sábado, 2 de febrero de 2019

La calle es nuestra y la noche también [por Gloria Muñoz. Los de Abajo, La jornada ]

Tuit:
A Mexican politician said women should stay at home at night to avoid being murdered- this is how we responded. 100’s of women took to the streets on bike chanting “mi cuerpo es mío y yo decido.” “My body is mine & I decide” & also Not one more woman assasinated.
 
Los asesinatos, secuestros, violaciones, amenazas y demás violencias de género se incrementan en México de manera alarmante, lo reconozcan o no las nuevas autoridades federales y estatales. El hecho es que ante la inoperancia y desconfianza en quienes deberían cuidar la integridad de las mujeres, se construyen redes solidarias y se apela a la autodefensa para no ser asesinadas ni desaparecidas.

Ante la proliferación de denuncias en redes sociales por amagos de secuestros y violaciones en diferentes estaciones del Metro y a la salida del mismo, este sábado 2 de febrero se convoca a una marcha del Monumento a la Madre al Zócalo capitalino, para visibilizar lo que los gobiernos no han podido parar. Las actuales autoridades de Ciudad de México señalaron que no tenían denuncias de que se estuviera secuestrando a mujeres en el Metro. Después, ante la cascada de denuncias en redes, señalaron que las existentes son por robo. Lo que las mujeres advierten es que en el Ministerio Público no les creen y punto. Y eso, creerles, es el principio para actuar en consecuencia.
Por lo pronto, además de la movilización, se llama a la organización de redes de apoyo y a no ser indiferentes cuando se observe a una mujer en peligro. Ante el modus operandi en que el hombre simula ser novio o pareja de la mujer que violenta, el llamado es a pedir auxilio y a no dejarla sola. Y es obvio que aunque en realidad sea su novio, no puede forzarla ni agredirla. ¡Somos todo lo que tenemos!, se lee en el testimonio de una joven que auxilió a otra a punto de ser secuestrada.

Un video realizado por un grupo de actrices da cuenta de una serie de precauciones para evitar ser violentadas. Es urgente cuidarnos y apoyar a quienes vemos en peligro, pero no se puede normalizar una vida en que las mujeres no podamos caminar solas por la noche o trasladarnos en Metro o autobús, sin la certeza de que no nos pasará nada.

Que no nos maten. No nos secuestren. No nos violen. No nos acosen. No nos maltraten. No es una petición. Es una exigencia aquí y en todo el mundo. Porque la calle es nuestra, y la noche también.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Tomado de https://www.jornada.com.mx/2019/02/02/opinion/013o1pol

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