sábado, 28 de febrero de 2015

Los de Abajo. Félix Serdán Nájera.



Por Gloria Muñoz

Zapatista de los de antes y de los de ahora, luchador hasta su último suspiro, extremo en su sencillez, maestro de maestros, de los que siempre estuvieron dispuestos a dar la vida por las mejores causas, don Félix Serdán Nájera se fue acompañado de su pueblo morelense, entre vivas y música, arropado por las banderas de México y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, además de un enorme paliacate rojo. Se fue sin los grandes honores institucionales a los que siempre dio la espalda. Se fue con sus heridas de combate, con sus historias en las cárceles de los poderosos; se fue tranquilo, se fue contento, satisfecho con sus 98 años a cuestas.

Desde muy jovencito se unió a las fuerzas zapatistas encabezadas en Morelos por Rubén Jaramillo, quien, a la muerte del general, continuó la lucha por la tierra en la etapa posrevolucionaria. Cuenta el periodista Ricardo Montejano, su biógrafo, que a la sombra de unos arbustos, y precisamente en la zona de Puebla-Guerrero donde se había elaborado el Plan de Ayala, fue Félix quien con su máquina tecleó el Plan de Cerro Prieto, en su versión original, que era un llamamiento conciso de dos hojitas, que contenían el ideario.
Zapatista, jaramillista y neozapatista desde los primeros meses de 1994, don Félix Serdán acompañó a los pueblos mayas de Chiapas durante más de 20 años. En abril de 1994, a la pequeña comunidad tzeltal de Prado Payacal, en la cañada de Patiwitz, Selva Lacandona, don Félix llegó con toda su sencillez a ofrecer sus servicios. Los insurgentes zapatistas lo recibieron con todos los honores, formaron filas, lo saludaron militarmente y le otorgaron el grado de mayor honorario. Acompañó después la fundación del Congreso Nacional Indígena, como en 1992 lo hizo con el Consejo de Resistencia 500 Años, en Guerrero.

Hombre de confianza de Rubén Jaramillo, asesinado a traición el 23 de mayo de 1962 junto a su esposa y sus tres hijos en Xochicalco, Morelos, don Félix dictó el 23 de septiembre de 2007, a los 90 años de edad, su testamento político. Montejano grabó para la posteridad sus emotivas palabras: Mi deseo fundamental es que el Instituto Cultural Rubén Jaramillo no quede abandonado, que haya interés de compañeros, que busquen la mejor forma para que esto avance, para que sirva a nuestro pueblo. Es necesario que dejen la apatía, que se cultiven y adquieran conocimientos, porque estamos en medio de una tempestad política, y si no despertamos seguiremos siendo arrollados por esa tempestad que se ha iniciado.

Digno y discreto no pidió nada para él. El reconocimiento más grande que se le puede hacer es hacerle frente a la tempestad. Y honrar la memoria de quien fuera su guardián.

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lunes, 16 de febrero de 2015

Acerca del mentiroso, calumniador y deshonesto Guillermo Almeyra

Acerca del mentiroso, calumniador y deshonesto Guillermo Almeyra
Por Javier Hernández Alpízar

Como viene haciendo desde 2005- 2006, Guillermo Almeyra vuelve a mentir acerca del EZLN. En su artículo del domingo 8 de febrero de 2015 en La Jornada “Sobre el boicot de las elecciones en Guerrero”, un texto en el cual apoya el boicot a las elecciones en ese estado, calumnia al EZLN atribuyéndole algo que nunca hizo y culpándolo del arribo al poder de Calderón así como de la guerra sucia que éste desató.

El texto calumnioso de Almeyra dice: “Esto diferencia profundamente el boicot propuesto por los padres de Ayotzinapa de la mera abstención propuesta en las dos últimas elecciones generales por el EZLN, que no convenció ni en Chiapas y sólo sirvió para que Calderón ganase por un puñado de votos a su oponente que, pese a sus limitaciones políticas, habría ahorrado a México miles de muertos y desapariciones y la destrucción completa de la legalidad.”[1]

Primera mentira: EL EZLN jamás llamó a la abstención ni en 2006 ni en 2012. Nadie puede encontrar un llamado público del EZLN a abstenerse porque no lo hay. EL EZLN, desde 2001, al verse traicionado por toda la clase política, rompió con todos los partidos y con todos los personeros de la clase en el poder. Lo hizo explícito en varias ocasiones antes de 2005, pero en ese año, previo al lanzamiento de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, lanzó un texto llamado “La (imposible) ¿geometría? del poder en México”[2] en cual critica la falta de definición de la izquierda frente a la derecha y rechaza a todo el espectro electoral. Luego lanzó la Sexta Declaración convocando a formar otra izquierda, al margen y dando la espalda al proceso electoral: no llamó a votar por nadie ni a no votar, ni el EZLN ni la Sexta Declaración le dicen a nadie qué hacer con su credencial de elector.

Con las críticas del EZLN a toda la clase política pasó algo muy curioso: La Jornada y los demás medios comerciales magnificaron y destacaron solamente las críticas a López Obrador. A él le convino incluso porque el deslinde del EZLN respecto a su candidatura le permitió aparecer como el candidato moderado que es y eso convenció a un sector del electorado a apoyarlo. Pero el EZLN y en general la Otra Campaña no solamente criticaron duramente al PRD y a AMLO sino al PRI y al PAN. En territorio de Xi Nich (La Hormiga) en Chiapas el EZLN llamó a no dar ni un voto al PRI porque es un partido que ha matado a indígenas (guerra sucia, paramilitarismo en Chiapas, Acteal) En Guanajuato llamó a un boicot al PAN. Esas notas no las destacó La Jornada. Ocultó en páginas interiores ese lado del discurso del EZLN y la Otra Campaña mientras sus columnistas como Guillermo Almeyra, Octavio Rodríguez Araujo, Jaime Avilés, Julio Hernández y sus caricaturistas como El Fisgón se dedicaban a calumniar al EZLN haciéndolo aparecer como aliado del PRIAN.

Casualmente hoy ya Almeyra critica al PRI- PAN- PRD, pero jamás reconocerá (le falta la honestidad intelectual necesaria) que los zapatistas tuvieron la razón en sus críticas a esa falsa izquierda y a su colaboracionismo en momentos clave como la traición a los acuerdos de San Andrés, la aprobación de la Ley Televisa, la Ley Monsanto o la agresión de 2006 al pueblo de Atenco. Sin reconocer que el EZLN fue veraz en sus críticas, ahora Almeyra miente diciendo que el EZLN llamó a abstenerse en 2006 y 2012. En 2012 los zapatistas no publicaron nada sobre las elecciones y en 2006 durante la Otra Campaña se opusieron a que las corrientes abstencionistas, que las había y las hay, en la Otra Campaña impusieran su criterio a los demás. No votar no fue requisito para estar con la Sexta: el compromiso es organizarse en una forma de lucha civil, pacífica y no electoral. Votar o no votar es cosa de cada uno. Yo personalmente vi como en una plenaria Marcos se opuso al criterio de los abstencionistas de obligar a los adherentes a no votar.

Almeyra, como los otros calumniadores profesionales de La Jornada, achaca al EZLN el triunfo de Calderón: olvida a los operadores de Elba Esther que operaron el fraude en 2006 desde dentro de las filas del PRD, olvida que ya Rodríguez Araujo había hecho un sesudo estudio académico para demostrar que los adherentes a la Sexta éramos tan pocos que no contábamos. Olvida que el fraude no solamente fue obra de la derecha sino de la tibieza de AMLO para realizar una acción que de verdad impidiera el fraude, siempre posponiendo las cosas para la siguiente elección.

En fin, cada vez que los calumniadores profesionales insistan en sus mentiras contra el EZLN y la Sexta Declaración iremos exhibiéndolos: ¿Han discutido acerca del silencio de AMLO y de Ebrard sobre el papel del ejército en la guerra sucia de Calderón y de EPN? ¿Han discutido por qué ningún territorio gobernado por la izquierda electoral, chuchos o amlos, fue la excepción en la sangría del país?

En el país de los desaparecidos, de Proceso, número especial, se informa: “Entre los jóvenes desaparecidos en el rango de 15 a 29 años sobresale otro dato: el RNPED de Calderón indica que más de la mitad (54%) son muchachos y muchachas de entre 15 y 19 años; en el de Peña Nieto ese dato desciende a 40.6%.

“A su vez, la base de datos del gobierno de Calderón muestra que el Distrito Federal es, con mucho, la entidad federativa donde desaparecieron más mexicanos entre 2007 y 2012: 7 mil casos (29%); en cambio, en la del gobierno de Peña Nieto la entidad con más desaparecidos entre 2007 y 2014 es Tamaulipas: 5 mil 293 casos (23%).”[3]

¿Por qué la entidad con más desaparecidos es el DF (incuso si no fuera la que entidad que tiene más desaparecidos, la cantidad es escandalosa para ser un territorio gobernado por “la esperanza”? ¿No se supone que la guerra de Calderón podría haberse evitado con los gobernantes del lópezobradorismo? La frase de Almeyra es pura especulación, pero la violencia criminal y de Estado en territorios gobernados por el lópezobradorismo como Chiapas (Juan Sabines), Guerrero (Aguirre) y el DF no le dan la razón a Almeyra.

Este tipo de cuestiones no le preocupan a Guillermo Almeyra, ahora apoya “tácticamente” (oportunistamente) el boicot propuesto por los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa, pero calumnia al EZLN atribuyéndole lo que no ha hecho y acusándolo de los crímenes del calderonismo, de los cuales son corresponsables los gobiernos del PRD y del lópezobradorismo, los cuales pese a decir no reconocer al espurio cogobernaron con él. ¿Cuántos civiles fueron asesinados en los operativos de la CONAGO, encabezada por Ebrard, solamente porque el entonces aspirante a candidato quería decir a los de arriba que él también apoyaba el estado policiaco?

Finalmente, comparto un texto que ya había posteado en redes sociales, ahora le pregunto a Guillermo Almeyra y a los columnistas de La Jornada ¿dónde está el pronunciamiento de AMLO o Ebrard sobre el papel del ejército en la guerra sucia de Calderón y de EPN?

“López Obrador tuvo una oportunidad de oro para investigar a las manos anónimas autoras de la violencia contra defensoras de derechos humanos. Fox era presidente, AMLO era jefe de gobierno del DF y Bernardo Bátiz (surgido de las filas del panismo) era su procurador de justicia. Asesinaron a Digna Ochoa, un crimen de graves consecuencias, una de las primeras víctimas de un nuevo ciclo de guerra sucia. ¿Investigaron al ejército, a la policía, a la mafia del poder? No. Hurgaron en la psique de la víctima. la criminalizaron, la acusaron de asesinarse a sí misma y de hacerlo con dolo, de manera que pareciera que el pobrecito gobierno (foxista, suponemos) la mató. Cerraron el caso, dejaron libres a los autores materiales e intelectuales del crimen. Tal vez para esa izquierda moderada que esperaba llegar al poder en 2006 Digna era una “ultra” que había defendido a otros “ultras”. La familia de Digna logró con mucho trabajo que reabrieran el caso en el periodo de Ebrard. Incluso hubo una exhumación del cadáver. Pero Ebrard y su procurador repitieron la mentira: “fue suicidio”. Hoy el caso está aceptado por el CIDH, violaron los derechos humanos de Digna y de sus deudos al denegarles justicia. Lo que tenían en común AMLO y Ebrard era que ambos querían ser candidatos y por eso ambos mandaron un mensaje a los poderes fácticos: no iremos a fondo, perdonaremos lo que tengamos que perdonar. Sacrificaron a la víctima a un cálculo electoral.

“Dos sexenios de panismo y de nuevo con el PRI en el poder, y los crímenes de estado como el que acabó con Digna se han masificado. AMLO ha explotado a fondo su retórica con la mafia del poder, ahora truena contra Moreno Valle pero calló y calla sobre Juan Sabines el ex gobernador contrainsurgente de Chiapas, o sobre Ebrard y Mancera y sus gobiernos represivos y leales a EPN en el DF.

“Por cierto: ¿Alguien, en todos estos años, ha escuchado una denuncia directa de labios de AMLO o de Ebrard acerca del papel del ejército en esta tragedia nacional?

“Si alguien tiene una referencia al respecto, se agradecería la información…”

[1] Almeyra, http://www.jornada.unam.mx/2015/02/08/opinion/018a1pol
[2] EZLN, http://www.jornada.unam.mx/2005/06/20/index.php?section=politica&article=008n1pol
[3] Proceso, http://desaparecidos.proceso.com.mx/3/

Vía Zapateando

Fuente: http://www.radiochimia.org/2015/02/16/acerca-del-mentiroso-calumniador-y-deshonesto-guillermo-almeyra/

sábado, 14 de febrero de 2015

Ayotzinapa: indignación y justicia. Por Tanalís Padilla

 Imagen tomada de: http://rubenluengas.com/wp-content/uploads/2014/10/Ayotzinapa.jpg


A cuatro meses y medio de los asesinatos de tres normalistas y la desaparición de sus 43 compañeros, los estudiantes de Ayotzinapa, los padres de familia y un importante sector de la comunidad nacional e internacional siguen el camino de lucha. Mientras el gobierno intenta dar por terminada la investigación y sus apologistas han querido culpar a los mismos alumnos por la violencia de la que fueron víctimas, las movilizaciones en torno a los desaparecidos expresan su indignación y buscan justicia.

Con el saldo de 100 mil muertos y 20 mil desaparecidos desde que el ex presidente Felipe Calderón declaró su guerra contra el narcotráfico, pareciera que nos hubiésemos acostumbrado (o peor aún, aceptado) al irrisorio nivel de violencia que esta iniciativa –continuada por el presidente Enrique Peña Nieto– ha engendrado. Por eso al gobierno se le hizo inicialmente fácil descalificar los ataques del 26 y 27 de septiembre como medio centenar de víctimas más. Ha intentado presentarlo como asunto meramente local, como riñas entre grupos delictivos, como un caso excepcional que nada tiene que ver con la injusticia estructural, como todo menos lo que es: un crimen de Estado.

Muchos se han preguntado por qué este caso y no los miles de anteriores fue capaz de despertar tal nivel de indignación. Aquí hay un factor imprescindible: la larga tradición de resistencia que posee la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. La reacción inmediata de los jóvenes agredidos fue denunciar. No obstante las amenazas y los ataques que los normalistas sufrieron la misma madrugada del 27 al reclamar las primeras agresiones, los Ayotzis siguieron levantando su voz de protesta.
Esta voluntad de resistir tiene larga trayectoria en las normales rurales en general y en la de Ayotzinapa en particular. La tradición de lucha es inmediatamente palpable para cualquiera que haya visitado la escuela. El ejemplo más visible son los murales: unos celebran a filósofos y revolucionarios como Marx, Lenin, Engels, el Che Guevara, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y el subcomandante Marcos; otros documentan luchas sociales y la represión con las que el Estado las ha recibido. Hay también murales que denuncian la devastación social que ha significado el modelo neoliberal, así como imágenes que captan la importancia de la escuela normal dentro del proyecto cardenista.

Los murales muestran que las nociones de justicia que posee la cultura estudiantil de la normal de Ayotzinapa tienen varios referentes: el materialismo histórico, la Revolución mexicana, el cardenismo, la lucha guerrillera de los 70 y la rebelión indígena de los 90 y principios del siglo XXI.

Los referentes cambian, se entremezclan y son renovados. Su heterogeneidad no representa una falta de consistencia ideológica, sino una constante búsqueda de alternativas a un modelo económico que quiere imponer la aceptación de la injusticia como algo natural, inevitable o, más aún, la culpa de los que más la padecen.

Hay diferencias fundamentales de la escuela que educa para la esclavitud y la servidumbre y la escuela que educa para la democracia, escribió José Santos Valdés, pedagogo, director de varias normales rurales e inspector de enseñanza normal. El profesor Santos Valdés abogó siempre por una escuela y un código de disciplina basado en la activa participación de los alumnos, a la que también se sometieran maestros y directores. Dentro de la misma SEP, se le dijo al profesor que eso era comunismo. “Claro está –respondió– es una forma de comunismo que los alumnos, que son la inferioridad, pidan estar al tanto de las cuentas y los gastos que con dinero que es para ellos realiza la dirección, o sea, la superioridad” (José Santos Valdés, Obras completas, tomo I, Federación Editorial Mexicana, 1982, pp. 101 y 112).

 Basadas en la idea de que las normales rurales educaban para la democracia, desde la década de los 30 se dieron en ellas importantes tendencias hacia el autogobierno y fue adoptado el código disciplinario diseñado por Santos Valdés. De allí el papel tan importante que tienen sus alumnos, uno que incomoda a quienes ven a los normalistas rurales como la inferioridad. Por eso hay tantas calumnias en su contra. Cada vez que exigen un derecho o denuncian un asedio, no falta el torrente de voces que busca resaltar los pecados de los normalistas: ¿para qué andan secuestrando camiones?, ¿cómo se atreven a bloquear carreteras?, ¿para qué hacen pintas?, ¿por qué esa insistencia de perturbar el orden?, ¿para qué esas organizaciones anacrónicas, como la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM)?

Tales planteamientos tienen detrás no sólo la implicación de que los pobres deben quedarse calladitos y contentos con las migajas que les toquen, sino que demuestran ignorancia de cómo, históricamente, se han alcanzado los más elementales derechos. Las reformas sociales no han sido producto de una ilustrada clase política, sino de la lucha popular que la obliga a implementarlas. Si hay educación pública, si hay libertad de expresión, si hay derechos laborales, si hay rasgos democráticos, los hay gracias a una insistente movilización de los inconformes.

Dentro de las normales rurales esta inconformidad ha sido coordinada y canalizada por la FECSM. Creada en 1935, desde sus inicios esta organización ha insistido que el sector estudiantil de origen más pobre merece más que migajas. A diferencia de otras organizaciones surgidas en la década de los 30, la FECSM no pudo ser cooptada por el Estado. En vez de buscar el apoyo de la SEP, se concentró en concientizar a cada generación de normalistas. Para ello formó en las normales rurales un Club de Orientación Política e Ideológica (COPI). Fueron en discusiones dirigidas por el COPI donde muchos jóvenes tomaron conciencia de su derecho a la educación, de que la pobreza no era obra de Dios, sino de la explotación de sus padres y de que si las conquistas sociales no se defendían, se perderían.

Características como éstas son las que han hecho posible la sobrevivencia del normalismo rural a pesar del abandono y las agresiones que ha sufrido. En sus escuelas se han cultivado almas que se rehúsan a la sumisión, que señalan el camino de lucha cuando la abnegación sería más fácil, que manifiestan su indignación y claman justicia. Con esta insistencia ahora han prendido una mecha que desde Guerrero ha llegado al resto del mundo.

* Profesora de historia en Dartmouth College. Autora del libro Rural Resistance in the Land of Zapata: The Jaramillista Movement and the Myth of the Pax-priista, 1940-1962 (Duke University Press, 2008).

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/02/14/politica/018a1pol

Los de Abajo

Criminalizan el graffiti
Por Gloria Muñoz
 
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, no tiene límites. Encabeza uno de los estados con mayor represión política, y cada vez se le ocurren más iniciativas para combatir la movilización social y silenciar las expresiones de descontento. A finales de enero pasado, apoyado en el Congreso local por el diputado del Partido Acción Nacional (PAN) Eukid Castañón Herrera convalidó una iniciativa para criminalizar el graffiti con penas de hasta 12 años de cárcel.

Como bien advierte el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social, la controvertida iniciativa se enmarca en la tendencia del gobierno estatal de criminalizar la protesta social y estigmatizar a grupos en situación de vulnerabilidad, como la juventud.

Moreno Valle invierte tiempo en la fabricación de delitos. A mediados del año pasado impulsó la también polémica ley bala, como se conoció a la legislación que incluyó el empleo de armas en el uso de la fuerza pública en Puebla. Bajo el amparo de esta ley fue asesinado con una bala de goma un adolescente de 13 años, durante la dispersión de una protesta, hecho que provocó que se diera marcha atrás a la norma, pero no al objetivo de frenar las expresiones de descontento social.

La nueva iniciativa dirigida a todos aquellos que realicen pintas en el espacio público o privado, es muy ambigua y permite su uso discrecional, e, igual que la ley bala, permite que se reprima y encarcele a quien se oponga a las políticas del gobierno de Rafael Moreno Valle, advierte por su parte Carlos Ventura, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria.

Los datos que confirman lo anterior no son menores. El Frente de Organizaciones Sociales y Políticas del estado de Puebla advierte que actualmente alrededor de 45 activistas están presos por oponerse a los megaproyectos que los despojan de sus territorios y recursos naturales.

Si la nueva ocurrencia del gobierno de Puebla se echa andar (la discusión en el Congreso se postergó), no se haría distinción entre las agresiones a la propiedad pública, las estéticas sociales o las pintas en las protestas. El colectivo Naíz, que agrupa a jóvenes grafiteros que retoman ideas del muralismo mexicano clásico desde hace 10 años en Puebla, lo tiene claro: Creemos que hay formas de que la gente que no tiene acceso al arte lo haga desde sus propias trincheras. Por eso llevamos el arte a las calles, a su cotidianidad, lo que el gobernador, por lo visto, considera delictivo.

desinformemonos.org

domingo, 8 de febrero de 2015

Los de Abajo

Los de abajo.
Por Gloria Muñoz

Los pobladores del municipio de Coyotepec, en el estado de México, ejercen su derecho a la administración de agua potable mediante un sistema autónomo y ciudadano, misión que les ha costado la represión constante del gobierno municipal, el cual encabeza una serie de ataques y amenazas a integrantes del Frente 9 de Junio en Defensa de los Recursos Naturales y la Administración de Agua Potable.

Recientemente, los pobladores de Coyotepec se enfrentaron a las autoridades municipales y a sus grupos de choque en defensa de su derecho a administrar el agua: “El alcalde Alfredo Anguiano Fuentes pagó a unas 100 personas para que nos reprimiera, porque nos oponemos a la municipalización del agua que se rige por usos y costumbres”, expresó una de sus habitantes.

Esta no es la primera vez que este pueblo organizado es víctima de la represión, pues de acuerdo con reportes del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, desde junio de 2013 se les quiere arrebatar con violencia la administración del agua.

La Administración de Agua Potable de Coyotepec (AAPCOY) cuenta con tres pozos de agua, pero desde diciembre de 2012 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó el suministro de energía eléctrica del pozo número 1. Posteriormente también privaron de luz al 2, que funciona con un generador eléctrico. Las autoridades municipales denunciaron una deuda histórica de al menos 26 millones de pesos a la CFE.

La primera asamblea de la AAPCOY de este año se llevó a cabo el 11 de enero con la presencia de más de mil pobladores, entre quienes se encontraba el alcalde Alfredo Anguiano. Al día siguiente, cuando los representantes de la asociación civil se presentaron en sus oficinas dentro del palacio municipal, se encontraron con que fueron “clausuradas por una comisión creada unilateralmente por el alcalde”.

El problema no es menor, pues aunque Coyotepec es un municipio pequeño, lo que se está violando es su derecho humano al agua, y para lograr su propósito están atentando contra la integridad física de la población que se resiste a la municipalización.

El 19 de enero pasado, personas afines a la alcaldía privaron de su libertad y golpearon a Tomás Mezas García, presidente de la AAPCOY, a quien le exigieron firmar un documento de renuncia y entrega de las oficinas que ocupan.

Este es el contexto del enfrentamiento de los primeros días de febrero, pues la población de Coyotepec está decidida a no ceder su derecho.

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Fuente: http://www.jornada.unam.mx/archivo_opinion/autor/front/17/44159