domingo, 21 de abril de 2019

Ataques contra el trueque en Tianguistenco. [Los de Abajo. Por Gloria Muñoz. La jornada]

Imagen de piedepagina.mx/wp-content/uploads/2019/03/eulodia-lilia-diaz-ortiz_conamiA12800.jpg
 
El Estado y sus instituciones no toleran la organización autónoma de los pueblos indígenas en ninguna de sus expresiones. El asesinato, las amenazas y el hostigamiento continuo es la respuesta para quienes insisten en mantener sus usos y costumbres al margen de las autoridades que quieren sacar provecho de las mismas. Tal es el caso de los integrantes del Consejo Indígena del Trueque del municipio de Santiago Tianguistenco, estado de México, donde en marzo fue asesinada la defensora de los derechos indígenas y el territorio Eulodia Lilia Díaz Ortiz, y esta semana fue detenido Jacobo Solís Zenón.

El Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero ubica el asesinato y la detención en la importancia del tianguis del trueque, que desde siempre ha sido administrado por sus integrantes de origen otomí, tlahuica y nahua. Esta práctica milenaria atrae cada vez más al turismo y ha sido considerada patrimonio cultural, razón por la que los gobiernos municipales han querido cooptarla, para administrarla económicamente, aparentando acciones realizadas en favor de los pueblos indígenas del municipio.

Todos los martes acuden al tianguis tradicional cientos de comerciantes indígenas para intercambiar leña, legumbres, verduras y plantas, y a la actividad se suman habitantes de pueblos vecinos. El martes 16 de abril, Jacobo Solís y su suegra fueron al tianguis a intercambiar tamales y tlacoyos, que ellos preparan, por leña que llevan otros truequeros. De regreso a su casa fue interceptado y detenido por la policía, con el argumento de que transportar leña se cataloga como delito. De nada sirvió que él, como todos los indígenas que practican el trueque en el municipio, contara con una credencial expedida por el CIT que demuestra que no es talador y que puede transportar leña muerta proveniente del trueque. Al parecer, el policía Francisco Hernández llevaba indicaciones de no validar el documento y lo trasladó al Ministerio Público de Tenango del Valle.

Hace menos de un mes asesinaron a Eulodia Lilia Díaz, hoy es la detención de Jacobo, y lo que hay detrás, advierte el Centro Zeferino Ladrillero, es el intento de arrebatar a los indígenas la organización de esta actividad ancestral para lucrar con ella. Es urgente que cese el hostigamiento en contra de quienes ejercen su derecho a vivir en su tradición.

www.desinformemonos.org
losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Tomado de https://www.jornada.com.mx/2019/04/20/opinion/009o1pol

PRONUNCIAMIENTO ANTE EL HOSTIGAMIENTO HACIA EL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA- CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO Y EL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL



A 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata Salazar

“Si no hay Justicia para el Pueblo, que no haya paz para el gobierno. ”

Emiliano Zapata Salazar

En esta nuestra palabra escrita hacemos eco de la denuncia pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en su comunicado del pasado 10 de abril de 2019, en relación al hostigamiento y represión de que están siendo objeto las Comunidades Zapatistas por parte del mal gobierno representado por Andrés Manuel López Obrador.

Manifestamos nuestra solidaridad e incondicional apoyo al Congreso Nacional Indígena, al Concejo Indígena de Gobierno, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a sus Bases y Redes de Apoyo, que comparten la Lucha y Resistencia ante el embate de la clase capitalista y sus gobiernos títeres. Denunciamos y apoyamos la lucha contra: La presencia policíaco-militar que aumenta en los valles y montañas de los territorios zapatistas, con sobrevuelos de aviones y helicópteros, con más agresividad que en los anteriores regímenes Prianistas, y no precisamente siguiendo a narcotraficantes o huachicoleros, sino amenazando a las Comunidades Indígenas que han decidido defender su vida y territorio por medio de la digna Resistencia y Rebeldía contra este mal gobierno.

Esta Cuarta Transformación es la continuación y profundización de esa etapa brutal y sanguinaria del capitalismo, en la cual va por delante la entrega de la tierra, agua, bosques y selvas a las grandes compañías de rapiña nacionales y extranjeros vía los megaproyectos, como el mal llamado Tren Maya y el corredor industrial Transístmico. Todo en beneficio de la clase gobernante en México: la burguesía ; que no son otra cosa más que los testaferros de las corporaciones trasnacionales, que son quienes imponen a sus gobiernos títeres y serviles como el actual, aunque se quiera vestir de progresista y humanista, y envolverse en su traje “democrático” de 32 millones de votos. El caso del tren Maya con la inversión de Trump anunciada por el Presidente revela nuevamente la entrega de nuestro país a las trasnacionales y destrucción del orden ecológico.

Hacemos un llamado a la unidad llevando a cabo acciones a nivel nacional e internacional para detener esta campaña de provocaciones y hostigamiento por parte de las fuerzas represivas del Estado mexicano contra las Comunidades y Pueblos Originarios en lucha y resistencia.

Hacemos directamente responsable el Presidente de la República Mexicana, así como también los Poderes Legislativo, Judicial y los partidos políticos del agravamiento del conflicto en las zonas rebeldes que una vez mas han sido traicionadas por los afanes expansionistas del gobierno y la mafia del poder.

17 de Abril de 2019

Firman:

Mexicali Resiste,
Colectivo la Resistencia-LA,
Rebelión CDMX,
El Comité (Seatle, Washington)
Casa Aztlan (Chicago Illinois)

congresonacionalindigena.org/2019/04/19/pronunciamiento-ante-el-hostigamiento-hacia-el-congreso-nacional-indigena-concejo-indigena-de-gobierno-y-el-ejercito-zapatista-de-liberacion-nacional/


sábado, 13 de abril de 2019

Otra traición a Emiliano Zapata [Los de abajo. Por Gloria Muñoz Ramírez / la jornada]

Imagen tomada de jornada.com.mx/ultimas/2019/04/10/cni-cig-y-frente-de-pueblos-se-declaran-en-alerta-ante-megaproyectos-2655.html/chinameca-1.jpeg-4418.html

El centenario del asesinato a traición de Emiliano Zapata fue conmemorado frente a la termoeléctrica de Huexca, Morelos, con una acción en defensa de la tierra, el aire y la vida. Fue un acto de repudio a una política de despojo y desprecio, una acción de los pueblos del Volcán y de indígenas, campesinos y activistas de otras geografías que fueron a apoyarlos.

La termoeléctrica está prácticamente terminada, pero los pobladores no han dicho la última palabra. Todos recuerdan el ruido ensordecedor durante los tres meses en los que se hicieron las pruebas. Como un avión despegando en tus orejas, dicen.

La gente y los animales temblaron, los pajaritos dejaron de volar y la incertidumbre se apoderó de todos, incluidos los que recibieron recursos del gobierno para obtener su apoyo y hoy rechazan el proyecto.

El recuerdo de Samir Flores, luchador social nahua, opositor al Plan Integral Morelos, recorrió las acciones del centenario.

Su nombre fue escrito con pintura roja en las paredes de la termoeléctrica, imágenes de su rostro fueron pegadas en paredes y cristales. Y la historia de este activista asesinado en febrero pasado se unió este 10 de abril a la de Zapata. De ese tamaño su lucha.

Un templete vacío con el escudo del gobierno federal permaneció como mudo testigo de un acto oficial que no se pudo celebrar en Chinameca, a donde el presidente López Obrador había anunciado que asistiría para conmemorar al general revolucionario. Indígenas y campesinos de 23 estados de la República impidieron esa celebración.

Ahí estuvieron el Congreso Nacional Indígena, los campesinos de Atenco y madres y compañeros de los 43 de Ayotzinapa. Wixárikas, tepehuanos, nahuas, binnizá, purépechas, otomíes y mazahuas, entre otros, se dieron cita justo en el lugar de la traición histórica.

Los pueblos se declararon en alerta ante la urgencia con la que las empresas y gobiernos se apoderan de sus territorios. Y denunciaron a quienes garantizan al gran capital el funcionamiento de la termoeléctrica, el gasoducto y el acueducto. El alivio, dicen, vendrá de abajo.

Desinformémonos.org
losylasdeabajo@yahoo.com.mx


Tomado de jornada.com.mx/2019/04/13/opinion/012o1pol

¡Zapata es nuestro!



I. La toma de Chinameca

«Zapata vive y camina con nosotros», leyó Norma Parra, concejala del Concejo Indígena de Gobierno (CIG). Esa frase, parte del mensaje del Congreso Nacional Indígena (CNI), cobraba todo su sentido allí, en Chinameca, donde pueblos, comunidades, organizaciones y colectivos se reunieron para honrar la memoria de Emiliano Zapata, justamente a cien años de su asesinato.

La comitiva había llegado alrededor de las nueve de la mañana del 10 de abril, desde Amilcingo, Morelos, donde el día anterior había tenido lugar la primera asamblea entre el CNI-CIG y pueblos, organizaciones y colectivos que luchan contra el capitalismo. En Chinameca, el acto oficial se preparaba apenas: mesas con manteles largos y arreglos de centro, funcionarios, guayaberas blancas, tacones altos, policías.

Era la imagen precisa de lo que, desde los gobiernos priistas hasta el actual, se ha intentado hacer con la memoria de Zapata: convertirla en una farsa más, en otro de los símbolos vacíos que el poder necesita para aplaudirse a sí mismo.

Por eso la irrupción de la comitiva del CNI-CIG, con los pueblos del Istmo oaxaqueño al frente, significó un verdadero desconcierto para las autoridades: no sabían qué hacer con la fuerza de los pueblos que guardan la memoria viva de Zapata. El acto oficial duró más de una hora: un desfile en el que las autoridades locales se aprovecharon del trabajo de los niños y niñas de escuelas locales.

La conmemoración del CNI-CIG y de los pueblos y organizaciones fue radicalmente distinta: la memoria de Zapata, y de Samir Flores, cobraron allí cuerpo y forma. La defensa de la tierra y de la vida digna frente al despojo capitalista fue el eje en todas las intervenciones.

El pueblo en resistencia de Amilcingo llevó el ritmo de la conmemoración y fue el primero en hablar ante quienes estaban allí reunidos. El mensaje del CNI-CIG, la Declaración de Chinameca, fue leído por Norma Parra. En ella, el CNI-CIG se declaró en alerta ante el embate de despojo neoliberal que ha detonado el nuevo gobierno. Más allá de las mentiras de una administración que promete ser «de izquierda», en la «cuarta transformación»

nos quiere imponer un reordenamiento capitalista al servicio del gran poderío estadounidense en el Istmo, ofreciéndole los minerales, el agua, la tierra. Promete a los depredadores de la madre tierra, respetarles concesiones y permisos obtenidos con la más sucia corrupción. Ofrece a los extranjeros dueños de la economía turística el desmantelamiento de la propiedad social en la península de Yucatán. Garantiza al gran capital el funcionamiento de la termoeléctrica en Huexca, Morelos, a pesar de la vida de los pueblos del volcán.

La vocera del CIG, María de Jesús Patricio Martínez, leyó las palabras de otro vocero: el Subcomandante Insurgente Moisés. A nombre de los hombres, mujeres, ancianos y niños zapatistas, el «Sup Moi» explicó claramente por qué no pudieron estar allí para celebrar la vida y la lucha de Samir y de Zapata. En su comunicado, Moi explicó que no solo están solos, están asediados. La situación es incluso peor que en los años que siguieron al levantamiento de 1994:

En nuestras montañas y valles ha aumentado la presencia militar, policíaca, paramilitar, y de espías, orejas e informantes. Han reaparecido los sobrevuelos de aviones y helicópteros militares, así como de vehículos artillados, como en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari; de Ernesto Zedillo Ponce de León, tutor político del actual titular del poder Ejecutivo; de Vicente Fox Quesada luego de la traición de los Acuerdos de San Andrés; del psicópata Felipe Calderón Hinojosa; y del ladrón de corbata y copete Enrique Peña Nieto. Lo mismo, pero ahora con más frecuencia y mayor agresividad.

El comunicado zapatista habló también de las estrategias del nuevo gobierno, de las formas en que organiza, por medios legales y para-legales, el despojo y la muerte: «No sabemos quienes asesinaron al compañero Samir. Sabemos quien lo señaló. Quien, con voz chillona e histérica, lo marcó para que luego sicarios, ansiosos por agradar al jefe de las fuerzas armadas federales, cumplieran la sentencia dada en el templete convertido en tribunal».

Pero el comunicado de las y los zapatistas reconoció también la resistencia y la organización de los pueblos, organizaciones y colectivos que luchan contra el capitalismo. Son ellas y ellos quienes están formando redes de resistencia y rebeldía; en ese corazón y pensamiento colectivo, dijeron, «renacerá el mundo que hoy agoniza». Sin importar los malos gobiernos que vengan, esa organización seguirá sin venderse, sin rendirse, sin claudicar, «y para el mundo habrá al fin vida, como debe ser la vida, es decir, libre».





























II. La asamblea de Amilcingo

Esas redes de resistencia y de rebeldía se habían reunido justo el día anterior, 9 de abril, en Amilcingo, Morelos. Convocadas y convocados por el CNI y el CIG, pueblos, comunidades, organizaciones, colectivos e individualidades se encontraron en la tierra de Samir Flores para compartir análisis, ideas, reflexiones y miradas hacia adelante.

En la inauguración del encuentro, tomaron la palabra las autoridades comunales de Amilcingo, el Concejal nahua del CIG —originario de esa misma comunidad— y colaboradoras de Radio Amiltzinko. A más de un mes del asesinato de Samir Flores, Amilcingo se mantiene fuerte y defendiendo lo que ha logrado en años de resistencia.

También tomo la palabra una compañera de Kurdistán, que leyó una carta de las mujeres kurdas a las mujeres que, aquí, luchan y se organizan contra el capitalismo y el patriarcado. La carta, llena de afecto y fuerza, habló de los recientes triunfos de las fuerzas organizadas kurdas en contra del Estado Islámico y reconoció la memoria de las mujeres que luchan, entre ellas la comandanta Ramona y Betty Cariño.

Por la tarde, en la plenaria de la asamblea se vertieron los resultados de las mesas de trabajo. Allí se hizo evidente la existencia de un diagnóstico compartido, construido a través de meses y años de organización y análisis conjuntos.

En efecto, desde que en 2016 el CNI convocara a pueblos y colectivos a apoyar la conformación de un Concejo Indígena de Gobierno, comunidades, organizaciones e individuos de todo el país se han encontrado en distintos territorios para compartir horizontes de lucha. En las asambleas del CNI-CIG, y los encuentros de Redes de Apoyo se maduró una visión colectiva, tejida con paciencia y seriedad.
Todas y todos coincidieron en la peligrosidad de la nueva administración federal que, bajo un velo «progresista» o «de izquierda», ha redoblado y reconfigurado el despojo capitalista. Una de las estrategias más hábiles ha sido montarse y usurpar las formas de decisión colectiva de los pueblos: asambleas y supuestas «consultas» que solo buscan legitimar megaproyectos en territorios comunales.

El ejemplo más claro de esa estrategia fue la supuesta consulta que se realizó en el Istmo de Tehuantepec. Las y los compañeros de esa región lograron frenar parcialmente su realización y, sobre todo, mostrar que no se trató realmente de una consulta, si no de una simulación organizada por la Secretaría de Hacienda y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.

Por eso, uno de los resolutivos más importantes de la asamblea de Amilcingo fue la realización de una siguiente asamblea precisamente en el Istmo de Tehuantepec. Allí, el CNI-CIG y quienes luchan contra el capitalismo, se encontrarán en uno de los territorios más codiciados por el capital nacional y trasnacional: uno de los territorios que con más fuerza habrá que defender.

Otro de los diagnósticos compartidos fue la intensificación de la guerra patriarcal contra las mujeres y contra otras corporalidades disidentes. El aumento de los feminicidios y de la violencia patriarcal —bajo todas sus formas— fue señalado como uno de los elementos más atroces de este tiempo. Por eso, otro anuncio importante fue la realización del Segundo Encuentro Nacional de Mujeres que Luchan, a finales de julio, en territorio nahua, al sur de Veracruz.

Al terminar la plenaria, tuvo lugar un acto cultural con música, poesía y danza. El cierre fue una puesta en escena del grupo de teatro de Amilcingo: «Traición y asesinato de Samir». A pesar de la crudeza de la narración y del montaje —en el que Zapata y Samir son asesinados por la misma mano—, cuatro personajes dominaron el final, levantando el puño. Cuatro mujeres jóvenes de la comunidad: los espíritus de la tierra, de los bosques, de las montañas, del agua, y de Amilcingo.
Con esa rabia y esa dignidad cayó la noche y, con ella, el descanso previo al avance del día siguiente. En Amilcingo y en Chinameca, en tierras de Samir y de Zapata, pueblos y colectivos experimentaron su inteligencia y su fuerza compartidas. Allí dijeron una vez más que la vida, la tierra y la dignidad no se negocian, se defienden. Y allí resonó una multiplicidad de voces que respondían al reto lanzado por las y los zapatistas: «aquí estamos, fuertes y organizados, y Zapata cabalga con nosotros».

Tomado de subversiones.org/archivos/135044

jueves, 11 de abril de 2019

A dónde va México / Pablo González Casanova - La Jornada

Foto Marco Peláez [jornada.com.mx/ultimas/2019/04/07/a-donde-va-mexico-pablo-gonzalez-casanova-6475.html/casanova-1.jpg-3151.html]


Ciudad de México. Estas no son afirmaciones que se puedan calificar de centro, derecha o izquierda o con mescolanzas de esas posiciones. Las tesis que se sostienen son de un conocimiento riguroso. Su carácter científico, crítico del sistema en que vivimos, puede dar pie a descalificaciones que se basen en mitos, ideologías e intereses con que los aludidos se nieguen a conocer la verdad sobre lo que hacen y de que por su parte son responsables en tanto sometan la lógica de sus esperanzas a la lógica del sistema.

Una de las formas de dominación del imperialismo neoliberal y neoconservador es la privatización del sector público de los estados metropolitanos y periféricos en procesos que al realizarse incrementan la corrupción y la criminalidad organizada, con ésta bajo la sombra de corporaciones y estados, o contratada, en caso necesario, para actos criminales contra pueblos, comunidades o personas, en acciones destinadas a despojarlos de sus propiedades, de su libertad o de su cuerpo.
Con el propio acto de privatización, el neoliberalismo ha hecho de los funcionarios públicos agentes de ventas de las propiedades nacionales y sociales o cómplices pasivos de la corrupción y la represión de que a menudo se sirven para incrementar su personal patrimonio y poder.

Neoliberalismo y corrupción están a la orden del día, tanto en la periferia económica del mundo, y en no pocos países del centro, en los que tienen como antecedente el famoso gangsterismo de Chicago y las mafias de Italia. En cuanto a los países de origen colonial o semicoloniales y periféricos, son actores de permanente uso los grupos de matones al servicio de sus amos y caciques o de las compañías trasnacionales, como la Compañía de Indias inglesa o la Mamita Yunai, estadunidense.
Esos integrantes del “crimen organizado” se articulan hoy en sistemas globales dominados por las corporaciones financieras y sirven o se asocian con funcionarios que se han vuelto también empresarios, que si ayer decían estar al servicio de la evangelización, de la civilización, del progreso o del desarrollo, hoy hacen de la función pública una actividad en que el funcionario se pone al servicio de la empresa privada, mediante la coima (mordida), motor del sistema y por la que los funcionarios se vuelven socios no pocas veces mayoritarios.

En las nuevas circunstancias, como los antiguos y nuevos ricos, el “crimen organizado” combina sus conocimientos políticos con los económicos, y todos con los criminales y tecnológicos. Participa así en la dominación de un mundo en que se exige la práctica de la normativa moral en los tratos interpares de accionistas y de grandes propietarios, en que al mismo tiempo se urden medidas de especulación y depredación, que estructuran en el propio siglo XXI nuevas formas de acumulación primitiva, despojo, así como, de esclavismo, de servidumbre, de tributación y de salarios o ingresos de hambre que en gran parte del mundo pesan sobre la inmensa mayoría de una población a la que habiendo despojado de sus tierras y territorios, dejan en plena miseria, sin asomo de trabajo y sin los más elementales recursos para vivir, para comer, beber, curarse o enterrar a su muertos. De tales hechos –difíciles de contar y de escuchar– proviene el éxodo más impresionante de la historia humana, un éxodo global en que muchos son los que mueren al atravesar selvas, desiertos y mares… Entre las varias formas de descubrir a los verdaderos responsables de esos hechos y el dolor de que son beneficiarios, se encuentran los fabricantes de armas y los comerciantes en grande de narcóticos, quienes con las corporaciones y la gran banca actúan en un sistema cuyo atractor principal es la maximización de poder, riquezas y utilidades, en el que dominan con gobernantes y funcionarios, con legisladores y jueces que se asocian a sus proyectos entre mediaciones y represiones, que se apoyan en la cooptación o sometimiento de los propios líderes de los pueblos y se apoyan cada vez que es necesario en las fuerzas militares y paramilitares, con los que practican la supuesta persecución del “crimen organizado” en el que de vez en cuando sacrifican a algunos chivos expiatorios, y con el que empresarios, militares, policías y judiciales están profundamente articulados.

La comedia trágica llega al extremo de ajusticiar y desaparecer a los defensores de los pueblos en una política en que reinan la mentira y la confusión con la inmoralidad como práctica cosificadora. Un indicador de tal comportamiento del sistema es que hasta hace poco el comercio de armas ocupaba el primer lugar y que ahora lo suplanta el narcotráfico.

https://www.jornada.com.mx/ultimas/2019/04/07/a-donde-va-mexico-pablo-gonzalez-casanova-6475.html/csanova-2.jpg-2098.html
Los fabricantes de armas están entre quienes actúan en un sistema cuyo atractivo principal es la maximización del poder. Foto Marco Peláez

Es en ese mundo en el que vive hoy la República Mexicana, donde tras la victoria electoral más impresionante de la historia, de éste y muchos otros países, la ciudadanía ha puesto a la cabeza del Estado a un presidente que no sólo aparece en la escena política como famoso por su honradez, sino por su valentía y habilidad política, innegables.

A la euforia causada por semejante triunfo electoral se ha añadido otra, con el entusiasmo que ha despertado la firme tesis del elegido de que en su gobierno va a emprender la Cuarta Transformación de México, siendo que las tres primeras fueron la Independencia de México, encabezada por el cura Hidalgo; la Reforma, que con Juárez creó el Estado laico y republicano, y la Revolución Mexicana, que culminó con el gobierno agrarista, obrerista y popular que nacionalizó el Petróleo y repartió el mayor número de tierras entre los campesinos beneficiados como comuneros, ejidatarios y pequeños propietarios.

En nuestros días, a tan democráticos, justicieros y revolucionarios hechos de la Tercera Transformación, se añadió un sabor de alivio al pensar que ya no iban a estar al frente del gobierno una serie de políticos que desde los dos principales partidos –PRI y PAN– habían hecho del gobierno una fuente de enriquecimiento personal de sus jefes, que llegó a alcanzar proporciones escandalosas con los sucesivos presidentes y gobiernos para los que se volvió norma inteligente de “saber y gobierno” aquella frase que salió del decadente Atlacomulco, de que “un político pobre es un pobre político”, y con la que el presidente saliente Peña Nieto revistió orgulloso su enriquecimiento y el de la inmensa mayoría de sus colaboradores.

El triunfo colosal de López Obrador con 53 por ciento de los votos, generó un entusiasmo nacional poco común, que se hizo extensivo a buena parte de la izquierda mexicana, incluso a la que proviene del extinto Partido Comunista. Y aunque no dejó de preocupar a buena parte de los ricos y poderosos, pronto varios de los más acaudalados y famosos se integraron a un nuevo Consejo Asesor Empresarial del Presidente.

La historia de las contradicciones que en el nuevo gobierno surgieron se hizo inevitable, y si en la izquierda gubernamental se arguyó con la lógica de que no se podía ir más lejos, en la banca y las corporaciones por su parte se acentuaron medidas de presión tanto con los valores financieros, como con la moneda, y con la gasolina y el petróleo, que parecieron retar al nuevo gobernante, a confirmar su firmeza, o a negociar lo no negociable.

La primera respuesta del Presidente pareció que los actos de gobierno confirmaban su firmeza al anular un proyecto de aeropuerto en Texcoco, lugar próximo a la Ciudad de México, que no sólo había sido considerado inviable por diferentes expertos, sino al que se habían opuesto, una y otra vez, los pueblos aledaños, con tenacidad y valentía impresionantes.

La crítica de la derecha a la liquidación de la obra no se hizo esperar, lo que le valió al Presidente todo tipo de ataques por cuanto medio pudieron lanzar los inversionistas afectados y sus cómplices, quienes tacharon de irresponsable al Presidente al no tomar en cuenta que ya se habían invertido cientos de millones de pesos que él tiraba por la borda como si todavía estuviera en la campaña electoral y no se diera cuenta de su responsabilidad de gobernar.

Fue así como empezó a darse abiertamente –en las palabras y las decisiones– la lucha por definir al nuevo gobierno. En ella pareció ir triunfando el verdadero poder de la derecha, no sin escollos oficiales que frente a crecientes presiones el Presidente luchó por vencer. La destreza con que enfrentó a ese y otros problemas planteados pareció advertirse en las concesiones que hizo a uno y otro embates, entre críticas y asentimientos con que fue respondiendo a los ricos y poderosos y a la izquierda que lo acompaña.

Del conjunto de sus actos derivaron nuevas críticas a los ex presidentes neoliberales del PRIAN y a la corrupción que los caracterizaba, y críticas no menos firmes a la izquierda que no lo apoyaba acusándola, en forma visceral, de hacerle el juego a los “conservadores”.

A semejantes luchas verbales, el Presidente añadió, por un lado, la decisión de seguir construyendo dos termoeléctricas, un acueducto y un gasoducto. Aquéllas iban a operar en zonas de por sí carentes de agua y a las que las empresas les quitarían gran cantidad de “aguas vivas” para devolvérselas como “aguas muertas” imbebibles e inútiles para el riego de sus campos y el mantenimiento de su vida… En cuanto al gasoducto le confirmaron también lo que a las poblaciones y al propio gasoducto dañaría, pues el gasoducto había sido trazado para pasar por tierras volcánicas y estaría expuesto a violentas rupturas y explosiones de que haría víctimas también a sus vecinos.

Si contra el informe de los especialistas y contra el sentir de los pueblos, el Presidente optó por apoyar a los voraces empresarios, a esa lamentable decisión añadió una curiosa forma de pedir a la oposición que no fuera a “politizar la muerte” (así dijo) de quien había sido asesinado a balazos: el dirigente Samir Flores, respetadísimo líder de los pueblos que encabezaban la oposición al proyecto, y que no “murió”, como dijo el Presidente, sino al que a tiros mataron y de ese modo acallaron, buscando intimidar de paso a los sobrevivientes.

Tal vez esa decisión y esa forma de eludir la palabra exacta, marcan la posición que, en los hechos, iría tomando el nuevo Presidente. Juntos, actos y expresiones verbales irían definiéndolo más que los meros calificativos. La sola enunciación de los mismos reveló que el gobierno del nuevo Presidente estaba o está en las antípodas de una Cuarta Transformación liberadora.

Del poco esperado y verdadero caminar se darían en la campaña electoral varios ofrecimientos que no cumplió, como el Proyecto Integral Morelos ya señalado, y la falta de una verdadera reforma educativa que sustituya a la mal llamada “reforma educativa” del régimen anterior, que en realidad busca reformar la educación “a modo de los empresarios” y controlar a los profesores con exámenes que se les aplican con base en algoritmos de una educación y un profesorado al servicio de las empresas y corporaciones, y frente a la cual puso como secretario de educación a quien siendo secretario de Gobernación con el presidente Zedilllo, que entre otras medidas autoritarias y represivas se negó a firmar los acuerdos de San Andrés, ya aprobados y firmados por sus representantes, y por todos los partidos políticos institucionales, así como por los rebeldes del EZLN que luchaban en busca de que los derechos de los pueblos indios para que fueran parte de la Constitución real y formal de la República, y que siguen luchando por que se respeten sus derechos a organizarse como comunidades realmente autónomas que practiquen la distribución del poder y el genuino respeto de la libertad y la democracia de las comunidades y redes de comunidades.

A la definición del actual gobierno con decisiones contrarias a los ofrecimientos de campaña al sentir, pensar y actuar de los pueblos y los trabajadores intelectuales con éstos que son los maestros urbanos y rurales atacados por la derecha desde los cristeros, se añadieron proyectos en que no fueron atendidas las experiencias históricas, ni los informes de los expertos, ni quienes ven en ellos amenazas para los pueblos comprobadas en la historia de México, de América Latina, e incluso de Estados Unidos.

Para la aprobación de varios de esos y otros proyectos que son objeto de diferencias se realizó una “consulta” legalmente obligatoria, pero simulada con encuestas de individuos que no representan el sentir ni la voluntad de las comunidades, ni su costumbre de “tomar acuerdo”. Los símiles de “consultas” en realidad se llevan a cabo con “muestras aleatorias” de “individuos”, seleccionados en formas que carecen de todo rigor técnico y científico, y que en términos de los especialistas en la materia no son ni “confiables” ni “válidas”.

Se trata de proyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico que corresponden a una larga historia de nuestro continente, particularmente dolorosa. El proyecto del Tren Maya nos hace recordar que –como es bien conocido– el desarrollo de los ferrocarriles en Estados Unidos está estrechamente vinculado a la geografía de la desaparición de los pueblos indios….

En cuanto al Corredor Interoceánico, sin duda antecedente de un canal acuático que dados los costos mucho menores de transporte, es perfectamente previsible en un futuro inmediato. El proyecto, nos recuerda que su predecesor –el Canal de Panamá– fue causa determinante para arrebatar un inmenso territorio a la República de Colombia con la que se fundó la República de Panamá. Las políticas de balcanización han sido preferentes en la política expansionista estadunidense, con Vietnam del Sur y del Norte, Corea del Sur y del Norte, o con los países centroamericanos que se desprendieron de la antigua capitanía de Guatemala, o la destrucción de Yugoslavia y su transformación en un conjunto de republiquetas. A semejantes desastres se añade el de los “two Méxicos” que el historiador y antropólogo Lesley Byrd Simpson distinguió hace mucho tiempo en su libro titulado Many Mexicos... Su previsión ha sido confirmada recientemente por la titular de la Secretaría de Gobernación, que en su plática en Miami con la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, le hizo ver, que ahora Estados Unidos va a contar con dos fronteras para la contención de las “bandas de tráfico de seres humanos” desplazados de los países centroamericanos y el Caribe…

A semejantes proyectos de pérdida de la soberanía, en México se añade el de un incremento de las “zonas económicas especiales”, cuya geografía, hasta ahora, es la que conviene al comercio internacional de puerto a puerto entre el Pacífico y el Golfo, y que puede crecer y articularse en forma de “nodos” que dominen algo más que la industria y el comercio y desde luego un mercado hasta hoy nacional en el que van a instalar redes fabriles y comerciales de corporaciones de Estados Unidos a los que la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, publicada el 1º de junio de 2016, otorga derechos y privilegios de que gozarán los sectores privado y público y en que sus delegados ejercerán su autoridad soberana.

Hechos y medidas no menos importantes son los que se presentan a la ciudadanía como muestra del valor físico y cívico del presidente López Obrador y su decisión de no quedarse en el poder aunque muchos lo censuren. Es el caso, por un lado, de dar término al Estado Mayor Presidencial con el mensaje de que él es un Presidente que se cuida solo o a quien lo cuida el pueblo y, por otro, de que propone una reforma legislativa que dé el derecho a la ciudadanía para la remoción del mandato y el mandatario cuando así lo juzgue el pueblo, medidas admirablemente democráticas, pero que dejan mucho que desear en términos de la estabilidad del país y de una facilidad creciente con que podrá derrocarse al jefe de Estado. A esas medidas y otras con que parece legitimarse el presidente López Obrador, y que en lo concreto afectan la estabilidad del Estado mexicano, se añaden otras, como la creación de una Guardia Nacional, cuyo proyecto original del Ejecutivo era del todo militarista y que sólo dejó en parte de serlo por una inmensa corriente en contrario de la opinión pública.

El Estado Mexicano era un Estado antigolpe, y si desde Guadalupe Victoria el Presidente disponía de una Guardia Presidencial, que más tarde se convirtió en Estado Mayor Presidencial bajo las órdenes directas del Presidente, en tiempos del general Ávila Camacho, el Estado Mayor Presidencial llegó a tener la misma capacidad de fuego que el Ejército nacional. La estabilidad del gobierno no sólo dependía de la lealtad de las fuerzas armadas sino, también, de la estructuración para el control de sus fuerzas. Ahora y en el futuro sólo dependerá de la lealtad de los militares, como en todos los estados de América del Sur, lo que por la experiencia histórica hasta hoy da a la política del imperio mucho mayor posibilidad de intervención abierta o encubierta.

Es el caso que, para sorpresa de muchos, la restructuración del poder como su ejercicio, cuando se les analiza en su conjunto y en sus partes, tienen más que ver con el neoliberalismo populista en sus explicaciones y en sus reformas o proyectos de reforma institucional, y que no es exagerado afirmar que estas reformas son neoliberales tanto cuando dan más importancia a la corrupción que al capitalismo como causa de la inmensa desigualdad, criminalidad y amenazas de ecocidio con sus proyectos de muerte tanto aislados como sumados que se atribuyen a la corrupción y no al modo de dominación y acumulación movido por la maximización de poder y riquezas del capitalismo, y en la inmensa mayoría de las medidas que el Ejecutivo toma para un desarrollo con políticas de muerte que de lo micro a lo macro que están llevando al término de la vida en la Tierra.

Por pequeña que parezca hoy, tarde o temprano, el EZLN, el Congreso Nacional Indígena y la Red de Redes Nacional de Pueblos y Comunidades serán quienes logren la Cuarta Transformación, con la democracia basada en el poder distribuido entre pueblos y trabajadores formales e informales, quienes como quiso la izquierda de la Revolución Francesa asuman la soberanía para el logro concreto de la independencia, la libertad y el socialismo que en México quisieron y quieren los antiguos y nuevos descendientes de Zapata.

Tomado de jornada.com.mx/ultimas/2019/04/07/a-donde-va-mexico-pablo-gonzalez-casanova-6475.html

COMUNICADO DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA Y EL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO A 100 AÑOS DEL ASESINATO DEL GENERAL EMILIANO ZAPATA

Foto José Carlo González [jornada.com.mx/ultimas/2019/04/10/cni-cig-y-frente-de-pueblos-se-declaran-en-alerta-ante-megaproyectos-2655.html/chinameca-1.jpeg-4418.html]


Declaración de Chinameca

A los pueblos de México y el Mundo
.
Hoy, 10 de abril de 2019, Chinameca y Amilcingo, Morelos, son la casa del Congreso Nacional Indígena, del Concejo Indígena de Gobierno, junto con organizaciones y colectivos que luchan y se organizan contra el capitalismo; los días 9 y 10 de abril nos dimos cita en este territorio en resistencia para reconocernos en la dignidad, el dolor y la esperanza ante el cobarde asesinato del compañero Samir Flores, perpetrado por el neoliberalismo y sus capataces. Para quienes ya se nos acabó el miedo, pues se convirtió en rabia y convicción.

A Samir lo seguimos viendo y escuchando. Camina entre nosotros y nos recuerda que el camino es abajo, que la dignidad no se vende y que la vida no se negocia. Hermano Samir, en nuestros pueblos vivos y luchando seguirás estando pues tu vida es esperanza para la nuestra.

Nos dimos cita también para conmemorar que el compañero general Emiliano Zapata vive y camina con nosotros, advirtiendo la traición y la mentira que desde lejos se percibe en los anuncios de muerte y guerra. Esa misma guerra que lo mató hace cien años y que nos arrebató a Samir, es la que nos hace convocarnos ante el hermano compañero general Emiliano Zapata, vivo y caminando la conciencia de los pueblos de Morelos, de este país y mundo que retiembla.

Aquí decimos nuevamente que la lucha por la tierra es también por la vida, pues la defensa de lo que es sagrado para los pueblos es un principio al que no renunciaremos. Hoy, a 100 años de que la traición y la mentira acabaran de forma cobarde con la vida del general Zapata, esa mentira y traición regresaron con un supuesto rostro de democracia, pero como entonces, esa palabra cuando viene de arriba solo significa la guerra, la suplantación y el engaño a toda la nación.

Al compañero General Emiliano Zapata lo saludamos alzando la voz en contra de los megaproyectos, que invaden la tierra de las comunidades que abajo nos construimos cada día mientras el gobierno neoliberal está decidido a convertir nuestro mundo en un cementerio, donde la destrucción y el sufrimiento de todos los pueblos aflora en los territorios indígenas.

Ante la grave crisis que sufrimos no solo los pueblos que somos, sino la humanidad y todo el mundo en la guerra con la que las empresas mexicanas y extranjeras están invadiendo nuestras tierras, nuestra madre tierra se conmociona con la destrucción ambiental y con el desmantelamiento de la organización de los pueblos. Mientras tanto los de arriba se jalonean lo que nos sostiene vivos, que es el territorio ancestral y sagrado que custodiamos.

Este gobierno capitalista les construye carreteras, canales, vías de ferrocarril, reordena el territorio del país para entregarles todo, les hace leyes a su favor y a favor del poderío del gran capital en el mundo, empezando por el gobierno de los Estados Unidos. Con cinismo, esa hidra se apresta para quitarnos lo que es nuestro, usando sus fuerzas militares o para militares, pues con su guerra concentran el poder y aumentan sus ganancias, que son mayores si las hacen sobre el cadáver de nuestra madre que, como lo hemos dicho hace cien años con nuestro compañero general Zapata y como hace miles de años con nuestros ancestros, es la tierra, está viva y a ella nos debemos.

Desde Chinameca, lugar donde los malos gobiernos pensaban que acabarían con la palabra del general Zapata, nos dirigimos con respeto a los pueblos de este país y a los pueblos del mundo para llamarlos a escucharnos y a sumar los caminos que tienen un mismo horizonte, abajo y a la izquierda.
Hoy la lucha de los pueblos originarios se hace fuerte con la palabra y organización de las mujeres que muestran al mundo rumbos profundos, tejen con dignidad los caminos de libertad y sin pedir permiso abren los caminos que el patriarcado capital les niega y destruye.

Reconocemos la traición descarada del mal gobierno federal, del que no aceptamos sus cínicas mentiras, que lo descubren ante quienes le creyeron, ante quienes pensaron que con la mentira llamada “elección histórica” o “cuarta transformación”, o como quiera nombrarse, se pararía el despojo, la corrupción que hace al Estado un vulgar ratero de lo que es de todos, que cumpliría su palabra con los maestros y maestras en lucha, para quienes pensaron que se acabaría la pesadilla militar, para quienes pensaron que se defendería alguna soberanía nacional.

En cambio, mandando y poniendo a los pueblos una pistola en la cabeza nos quieren imponer un reordenamiento capitalista al servicio del gran poderío estadounidense en el istmo, ofreciéndole los minerales, el agua, la tierra. Promete a los depredadores de la medre tierra, respetarles concesiones y permisos obtenidos con la más sucia corrupción. Ofrece a los extranjeros dueños de la economía turística el desmantelamiento de la propiedad social en la península de Yucatán. Garantiza al gran capital el funcionamiento de la termoeléctrica en Huexca, Morelos, a pesar de la vida de los pueblos del volcán.

A cien años del asesinato del compañero general Emiliano Zapata nos declaramos en alerta ante la urgencia con la que las empresas y los mercenarios en los que se respaldan y que están tanto en el gobierno como en los cárteles de la delincuencia organizada, de una forma salvaje y letal están apropiándose de nuestros territorios, parándose sobre la destrucción que han dejado no solo en nuestro país, sino en el mundo.

Es ese gobierno neoliberal, que muchos pensaron que era de izquierda, el que no solo declaró la guerra a nuestros pueblos, sino que es parte de la guerra contra la humanidad, esa que no da tregua a la vida porque no representaría ganancias.

La guerra invade todos los rincones y toma muchas formas para poder sacar la última gota de vida a la madre tierra, los capitalistas se aprestan a posesionarse de la vida, porque ellos saben que se está acabando y si la vida se agota, como cualquier mercancía en el mercado, deja mayores ganancias.

Hoy, hermanas y hermanos de muchos países llegan en multitudes buscando refugio de la tragedia en la que el poder del dinero convirtió su casa, sus comunidades, sus ciudades. Buscan refugio de las guerras que hicieron de sus geografías espacios inhabitables.

Al compañero general Emiliano Zapata y al compañero Samir Flores les decimos que sus semillas de libertad, democracia y justicia, nacen y crecen en cada rincón donde nombramos la vida, donde les nombramos con la resistencia de los pueblos que apostamos a un nuevo mundo.

Desde Chinameca, Morelos, a 10 de abril de 2019

Por la reconstitución Integral de Nuestros Pueblos

Nunca Más un México sin Nosotros

Congreso Nacional Indígena

Concejo Indígena de Gobierno

congresonacionalindigena.org/2019/04/11/comunicado-del-congreso-nacional-indigena-y-el-concejo-indigena-de-gobierno-a-100-anos-del-asesinato-del-general-emiliano-zapata/

miércoles, 10 de abril de 2019

Mensaje del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en los 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata



MÉXICO.

Abril del 2019.

A los familiares y amistades de Samir Flores Soberanes:

A la Asamblea de la Resistencia de Amilcingo:

Al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos-Puebla-Tlaxcala:

Al Congreso Nacional Indígena:

Al Concejo Indígena de Gobierno:

A la Sexta nacional e internacional:

A las Redes de Apoyo al CIG y Redes en Resistencia y Rebeldía:

A quienes luchan contra el sistema capitalista:

Hermanas y hermanos:

Compañeros y compañeras:

  Les escribe el Subcomandante Insurgente Moisés a nombre de las mujeres, hombres, niños y ancianos zapatistas. La palabra que les mandamos es colectiva y me toca a mí, como vocero del EZLN, escribirla.

  Por lo mismo, desde las montañas del sureste mexicano llega hoy a las dignas tierras de Emiliano Zapata y sus sucesores -como lo fue y es Samir Flores Soberanes, nuestro hermano y compañero de lucha en defensa de la vida-, el abrazo que no es sólo mío sino de todos los pueblos zapatistas de tzotziles, choles, tojolabes, zoques, mames, mestizos y tzeltales.

  Recíbanlo, hermanas y hermanos, porque es un abrazo que les damos nosotras, nosotros, zapatistas del EZLN, porque les respetamos y admiramos.

 No hemos podido estar presentes junto a ustedes, que es lo que hubiéramos querido. La razón es muy sencilla y tiene la bandera del mal gobierno. Porque en nuestras montañas y valles ha aumentado la presencia militar, policíaca, paramilitar, y de espías, orejas e informantes. Han reaparecido los sobrevuelos de aviones y helicópteros militares, así como de vehículos artillados, como en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari; de Ernesto Zedillo Ponce de León, tutor político del actual titular del poder Ejecutivo; de Vicente Fox Quesada luego de la traición de los Acuerdos de San Andrés; del psicópata Felipe Calderón Hinojosa; y del ladrón de corbata y copete Enrique Peña Nieto. Lo mismo, pero ahora con más frecuencia y mayor agresividad.

  Y los patrullajes y sobrevuelos no siguen las rutas del narcotráfico, ni las de las agobiadas caravanas de las hermanas y hermanos migrantes que huyen de una guerra que se niega a decir su nombre… para entrar a otra que se esconde detrás de un ejecutivo federal parlanchín y pendenciero. No, esa amenaza de muerte recorre por aire y tierra las comunidades indígenas que han decidido mantenerse en resistencia y rebeldía para defender la tierra, porque en ella está la vida.

  Ahora, además, miembros del Ejército Federal y Fuerza Aérea se adentran en las montañas y aparecen en las comunidades diciendo que viene la guerra y que sólo están esperando órdenes de “mero arriba”. Y algunos se hacen pasar por lo que no son ni nunca serán, según esto para conocer los supuestos “planes militares” del EZLN. Tal vez ignorando que el EZLN dice lo que hace y hace lo que dice… o tal vez porque el plan es montar una provocación y luego culpar al EZLN. El mismo método de Ernesto Zedillo Ponce de León, y de su lacayo Esteban Moctezuma Barragán, hoy encargado de emboscar al magisterio democrático.

  En realidad, en todo eso, el mal gobierno actual es como sus antecesores. Pero cambia ahora la justificación: hoy la persecución, acoso y ataque a nuestras comunidades es “por el bien de todos” y se hace bajo la bandera de la supuesta “IV Transformación”.

  Pero no es de esto que les queríamos hablar. Después de todo cualquier denuncia es luego desacreditada porque, según el Poder Ejecutivo Federal, la realidad está en la categoría de “radical de izquierda conservadora”, que quiere decir que cualquiera que no tenga paga y critique al supremo gobierno, ni siquiera alcanza a ser “fifí”; será eso o la ocurrencia que se dé en las mañaneras y que luego sea festinada por sus huestes en las redes sociales que son “modernas” sólo porque su fanatismo es digital, pero tienen los mismos argumentos de quienes han aplaudido y aplauden los excesos de las tiranías que en el mundo han sido, y a quienes se podrían repetir las palabras de Emiliano Zapata Salazar: “La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía.

  De lo que en estas tierras chiapanecas pasa, pues es más de lo mismo que hemos padecido desde hace ya más de 25 años. Y repetimos lo que antes señalamos: allá arriba son lo mismo… y son los mismos. Y la realidad les quita el maquillaje con el que quieren simular un cambio.

Hermanas y hermanos:

Compañeros y compañeras:

  Lo que queremos decirles, señalarles, es lo grande de su resistencia.

  No sólo por el símbolo de levantarla cuando los de arriba celebran una traición: la que asesinó a un individuo de nombre Emiliano Zapata Salazar; y que fracasó en detener una causa, la que hoy pervive en muchas siglas en todo el territorio de esto que todavía llamamos México: el zapatismo.

  Su causa de ustedes es inspiradora para cualquier persona honesta en el mundo, porque su lucha es por la vida. No es una apuesta por dinero, puestos, regalos. Es para las generaciones que no vendrán si triunfa la soberbia del Mandón y son destruidas las comunidades.

  Por eso su lucha no sólo merece ser saludada y apoyada, también debiera ser replicada en todos los rincones del planeta donde, bajo la bandera de los supuestos “orden y progreso”, se destruye la naturaleza y a quienes la habitan.

  Hay veces que las causas se concretan en una persona, hombre, mujer u otroa. Y entonces esa causa tiene nombre, apellido, lugar de nacimiento, familia, comunidad, historia. Como en Emiliano Zapata Salazar, también es el caso del hermano y compañero Samir Flores Soberanes, a quien quisieron comprar, a quien quisieron rendir, a quien quisieron convencer de dejar sus ideales. Y él no se dejó, por eso lo asesinaron. Porque no se vendió, porque no se rindió y porque no claudicó.

  Quienes se sintieron aliviados por su asesinato y luego realizaron una supuesta “consulta” para burlarse así de la tragedia, pensaron que ahí terminaba todo; que la resistencia en contra de un megaproyecto, criminal como todos los megaproyectos, se apagaría junto con las lágrimas que arrancó la ausencia del hermano y compañero.

  Se equivocaron, como se equivocaron Carranza y Guajardo cuando creyeron que Zapata acababa en Chinameca.

  Como se equivoca el actual ejecutivo federal cuando, alardeando su ignorancia sobre la historia y cultura del país que dice “mandar” (su libro de cabecera no es “Quién gobierna”, sino “Quien manda”), pretende amistar a Francisco I. Madero con Emiliano Zapata Salazar. Porque, así como Madero quiso comprar a Zapata, el mal gobierno quiso comprar a Samir, y a los pueblos que resisten, con apoyos, proyectos y demás mentiras.

  Los pueblos y Samir respondieron con su empeño de resistencia, algo que enorgullecería al Emiliano Zapata que señalaba que no se le compraba con oro y que aquí (en las tierras de Morelos) todavía había y hay hombres -nosotros agregamos “y mujeres y otroas”- con vergüenza.

  La ignorancia y la soberbia que le dan identidad al actual jefe del mal gobierno, tampoco son nuevas. Como no es nuevo que tenga una corte de aduladores. Un grupo de sinvergüenzas que acomodan la historia al contentillo del tirano y lo presentan como la culminación de los tiempos. Y le aplauden y repiten, con una lambisconería sin recato, cuanta tontería sale de su cabeza. Él decreta que se acabó el neoliberalismo, y su corte acomoda cifras, hechos, proyectos para ocultarlos detrás del escenario de la autodenominada “Cuarta Transformación”, que no es sino la continuación y profundización de la etapa más brutal y sanguinaria del sistema capitalista.

  Pero, además, el grupo de aduladores que el tirano convoca, se completa con lacayos de todo tipo y condición, quienes se desviven, y matan, para cumplir los deseos manifiestos o supuestos del capataz en turno.

  Por eso el titular del ejecutivo no necesita ordenar que se asesine, desaparezca, denigre, calumnie, encarcele, despida, destierre a quien no le rinde adoración.

  Basta que en el templete o en los medios de comunicación o en las redes sociales, ejerza lo que él llama “derecho de réplica”, para que los lacayos vean la forma de cumplir los deseos de su amo y señor.

  Pero todos los tiranos temen cuando se levanta una causa que, como la de ustedes -que es la nuestra-, es justa y humana.

  Piensan que asesinando a líderes y a rostros visibles, las causas mueren junto con ellos.

  No sabemos quienes asesinaron al compañero Samir. Sabemos quien lo señaló. Quien, con voz chillona e histérica, lo marcó para que luego sicarios, ansiosos por agradar al jefe de las fuerzas armadas federales, cumplieran la sentencia dada en el templete convertido en tribunal.

  No hubo “derecho de réplica” para Samir Flores Soberanes, ni lo hay para los pueblos que resisten contra el proyecto de muerte llamado “Proyecto Integral Morelos”, megaproyecto que sólo significará ganancias para grandes capitalistas cuyas sedes están en Italia y en la España a la que se le demanda pedir perdón por la conquista que inició hace 500 años y que ahora el mal gobierno continúa.

  Todo esto ya lo saben ustedes, hermanas, hermanos, compañeros, compañeras. Pero lo repetimos por el coraje y la rabia que nos dan el asesinato de Samir y la soberbia de quien allá arriba cree que manda y ni siquiera gobierna.

  Nos da rabia y coraje que para los de abajo sólo se ofrezca el desprecio de las limosnas disfrazadas de programas asistenciales o las amenazas por no doblegarse; y que para los de arriba, que son quienes luego traicionarán a quien hoy acarician, haya sonrisas, brindis y declaraciones tranquilizadoras.

Compañeros y compañeras:

Hermanas y hermanos:

  Sabemos también que éste, como los anteriores malos gobiernos, quiere secuestrar la imagen de Emiliano Zapata Salazar para que, con su muerte, muera también la defensa de la tierra, que es como nosotros, los pueblos originarios, llamamos a la vida.

  Y sabemos lo más importante, lo que en verdad cuenta: los pueblos originarios seguiremos en la rebeldía y la resistencia.

  No importa que nos llamen “conservadores”, o, como hace 100 años a los zapatistas del Ejército Libertador del Sur, “bandidos”.

  Como sus anteriores, el mal gobierno actual y sus lacayos “modernos” pueden decirnos lo que les venga en gana.

  Nuestra palabra y silencio son más grandes que sus grititos histéricos.

  La lucha zapatista pervivirá, los pueblos originarios pervivirán.

  En las ciudades y los campos de todo el planeta se levanta también la lucha de grupos, colectivos y organizaciones de mujeres, colonos, artistas, jóvenes, científicos, trabajadores, empleados, maestros, estudiantes, otroas.

  No importa su tamaño, sino su decisión. Con todos ellos, ellas, elloas, con respeto y solidaridad, se habrá de levantar una red mundial de rebeldía y resistencia contra la guerra que, si el capitalismo triunfa, significará la destrucción del planeta.

  Vendrán y se irán malos gobiernos, pero el color de la tierra persistirá y con él todos los colores de quienes en el mundo se niegan a la resignación y el cinismo, quienes no olvidan y no perdonan, quienes llevan la cuenta de agravios, encierros, desapariciones, muertes, olvidos.

  En ese pensamiento y ese corazón colectivos, renacerá el mundo que hoy agoniza.

  Los tiranos de todos los colores se derrumbarán junto al sistema al que sirven.

  Y para el mundo habrá al fin vida, como debe ser la vida, es decir, libre.
  Mientras llega ese momento, no dejaremos de traer a cada uno de nuestros días, la vida de lucha de Emiliano Zapata Salazar y de Samir Flores Soberanes.

  Y en nuestra lucha cotidiana, se hará verdad el grito que hoy es nuestra bandera: Zapata y Samir viven, y la lucha sigue por…

¡TIERRA Y LIBERTAD!

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés.

México, abril del 2019.


enlacezapatista.ezln.org.mx/2019/04/10/comunicado-del-ejercito-zapatista-de-liberacion-nacional-2/

sábado, 6 de abril de 2019

Zapata: lucha, legado y memoria


Cuando, en 1911, Emiliano Zapata se unió a la lucha de Francisco I. Madero en contra del dictador Porfirio Díaz (1876-1911) lo hizo porque en su Plan de San Luis, Madero tenía declarado un reparto de tierra. Sin embargo, una vez en el poder, Madero pidió que los zapatistas se desarmaran y tuvieran paciencia. En su gobierno el nuevo presidente preservó diversos funcionarios y jueces porfiristas, los mismos que bajo el lema de Orden y Progreso presidieron sobre un sistema que concentró tierra, industria y ferrocarriles en manos de una pequeña élite nacional y sus aliados extranjeros.

Ante la insistencia de Zapata que Madero restituyera las tierras acaparadas por los hacendados éste le ofreció un rancho al cual Zapata se podría retirar y tranquilamente cultivar la tierra. Zapata, indignado, le respondió que él no se había integrado a la Revolución para convertirse en hacendado. Fiel a los anhelos campesinos por tierra y autonomía, Zapata seguiría luchando ahora contra Madero, después contra Victoriano Huerta y finalmente contra Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
En contra de ejércitos más poderosos y mejor armados, los zapatistas –junto con los villistas– ocuparon la ciudad de México en 1914. En 1915, en control del territorio morelense, los zapatistas implementaron el Plan de Ayala, transformando un estado que las políticas porfiristas habían vuelto una gigante hacienda azucarera en un territorio donde ahora los pueblos eran dueños de las tierras, decidían qué sembrar y cultivaban de acuerdo con sus usos y costumbres. Al Plan de Ayala le siguieron varios decretos de Zapata que establecieron un banco de crédito para pequeños productores, un ministerio de agricultura para apoyar con semillas e iniciativas para que no sólo los pueblos, sino también los peones acasillados recibieran tierras. Estas iniciativas se fueron extendiendo a Puebla, el estado de México, Michoacán y Guerrero.

Nunca se había implementado en el país un proyecto de tales dimensiones y Carranza y Obregón tomaron nota. Para derrotar a los zapatistas no sólo se necesitaría de una brutal fuerza militar, sino también de un reparto agrario y otras reformas sociales que dieran legitimidad a su propio y limitado proyecto liberal, preocupado más por reformas políticas como la no reelección, que por cambios estructurales como la destrucción del poder de la clase hacendada.

Aunque en la Revolución las fuerzas zapatistas fueron derrotadas, su lucha, visión e ideales determinaron de manera fundamental la Constitución de 1917 y el proyecto nacional posrevolucionario. Asesinado Zapata en Chinameca el 10 de abril de 1919 sus herederos seguirían su la lucha no sólo por reivindicaciones materiales sino también por recuperar la memoria del Caudillo del Sur e insistir en sus principios de justicia. Y es que en las décadas siguientes la Revolución hecha gobierno difundía una imagen de Zapata extirpada de toda radicalidad como uno más de los héroes revolucionarios empeñado simplemente en derrocar a Díaz. Si entre él, Madero y Carranza existían diferencias, éstas se reducían a que Zapata, como simple campesino, no tenía una moderna visión nacional.

Pero habría de no confundir la modernidad con el capitalismo, cuyos excesos primero provocaron la lucha zapatista y cuya esencia estos campesinos empezaron a destruir al implementar el Plan de Ayala en el territorio bajo su control. La calidad conservadora que pudiera tener el mundo campesino tiene mucho más que ver con su negación de padecer una injusticia que desborda su economía moral que a rehusarse a una nueva forma de organización social. De allí la constante resistencia del México profundo a proyectos económicos basados en su eliminación. Eso no es oponerse al progreso, es luchar por la humanidad.

Desde el poder, la dinámica, creativa, tenaz y consistente lucha revolucionaria zapatista se ha querido ocultar mediante la apropiación de la figura de Emiliano Zapata llegando a extremos que representan un insulto a la memoria histórica. El presidente José López Portillo, por ejemplo, en 1979, intentó trasladar sus restos de Cuautla al Monumento de la Revolución en Ciudad de México para que allí yacieran junto a los de Venustiano Carranza, el general que lo mandó matar. En 1992 el presidente Carlos Salinas anunció su reforma del artículo 27 frente a una gran imagen de Zapata con la cínica aseveración de que El Caudillo del Sur apoyaría los cambios que ahora privatizaban el ejido y declaraban nulas las pendientes peticiones de tierra.

Pero los pueblos tienen memoria y anhelo de justicia. Por eso han reivindicado el legado de Zapata. Desde la lucha de Rubén Jaramillo (él mismo integrante de las fuerzas zapatistas) quien, desde finales de la década de los años 30 hasta su asesinato por el Ejército en 1962, emprendió una lucha agraria, a los veteranos zapatistas de la Revolución que día y noche vigilaron la tumba del general Zapata para que el gobierno no llevara sus restos a Ciudad de México, al EZLN que en 1994 lanzó su ¡Ya Basta! a las reformas neoliberales, a los pueblos del oriente de Morelos que hoy se oponen a la construcción de una termoeléctrica que devastaría sus tierras y aguas, Zapata, como ejemplo, símbolo e inspiración de lucha sigue vivo.

A un siglo de su muerte, su lucha aún continúa.

*Profesora-Investigadora del Massachusetts Institute of Technology. Autora del libro Después de Zapata. El movimiento jaramillista y los orígenes de la guerrilla en México (1940-1962) (Akal, 2015).

Tomado de jornada.com.mx/2019/04/06/opinion/015a1pol