jueves, 26 de julio de 2018

Algo más que una esperanza


ALGO MÁS QUE UNA ESPERANZA (Crónica del recorrido del CIG/CNI por Baja California)


Por Karen Márquez Saucedo
Tijuana, B.C. a 26 de junio de 2018
Escribo del lado de los oprimidos porque nunca me he sentido de otra manera, ni siquiera estando del lado de los opresores. – ELI NEIRA
Nunca nada fue tanto

Era viernes por la mañana en la calurosa y desértica Mexicali. Como si viviera un sueño rebelde, me encontré de pronto tomando café con Marichuy, en el hogar que recibió a la comitiva del Concejo Indígena de Gobierno y Congreso Nacional Indígena. Bebimos café negro de Chiapas, y lavamos juntas nuestras tazas antes de tomar camino rumbo a Tijuana. Fue el mejor de los augurios nunca esperados.

Narraremos pues, parte de lo vivido durante el recorrido del CIG/CNI por la frontera norte, así como algunas reflexiones que despertó, a la luz del solsticio.
Previamente, la jornada del día jueves consistió en una visita al Poblado Indiviso, donde la comitiva del CIG/CNI dialogó con Hilda e Inés Hurtado Valenzuela, representantes de la Cooperativa de Pescadores “Pueblo Indígena Cucapá”, así como integrantes de la sierra kiliwa (Ko’lew nñimát: Nuestra tierra) y comunidades cercanas. Se dio cita también la Lic. Marisol Pérez –quien fuera la abogada en el caso de nuestra abuela kumiai Aurora Meza, presa política-, para facilitar información referente a los Decretos presidenciales por los que se suprime/establece la veda en diversas cuencas hidrológicas, así como zona de reserva parcial de aguas nacionales para uso ambiental: “sólo ustedes, como pueblos originarios, tienen derecho al amparo para detener los decretos”, dijo la abogada.

Según el panorama que brindó el encuentro en Indiviso, los pueblos originarios de la región noroeste del territorio mexicano tienen en sus manos la elaboración de una demanda de amparo, así como su traducción a las lenguas originarias y la incorporación de firmas de la comunidad, trabajo para el cual se cuenta con tan sólo unos días.
Por otro lado, el mensaje de Marichuy fue preciso, luego de compartir parte de los procesos que se han llevado a cabo desde el CIG/CNI: “nosotros ganamos porque se logró posicionar la problemática de los pueblos, y se logró conocer más hermanxs”.

Posteriormente, al atardecer, se llevó a cabo en la ciudad de Mexicali un conversatorio que reunió a representantes de diversas colectivas, organizaciones de lucha en Mexicali y Ensenada, respectivamente, e individuos. Se manifestaron las diversas formas de organización que existen actualmente, tales como Mexicali Resiste, Mujeres Tierra, Siempre Vivas, Las Borders -quienes enunciaron los nombres de mujeres recientemente víctimas de violencia feminicida-, entre otras. La voz de las mujeres y resistencias feministas, provocó que el auditorio entero escuchara la determinación de nuestra lucha: “NI UNA ASESINADA MÁS”.

Sigamos trabajado, porque es una tarea grande”, dijo Marichuy antes de concluir el evento político. 

Tenemos una tierra, un bosque, un agua; una organización propia, y nadie nos la va a quitar”.


Memoria Mujeres Medicina: Mat

Escucharnos; también el silencio dice mucho”, es otra de las incontables enseñanzas que nos ha regalado María de Jesús Patricio Martínez, a través de los múltiples encuentros que ha sostenido con la población civil desde que fue nombrada vocera del CIG, en mayo de 2017.

Camino a Tijuana, nos detuvimos en La Rumorosa, y en ese intervalo de tiempo escuché a un compañero decir: “ella quiere saber sobre las tribus originarias…”, refiriéndose a su nieta de alrededor de 10 años de edad. Inmediatamente y con una sonrisa en el rostro, Marichuy le dijo: “claro, ven, siéntate aquí a mi lado”, y así entonces fui testiga del acto más genuinamente amoroso y simbólico, cuando comenzó a narrarle a la niña lo que ella sabe, lo que guarda su memoria de mujer medicina.

Sentí cómo Marichuy me hablaba a mí también. Fui una niña escuchando las historias de su abuela. Me habló a mí y a todas nosotras. Pude comprender, con una paz y una fortaleza incrementadas, que de la sangre de nuestras abuelas se revelan los cantos de liberación más profundos y sanadores.

Algo parecido cimbró la tierra cuando fue limpiado nuestro corazón -en el pasado Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que luchan, en el Caracol Morelia de Chiapas-, al escuchar de la voz de Lorena Cabnal, compañera de la Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo comunitario de Guatemala, el rezo comunal de la digna rabia: “sanando yo, sanas tú, sanamos todas”. Rezo que hemos apropiado como nuestro mantra, nuestra consigna.

Con Marichuy conversamos breve la importancia del autocuidado y la sana alimentación. Nos contó sobre el pueblo wixárika y la defensa de sus territorios, sus tradiciones y cultura, su vida; sobre sus dioses y diosas, deidades de la tierra, el agua y el fuego. Sobre la defensa de pueblos y comunidades de Yucatán, contra la siembra de cultivos transgénicos; los Guardianes de las semillas.

Las fuentes de la memoria se abren despacio, a la velocidad de quienes caminamos lento; sin prisa pero sin pausa. Nosotras, por fortuna encontramos un sentido de vitalidad, una potencia elevada, una esencia singular que nos compone de los más turbios naufragios.

Los muros arriba. Las grietas abajo y a la izquierda

Auka Marichuy, color de la tierra, se leía en el cartel-invitación de la jornada cultural realizada el pasado viernes 22 de junio en el Enclave Caracol, el único espacio autónomo, anarquista y feminista de la ciudad, que nos recibió con la fuerza creativa de la colectividad, afinando los últimos detalles para darle la bienvenida a Marichuy y a la comitiva del CIG/CNI.
Mientras el espacio iba ocupándose, nos registrábamos para participar en las mesas de trabajo -Arte y Cultura, Economías solidarias, Resistencias y problemáticas y Medios libres- que permitirían un encuentro y dialogo entre colectivas e individuos de Tijuana, San Diego y otras latitudes, así como la posibilidad de crear/ fortalecer redes de apoyo que den seguimiento a la intención aquí sembrada. Nos saludábamos alegres unas y otros mientras se proyectaban algunas piezas documentales realizadas por creadores audiovisuales de la región.

Entonces llegó la hora. Marichuy entró sonriente y todes le recibimos como es costumbre: con un potente alarido, digno de una manada salvaje. A lo largo de la jornada, vivimos el incremento de una potencia colectiva, reconociendo la pluralidad de las voces en resistencia desde la horizontalidad que nos enseñan lxs compas zapatistas. Quienes fuimos testigxs de lo sucedido aquella tarde, no podemos sino celebrar y agradecer lo mucho que avanzamos en el camino de nuestra autonomía.

Como mujeres que somos

Nuestra abuela kumiai Yolanda Meza nos dio la bienvenida con una ceremonia tradicional, invitándonos a participar en oración para honrar la valiosa visita de nuestra vocera Marichuy, así como su compañero Carlos González García, de la Comisión de Coordinación y Seguimiento del CIG/CNI.

Si bien, el esfuerzo de trabajo fue colectivo –y con ello quiero decir mixto, desde la voluntad de todas las corporalidades disidentes y solidarias-, negar que la presencia y acción de las mujeres hizo retemblar los muros no sólo geográficos, sino corporales y psíquicos, sería una omisión histórica más, como aquellas que comete gran parte de la sociedad, así como el Estado y sus modos de captura.
Sin embargo insistimos, nuestra voluntad es la de ofrecer nuestro servicio bajo los principios del buen gobierno (EZLN); ser canales que multipliquen las voces de quienes habitamos pueblos, campos, barrios y ciudades. Y creemos que en ese proceso no podemos olvidar, que nuestra voz es también la voz de la digna rabia; que nuestra mirada siembra rayos luminosos en nuestra memoria colectiva; que ponemos nuestro ser y nuestra cuerpa en el cumplimiento de objetivos comunales, y que nuestra singularidad es también resistencia colectiva. Nosotras aprendemos de la vida, de nuestros ancestros y ancestras, de nuestra experiencia en el mundo, y con firmeza y honor la reivindicamos.

Por eso me permito nombrarlas y agradecerles a ellas. A las compas de la Sexta y toda las compas. Porque reconozco en mis compañeras y hermanas un fuego que sublima nuestra capacidad creativa. Porque son mi espejo; guardianas y mensajeras. Son maestras, madres, abuelas que dan vida, que dan vida, dan vida. Con el corazón florido y una libertad tocada y moldeada con sus manos. Las nombro a ellas, porque como dice Sor Juana, “más, ¿por qué gasto razones en contar mi pena y dejo de decir lo que es preciso, por decir lo que estás viendo?”.
Nos hemos preguntado: ¿será que la colectividad dirime o pervierte la singularidad o viceversa? ¿Será que la voluntad personal alimenta la voluntad colectiva? Desde este espacio de reflexión decido nombrarlas. A Vero pronunciando palabra rebelde para darnos la bienvenida. A Elisa y Claudia coordinando la mesa de trabajo de Arte y Cultura con un ánimo y optimismo inquebrantables: “al arte es sinónimo de supervivencia; preservamos conocimiento…”. A Marichuy recorriendo las mesas con una energía amorosa y ecuánime, participando en los procesos de dialogo: “hay que ir formando redes cada vez más fuertes pa’ que no nos venzan”. A Nena, nutriendo con su experiencia la mesa de Economía solidaria: “todxs tenemos capacidades y podemos hacer una red de servicios”; a las compas Michelle y Giselle coordinando la misma mesa. A Fernanda, Nysaí y compañeras jóvenes participando inteligentemente en la mesa de Medios libres. A Sara, Diana y Alejandra pronunciando su palabra en la mesa de Resistencias y problemáticas; a Paty y Yhaira coordinando y fortaleciendo el proceso de dialogo en la misma, con una entereza que nutre el alma e inspira. A Inés, atenta y dispuesta, con alegre rebeldía en los ojos y Soske Libertad en brazos. A Raquel y Xirly, haciendo visible lo invisible. A Cris, Nena e Ymoat elevando su voz con dignidad y respeto. A Yalila, Beth, Ariana, con todo el apoyo sororo. A las compas del Chilpancingo, que nos alimentaron la cuerpa y el alma. A Nichelle y Fémina Fatal sonando alto. A la viajera Daliri, con su alegría y su ejemplo de profesionalismo. A todas las compas solidarias y asistentes, por su escucha, su voz y su presencia; por su espíritu rebelde -y como decía la abuela Aurora: de corazón, palabra y pensamiento- les damos las gracias. Ojaii.

Cuando estamos juntxs somos una Asamblea. Cuando estamos separadxs somos una Red

Para atender los problemas de la región, la forma en que tenemos que organizarnos es desde abajo. 
La única salida es la organización”. La anterior es una de las principales premisas que el CIG/ CNI ha llevado por los diversos estados del territorio nacional. Marichuy, como vocera y mujer sabia, nos lo recuerda.

Escucharla permite que aprendamos a reconocer nuestras capacidades, para fortalecernos y aportar nuestros saberes a la comunidad, sin olvidar que este esfuerzo organizativo es autónomo, anticapitalista, anti-imperialista y anti-patriarcal. Es un camino de rebeldía y dignidad; una forma de vida, que defiende la vida misma. Porque como dice también Marichuy, “para nosotrxs la tierra no tiene un signo de pesos, tiene un signo de vida”.

Luego de la escucha durante la plenaria de las mesas de trabajo, logramos visibilizar las múltiples problemáticas que atraviesan nuestros territorios-cuerpos-tierras, y también logramos reconocernos e identificar las muchas formas de organización y resistencia. “Nos preocupa mucho lo que hemos visto en esta frontera; están pasando cosas realmente graves”, dijo el compañero Carlos (Comisión de Coordinación y Seguimiento del CIG/CNI), en relación a la problemática del agua, de migración… a la explotación y el exterminio de los pueblos originarios de la península. Por otro lado, reconoció lo que el llamó como un entusiasmo, una decisión y un coraje, de parte de las organizaciones de esta región fronteriza. Hemos conocido, que a través de las iniciativas del CIG/CNI, y con apoyo de las redes a nivel nacional e internacional, se logró posicionar en el debate de este país –como dijo Carlos-, la problemática de los pueblos originarios, así como su relación con las problemáticas del resto de la población; con los explotados y explotadas; con las víctimas de esta guerra capitalista.

Y falta lo que falta, pero, ¿qué es lo que sigue? Tanto Marichuy como Carlos, nos compartieron la invitación a ser parte de una consulta nacional, que reunirá valoraciones, balances y propuestas de las redes de apoyo, organizaciones, colectivas, e individuos, mismas que a finales de agosto serán revisadas con detenimiento, para que en el mes de octubre del presente año, en San Cristóbal de las Casas, se lleve a cabo la Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena, donde se espera proponer, precisamente, qué es lo que sigue. Juntxs, todoas, porque todas las miradas importan, porque “cada esfuerzo, cada decisión, cada coraje, cuenta”.

Tremenda enseñanza la que nos trajo el CIG/CNI. Porque como dice Marichuy, “esa construcción tiene que llevarnos hacia adelante” y “ojalá todas estas ideas vayan caminando, las vayan haciendo fuertes, y cada vez vayan siendo esas semillas organizativas donde están. Y nosotrxs desde donde estamos”.

Tal como lo auguramos desde el inicio de la jornada, no podía concluir semejante encuentro sin la alegre rebeldía. Sin la voz y energía de nosotras, como mujeres que somos. La marakita, el Ensamble de percusiones “Échale mi Marichuy”, son jarocho, poesía y rap feminista, danza. Al ritmo de los tambores cantamos Mat, Mat, Mat, agua y tierra germinando, sonido de agua de lluvia, corazones de fuego girando en el ritual de la resistencia.

VIVA MARICHUY

REBELDÍA Y DIGNIDAD

HASTA QUE LA DIGNIDAD SE HAGA COSTUMBRE

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Algunas de las colectivas y agrupaciones de abajo y a la izquierda, que de diversas formas hicieron posible este encuentro:
La Sexta en Tijuana y San Diego/ Red de Apoyo al CIG en Tijuana y San Diego/ Colectivo Chilpancingo/ Ollin Calli/ La Casa del Centro/ Mundágora Feminismo Autónomo/ Enclave Caracol/ OPT Tijuana / Colectiva NosotrAs/ Hormigas Autónomas y Rebeldes/ Colectivo Zapatista/ MAÍZ/ Universidad Popular/ Raíces Sin Fronteras/ Pueblos Sin Fronteras/ Sextas Grietas del Norte.

Videos proyectados en el evento Auka Marichuy, organizándonos por la vida, en Tijuana, B.C.:
Para la familia de Eloísa Vega Castro https://vimeo.com/257240502
Voces Transfronterizas por Marychuy https://www.youtube.com/watch?v=q4HvrznOvrQ
Registro fotográfico de Tijuana, completo en: https://www.facebook.com/pg/Karen-M%C3%A1rquez-Producci%C3%B3n-visual-506658232690054/photos/?tab=album&album_id=1884144668274730
Intervención musical de Carolina Granados en Mexicali: https://www.youtube.com/watch?v=kRN0Aa30f5c&feature=share


*Karen Márquez Saucedo (Tijuana, 1986). Poeta, escritora, artista posdisciplinaria, activista feminista autónoma, maga-bruja-gitana de andrajoso chal en la constelación Guarache Cósmico. Actualmente escribe su proyecto de titulación de licenciatura titulado Genealogía de Resistencias. Hacia una pedagogía feminista, que narra procesos vinculados a la gestión, artes, literaturas, pedagogías y feminismos. Dirige el proyecto Mundágora Feminismo Autónomo, coordinando –entre otras actividades- talleres de escritura autobiográfica, y visibilizando la obra de mujeres creadoras desde una perspectiva feminista.

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Las imágenes de esta entrada son propiedad de la autora.

Tomado de: https://feminopraxis.com/2018/06/30/algo-mas-que-una-esperanza-cronica-del-recorrido-del-cig-cni-por-baja-california/

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