompañando la argumentación con un zape.

Siguen viendo.

Miran, callan, escuchan.

- Tras que se la cantaron de frente al Peña Nieto ése… son valientes, sí, se ve que tienen muchos huevos -, dice él.

- Y ovarios, menso – otro zape de ella para él.

- Órales mi reina, la voy a acusar de violencia intrafamiliar.

- Será violencia de género, menso - y otro zape.

Terminan de ver el video.

Él: – Tras que así empiezan las cosas, con unos pocos que no tienen miedo.

Ella: – O sí tienen miedo, pero lo controlan.

- ¡Media hora! – les grita el Roco.

- Sí, vámonos.

Ella va sonriendo.

- ¿Y ora de qué se ríe?

- De nada, me estaba acordando – se pega más a él – de eso que dijo de “intrafamiliar“.  ¿O sea que como quien dice quiere usted que seamos familia?

Él ni duda:

- Cámara, mi reina, pa´ luego es tarde, ya le estamos dimos dando, pero sin tantos zapes, mejor besitos, y más abajo y a la izquierda.

- ¡Órales, no me alburee, wey! – otro zape – Y nada de que “mi reina”, ¿qué no estamos en contra de la pinche monarquía?

Él, antes del zape de rigor: – Va pues, mi… plebeya.

Ella se ríe, él también.  Después de unos pasos, ella:

- ¿Y usted cree que los zapatistas nos inviten?

- Cámara, si el Vins es mi cuate y dijo que él es su carnal del cara de calcetín porque lo dejó ganar en el mortal kombat, en las maquinitas, así que nomás tenemos que decir que somos banda del Vins y ya estufas brujas - él argumenta entusiasmado.

- ¿Y será que voy a poder llevar a mi mamá?, ya está grande…

- Claro, hablando de brujas, si con suerte hasta se queda atorada en el lodo la futura suegra – él agacha la cabeza esperando el zape que no llega.

Ella, ya enojada:

- ¿Y qué madres nos van a dar los zapatistas si están bien lejos?  ¿Acaso me van a dar mejor sueldo, van a hacer que me respeten, que los pinches hombres no me estén viendo las nalgas en la calle, y que el puto patrón deje de estarme tocando con cualquier pretexto?  ¿Me van a dar para pagar la renta, para comprarle su ropa a mi hija, mi hijo?  ¿Van a bajar el precio del azúcar, el frijol, el arroz, el aceite?  ¿Me van a dar de comer?  ¿Van a enfrentarse a la tira que diario llega a molestar y extorsionar a los del barrio que venden discos pirata diciendo que es para no acusarlos con el señor o la señora Sony…?

- No se dice “pirata”, sino “de producción alternativa”, mi rei… plebeya.  Y no se esponje conmigo que estamos igual.

Pero ella ya lleva vuelo, así que ni quien la pare:

- Y a usted, ¿le van a devolver su trabajo en la planta, donde ya era calificado no sé qué madres? ¿Le van a valer los estudios, los cursos de capacitación, y todo para que el culero del patrón se llevara la empresa a no sé dónde, y el sindicato y la huelga, y todo lo que hizo, para luego terminar lavando coches?  O como a su carnal de usted, el chompis, que le quitan el trabajo y le desaparecen al patrón para que no pueda defenderse y el gobierno con su rollo de siempre de que es para mejorar el servicio y la clase mundial y la madre del muerto y acaso bajaron las tarifas, si está más caro, y la pinche luz se va a cada rato y el pinche calderón se va a dar clases de sinvergüenza con los gringos, que son los meros maestros de esa madre.  Y mi papá, que dios lo tenga en su santa gloria, que se fue a chambearle al otro lado, no para turistear, sino para sacar el varo, la luz, la lana, la paga para mantenernos cuando estábamos más escuincles y ahí nomás cruzando la línea lo torció la migra como si fuera un terrorista y no un trabajador honrado y ni el cuerpo nos entregaron y el pinche Obama ése que parece que tiene el corazón de color del dólar.

- Chale, ya pare su carro y oríllese a la orilla, mi plebeya.

- Es que cada que me acuerdo me da coraje, tanto darle y darle para que al final los de arriba se queden con todo, si nomás falta que privaticen las risas, aunque no creo, porque de ésas hay pocas, pero las lágrimas sí, ésas abundan y se hacen ricos… más ricos.  Y luego viene usted con sus cosas ésas de que los zapatistas para acá y los zapatistas para allá, y que abajo y a la izquierda y que la octava…

- La Sexta, no la octava – la interrumpe.

- La que sea, si esos weyes están muy lejos y luego hablan el español peor que usted mero.

- Ora, ora, no sea malora.

Ella se limpia las lágrimas y murmura: – Pinche lluvia, ya me arruinó el estilauder, y yo que me había arreglado para gustarle a usted merengues.

- Boiiii, si usted me gusta más sin nada… de ropa.

Se ríen.

Ella, muy seria: – Bueno, ya, a ver dígame, ¿esos zapatistas nos van a salvar?

- No, mi plebeya, no nos van a salvar.  Eso y otras cosas las tenemos que hacer nosotros mismos.

- ¿Y entonces?

- Ah, pues nos van a enseñar.

- ¿Y qué nos van a enseñar?

- Que no estamos solos.

Ella se queda callada un momento.  De pronto:

- Ni solas, menso – otro zape.

El transporte colectivo va a reventar.  A ver si el que sigue.

Hace frío, está lloviendo.  Se abrazan más, no para no mojarse, sino para mojarse juntos.

Lejos alguien espera, siempre hay alguien que espera.  Y mientras espera, con un viejo lapicero y en un cuaderno viejo y ajado, lleva la cuenta del mirar de abajo que en una ventana se mira.

(Continuará…)

Desde cualquier rincón, en cualquiera de los mundos.

SupMarcos.
Planeta Tierra.
Enero del 2013

ELLOS Y NOSOTROS. VI.- Las Miradas.

1.- Mirar para imponer o mirar para escuchar.


Por una vez podré decir
Sin que haya nadie que me contradiga
Que no es lo mismo el que desea
Que el que codicia algo
Como no son las mismas las palabras
Dichas para escuchadas
Que dichas para obedecidas
Ni tampoco es el mismo el que me habla
Para decirme algo
Que el que me habla para que me calle
“.
Tomás Segovia.
“Cuarto Rastreo” en “Rastreos y Otros Poemas”
de la editorial que tiene el buen gusto de llamarse “Sin Nombre”.
Gracias y un abrazo a María Luisa Capella, a Inés y Francisco
(bien haya la digna sangre que en sus corazones late)
por los libros y las letras-guía.

Mirar es una forma de preguntar, decimos nosotros, nosotras las zapatistas.
O de buscar…
Cuando se mira en el calendario y en la geografía, por muy lejos que estén la una y el otro, se pregunta, se interroga.
Y es en el mirar donde el otro, la otra, lo otro aparece.  Y es en la mirada donde eso otro existe, donde se dibuja su perfil como extraño, como ajeno, como enigma, como víctima, como juez y verdugo, como enemigo… o como compañer@.
Es en la mirada donde el miedo anida, pero también donde puede nacer el respeto.
Si no aprendemos a mirar el mirarse del otro, ¿qué sentido tiene nuestra mirada, nuestras preguntas?

¿Quién eres?
¿Cuál es tu historia?
¿Dónde tus dolores?
¿Cuándo tus esperanzas?

Pero no sólo importa qué o a quién se mira.  También, y sobre todo, importa desde dónde se mira.
Y elegir a dónde mirar es también elegir desde dónde.

¿O es lo mismo mirar desde arriba el dolor de quienes pierden a l@s que quieren y necesitan, por la muerte absurda, inexplicable, definitiva, que mirarlo desde abajo?

Cuando alguien de arriba mira a los de abajo y se pregunta “¿cuántos son?”, en realidad está preguntando “¿cuánto valen?”

Y si no valen, ¿qué importa cuántos son?  Para obviar ese inoportuno número están los grandes medios de comunicación de paga, los ejércitos, las policías, los jueces, las cárceles, los cementerios.
Y para el mirar nuestro, las respuestas nunca son sencillas.

Al mirarnos mirar lo que miramos, nos damos una identidad que tiene que ver con dolores y luchas, con nuestros calendarios y nuestra geografía.

Nuestra fuerza, si es que alguna tenemos, está en este reconocimiento: somos quienes somos, y hay otr@s que son quienes son, y hay otro para quien todavía no tenemos palabra para nombrarlo y, sin embargo, es quien es.  Cuando decimos “nosotros” no estamos absorbiendo, y así subordinando, identidades, sino resaltando los puentes que hay entre los diferentes dolores y las distintas rebeldías.  Somos iguales porque somos diferentes.

En la Sexta, las zapatistas, los zapatistas, reiteramos nuestro rechazo a todo intento de hegemonía, es decir, a todo vanguardismo, sea que nos toque en la delantera o que nos alineen, como a los largo de estos siglos, en la retaguardia.

Si con la Sexta buscamos a nuestros semejantes en dolores y luchas, sin importar los calendarios y las geografías que nos distancien, es porque sabemos bien que al Mandón no se le vence con un solo pensamiento, una sola fuerza, una sola directiva (por muy revolucionaria, consecuente, radical, ingeniosa, numerosa, poderosa y demás osas que esa directiva sea).

Es enseñanza de nuestros muertos, que la diversidad y la diferencia no son debilidad para el abajo, sino fuerza para parir, sobre las cenizas del viejo, el mundo nuevo que queremos, que necesitamos, que merecemos.

Sabemos bien que ese mundo no es sólo imaginado por nosotr@s.  Pero en nuestro sueño, ese mundo no es uno, sino muchos, diferentes, diversos.  Y es en su diversidad donde tiene su riqueza.
Los reiterados intentos de imponer la unanimidad, son los responsables de que la máquina haya enloquecido y acerque, cada minuto, el minuto final de la civilización como es conocida hasta ahora.
En la etapa actual de la globalización neoliberal, la homogeneidad no es sino la mediocridad impuesta como uniforme universal.  Y si en algo se diferencia de la locura hitleriana, no es en su objetivo, sino en la modernidad de los medios para conseguirlo.

-*-
Y sí, no sólo nosotras, nosotros, buscamos el cómo, el cuándo, el dónde, el qué.
Ustedes, por ejemplo, no son Ellos.  Bueno, aunque no parecen tener ningún problema en aliarse con Ellos para… ¿engañarlos y derrotarlos desde dentro?  ¿para ser como Ellos pero no tan Ellos?  ¿para menguar la velocidad de la máquina, limar los colmillos de la bestia, humanizar a la salvaje?
Sí, lo sabemos.  Hay una montaña de argumentos para darle sustento a eso.  Incluso hasta podrían forzar algunos ejemplos.

Pero…

Ustedes nos dicen que somos iguales, que estamos en lo mismo, que es la misma lucha, el mismo enemigo…  Mmh… no, no dicen “enemigo“, dicen “adversario“.  De acuerdo, eso también depende de la ocurrencia en turno.

Ustedes nos dicen que hay que unirnos tod@s porque no hay otro camino: o las elecciones o las armas.  Y ustedes, que en ese argumento falaz sostienen su proyecto de invalidar todo lo que no se supedite al reiterado espectáculo de la política de arriba, nos emplazan: muéranse o ríndanse.  Y hasta nos ofrecen la coartada, porque, argumentan, como se trata de tomar el Poder, sólo hay esos dos caminos.

¡Ah!, y nosotros tan desobedientes: ni nos morimos, ni nos rendimos.  Y, como quedó demostrado el día del fin del mundo: ni lucha electoral ni lucha armada.

¿Y si no se trata de tomar el Poder?  Mejor aún: ¿y si el Poder ya no reside en ese Estado Nación, ese Estado Zombi poblado de una clase política parásita que practica la rapiña sobre los restos de las naciones?

¿Y si los electores que tanto los obsesionan a ustedes (por eso su embeleso con las multitudes), no hacen sino votar por alguien que otros ya eligieron, como vuelta tras vuelta les demuestran Ellos mientras se divierten con cada nuevo truco que hacen?

Sí, claro, ustedes se esconden detrás de sus prejuicios: ¿los que no votan? “es por apatía, por desinterés, por falta de educación, le hacen el juego a la derecha“… su aliada de ustedes en tantas geografías, en no pocos calendarios.  ¿Votan pero no por ustedes? “es por ser de derechas, por ignorantes, por vendidos, por traidores, por muertos de hambre, ¡por zombis!

  Nota de Marquitos Spoil: Sí, nosotr@s simpatizamos con los zombis.  No sólo por nuestra semejanza física (ni maquillaje necesitamos y aún así arrasaríamos en los casting de “The Walking Dead”).  También y sobre todo porque pensamos, junto con George A. Romero, que, en un apocalipsis zombi, la brutalidad más enloquecida sería obra de la civilización sobreviviente, no de los muertos que caminan.  Y si algún vestigio de humanidad quedara, brillaría en los parias de siempre, los muertos vivientes para los que el apocalipsis empieza al nacer y nunca termina.  Como ahora mismo sucede en cualquier rincón de cualquiera de los mundos que existen.  Y no hay película, ni comic, ni serie televisiva que dé cuenta de ello.

Su mirada de ustedes está marcada por el desprecio cuando hacia abajo miran (aunque sea al espejo), y de suspiros de envidia cuando miran hacia arriba.

No se pueden imaginar siquiera que alguien no tenga otro interés en mirar ese “arriba”, que no sea el de ver cómo quitárselo de encima.

-*-
Mirar.  Hacia dónde y desde dónde.  Ahí está lo que nos separa.
Ustedes creen que son los únicos, nosotros sabemos que somos uno más.
Ustedes miran arriba, nosotros abajo.
Ustedes miran cómo se acomodan, nosotros cómo servimos.
Ustedes miran cómo dirigir, nosotros como acompañar.
Ustedes miran cuánto se gana, nosotros cuánto se pierde.
Ustedes miran lo que es, nosotros lo que puede ser.
Ustedes miran números, nosotros personas.
Ustedes calculan estadísticas, nosotros historias.
Ustedes hablan, nosotros escuchamos.
Ustedes miran cómo se ven, nosotros miramos la mirada.
Ustedes nos miran y nos reclaman dónde estábamos cuando su calendario marcaba sus urgencias “históricas”.  Nosotros los miramos y no les preguntamos dónde han estado durante estos más de 500 años de historia.
Ustedes miran cómo aprovechar la coyuntura, nosotros como crearla.
Ustedes se preocupan por los vidrios rotos, nosotros por la rabia que los rompe.
Ustedes miran los muchos, nosotros los pocos.
Ustedes miran muros infranqueables, nosotros grietas.
Ustedes miran posibilidades, nosotros lo que es imposible sólo hasta la víspera.
Ustedes buscan espejos, nosotros cristales.
Ustedes y nosotros no somos lo mismo.

-*-

Ustedes miran el calendario de arriba y a él supeditan la primavera de las movilizaciones, las masas, la fiesta, la rebeldía multitudinaria, las calles desbordando cantos y colores, consignas, desafíos, los que ya son muchos más que sólo ciento treinta y tantos, las plazas llenas, las urnas ansiosas por llenarse de votos, y ustedes corren presurosos porque es-claro-que les – falta – una – dirección – revolucionaria-partidaria-una-política-de-alianzas-amplia-flexible-porque-lo-electoral-es-su- destino-natural-pero-están-muy-chavit@s-son-fresas-pequebus-”niñ@s bien”- / -luego – lumpen – barrio – banda – prole – número-de-votantes – potenciales-ignorantes-inexpertos-ingenuos – torpes – necios, sobre todo necios.  Y ven en cada acto masivo la culminación de los tiempos.  Y después, cuando ya no hay muchedumbres ansiosas de un líder, ni urnas, ni fiestas, deciden que se acabó, que no más, que a ver si para otra ocasión, que hay que esperar 6 años, 6 siglos, que hay que mirar para otro lado, pero siempre para el calendario de arriba: el registro, las alianzas, los puestos.

Y nosotros, siempre con la mirada chueca, remontamos el calendario, buscamos el invierno, nadamos río arriba, pasamos por el arroyo, llegamos al manantial.  Ahí vemos a quienes comienzan, a los que son pocos, a los menos.  No los hablamos, no los saludamos, no les decimos qué hacer, no les decimos qué no hacer.  En cambio los escuchamos, los vemos con respeto, con admiración.  Y ellas, ellos, tal vez nunca reparen en esa pequeña flor roja, tan parecida a una estrella, tan pequeña que apenas es una piedrita, y que nuestra mano deja abajo, cerca de su pie izquierdo.  No porque queramos decirles así que la flor-roca era nuestra, de las zapatistas, de los zapatistas.  No para que esa piedrita la tomen y la arrojen contra algo, contra alguien, aunque no falten ganas ni motivos.  Sino tal vez porque es nuestro modo de decirles, a ell@s y a tod@s nuestr@s compas de la Sexta, que las casas y los mundos empiezan a construirse con pequeños guijarros y luego se crecen y casi nadie se acuerda de esos pedruscos que empiezan, tan pequeños, tan poca cosa, tan inútiles, tan solos, y entonces viene una zapatista, un zapatista, y la ve a la piedrita y la saluda y se sienta a su lado y no hablan, porque las pequeñas rocas, como los zapatistas, no hablan… hasta que hablan, y luego el caso, o cosa, según, es que se callen.  Y no, no se callan nunca, lo que pasa es que luego no hay quien escuche.  O tal vez porque vimos más lejos en el calendario y sabíamos, antes, que esta noche llegaría.  O tal vez porque así les decimos, aunque no lo sepan, pero lo sabemos nosotros, que no están sol@s.  Porque es con l@s poc@s que las cosas inician y reinician.

-*-

Ustedes no nos vieron antes… y siguen sin mirarnos.
Y, sobre todo, no nos vieron mirarlos.
No nos miraron viéndolos en su soberbia, estúpidamente destruyendo los puentes, socavando los caminos, aliándose con nuestros perseguidores, despreciándonos.  Convenciéndose de que lo que no existe en los medios simplemente no es.
No nos vieron mirándolos decir y decirse que así quedaban en tierra firme, que lo posible es el terreno sólido, que cortaban amarras de ese absurdo barco de absurdos e imposibles, y que eran estos locos (nosotros) quienes quedábamos a la deriva, aislados, solos, sin rumbo, pagando con nuestra existencia el ser consecuentes.
Pudieron ver el resurgimiento como parte de sus victorias, y ahora lo rumian como una más de sus derrotas.
Va, sigan su camino.
No nos escuchen, no nos miren.
Porque con la Sexta y con l@s zapatistas no se puede mirar ni escuchar impunemente.
Y ésa es nuestra virtud o nuestra maldición, depende hacia dónde se mire y, sobre todo, desde dónde se enciende la mirada.

(continuará…)

Desde cualquier rincón, en cualquiera de los mundos.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
Febrero del 2013.

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Reincidentes. Grupo de Rock, Sevilla, Estado Español. Manuel J. Pizarro Fernández: Batería. Fernando Madina Pepper: Bajo y voz. Juan M. Rodríguez Barea: Guitarra y voz.  Finito de Badajoz “Candy”: Guitarra y voz.  Carlos Domínguez Reinhardt: Técnico de sonido. Versión rock de “Yo te nombro libertad” en video dedicado a la heroica lucha del Pueblo Mapuche.

 


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Eduardo Galeano narra un cuento del Viejo Antonio: “La Historia de las Miradas“.


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Joan Manuel Serrat cantando “El Sur También Existe“, de Mario Benedetti, en un concierto en Argentina, Latinoamérica.  Al terminar de cantar, Serrat se dirige tras bambalinas y lleva al escenario a Mario Benedetti, de nosotr@s tan querido (minuto 3:01 en adelante).

 

martes, 5 de febrero de 2013

La solidaridad trajo libertad y justicia para Francisco Sántiz López


Dale play a las palabras del compa Francisco Santíz López y que se escuchen por el ciber-espacio :


Por Jessica Davies

Después de 418 días de encarcelamiento injusto, el base de apoyo zapatista fue liberado no como un triunfo del Estado de Derecho, sino gracias a la presión solidaria proveniente de individuos y organizaciones de todo el mundo.


México. El injusto encarcelamiento del zapatista Francisco Sántiz terminó después de 418 días gracias a la presión internacional organizada por los movimientos solidarios.

Por ellos, expresiones de alegría se suceden en todas partes del mundo por la liberación del indígena Sántiz López, conseguida después de 418 días de encierro por crímenes que él nunca cometió.

La orden de liberación afirma que las pruebas sobre su inocencia no fueron tomadas en cuenta, confirmando lo que la Junta de Buen Gobierno de Oventic ya había dejado claro, que “su único delito fue el de ser zapatista”. Al salir de la cárcel, el tzeltal declaró: “Ahí vamos a seguir la lucha con el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), a seguir el camino, vamos a ganar”.

Antecedentes

En el comunicado publicado el 24 de enero de 2013, el subcomandante Marcos ofrece ejemplos de individuos que son excluidos y perseguidos. Uno de ellos es “Francisco Sántiz López, indígena zapatista, preso injustamente por las ‘fuerzas del orden’”. El día anterior, Hermann Bellinghausen escribió en La Jornada que Francisco “sigue preso sin motivo, y su caso congelado, más como rehén político que reo”.

Francisco es originario de la comunidad de Banavil, Tenejapa, en la región de los Altos, en el norte de Chiapas. Es un campesino que tiene un puesto en el mercado local, casado, con ocho hijos y 12 nietos. Ha sido base de apoyo y comprometido con los zapatistas desde hace más de 20 años, desde antes del levantamiento del 1 de enero de 1994, y según la Junta de Buen Gobierno de Oventic, es “una persona honesta que cumple con los cargos de la comunidad y de la organización”.

El 4 de diciembre de 2011, Francisco Sántiz López fue detenido y acusado de participar en un enfrentamiento violento que ocurrió ese día en Banavil y dejó dos personas muertas. A pesar de que muchos testigos afirmaron que él no estaba presente en el lugar cuando se dio el enfrentamiento, sino que estaba a muchos kilómetros de distancia -trabajando en su puesto de verduras y frutas en la sede municipal de Tenejapa, lugar en donde lo detuvieron-, Francisco fue encarcelado 418 días en el Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados (CERSS) número cinco en San Cristóbal de Las Casas.

El ataque armado fue organizado por un grupo de priistas contra cuatro familias tzeltales simpatizantes de los zapatistas, pero no zapatistas en sí. Durante los actos bélicos, uno de los agresores fue asesinado y una de las víctimas, Alonso López Luna, fue desaparecido y solamente se encontró su brazo, pero el caso quedó sin investigar. Las cuatro familias indígenas fueron desplazadas y siguen en pésimas condiciones de vivienda, lejos de su comunidad rural, en las afueras de la ciudad 
de San Cristóbal, mientras que los agresores mantienen ocupadas a sus tierras.

El 22 de marzo de 2012 se retiraron los cargos no comprobados contra Francisco de asesinato y asalto agravado, y fue liberado. Sin embargo, justo cuando salía de la cárcel, fue detenido de nuevo, esta vez debido a una acusación federal por portación de arma de uso exclusivo del Ejército, Fuerza Armada y Aérea. A pesar de que no había pruebas de que Francisco tuviera armas de fuego, fue nuevamente encarcelado.

La Campaña por la liberación

A nivel local, nacional e internacional, se difundió mucha información, cartas, peticiones y videos, y se realizaron varias acciones, reuniones, foros, y manifestaciones artísticas por la liberación de Francisco Sántiz López.
Muchas de las acciones también se enfocaron en otro preso famoso, icónico e inocente, el profesor tzotzil Alberto Patishtán Gómez, injustamente encarcelado desde julio de 2000, y quien en 2002 fue condenado a 60 años de cárcel. Desde entonces, llegó a ser bien conocido y altamente respetado por su trabajo a favor de los derechos humanos de sus compañeros presos, por haber formado organizaciones de presos dentro de las cárceles, como la Voz del Amate, y por haber dirigido a los presos en huelga de hambre en demanda de sus derechos y libertades.

“¡A tumbar las paredes del calabozo!”

Esta campaña mundial para tumbar los muros de la cárcel y liberar a los dos prisioneros fue organizada y coordinada por Movimiento por Justicia del Barrio de La Otra Campaña en Nueva York. Ésta se dio en cuatro etapas: las primera y segunda semanas de lucha global, en abril y junio de 2012; la carta pública exigiendo la liberación inmediata de Francisco Sántiz López y Alberto Patishtán Gómez, en junio del mismo año; y finalmente, la jornada “A 9 Meses: 9 Días de Acción Global para Tumbar las Paredes del Calabozo”, en agosto y septiembre de 2012. Con mucha energía, el impulso continuó y a lo largo de la campaña se organizaron más y más acciones y eventos. Entre los video mensajes producidos estaban los del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, y del Movimiento de Habitantes de Casas de Cartón de Sudáfrica (Abahlali baseMjondolo).
La convocatoria a la campaña decía: “Hemos visto con dolor, desde las acusaciones falsas hasta las irregularidades jurídicas, todos los esfuerzos deshumanizadores del mal gobierno en sus tres niveles y de sus dirigentes de todos los niveles… Buscan borrar el rostro de nuestros compañeros para que cesen de ser visibles. Buscan borrar la palabra de nuestros compañeros para que paren de ser escuchados. Buscan borrar su libertad física para que no luchen más. Porque es más fácil enterrar entre las paredes de un calabozo a un cuerpo que no lleva cara, que no hace ruido, que no tiene vida.”
Pero nosotros seguimos escuchándolos desde lejos, y sus dignos gritos, sus vidas imprescindibles, nos llaman a que caminemos a su lado para que sean libres. Nos llaman a que unamos nuestras fuerzas para tumbar las paredes que los encierran.”

Los convocantes, Movimiento por Justicia del Barrio, también declaraban que “como una organización mayoritariamente de migrantes mexicanos, hemos experimentado en carne propia la inhumana realidad de los muros fronterizos y sociales que los de arriba nos imponen. Hemos vivido y retado las muchas injusticias que son como ladrillos en estos muros, pero también hemos vivido y visto que de por si se pueden tumbar. En cuanto nos unamos todas y todos, juntando nuestras fuerzas y organizándonos, éstos se volverán polvo. Así que para nosotr@s la solidaridad y acción al nivel nacional e internacional es de suma importancia. Unid@s y junt@s, ganaremos.”

Pronunciamientos de apoyo, “su lucha es nuestra lucha”

Varios escritores conocidos se sumaron a la campaña “¡A tumbar las paredes del calabozo!” y escribieron cartas de apoyo. El pensador y catedrático John Holloway envió una carta donde reconocía que Patishtán y Sántiz: “están sufriendo por nosotros. Su lucha es nuestra lucha.” La carta finalizaba diciendo que, ante la destrucción constante del sistema, “hay gente como Alberto y Francisco que dicen No, que no lo van a aceptar… Por eso todas las protestas, por eso todas las cartas – porque nosotras y nosotros estamos con ellos en la cárcel”.

Una carta de Raúl Zibechi, el escritor, pensador y analista de Uruguay, presentó otra declaración sobre la justicia de arriba, que persigue a los pobres cuando se organizan y premia a los de arriba cuando se roban los bienes públicos.  Zibechi señaló que “Algún día nuestra justicia podrá juzgar a los de arriba; y ese día los de arriba serán condenados a vivir de su trabajo, a cuidar de los bienes comunes… Ese día, que no está lejos, recordaremos a los hermanos Patishtán y Sántiz López como dos de los muchos parteros y parteras que hicieron posible el nacimiento de un mundo nuevo.”
El luchador social peruano Hugo Blanco comentó: “En México las cárceles no son para los narcotraficantes, sino para indígenas que no han hecho nada malo, como Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López”. Para Blanco, el delito de los dos presos políticos es luchar por un país “donde todos trabajen y todos vivan tranquilamente, sin explotar a nadie ni ser explotados”.

Gustavo Esteva, escritor y activista de Oaxaca, escribió que “mientras ellos sigan presos lo estamos todos: nos aprisiona este sistema abominable de cuyas rejas no hemos sabido librarnos”, Para el académico, solamente las autonomías nos permitirán “salir del calabozo”.

A la par que se desarrollaba la última fase de “A tumbar las paredes del calabozo”, el extraordinario Movimiento por Justicia del Barrio también organizó la campaña mundial “Eco Mundial en Apoyo a l@s Zapatistas”, de julio a noviembre de 2012.

Esta campaña llamó la atención en todo el planeta hacia el caso de Francisco, porque uno de sus objetivos principales fue exigir su libertad. Grupos y personas de 25 países participaron en el la campaña “¡A Tumbar las Paredes del Calabozo!”, y de 29 países en la campaña “Eco”, con contenido sobre la campaña traducido a 11 idiomas.

El caso jurídico

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) presentó un amparo indirecto en la corte federal en favor de Francisco, el 25 de octubre de 2012, a causa de “las graves violaciones al debido proceso” cometidas en su contra, y exigiendo su liberación inmediata.
El Centro de Derechos Humanos señaló claramente, y no por primera vez, que estaba convencido de que este caso sirve como “ejemplo en el que el Estado mexicano utiliza el sistema de justicia para criminalizar a las bases de apoyo zapatistas, como consecuencia de su ejercicio del derecho a la libre determinación y autonomía, con base en los Acuerdos de San Andrés, el Convenio 169 de la OITb (Organización Internacional del Trabajo) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos indígenas”.

El 4 de diciembre de 2012, Francisco cumplió un año de prisión. La Jornada informó que Alberto Patishtán dijo: “El compañero Francisco Sántiz manda decir: ‘no me cansaré de  pedir justicia’. Él es un ejemplo importante de los delitos que se ‘imponen’ a los inocentes que están en las cárceles de México”.

El amparo solicitado para la protección de la justicia federal se concedió a Francisco el 3 de enero de 2012. El 10 de enero, el Frayba escribió: “Este Centro de Derechos Humanos considera que el gobierno federal no tiene elementos para seguir privando de la libertad a Francisco Sántiz López, base de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”.
Como resultado del amparo legal concedido, se ordenó a un juez que determinara el estado legal de Francisco. El 25 de enero de 2013, el Frayba informó que la orden había sido emitida y que el caso debía resolverse dentro un plazo de 24 horas. Esa misma noche, el preso político fue puesto en libertad. “Saben que soy inocente”, dijo a la prensa mientras emprendía la vuelta con familia. Su libertad se hizo posible por el aumento masivo de la conciencia y aplicación de la presión debido a la organización de las campañas internacionales, junto con un desafío a la base jurídica de su encarcelamiento.

El significativo

Mientras que su liberación ofrece cierta esperanza a los familiares, amigas y apoyadores de Alberto Patishtán Gómez -quien ojalá sea liberado muy pronto también-, el encarcelamiento injusto de Francisco Sántiz López y la fabricación de delitos en su contra deben ser vistos como parte de la estrategia del gobierno en su guerra de baja intensidad, que junto con una serie de constantes agresiones directas, busca destruir la resistencia de las comunidades zapatistas. “El único delito que tiene”, dijo la Junta, “es luchar por su pueblo, por decir la verdad, por luchar por la verdadera Democracia, Libertad y Justicia”.

En las palabras de la campaña “Eco Mundial en Apoyo a l@s Zapatistas”, el “injusto encarcelamiento de Francisco no es un caso aislado, sino que forma un parte de la guerra continua del Estado mexicano en contra de las comunidades zapatistas, una guerra que a través del acoso, los ataques y detenciones arbitrarias, busca debilitar y aniquilar la resistencia y el proceso de autonomía que las bases de apoyo zapatistas están llevando a cabo en Chiapas”.

Su libertad se consigue durante un momento de gran esperanza y posibilidades, y llega poco después del “resurgimiento” zapatista el 21 de diciembre del 2012, el día de la finalización del ciclo 13 del Baktun en el calendario maya, y el inicio de la “nueva era” del ciclo 14. También llega en un momento en que el nuevo gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Enrique Peña Nieto se embarca en una nueva estrategia de contrainsurgencia, basada en la propaganda, la desinformación y el engaño. Aquellos que se preocupan por la democracia, la libertad, la justicia y ese otro mundo posible por el que luchamos, no debemos bajar la vigilancia.

El Movimiento por Justicia del Barrio dedica algunas palabras a la liberación de Sántiz: “Su resistencia y su valentía han sido para nosotr@s una inspiración y una poderosísima razón para seguir luchando. Las paredes que encerraron a nuestro hermano Francisco no pudieron con la memoria. Con el tiempo, toda pared se derrumba, pero la memoria de un pueblo que lucha con todo su ser por unir su dignidad, nunca tendrá fin”.

Para el movimiento de migrantes, la liberación de Sántiz no fue un triunfo del Estado de Derecho, sino “de nuestras hermanas y hermanos zapatistas y de nuestros compañeros de buen corazón en diferentes rincones del mundo”. El Movimiento festeja que “juntas luchamos y logramos la liberación de nuestro hermano Francisco.”
 

CARTA DE JOHN HOLLOWAY

Al Movimiento por Justicia del Barrio, La Otra Campaña, Nueva York

¡Qué impresionante! Ola tras ola de protesta por la liberación de Alberto Patishtán y Francisco Sántiz López, carta tras carta llegando de cada parte del mundo. Resultado por supuesto de la organización y determinación de los organizadores de las semanas de lucha por su liberación, pero es algo mucho más que eso. Reconocemos en Alberto y Francisco a nosotros, reconocemos que están sufriendo por nosotros. Su lucha es nuestra lucha. Su lucha es la lucha de todos los que soñamos todavía que pueda haber un futuro para la humanidad, una vida digna. Su encarcelamiento es simplemente otra manifestación de que el capitalismo no tiene lugar para la humanidad.
El sistema actual es una agresión constante, una máquina de destrucción que busca destruir todo lo que no se subordina a su lógica del dinero, todo lo que se opone a la lógica de la ganancia. Pero no logra hacerlo porque hay gente como Alberto y Francisco que dicen No, que no lo van a aceptar – Alberto y Francisco e Inés y César y Juan y Ana y Julio y Sergio y Toño y Virginia y Hortensia y Cecilia y Gustavo y Tom y Bill y Vittorio y Martha y Hans y Sabu y Mariana y Silvia y Eric y Giuseppe y François, y, y, y, y, y millones y millones y millones que no vamos a aceptar. Por eso todas las protestas, por eso todas las cartas – porque nosotras y nosotros estamos con ellos en la cárcel. Para que ellos respiren, para que ellos vivan, para que nosotras y nosotros respiremos, vivamos, tenemos que tumbar las paredes del calabozo. Tumbemos las paredes de los calabozos de Chiapas, los calabozos del mundo, tumbemos el sistema-calabozo. John Holloway


CARTA DE RAÚL ZIBECHI

A los compañeros del Movimiento por Justicia del Barrio:
A la campaña de Lucha Mundial por la Libertad de Patishtán y Sántiz López:
“El color de las cárceles es la marca en el cuerpo del lugar que se ocupó en la historia”, dice la compañera Rita Laura Segato.

Los de arriba están criminalizando el lugar que ocupan las gentes del color de la tierra. Esa es la justicia del Estado, del mal gobierno. Una justicia que encarcela a los hijos de la Pachamama, a los que la defienden y la cuidan, pero deja el libertad a los que la destruyen para usarla como mercancía.
La campaña internacional por la libertad de Patishtán y Sántiz López está mostrando las verdaderas razones por las que están en prisión. Cuando los de abajo se ponen de pie, cuando los pobres del mundo dicen su palabra y se organizan, son sistemáticamente acusados de terroristas y violentos, y contra ellos se ponen en marcha campañas de difamación y se les echan encima los aparatos represivos.

Cuando los de arriba se roban los bienes públicos, cuando los banqueros se apropian de los dineros y del trabajo de todos, son premiados con cargos en los malos gobiernos y se usan los dineros de los 

Estados para salvar sus negocios sucios.

No son errores ni desviaciones, sino el verdadero sentido de la justicia de los Estados: proteger a los de arriba y condenar a los de abajo. En este mundo existen dos justicias: la de los gobiernos y la de los pueblos. La primera la ejecutan señores blancos y ricos protegidos por guardias armados, que se encierran en palacios para tomar decisiones. La segunda es la justicia comunitaria que toma sus decisiones en las asambleas de la gente común, que es la gente del color de la tierra, donde todos y todas pueden debatir porque no hacen falta abogados ni especialistas para distinguir el bien del mal.

Son dos justicias para dos mundos opuestos. Algún día nuestra justicia podrá juzgar a los de arriba; y ese día los de arriba serán condenados a vivir de su trabajo, a cuidar de los bienes comunes. Serán condenados a vivir como vivimos el 99% de los seres humanos.

Ese día, que no está lejos, recordaremos a los hermanos Patishtán y Sántiz López como dos de los muchos parteros y parteras que hicieron posible el nacimiento de un mundo nuevo.

Raúl Zibechi
Montevideo

CARTA DE HUGO BLANCO

A las hermanas y hermanos de México y del mundo:

Ahora México se ha convertido en el país modelo para el país poderoso del norte.

Los Estados Unidos son el país más consumidor de droga, son el país donde radican los grandes barones de la droga. Son el país que envía los insumos químicos para la producción de la cocaína. Son el principal país donde se lava el dinero. Son el país de donde se envía armas a los narcotraficantes.

México sirve de laboratorio para la falsamente llamada “guerra al narcotráfico”. Se ha movilizado al ejército en esa guerra en la que mueren centenares de personas inocentes que nada tienen que ver con el narcotráfico.

El sueño de los barones de la droga de Estados Unidos es extender ese modelo por toda América Latina para así aplastar a los pueblos y ganar mucho dinero.

En México las cárceles no son para los narcotraficantes, sino para indígenas que no han hecho nada malo, como Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López.

¿Cuál fue el “delito” de ellos? Pensar que México debe ser para todos los mexicanos, donde todos trabajen y todos vivan tranquilamente, sin explotar a nadie ni ser explotados, disfrutando de los frutos que nos da la tierra. Un país donde todos puedan educarse, donde todos puedan atender su salud, donde no haya ni millonarios ni mendigos. Un país donde todos se interesen por todos, como en las comunidades indígenas. Un país que esté formado por comunidades de comunidades, en el campo y en las ciudades. Donde no haya quienes mandan y quienes obedecen, donde todos manden. Un país donde todos sean profundamente solidarios, donde no sea necesario pisar en la cabeza de otro para subir.

Pensaban así, y entendieron que no debían conformarse con pensar, que debían colaborar para construir ese país solidario que viviera en un mundo solidario.

Por eso Alberto adhirió a “la otra campaña” y Francisco fue base de apoyo del EZLN.

Por eso Alberto está 12 años preso y Francisco 6.

Hermanas y hermanos de México y de otros países, con toda justicia piensan que eso debe acabar, que Alberto y Francisco deben salir libres ¡YA!, por eso han convocado a la “Segunda Semana de Lucha Mundial por la Libertad de Patishtán y Sántiz López: ¡A Tumbar Las Paredes del Calabozo!”
Así como Alberto y Francisco no se conformaron con pensar en un México nuevo en un mundo nuevo y trabajaron para conseguirlo, nosotros no debemos conformarnos con desear su libertad, debemos actuar para conseguirla participando en la campaña.

Hugo Blanco

Director de “Lucha Indígena” Perú

CARTA DE GUSTAVO ESTEVA

Al Movimiento por Justicia del Barrio, La Otra Campaña, Nueva York

Estimados compañeros:

Desde mi rincón oaxaqueño deseo sumar todo el corazón, la esperanza y la energía a la Segunda 
 Semana de Lucha Mundial ¡A tumbar las paredes del calabozo!

Ha llegado la hora de tumbar ese calabozo y todos los demás.

Alberto Pathistán lleva más de diez años en una cárcel injusta. No podemos cerrar los ojos ante eso y alzarnos de hombros, agregándolo a la larga lista de los presos políticos. Tampoco podemos tranquilizarnos al pensar que Francisco Sántiz sólo ha estado seis meses en prisión. La cárcel de estos dos compañeros tiene que pesar sobre nosotros como si fuera nuestra propia cárcel. Porque en verdad lo es. Mientras ellos sigan presos lo estamos todos: nos aprisiona este sistema abominable de cuyas rejas no hemos sabido librarnos.

Dice bien don Raúl Zibechi: dominan dos justicias. Las leyes y los tribunales sirven para que unos puedan ignorarlas y violarlas y para que otros, la mayoría, paremos en la cárcel. Las leyes y los tribunales sirven para que Felipe Calderón y Juan Sabines sigan impunemente ordenando asesinatos y otros crímenes y para que luchadores sociales como Alberto y Francisco padezcan su prisión.

Dice bien John Berger que si se viera obligado a usar una sola palabra para describir el mundo de hoy usaría la palabra prisión. Y sí: nuestra lucha, la lucha de todos los días, todos los instantes, tiene que ser una lucha contra el régimen capitalista y contra quienes lo administran desde el Estado. Tenemos que romper ante todo las rejas que aún tenemos en la cabeza, las que llevan a pensar que cambiando allá arriba algunas cositas o personas todo va a arreglarse. Y luego tenemos que romper las cadenas que aún atan nuestras manos y nuestros pies y nos impiden ponernos en marcha a la conquista de nuestra autonomía en cada pedazo del mundo que nos toca vivir. Sólo esas autonomías, afianzadas en cada lugar y enlazadas solidariamente en todas partes, nos permitirán salir del calabozo.

Como nos dijeron hace tiempo los zapatistas, estamos en la Cuarta Guerra Mundial. La lanzan contra nosotros las corporaciones y los gobiernos de todo el mundo. Por eso nuestra lucha no puede ser aislada. Por eso tenemos que decirles ¡Basta! y hacerles ver que estamos firmes y seguimos decididos. Nada nos detendrá.

Es admirable, compañeros, la solidaridad que ya han logrado levantar en torno a Alberto y Francisco. Son ellos modelo y símbolo para todos nosotros, como lo es la iniciativa que toman desde ese modesto barrio al Este de Harlem.

Queremos estar ahí, con ustedes, quienes aún hemos podido quedarnos en Oaxaca y desde aquí mantenemos la lucha para tumbar las paredes de todos los calabozos que nos aprisionan.

Un abrazo solidario,
Gustavo Esteva
San Pablo Etla, Oaxaca.


Publicado el 04 de febrero de 2013 en desinformemonos.org