Este 7 de noviembre de 2018, la sesión de la mañana de este séptimo día del Festival de cine Puy ta Cuxlejaltic, en el Caracol de Oventic, inició con la proyección del documental Aquí sigo, de Lorenzo Hagerman. Una bella obra que sigue de cerca a hombres y mujeres mayores de 87 años de siete países (Costa Rica, Nicaragua, México, Japón, Canadá, Italia y España), que viven con plenitud cada día como lo que es: un regalo de la existencia. Personajes de casi 100 años que continúan viviendo con determinación y alegría, diciéndole al mundo y a sí mismos: Aquí sigo.
Trailer:
Entrevista:
Enseguida, se proyectó el documental El secreto de la belleza, de Néstor Jiménez, que cuenta la lucha de los pueblos de Chiapas por defender la tierra y el territorio de los megaproyectos extractivistas.
No les pedimos un viaje a la luna, de Maricarmen de Lara, es un documental sobre las costureras cuyos centros laborales en la ciudad de México fueron afectados por el sismo de 1985, en el que perecieron muchas de ellas, y cuyos patrones se negaban a pagar indemnizaciones. (Más información aquí y aquí.)
Enseguida se presentaron cuatro cortometrajes de animación de Federico Cuatlacuatl que de diferentes maneras se refieren a la experiencia migrante: Future Past; Fin de; Coapan sin tiempo; Carnaval.
Future Past es un comentario sobre el tiempo, que intentar romper con la concepción linear del pasado-presente-futuro. Para los migrantes, pasado, presente y futuro se vuelven intercambiables.
En Fin de, un pájaro prematuro desea volar; un mítico pájaro azteca, que tiene el poder de concederle su deseo, observa sus desafortunados esfuerzos. El cortometraje es una metáfora de la capacidad de la población migrante de adaptarse a una sociedad que les niega sus derechos mientras intentan lidiar con el desplazamiento y la búsqueda identitaria.
Coapan Sin Tiempo fue producido en la comunidad de San Francisco Coapan en 2016, con entrevistas a personas de la comunidad que hablaron sobre sus parientes en los Estados Unidos. Más de la mitad de la población de esta comunidad migró a los Estados Unidos, y la mayoría no ha regresado desde hace más de 20 años.
Carnaval trata de la abilidad de los migrantes de construir múltiples dimensiones del tiempo y el espacio. El futuro se vuelve pasado y el pasado, futuro. La posibilidad de construir diversas dimensiones del espacio sucede por medio de la preservación de la cultura y las tradiciones.
Los hijos del jaguar, de Eriberto Gualinga, es un documental sobre la lucha por el territorio de los sarayakus –pueblo indígena kicwha compuesto por unas 1.200 personas–, cuyas tierras se encuentran en un área remota de la región del Amazonas, en el este de Ecuador. “La vida en Sarayaku es una vida en libertad, armonía y paz. Estamos todos unidos”, dice Noemí Gualinga, representante de la comunidad. Pero esta armonía se vio destrozada en 2002, cuando el gobierno de Ecuador, sin consultar con la comunidad, dio permiso a una empresa petrolera extranjera para que explorara en sus tierras la posibilidad de saquear sus combustibles fósiles. “Nuestra lucha y la de tantos otros pueblos indígenas de todo el mundo continúa. Queremos que nos respeten y nos escuchen”.
En la sierra norte de Oaxaca, donde nació Benito Juárez, el sacerdote Gerardo Silvestre abusó sexualmente durante varios años de decenas de niños indígenas, sin que la jerarquía católica de México y El Vaticano hicieran algo, pese a tener testimonios y evidencias del ultraje que estaba ocurriendo. Silvestre. Pederastia Clerical en Oaxaca, con dirección de Santiagog Mohar Volkow e investigación de Diego Enrique Osorno, examina la atrocidad cometida en pueblos zapotecos, así como el encubrimiento por parte de las autoridades eclesiales y las represalias sufridas por el grupo de sacerdotes que denunció los hechos. (Más información aquí.)
No sucumbió la eternidad, el primer documental de Daniela Rea, cuenta la historia de Alicia de los Ríos y Liliana Gutiérrez, dos sobrevivientes de las guerras del México reciente: A la madre de Alicia de los Ríos, combatiente de la Liga Comunista 23 de Septiembre, la secuestró y desapareció el Estado mexicano el 5 de enero de 1978, en la Guerra Sucia que el régimen del PRI desató contra militantes de izquierda. Arturo Román, el compañero de Liliana Gutiérrez, desapareció el 25 de agosto de 2010 en San Fernando, Tamaulipas, en donde estaba de paso en un viaje de rutina a la frontera para comprar ropa y mercancía, que luego vendía en la ciudad de México. Acaso fue desaparecido por los Zetas, que dos días antes también en San Fernando habían hecho la matanza de 72 migrantes. (Más información aquí.)
Finalmente, en el “Cine para desvelados”, la jornada de hoy terminó con la proyección de La dictadura perfecta, de Luis Estrada. Se trata de una sátira política que revela el poderío de Televisa en la política mexicana, el cinismo tanto de los medios televisivos como de la clase política, así como los íntimos vínculos del crimen organizado con todas las estructuras del Estado:
El Presidente de la República comete uno más de sus frecuentes disparates. TV MX, la poderosa Corporación Mexicana de Televisión, tiene que ayudar a su amigo y aliado a salir del problema antes de que se convierta en otra grave crisis de imagen y popularidad. Para desviar la atención, la televisora da a conocer en su noticiero estelar, y de manera muy escandalosa, un video que involucra al Gobernador Carmelo Vargas en horrendos crímenes y graves negocios ilícitos. El “Gober Vargas”, preocupado por su futuro político, decide negociar un millonario y secreto acuerdo con los dueños de la televisora. Carlos Rojo, un joven y ambicioso productor de noticias; Ricardo Díaz, reportero estrella de la televisora y Javier Pérez Harris, conductor del noticiero estelar, son comisionados para cambiar la imagen que la opinión pública tiene del corrupto y folclórico “Gober”, y lograr – a cualquier costo – convertirlo en una fulgurante estrella política y un posible candidato a la presidencia. La Televisión ya puso un Presidente… ¿Lo volverá a hacer?
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