sábado, 24 de enero de 2015

Los de Abajo. Batalla sin tregua.


Batalla sin tregua.
Por Gloria Muñoz
 
Una buena y varias malas. Esta semana por fin se hizo justicia a Juan Carlos Solís, activista, defensor de derechos humanos y colaborador de la revista Desinformémonos, luego de nueve meses de injusto encierro por el delito de oponerse a los megaproyectos de muerte que se imponen en Puebla, estado notable por la enorme cantidad de presos políticos en sus cárceles. Al menos 45, reporta el Frente de Organizaciones Sociales y Políticas del estado.

No es poca cosa que la presión de la sociedad civil y la asistencia jurídica debida hayan conseguido la libertad del activista, pues la lucha del Frente de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala, sin duda lo necesita para seguir resistiendo al Proyecto Integral Morelos (PIM), que contempla la construcción de dos termoeléctricas, un gasoducto de 160 kilómetros que atravesará 60 pueblos de tres estados en una zona de alto riesgo por el volcán Popocatépetl, además de un acueducto que pasará por 19 pueblos de Morelos, sembrando a su paso destrucción y muerte.

Pero para el Estado no hay tregua. Mientras se libera a Solís, la luchadora social Nestora Salgado, permanece en una prisión de alta seguridad en Tepic, Nayarit, a pesar de que el gobierno de Guerrero se desistió de los cargos imputados a esta integrante de la policía comunitaria de Olinalá. Y también permanecen presos los yaquis Mario Luna y Fernando Gutiérrez, detenidos por oponerse a la construcción del Acueducto Independencia, obra totalmente ilegal desde su licitación.

Esta semana, luego de cuatro años de lucha incansable por defender su agua, la Suprema Corte de Justicia de la Nación validó la operación del acueducto, por el cual se están llevando el líquido de los yaquis hacia las fábricas de Hermosillo, y se reconoció el derecho del gobierno de Sonora a hacer uso de la cuenca del río Yaqui, lo que representa, junto con la detención de sus voceros, uno de los golpes más duros a la defensa de esta cultura.

Tomás Rojo, otro de los voceros de la tribu, afirma que no creerán más en el estado de derecho en México, pues, dice estamos ante un gobierno que sólo defiende a los que se roban el agua. La decisión en su contra de la máxima instancia de justicia de la nación, los llevará a probar los caminos internacionales de denuncia, pues con las manos cruzadas no se van a quedar.

La búsqueda de otros caminos, el fortalecimiento de la organización, la defensa de su territorio y la construcción de su autonomía, es parte de las conclusiones a las que siguen llegando los pueblos luego de recorrer todas las vías jurídicas a su alcance, pues lo que está en juego es nada menos que su sobrevivencia.

www.desinformemonos.org

jueves, 22 de enero de 2015

A cuatro meses del crimen de estado en Iguala Guerrero, México (Ayotzinapa vive)


La exigencia de la Justicia y la Verdad. Solidaridad con los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa. Ni perdón ni Olvido!

domingo, 18 de enero de 2015

Primer Informe de la Caravana Sexta Internacional sobre su visita a San Sebastián Bachajón

 
 
http://radiozapatista.org/wp-content/uploads/2015/01/no-queremos-dia%CC%81logo-SSBachajon.jpg

http://radiozapatista.org/?p=11749

 

Breve Resumen de Sucesos en el Ejido de San Sebastián Bachajón desde la Recuperación de sus Tierras el 21 de Diciembre de 2014

 

El 21 de diciembre de 2014, durante la inauguración del Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías Contra el Capitalismo, en México, compañeros del ejido San Sebastián Bachajón en el norte de Chiapas adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona anunciaron que en la madrugada del mismo día habían recuperado las tierras despojadas desde el 2 de febrero de 2011 por el gobierno de Juan Sabines Guerrero y Noe Castañón León en complicidad con el comisariado ejidal oficialista Francisco Guzmán Jiménez. A l@s participantes del Festival Mundial les pidieron su apoyo y solidaridad en la defensa de sus territorios recuperados.

Aproximadamente 400 mujeres, niñ@s, jóvenes, hombres, y ancian@s tomaron pacíficamente las tierras de uso común del área de dotación del ejido, ubicadas en los límites con el municipio de Tumbalá y en las cercanías del acceso al centro ecoturístico Cascadas de Agua Azul, lugar en el que el Gobierno del Estado de Chiapas y Federal construyeron una caseta de cobro administrada por la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (CONANP) y la Secretaría de Hacienda de Chiapas, así como un Centro de Atención a Emergencias de Protección Civil y un supuesto consultorio médico abandonado. Su resistencia contra la represión policiaca y paramilitar ha tenido una duración de más de seis años de lucha. Durante esta etapa han habido asesinatos extrajudiciales como los de Juan Vázquez Guzmán y Juan Carlos Gómez Silvano y el encarcelamiento injusto de más de 120 compañer@s. Tres de ellos, Juan Antonio Gómez Silvano, Mario Aguilar Silvano y Roberto Gómez Hernández, aun permanecen en la cárcel, en donde han sido torturados por el estado. Estos actos de represión por parte del gobierno no han disminuido su convicción por recuperar sus tierras; al contrario, esta convicción sólo ha sido fortalecida por el dolor sufrido a causa de sus compañeros caídos:

 Por todas estas injusticias del mal gobierno que nos prefiere ver muertos o en la cárcel, vivir en la miseria y marginación porque nos quita nuestra tierra para dar a grandes empresas y políticos corruptos para que se hagan más ricos mientras nuestras comunidades se mueren de hambre… por eso como organización nuestras comunidades en asamblea decidimos recuperar el día de hoy las tierras que fueron despojadas por el mal gobierno.

 

-Comunicado de San Sebastián Bachajón, 21 de diciembre 2014.

En los días después de la toma inicial, recibieron varias amenazas de desalojo y represión por parte de la fuerza pública y grupos paramilitares que se organizaron en cooperación con el comisariado ejidal Alejandro Moreno Gómez, y su consejo de vigilancia, Samuel Díaz Guzmán. El día 30 de diciembre, representantes del gobierno de Chiapas exigieron a l@s ejidatari@s de la Sexta retirarse de las tierras recuperadas para así poder permitir un diálogo entre ell@s y los ejidatarios oficialistas. Esta exigencia fue acompañada por amenazas de desalojado y aprehensión en caso de rechazar abandonar las tierras recuperadas.
Frente a estas amenazas, l@s compañer@s de Bachajón seguían manteniendo el control de las tierras recuperadas mientras el tránsito de los turistas fluía con normalidad. Cientos de compañer@s con pasamontañas vigilaban el ingreso a las cascadas, lo que a los turistas no parecía causarles molestia. Nunca se dieron cuenta sobre las guardias de 24 horas escondidas en los árboles en ambos lados de la carretera, vigilando para ver quién entraba. A cada joven, ancian@, mujer y hombre le tocó hacer guardia por tres días consecutivos y sin dormir, en turnos de quince días en total. En los 18 días de recuperación, el número de compañer@s que vinieron desde diferentes pueblos del ejido aumentó a más de 500.

El 30 de diciembre, entre 40 y 50 personas pagadas y organizadas por el comisariado ejidal Alejandro Moreno Gómez bloquearon las carreteras San Cristóbal-Palenque y San Cristóbal-Chilón en los poblados Temó y Pamalá no solamente para exigir la intervención de las fuerzas públicas sino también para pintar a estos sucesos como un conflicto intracomunitario que solo involucraba la política interna de la comunidad de Bachajón y no los intereses del gobierno y las empresas turísticas.

El 9 de enero, a las 6:30 de la mañana, más de 900 elementos de fuerzas estatales y federales desalojaron de manera violenta a l@s compeñer@s del ejido San Sebastián Bachajón. Durante el ataque, ocho personas de San Sebastián Bachajón fueron desaparecidos y tres de ellos fueron secuestrados con la intención de detenerlos pero todos lograron liberarse. En un comunicado del mismo día l@s ejidatari@s denunciaron el ataque:
El mal gobierno a través del secretario de gobierno Eduardo Ramírez Aguilar se burla de que ya recuperaron la caseta de cobro como si fuera su propiedad o territorio, su verdadero interés es despojar nuestras tierras, son unos verdaderos sinvergüenzas traidores de la patria corruptos, pero su mala política no acaba nuestra lucha porque no vamos a permitir que nos sigan despojando a su gusto. Vamos a continuar nuestras acciones en defensa de la madre tierra.
Al día siguiente los medios libres confirmaron la ocupación de las tierras por parte de la fuerza pública y documentaron la presencia de 10 camiones de la policía, muchos camiones blancos llenos de policías en la área de los territorios recuperados y dos camiones policiacos estacionados en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado de Chiapas.

L@s ejidatari@s denunciaron que cómplices de la policía estatal habían amenazado a los compañeros Jeremías Cruz Hernández y Francisco Jiménez Hernández, de la comunidad de Xanil, parte del ejido. Estos compañeros ahora temen por sus vidas.

En un comunicado difundido el 10 de enero l@s ejidatari@s dijeron que el desalojo “no pone triste nuestro corazón sino que lo llena de mayor valor para hacer más fuerte el movimiento y la defensa por la tierra y el territorio.” También solicitó que tod@s l@s compañer@s solidarios se queden pendientes porque escucharon “fuertes rumores” que la policía estaba señalando sus casas para detenerlos y que estaban organizándose para desalojarlos de la sede de su organización en Nah Choj.

El 11 de enero l@s ejidatari@s volvieron a intentar retomar sus tierras. A las 6:30 de la mañana l@s compañer@s tomaron y bloquearon el crucero de Agua Azul. Como respuesta la policía estatal a una distancia de quinientos metros bloqueó con arboles la carretera y desde la barricada dispararon a l@s ejidatari@s durante veinte minutos. Hubo dos heridos con balas de goma. Uno de los ejidatarios, quien responde al nombre de Juan Pérez Moreno, fue herido en el brazo izquierdo con una bala de grueso calibre.

L@s ejidatarios se mantuvieron firmes ante el ataque y a las 7:30 de la mañana hicieron retroceder a la policía.

El siguiente día, 12 de enero, un helicóptero policiaco sobrevoló la comunidad de Xanil sacando fotos de las casas de los coordinadores de la resistencia. Al mismo tiempo, grupos de paramilitares de la comunidad Pamalha encabezados por Manuel Jimenez Moreno y de la comunidad de Xanil encabezados por Juan Álvaro Moreno, Jeremías Cruz Hernandez y Francisco Jimenez Hernandez se movieron hacia los territorios despojados para presentar un posible fortalecimiento de las agresiones policiacas contra l@s adherentes a la Sexta. El mismo día llego le “Caravana Sexta Internacional en Apoyo a San Sebastián Bachajón” para brindarles apoyo y así evitar más agresiones. La Caravana Internacional incluye integrantes de distintos paises incluyendo Colombia, Francia, los Estados Unidos y Mexico.

En esta hora, l@s compañer@s mantienen fuerte el bloqueo, que ayer convirtieron de permanente a intermitente. Nos piden que estemos pendientes por más ataques en el bloqueo y que tod@s difundamos la palabra de su lucha digna por los más diferentes medios posible.

Fuente: https://zapateando.wordpress.com/2015/01/15/primer-informe-de-la-caravana-sexta-internacional-sobre-su-visita-a-san-sebastian-bachajon/

sábado, 17 de enero de 2015

Nestora, lo inexplicable



Los de Abajo.
Por Gloria Muñoz.
 
Es inexplicable que la luchadora social Nestora Salgado, y no la secuestradora que pretenden presentar mediante una nueva campaña de desprestigio impulsada por la señora Isabel Miranda de Wallace, permanezca en prisión a pesar de que el gobierno del estado de Guerrero se desistió de la acción penal en contra de esta dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) del municipio de Olinalá.

Es inexplicable que esta madre de tres hijas permanezca en una cárcel de alta seguridad en Tepic, Nayarit, sin tomar en cuenta que el año pasado un juez federal revocó el auto de formal prisión por los supuestos delitos de secuestro y secuestro agravado.

Es inexplicable que esta mujer, migrante y activista, no haya sido liberada luego de 17 meses de injusto
encarcelamiento, por un gobierno que reconoció en la CRAC todo un sistema de vigilancia, procuración e impartición de justicia comunitaria, confiriéndole a la organización, además de legalidad, apoyos económicos, pues la ley 701 permite a los pueblos indígenas de Guerrero impartir la justicia a partir de sus usos y costumbres.

Es inexplicable que la voz de Isabel Miranda de Wallace, una mujer que ha sido acusada en rigurosos reportajes periodísticos de simular el secuestro y homicidio de su hijo Hugo Alberto Wallace en julio de 2005, pese más que la de connotadas escritoras, artistas, defensoras de derechos humanos y feministas, como Marta Lamas, Elena Poniatowska, Trinidad Ramírez, Jesusa Rodríguez, Regina Orozco y Liliana Felipe, entre muchas otras que consideran que el único delito de Nestora ha sido organizar a su pueblo para lograr la justicia comunitaria y destacar como una mujer valiente en medio de una sociedad profundamente machista.

Es inexplicable que las verdaderas mafias coludidas con el Estado, tan puestas en evidencia en la tragedia de Ayotzinapa, gocen de plena libertad, mientras Nestora, quien denunció estas complicidades, pasa sus días y noches en una prisión sin luz natural y sin la atención médica que requiere; y mientras su hija Saira, impulsora de su libertad, es amenazada de muerte.

Es inexplicable que otros 12 integrantes de la Policía Comunitaria, que ejerce la justicia desde hace 18 años en la región, se encuentren también tras las rejas.

Es inexplicable que el gobierno mexicano atienda de inmediato cualquier insinuación estadunidense, y no se manifieste ante la preocupación explícita del congresista demócrata del estado de Washington, Adam Smith, quien se ha pronunciado por su libertad.

Es inexplicable que no liberen de inmediato a Nestora Salgado.

desinformemonos.org

jueves, 15 de enero de 2015

Verdad y Justicia, elementos corrosivos contra el poder


Por Sergio Rodríguez Lascano

El tema central del discurso pronunciado por el Subcomandante Insurgente Moisés, el 31 de diciembre pasado, en el Caracol de Oventik, fue la relación entre verdad y justicia.

Verdad y justicia, dos términos centrales en la construcción de un relato teórico de los de abajo. La mejor manera de no sólo desnudar al poder sino, sobre todo, de minar completamente su capacidad de control y manipulación.

Verdad y justicia, los dos términos que engloban la lucha por la presentación con vida de los desaparecidos y justicia para los asesinados de Ayotzinapa.

Verdad y justicia, que aparentemente son dos términos muy chiquitos comparados con las palabras grandotas: Revolución proletaria, Huelga política nacional, Paro cívico, Caída de Peña Nieto, Revolución socialista, Plan de acción, etcétera.

Hace muchos años, un pensador de abajo, Carlos Marx, dijo: “El trabajador tiene más necesidad de respeto que de pan”.

Para ganar ese respeto se requiere de Verdad y Justicia. Y esos dos conceptos, que en realidad son prácticas de vida contra la acción de la muerte, sólo se edifican cuando los de abajo dejan de tener confianza en el mandón, en el señor del dinero, en la sociedad del poder.

Por eso, el 31 de diciembre de 2014 y el primero de enero de 2015, los zapatistas nos dieron a conocer la buena nueva:

No sólo la verdad desaparecida en Ayotzinapa, también todas las verdades que han sido secuestradas, encarceladas y asesinadas en todos los rincones del planeta Tierra.

Sobre esa verdad ahora ausente podremos construir la justicia.

Porque nosotras, nosotros los zapatistas, pensamos que ya no hay que confiar más en los malos gobiernos que hay en todo el mundo.

Esos malos gobiernos que sólo sirven a los grandes capitalistas.

Esos malos gobiernos que sólo son los empleados del capital.  Los capataces, mayordomos y caporales de la gran hacienda capitalista.

Estos malos gobiernos no van a hacer nunca un bien para los pueblos.

No importa qué tantas palabras digan, esos gobiernos no mandan, porque el mero Mandón es el capitalismo neoliberal.

(Discurso del Subcomandante Insurgente Moisés, el 31 de diciembre del 2014 y el 1 de enero del 2015, en Oventik, territorio rebelde zapatista).

Esa lucha por Verdad y Justicia ha animado muchas otras luchas, pero casi siempre muy rápidamente éstas se desvían hacia generar confianza en la buena voluntad del poder o de los hombres y las mujeres del poder.
Bajo la coartada de darles el beneficio de la duda, se olvidan de a quién encabezaban y se dedican a cortejar o insultar a los gobernantes. Pero no a construir las herramientas y la argamasa de la otra justicia, que siempre está basada en la verdad.

Lo que le ha dado resonancia nacional y mundial a Ayotzinapa no ha sido únicamente el acto perverso y criminal de las desapariciones y de los asesinatos, sino la firme voluntad de los familiares por encontrar la Verdad y la Justicia.

Por eso, de manera natural, reaccionan con profunda desconfianza frente a un “poder” que ha dado muestras inequívocas de que no quiere saber nada de la verdad y la justicia, pues ellos trabajan con base en otras coordenadas, a saber, la mentira y la arbitrariedad.

Por eso, desde el gobierno y los medios de paga se llevó una campaña para criminalizar a los estudiantes de las normales rurales, por eso se llevó a cabo una campaña para “evidenciar” sus prácticas internas, por eso siempre se ha buscado criminalizarlos como seres viles que no merecen respeto.

No hay que olvidar la campaña de Mexicanos Primero de Claudio X González y Televisa para poner en la picota todo el sistema de educación pública.

Mentira y arbitrariedad. La base de la política del mandón, de la sociedad del poder, no importa qué problema económico o conflicto social o acción criminal enfrente, en su ADN corre la mentira y la arbitrariedad.

No importa si se trata de preparar el asesinato de Emiliano Zapata o de atacar a los mineros de Nueva Rosita o de calumniar la lucha de los ferrocarrileros o de enfrentar a los médicos.

No importa si se trata de tener pláticas con los líderes estudiantiles de 1968, al mismo tiempo que se preparaba la masacre, o de hablar de apertura democrática mientras se creaba el cuerpo paramilitar de los halcones (sólo para ilustrar a las buenas conciencias de izquierda: los halcones fueron un grupo paramilitar creado no para romper cristales o quemar la puerta de palacio, sino para asesinar a estudiantes de izquierda, pequeño breviario cultural, dedicado a l@s Sinsajos de México).

No importa si se trata de reconstruir la ciudad con miles de personas vivas bajo los escombros. Su sello es la mentira y la arbitrariedad.

Es el sello de quienes elaboraron la frase insignia del gangsterismo político: “En México, a diferencia de otros países, estudiamos los resultados electorales no contamos los votos y ya” (Manuel Bartlett, ídolo del Sinsajo de MVS y del diario La jornada, una vez que en el “camino hacia Damasco” vio el resplandor del señor AMLO).

De quienes, en 1995, firmaron los acuerdos de San Andrés y luego se echaron para atrás argumentando que se habían bebido ocho chinchones y que eso les había afectado su capacidad intelectual (¿).

De los que organizaron y avalaron un referéndum (procedimiento, dicen, democrático) amañado, para unos días después permitir la entrada de la policía a la UNAM.

La mentira y la arbitrariedad de quienes ahora buscan que los padres y madres de los normalistas acepten que con una muela se identifique a un cadáver y, entonces, se “resuelva” el asunto por medio de los cañonazos de los que hablaba Álvaro Obregón.

Pero los familiares, y de ahí la importancia de Ayotzinapa, no han caído en ese juego. Siguen siendo 43 los desparecidos no 42, como algunos expertos de la mercadotecnia del poder, disfrazados de izquierdistas, nos quieren hacer creer. Porque a ellos les apura que se encuentren muchas muelas más e ir contando al revés, para que así se salve la elección del 2015, que es lo único que les importa.

La organización, el otro elemento corrosivo

Posteriormente, el Subcomandante Insurgente Moisés pone un punto esencial en el debate político. Desde la  visión del poder, lo que sin lugar a dudas se ha constituido como su catecismo es evitar los procesos de organización que desde abajo se crean o eliminar, por medio de su arrasamiento, aquéllos que ya existen.

Dice el Subcomandante:

Por eso es mejor que tomemos el ejemplo de los familiares de Ayotzinapa de organizarse. Hay que construir y crecer organización en cada lugar donde vivimos.

(Ídem)

La verdad y la justicia sólo se construyen cuando se dan pasos hacia adelante en los procesos de auto-organización. La razón es sencilla: en México, como en pocos lugares, una religión de Estado ha sido evitar las dinámicas de organización independiente con relación al poder, por parte de la sociedad.

En la relación dominio-sujeción, para el poder es indispensable evitar la organización de los de abajo. Y esto tiene que ver con el temor fundado de que todo proceso de organización transgrede las normas, reglas, los usos y costumbres que buscan asegurar esa relación de subordinación.

Ya sea manteniendo atomizada a la sociedad o generando procesos que simulan la organización, pues se trata de construir organizaciones que cumplen el papel de fuerzas contrainsurgentes. Ya que al mismo tiempo que aparentan ser rezongonas, reciben millones de pesos con el único objetivo de inhibir, impedir o agredir a las organizaciones realmente independientes (CIOAC-H o I, ORCAO, etcétera, no son sino ejemplos de algo más profundo).

Ayotzinapa ha demostrado que, en medio de la tragedia, la firmeza de los y las familiares ha logrado impulsar un proceso de organización independiente. No hay que olvidar que hace solamente dos años, surgió otro movimiento de familiares de desaparecidos y asesinados, encabezado por Javier Sicilia.

Ese movimiento evidenció la catadura moral de un poder que usa el crimen y la desaparición como formas para incrementar las ganancias. Sin embargo, en lugar de construirse hacia abajo lo que hizo fue buscar incidir en la crisis de los de arriba. El problema no era simplemente si se besaba al poder (la imagen ya era fuerte, pero no era lo fundamental), lo central es que todo se diseñó al margen de los actores fundamentales de la tragedia.

Los “expertos” tomaron en sus manos el control del movimiento y dejaron en un segundo plano a los actores verdaderos.

En Ayotzinapa, muchos (muchos más que con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad) han querido usurpar la dirección del movimiento. Por todos los flancos eso ha sucedido. Sin embargo, los familiares no se han movido de su objetivo y no han perdido de vista quiénes son los responsables.

En los informes que los familiares han hecho de los diálogos con el gobierno, evidencian una completa y sana desconfianza y, si se me permite, náusea de estar sentados frente a los causantes de su dolor.

Saben que están enfrente de los que han generado el horror que hoy se vive en un país donde cada día desaparecen trece personas.

Por eso las palabras firmes y fuertes del Subcomandante Moisés:

Así lo vemos nosotras, nosotros los zapatistas, que el esfuerzo de trabajo y lucha con rebeldía y resistencia con dignidad de los familiares de los compañeros estudiantes desaparecidos, es que nos están llamando a organizarnos para que no nos pase igual.

O para que sepamos qué hacer antes de que nos pase igual.

O qué hacer para que nunca le pase a nadie esto lo que les pasó por este sistema en que estamos.

Porque lo han explicado muy bien los familiares de Ayotzinapa. Como buenos maestros, los familiares han explicado que el responsable del crimen es el sistema por medio de sus capataces.

(Ídem)

La lección de Ayotzinapa

Posteriormente se analiza el significado profundo de Ayotzinapa. Y se nos da la clave de su repercusión.

En toda la geografía de abajo estamos viviendo los efectos más nocivos de la fase actual del capitalismo, que se llama neoliberalismo. Por eso es tan ridículo querer separar ambas partes. Aquellos que sueñan con crear una fase posneoliberal, pero todavía en los marcos del capitalismo, lo único que generan son ilusiones falsas que sólo van a llevar a la desilusión y la desesperanza.

En esta fase neoliberal del capitalismo, las fuerzas más sombrías del capitalismo se han soltado. El horror se pasea por todos los territorios donde habitamos los de abajo. Ya no importa si es un territorio bajo población indígena o campesina o urbana. La geografía de abajo ha sido escogida para desatar ese horror.

La idea es sencilla, pero no por eso menos espeluznante. Hoy el enemigo del sistema no se ubica únicamente en las zonas industriales. Hoy se ha precarizado tanto el trabajo que se ha vuelto mayoritario el trabajo precario.

Ese trabajo precario habita, por un lado, en los territorios que antes eran conocidos como de vocación agraria, y que ahora son factores de la nueva generación de ganancias producto del saqueo de los bienes terrenales. Y, por el otro, en las zonas “urbanas hiperdegradadas”, donde habitan millones de seres humanos en condiciones de sobrevivencia.

Entonces, de lo que se trata es de desarrollar el horror en todas esas regiones. Paralizar e inhibir por medio del miedo cualquier tipo de organización independiente.

Para eso, las sociedades del poder (los dueños del mundo) cuentan con gobiernos que sólo sirven como instrumentos de seguridad interna. Y cuentan con el ejército, la marina (que ya nunca está en las costas, más que para proteger la salida de minerales y la entrada de cristal), las diversas policías, las bandas de grupos criminales y los cuerpos paramilitares para garantizar esa seguridad interna.

Eso no es algo que pase únicamente en México, sucede en toda la geografía de abajo en el mundo. El valor de Ayotzinapa es que los familiares han evidenciado que se puede, no sólo desnudar las intenciones del poder, sino que es posible luchar por conseguir Verdad y Justicia:

Lo que nos ha hecho pensar la lucha de los familiares y compañeros de Ayotzinapa es que quienes secuestran, asesinan y mienten son los mismos.

Que no va a buscar la verdad quien predica la mentira.

Que no va a hacer justicia quien impone la injusticia.

Y es que pensamos que esto ya no puede ser que siga siempre así, en todas partes y en todos los niveles.

Y esto es lo que nos enseñan los familiares de Ayotzinapa, que es mejor que nos busquemos y nos encontremos quienes padecemos esta enfermedad que se llama capitalismo.

De su mano de los familiares de Ayotzinapa buscamos a las desaparecidas que hay en todos los mundos que somos.

Porque las desaparecidas y asesinadas todos los días y a todas horas y en todas partes son la verdad y la justicia.

De su mano de los familiares de los 43 entendimos que Ayotzinapa no está en el estado mexicano de Guerrero, sino que está en todo el mundo de abajo.

De su mano entendemos que el enemigo común del campo y de la ciudad es el capitalismo, no sólo en un país sino en todo el mundo.

Pero esta guerra mundial capitalista encuentra en todos los rincones a gente que se rebela y resiste.

(Ídem)

La pluralidad de la respuesta, la limitación del dogmatismo

En otra parte del discurso, el compañero Subcomandante Moisés claramente señala la inoperancia de un pensamiento dogmático. En última instancia, no sólo el capitalismo ya no es el mismo de hace veinte años, tampoco lo puede ser el pensamiento libertario.

La idea de un programa, un plan de acción, una forma de lucha se ha evidenciado hasta el cansancio no sólo como errónea sino, sobre todo, como frustrante. El dogmatismo es el padre de la pereza práctica e intelectual.

Las respuestas conocidas, no sólo por repetitivas sino por ineficaces han prohijado el pensamiento impotente de la izquierda. La vieja idea que se repetía, cambiando únicamente el autor del mando (sea el comandante, el dirigente partidario, el líder social, el creador de opinión pública, el intelectual que tiene respuesta para todo, es decir para nada, el hombre providencial, el caudillo carismático que habla con dios, etcétera), de que alguien nos iba a decir por dónde empezar, qué hacer y cómo hacerlo, no tiene asidero en la actualidad.

La pluralidad de respuesta tiene que ver con algo objetivo: la pluralidad de actores o sujetos. Esto no es una debilidad en sí misma. Más aún, puede ser una gran fuerza si entendemos que el poder está acostumbrado a enfrentar un polo centralizado y único.

El problema se le presenta cuando lo que tiene al frente es tan variado, tan diverso, tan plural, que no encuentra ni a quién clavarle sus dardos o agujas envenenadas, ni a quién comprar, halagar, cortejar.
Esa es la razón por la que no puede encontrar la cuadratura al círculo de cómo enfrentar a los familiares de los desaparecidos. Ellos y ellas se han mantenido a buen recaudo de adoptar una sola visión, una sola línea política.

Y en sus luchas de rebeldía y resistencia se van conociendo entre sí y hacen sus acuerdos para lograr lo que se quiere.

Se conocen pero no se juzgan entre sí.

No entran en competencia a ver quién es mejor.  No se preguntan quién ha hecho más, quién va adelante, quién es vanguardia, quién manda.

Lo que se preguntan entre sí es si hay algún bien en lo que hace el capitalismo.

Y como la respuesta que encuentran es que NO hay nada de un bien, sino todo lo contrario, nos hace mil formas de males, entonces es lógico que tenemos mil formas de respuesta a ese mal.

O sea que la pregunta pasa a ser ¿cómo se hace para rebelarse contra el mal?  ¿Cómo se resiste para que ese mal del capitalismo no destruya?  ¿Cómo se hace para volver a construir lo destruido de modo que no quede igual sino que sea mejor?  ¿Cómo se levanta al caído?  ¿Cómo se encuentra al desaparecido? ¿Cómo se libera al preso?  ¿Cómo viven los muertos? ¿Cómo se construyen la democracia, la justicia, la libertad?

No hay una respuesta sola.  No hay un manual.  No hay un dogma.  No hay un credo.

Hay muchas respuestas, muchos modos, muchas formas.

(Ídem)

La defensa del territorio, la defensa de la existencia de los pueblos originarios

Y, entonces, las y los compañeros zapatistas nos descubren la razón profunda (desde luego aparte de su generosidad) de darle a la lucha de los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa el lugar central en el Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo.

Hoy, las dos luchas fundamentales en las que se juega, no el futuro en abstracto de México (como les gusta decir a los que hacen discursos grandilocuentes), sino la sobrevivencia y la vida de los de abajo de México son las de quienes luchan por la Verdad y la Justicia (las y los familiares) y las de quienes luchan por defender el territorio (la vida de los pueblos originarios).

Esas dos luchas no tienen vuelta atrás. En ambas, un triunfo del poder significaría un retroceso fundamental de la sociedad mexicana.

Si la mentira y la arbitrariedad se imponen, y si se expropia para beneficio de las trasnacionales el espacio vital de existencia de los pueblos originarios, que en el transcurso de la historia de México son los que le han dado identidad y razón de ser, entonces el capital tendrá el camino despejado para realizar todas sus tropelías y horrores.

Una vez más frente a México se abre un dilema: la vida o la muerte.

La vida, si por fin se logra imponer la verdad y la justicia. Si ya no confiamos en un poder económico excluyente y criminal. Si no seguimos pensando que alguien va a resolver nuestros propios problemas. Si no permitimos que todos esos rincones de México donde persisten de manera necia y terca los pueblos originarios se eliminen y, por lo tanto, los mismos pueblos dejen de existir.

O la muerte. La muerte de los que asesinan o desaparecen con el único “argumento” de que lo hacen porque PUEDEN. Porque necesitan dejar en claro que están dispuestos a llegar hasta lo más terrible, hasta el horror más intenso. La idea es simple: tenemos el poder podemos hacer lo que nos venga en gana.

Eso puede parecer algo exagerado o apocalíptico pero, no hay nada que nos convenza de que no es verdad. De que no fue el Estado el que desapareció a 43 jóvenes normalistas y asesinó a tres de sus compañeros de Ayotzinapa. O de que no es el Estado el que está haciendo leyes y promoviendo la entrega de todo el territorio nacional a las trasnacionales. ¿Alguien puede darnos argumentos serios que demuestren lo contrario?

Entonces, abajo se lucha por la vida, la verdad y la justicia. ¡Poca cosa! Y ahí es donde es posible encontrarnos los que ya nos cansamos de pedir al gobierno que nos resuelva nuestros problemas. Los que sabemos que ahí no está el poder. Que Peña Nieto, Osorio Chong, Murillo Karam, o Cárdenas, López Obrador o Calderón y su mujer, solamente cumplen órdenes (lo hacen muy mal, pero eso es otro cantar) del verdadero poder.

Y que ese poder, en una sala de juntas de sus “cabezas pensantes”, compraron la idea de que hay que apropiarse de todos los rincones del mundo donde se encuentren los bienes terrenales.

Para eso entendieron que tenían que desatar una nueva guerra (la IV) y que esta guerra, a diferencia de las otras, tendría que ser librada en todo el mundo, al mismo tiempo y con todos los instrumentos con los que cuentan.

Con armas, sí, en algunas ocasiones, pero también con usura y especulación, cartas de intenciones, fuga de divisas, boicots económicos y caídas artificiales de los precios de las materias primas (como lo que pasa ahora con el petróleo).

Con ideologías degradativas de los pueblos del mundo, con el pensamiento único, un solo idioma, una sola “cultura”, una sola comida.

Con la puesta en pie de grupos terroristas que cuentan con armamento de la sociedad del poder, que cometen asesinatos para ayudar a justificar el sionismo y la dominación contra el pueblo de Palestina o que ayudan a avanzar las ideologías fascistas en muchos países.

Esa guerra total no está hecha en función de enfrentar a dos o tres o cuatro ejércitos. Es una guerra contra la humanidad y por la ganancia.

El Subcomandante Moisés lo explica así:

Desde hace más de 18 años nos hemos encontrado como Congreso Nacional Indígena de la mano de la finada Comandanta Ramona.

Desde entonces hemos tratado de ser alumnos de su sabiduría, de su historia, de su empeño.

Desde entonces hemos ido revelando, juntos, el andar de la tétrica carroza del capitalismo sobre nuestros huesos, nuestra sangre, nuestra historia.

Y nombramos la explotación, el despojo, la represión y la discriminación.

Y nombramos el crimen y al criminal: el sistema capitalista.

Pero no sólo, también con nuestros huesos, sangre e historia nombramos la rebeldía y la resistencia de los pueblos originarios.

Con el Congreso Nacional Indígena levantamos el digno color de la tierra que somos.

Con el Congreso Nacional Indígena aprendimos que tenemos que saber respetarnos, que todos vamos a tener nuestro lugar en nuestras demandas.

Entendemos que ahora lo más urgente es la verdad y la justicia para Ayotzinapa.

Hoy lo más doloroso e indignante es que no están con nosotros los 43.

Mañana no queremos que nos pase así también, por eso difundamos allá en nuestros pueblos, naciones, barrios y tribus.

Llamemos a nuestros pueblos a ya no permitir que nos sigan engañando con miserables migajas, sólo para mantenernos callados y que los Mandones se sigan enriqueciendo a costa nuestra.

Juntemos nuestras rabias y organicemos y luchemos dignamente sin vendernos, sin rendirnos y sin claudicar por nuestros presos políticos, que por luchar por las injusticias en que vivimos los tienen en la cárcel.

Como pueblos originarios peleamos por lo que es nuestro derecho, sabemos cómo hacer esto, así nos enseñaron nuestros tatarabuelos que no los pudieron acabar como originarios que somos de estos suelos.

Por eso existimos tantas lenguas, porque supieron cómo no dejarse acabar nuestros antepasados, ahora nos toca a nosotros lo mismo ahora.

Todos debemos decirle NO a las transnacionales.

(Ídem)

Finalmente, es indispensable destacar las palabras finales:

En los próximos días, semanas, meses, saldrá más de nuestra palabra, de nuestro pensamiento de cómo vemos el mundo pequeño y el mundo grande.

Serán palabras y pensamientos difíciles porque son sencillos.

Porque lo vemos claro que el mundo ya no es el de hace 100 años, vaya ni siquiera es el mismo de hace 20 años.

Como zapatistas que somos, aunque pequeñas y pequeños, lo pensamos el mundo.

Lo estudiamos en sus calendarios y geografías.

El pensamiento crítico es necesario para la lucha.

Teoría le dicen al pensamiento crítico.

No el pensamiento haragán, que se conforma con lo que hay.

No el pensamiento dogmático, que se hace Mandón e impone.

No el pensamiento tramposo, que argumenta mentiras.

Sí el pensamiento que pregunta, que cuestiona, que duda.

Ni en las condiciones más difíciles se deben abandonar el estudio y el análisis de la realidad.

El estudio y el análisis son también armas para la lucha.

Pero ni sola la práctica, ni sola la teoría.

El pensamiento que no lucha, nada hace más que ruido.

La lucha que no piensa, se repite en los errores y no se levanta después de caer.

Y lucha y pensamiento se juntan en las guerreras y guerreros, en la rebeldía y resistencia que hoy sacude al mundo aunque sea silencio su sonido.

Pensamos y luchamos las zapatistas, los zapatistas.

Luchamos y pensamos en el corazón colectivo que somos.

(Ídem)

Hace ya varios años, era el 2007, el Comandante Tacho me preguntó: ¿Por qué son así los intelectuales.

Leen mucho, saben lo que es el sistema capitalista, entonces, por qué hacen lo contrario de lo que leyeron y
piensan?

Yo, balbuceé algunos intentos de respuesta, pero nunca pude acertar a dar una medianamente creíble.

El 1 de enero de 2015, los propios compañeros zapatistas me dieron la respuesta.

La intelectualidad de izquierda, en su inmensa mayoría, abandonó el pensamiento crítico para refugiarse en “verdades” siempre desmentidas por la práctica.

Una forma elegante y amable de explicarlo nos refiere al pensamiento haragán, el que ya no investiga y sobre todo el que ya no se pregunta a sí mismo. El que se repite hasta el cansancio, repitiendo formulaciones manidas, que son simplemente una coartada para evitar pensar. Porque el pensar siempre da vértigo.

Efectivamente, los lugares comunes y los asideros teóricos siempre son más sencillos que el arriesgarse a formular una pregunta. Una pregunta molesta, complicada, insolente.

Pero, existiendo eso, no cabe duda que la haraganería es sólo el síntoma de algo más profundo

El éxito del pensamiento dogmático lo debemos buscar en otro lugar: en el abandono del combate ideológico con la derecha. En la impresionante voluntad de no sobrepasar los límites culturales, ideológicos o políticos que la derecha ha impuesto.

Especialmente, en la aceptación pasiva de que no hay nada más allá de la democracia representativa, del mercado, de sus “leyes”. En que no hay horizonte más allá del capital.

Todo esto nos deja como necesidad el ser apreciado, la fama como objetivo y, por lo tanto, la necesidad de ser bien portado. Intelectual de izquierda sí, pero responsable, no extremista, siempre cool.

En unos cuantos años, entre la intelectualidad de izquierda se ha creado la gramática de la resignación. A lo más que aspiran es a aconsejar al poder sobre cómo no ser tan salvaje en sus mecanismos de explotación.

Esta autocensura tiene sus raíces en un fenómeno aún más profundo: el intelectual progresista ha dejado de ser alguien que tiene responsabilidad social (hoy puede decir algo y mañana lo contrario, pero no media ninguna reflexión), para pasar a ser el experto, el asesor, el consultor.

Aquél que se ubica frente a la sociedad de abajo y pone por enfrente todo lo que tiene de diferente a ella. El que tiene que decirle, por obligación, lo que tiene que hacer. Aquél que se siente experto en todo aunque, por convicción, renuncia al análisis de la totalidad.

Aquél que se siente cómodo frente al que reconoce su obra y no entiende que lo que dice normalmente no tiene repercusión. Ya que no está vinculado a una lucha, a una movilización, a una clase social popular.

A lo más que llega es a ser asesor de movimientos sociales, que son la cobertura de izquierda de los burócratas sindicales o de los neocaciques campesinos.

Atrás quedó la época en que los intelectuales formaban parte de las luchas sociales y arriesgaban lo que decían, en tanto lo decían en función de su adscripción a la lucha anticapitalista.

Hoy, buscan resquicios para forjar un muro entre la lucha antineoliberal y la lucha anticapitalista.

Desde luego, existen excepciones importantes. Quienes día con día renuevan su pensamiento. Esto lo han logrado porque han decidido jugarse con los más pobres del mundo y de México.

Hace algunos meses, el difunto Subcomandante Insurgente Marcos escribió: “Un fanático es alguien que, con vergüenza, esconde una duda”.

Si para que exista la teoría ésta debe ser producto de un pensamiento crítico, la obligación del intelectual es dudar. O, por lo menos, hacer que otros duden.

Claro, lo mejor es cuando un pensamiento está ligado a una práctica. Si eso es verdad, el pensamiento será crítico o no será. Porque la práctica
siempre está llena de matices y de diversos colores.

El pensamiento crítico es el que tarda en ser elaborado, necesita ser compartido, debe siempre ser revisado, debe entender que sólo designa tendencias y no situaciones terminadas.

El pensamiento crítico debe siempre partir de un planteamiento ético, debe ser ambicioso por ser modesto, debe ser diáfano y sencillo, no debe poner a quien lo lee o escucha en la posición de decir “cuántas cosas no sé”. En síntesis debe ser subversivo y libertario.

Fuente: https://zapateando.wordpress.com/2015/01/14/verdad-y-justicia-elementos-corrosivos-contra-el-poder/

martes, 13 de enero de 2015

sábado, 10 de enero de 2015

Información actualizada sobre la situación del Ejido de San Sebastían Bachajón

 Fotografía: http://2.bp.blogspot.com/-MwyBWMRwPRs/VLBeKptZy6I/AAAAAAAAAm8/1cpC_opWWZo/s1600/COMUNICACIO%CC%81N%2BBACHAJO%CC%81N.jpg

Los compañeros del Ejido de San Sebastían Bachajón envían la siguiente información:

Después de 8 horas desaparecidos, se logró  localizar a  los compañeros Mariano Pérez Álvaro, Miguel Jiménez Silvano, Juan Deara Perez, Antonio Gomez Estrada,  Manuel Gómez Estrada, Juan Gomez Estrada, Pacual Gómez Álvaro  y Martín Álvaro Deara,   por una comunidad del Centro de Población Alansac–Jun, los compañeros se encuentran bien, comentan que lograron escaparse de las manos de los policías  apoyandose entre ellos.

La policia sigue custodiando el territorio recuperado.
 
Les pedimos seguir al pendiente de la situación.


Tomado de: http://kolectivozero.blogspot.mx/2015/01/informacion-actualizada-sobre-la.html

Cascadas de Agua Azul

 Fotografía: http://3.bp.blogspot.com/-HE_4e_Jvn1c/VLAIlHDQVWI/AAAAAAAAAms/fjpb6V4bqRg/s1600/POLICI%CC%81A%2BAUTO%CC%81NOMA.jpg

Los de abajo. Por Gloria Muñoz Ramírez
 
El ejido San Sebastián Bachajón, en el municipio de Chilón, Chiapas, fue fundado en 1980 por los tzeltales de la región. Es, con sus 70 mil hectáreas, uno de los más grandes de México, poseedor de gran biodiversidad y recursos naturales, además de ser la entrada a una las bellezas naturales más importantes del país: las cascadas de Agua Azul, contempladas dentro del Centro Integralmente Planeado Palenque (CIPP), que promueve un turismo de élite en el estado a partir de la explotación de los atractivos naturales y arqueológicos de la zona. Un plan en el que los indígenas dueños originales de las tierras simplemente estorban.

En 2007, los ejidatarios de Bachajón se hicieron parte de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y a partir de ese momento decidieron ejercer su derecho a la libre determinación de su pueblo. Levantaron entonces una caseta de cobro en su territorio, con el fin de que los turistas que quisieran visitar las cascadas de Agua Azul pagaran una cuota de recuperación. Con el dinero recaudado, decidieron en asamblea, que se apoyaría a los ejidatarios enfermos y a las familias más necesitadas.

El corazón del CIPP es justo Agua Azul, y la pretensión es rodearlo de una infraestructura turística de lujo, para lo cual también se incluye la construcción de la carretera San Cristóbal de las Casas-Palenque y el recientemente inaugurado aeropuerto. Es por eso que toda la fuerza del Estado está en su contra. Les han asesinado a dos de sus representantes, los han golpeado, encarcelado y torturado.

La caseta de cobro ha estado en el centro del conflicto. La desalojaron con violencia en 2009 y en 2011. En esta última ocasión no sólo los despojaron de la caseta, sino también de más de 2 mil metros cuadrados de tierra de propiedad comunal. Siguió entonces una batalla jurídica sin resultados. En este contexto, el pasado 21 de diciembre los tzeltales decidieron recuperar sus tierras e instalar nuevamente la caseta de cobro en la entrada a las cascadas. Y la mañana del 9 de enero nuevamente fueron desalojados por 900 policías federales y estatales.

El mal gobierno, a través del secretario de gobierno Eduardo Ramírez Aguilar, se burla de que ya recuperaron la caseta de cobro como si fuera su propiedad o territorio, su verdadero interés es despojar nuestras tierras, son unos verdaderos sinvergüenzas traidores de la patria corruptos, pero su mala política no acaba nuestra lucha, porque no vamos a permitir que nos sigan despojando a su gusto, señalaron en un comunicado en el que advirtieron: Vamos a continuar nuestras acciones en defensa de la madre tierra.

desinformemonos.org

Sí debería escribirle al Más de 131

Fotografïa: http://www.radiochimia.org/wp-content/uploads/2015/01/oventik21_f.jpg

Por Sergio Rodríguez Lascano

Hace algunos años, el finado Subcomandante Insurgente Marcos acuñó una frase de antología: “Perdonen las molestias, pero esto es una revolución”.
 
Esa frase cae como anillo al dedo al artículo que salió publicado con el evidente aval en la página electrónica Más de 131, escrito por Miguel Hirsh, titulado “No debería escribirle a Oventik”.

No puede pasar desapercibido que el artículo revela un profundo desprecio por las comunidades zapatistas. Sobre todo porque se les da un trato de agiotistas o banqueros, o amantes del dinero:

“Porque sólo en Oventic me sentí despreciado y maltratado, sólo en Oventic las cosas funcionaban exclusivamente alrededor del dinero…
 
“Porque sentí que no quieren que nos juntemos sino que nomás desde allá les echemos porras y pesos”.

Yo me pregunto: ¿Qué fue lo que sucedió que permite que el autor insulte con tal desparpajo a miles de bases de apoyo zapatistas?

Muy posiblemente, el tal Miguel Hirsch se refiere a que, a diferencia de las sedes donde hubo compartición, es decir, Xochicuautla, Amilcingo y Monclova, en el caso de Oventik las y los de la Sexta nacional e internacional pagamos nuestra alimentación.

Pero, como es costumbre para los que escriben textos que buscan reflejar una realidad que sólo existe en sus cabezas, este autor no investigó cuántas personas de la Sexta llegaron a Xochicuautla, Amilcingo y Monclova en tanto que eran eventos cerrados, en comparación con aquell@s que llegaron al evento abierto que fue la Fiesta de la Resistencia y la Rebeldía, en el 21 aniversario del EZLN en Oventik, incluyendo los miles y miles bases de apoyo zapatistas.

Esta última condición no hizo que quedaran sin atenderse todas las necesidades de las y los familiares de Ayotzinapa invitad@s, así como las de los y las integrantes del Congreso Nacional Indígena.

No preguntó siquiera, ya no digamos investigó, con cuánto dinero se apoyó a las tres sedes donde hubo compartición para que pudieran sufragar los gastos que les implicaba ser sede. Cuántos kilos de arroz y frijol, aceite y cobijas se consiguieron, cuántas actividades previas para conseguir fondos se realizaron para apoyar a esas sedes y, cómo no se entregó ni un centavo a las comunidades zapatistas, debido a que los compañeros señalaron que todo se canalizara hacia las tres sedes del CNI. Típica actitud de alguien que sólo piensa en el dinero ¿No, Miguel Hirsh?

Ell@s tuvieron que sufragar los gastos de comida de los compañeros del CNI y de los familiares, así como la movilización de miles de bases de apoyo. ¿Sabrá Miguel Hirsch, quien seguramente toma el metro y ya está en una marcha, lo que significa que miles de bases de apoyo zapatista se muevan por ejemplo desde el Caracol 1 de La Realidad hasta Oventik, con sus propios recursos y con el único objetivo de abrazar a los familiares de Ayotzinapa, al CNI y a la Sexta Nacional e Internacional? ¿Sabrá qué significa para la economía de una familia, una comunidad, esa voluntad de ser solidario? Y todo esto sin ninguna ayuda de la Sexta. “¿Dinero y pesos?”. Carajo, cuánta soberbia, cuánta mezquindad.

En el artículo se habla de la escuelita, según se sabe el referido autor fue alumno de la primera generación de la escuelita. ¿Recuerda cuánto pagó? ¿Recuerda si pagó algo por el transporte? ¿Recuerda si pagó algo por el alimento que le dieron en la casa de su familia? ¿Recuerda que está hablando de su familia? “¿Dinero y pesos?”. Cuánta soberbia y cuánta mezquindad.

Sobre los familiares de Ayotzinapa: ¿Sabe el autor quién sufragó los gastos de su traslado, sus alimentos, su avituallamiento para que no tuvieran frío y no se mojaran, desde que salieron de Ayotzinapa hasta que volvieron san@s y salv@s hasta allá mismo? A lo mejor piensa que todo salió de su bolsillo, con todos los pesos que le ha entregado al EZLN, pero no, salió de las finanzas del EZLN.

Hirsh dice: “Y que palabras como bienvenidos, bienvenidas y bienvenidoas habrían sido bien recibidas”. Resulta que el cronista olvida que con esas palabras inició su discurso el Subcomandante Insurgente Moisés: “Por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Reciban todas, todos y todoas que están y no están presentes, el saludo de los hombres, mujeres, niños y niñas, ancianos y ancianas zapatistas. Sea bienvenido el paso, la voz, el oído, la mirada, el corazón colectivo de abajo y a la izquierda”.

En otra parte de su texto el autor dice: “sólo en Oventic hicieron a lxs invitadxs de honor quedarse paradxs sosteniendo los rostros del dolor que hoy dan rostro al dolor del mundo durante horas de discursos”. Esta frase no tiene desperdicio.

Yo no sé si el autor habló con los familiares, muchos de la Sexta y el CNI lo hicieron, de hecho todos los que querían. No se puso un mecate para que nadie se acercara, ni se les puso un cerco de personas para que nadie se acercara. Si el autor hubiera hablado con ellos se hubiera enterado de varias cosas que son fundamentales:

a) Hay una frase que odian los familiares: “ya me cansé”. No soportan que alguien les pregunte si ya se cansaron.

b) No fueron horas lo que duraron los discursos, muy probablemente a él le parecieron horas pero nunca es bueno confundir la realidad con lo que uno imagina.

c) Perdió de vista un hecho trascendental, el EZLN, que es un ejército (muy otro, es verdad, pero un ejército) quería abrazar a todos los familiares y nombrar con su nombre (lo digo así porque nadie lo hace) a los desaparecidos y a los asesinados. Y si hubiera tenido la curiosidad de entender lo que pasó hubiera ido él a abrazar a los familiares como muchos lo hicimos y a llorar con ellos y de paso les hubiera preguntado si estaban molestos por haber estado “horas” como invitados de honor en el estrado, compartiéndolo con el EZLN y el CNI.

d) Y, luego, en el CIDECI se hubiera acercado a preguntar qué les había parecido el trato que recibieron. Les hubiera hecho la pregunta clave, que todo buen periodista de medio libre debería tener a flor de boca: ¿valió la pena tanto sacrificio para llegar hasta territorio zapatista? Pero hacer eso es muy fatigoso para alguien que sabe la respuesta de antemano, porque él piensa que no valió la pena, que fue tratado como extraño, pero para sentirse así hay dos posibilidades: que lo traten como extraño o ser un extraño porque pone por enfrente sus peculiaridades propias sin aceptar las diferencias.

e) Los compas del EZLN, a pesar de lo que dice Hirsch, son los únicos que hablan de los 46, no sólo 43. Los únicos que han nombrado a los 46 y 46 fueron los abrazos. Son los únicos que demandan verdad y justicia, que es lo que sintetiza la demanda de los familiares. El poder del dinero lo sabe y por eso les quiere dar a cuenta gotas restos de alguno de los 43, para que vayan contando en sentido inverso como lo hace el #Yamecansé (que ya no habla de 43 sino de 42). Pero, ¿ya hubo justicia y verdad para todos?

Cuando se dice “vivos se los llevaron, vivos los queremos” ¿eso se traduce en que si se entregan restos ya no hay nada más que hacer? Hasta donde yo entiendo, “vivos se los llevaron, vivos los queremos” quiere decir tal y como se los llevaron los queremos. ¿Se resuelve el asunto si entrega el gobierno una muela y un pedazo cuasi microscópico de carne? ¿Eso finiquita el problema? ¿Eso resuelve el problema de justicia y verdad?

Con la muerte del finado Galeano, los zapatistas demostraron qué hay que hacer con la muerte (a mí me parece que el autor del artículo publicado en Más de 131, no tiene la menor idea de lo que es la muerte): demandar verdad y justicia. Y lo consideraron tan importante que alguien tuvo que morirse para que el finado maestro Galeano viviera y, se los aseguro, para las comunidades zapatistas y para muchos de nosotros, tanto de México como del mundo, no cualquier “alguien” fue el que tuvo que morirse. En resumen, la demanda de verdad y justicia es la que tiene en crisis al poder del dinero y a sus monitos cilindreros de los gobiernos y de la clase política. Porque esto es lo que pone a los dueños del dinero frente al espejo, a un espejo gigante que nos muestra su rostro pútrido.

f) Doña Berta Nava, madre del compañero asesinado Julio César Ramírez Nava, fue la que insistentemente señaló que le hubiera gustado que los compas del EZLN hubieran estado presentes en las comparticiones. También fue la primera que dijo que era un honor ocupar su lugar, saber que en esos momentos los familiares eran el EZLN y saber que el EZLN siempre estará atrás de ell@s.

De doña Berta no se recibió sino buenos sentimientos, siempre entrañable y franca. En cambio, el autor no sólo olvida sino que es perezoso porque no investiga: “Pero en las mismas voces de Ayotzinapa escuchamos que ojalá no se hubieran quitado de la lista de las comparticiones, sino que nomás se hubieran hecho tantito más chiquitxs para que cupieran juntxs porque también queríamos compartir con ustedes”.

Olvida o ignora o no pela que las y los compañeros habían declarado que sí iban a estar, pero que lo iban a hacer con el rostro descubierto, para que nadie los viera. Es decir, al quitarse el pasamontañas y asistir al Festival, son los que, paradójicamente, mejor saben lo que ahí sucedió. Por muchas razones: primero porque siempre están con su lápiz y su cuaderno, porque siempre están atentos y no en los pasillos, porque siempre miran hacia la gente y no hacia los oradores, porque son maestros de la escucha y no les cuesta trabajo tener la boca cerrada. Ahí estuvieron l@s delegad@s zapatistas. No l@s vimos porque eligieron no ser vist@s.

Cuando los compas deciden participar con el rostro descubierto para pasar desapercibidos, significa hacerse a un lado y dejar toda la tribuna a las y los familiares de los desaparecidos y asesinados de Ayotzinapa, lo hacen a sabiendas que muchos se podían sentir molestos y desilusionados. Pero ellos no trabajan con encuestas para saber cómo los posibles participantes aprecian o no un gesto suyo.

Lo deciden a partir de lo que les dicta su posición política que siempre tiene como punto de partida la ética. 

Y la ética les decía que debían hacerse a un lado y eso es lo que hicieron.

Lo que doña Berta decía la engrandecía porque evidenciaba su modestia, ella también actuaba con base en la ética.

Lo que el autor hace es querer contraponer lo que no es posible contraponer. Es decir, lo guía… la grilla estudiantil.

El abrazo entre la ética zapatista y la dignidad de Ayotzinapa no podrá ser manchado por el dedo flamígero del autor.

No es la primera vez que personas muestran su indignación por actos éticos del zapatismo.

Ya en el pasado muchos se enojaron porque para la primera reunión nacional del CNI salió la comandanta Ramona y no el Subcomandante Insurgente Marcos y se atrevieron a decir: “Cómo mandan a una persona enferma, casi moribunda, que no habla castellano”. O cuando la comandanta Esther habló en nombre de la delegación zapatista en el Congreso de la Unión, frustrando a varios diputados y senadores que ya tenían su cámara fotográfica lista para sacarse la foto con el Subcomandante Marcos, a quien, paradójicamente, acusaron de protagónico por no asistir. O cuando guardaron silencio varios años, o cuando hablaron en medio de la coyuntura electoral de 2006 o cuando “el fin del mundo” o…

g) En otra parte de su texto aparecido en el Más de 131, el autor dice: “que no sabía que me iba a convertir en una clave de registro, más que una persona”.
 
En la entrada de Oventik pasaron primero los familiares de Ayotzinapa, en un recibimiento que los hizo llorar. Luego el CNI y luego la Sexta. La Sexta, tardó mucho porque eran un buen.

Se decidió que entraran primero los que ya se había registrado y tenían gafetes, luego los que tenían número de clave y no tenían gafetes (a pesar de que durante todas las comparticiones la comisión de registro funcionó para que se registraran y a pesar de que el día 31 desde la 0700 hasta las 1700 funcionó la comisión de registro en el CIDECI. Sí, se buscaba un poco de orden.

Yo estaba en la puerta del Caracol tratando de ayudar. Vi cuando entró un niño y su amiguito se quedó llorando porque él todavía no entraba y su amiguito de juegos era separado de él. Uno de los comandantes se acercó y me dijo al oído: “registra a la familia del niño que está llorando para que pase inmediatamente”. Eso hice y entró dos minutos después de su amiguito. Esa familia probablemente pensó que yo era un compañero con buen corazón, pero yo no lo decidí, así actúan los que nunca quieren llevarse la gloria, los que siempre actúan desde la sombra.

Sí, eso hicieron los seres extraños que según el autor no devuelven el saludo ni expresan nada en los ojos, más que indiferencia.

Y, como ésa, puedo contar miles de anécdotas, sin exageración miles de anécdotas. Pero, más aún, yo hablé con mucha gente que conozco, que tardó mucho tiempo en la puerta y todos estaban felices de estar adentro, no les pesaba pagar 15 pesos por cuatro chalupas o una torta, no les pesaba pagar 5 pesos por un rico ponche bien calientito y sobre todo veían el esmero en el trabajo. ¿Para que sirvió ese dinero? Para que los miembros de los pueblos indígenas comieran, lo mismo que los familiares.

Aunque resulte banal, (aquí se confirma que la amnesia de las banalidades habla más del que olvida que de lo olvidado) no está por demás recordar que el EZLN no es un banco, ni una ONG, ni una financiadora y tampoco es un colectivo que se disfraza de zapatista para organizar conciertos y seminarios en su nombre y quedarse con el dinero y luego es puesto como equipo de seguridad en una sede, o que viaja por el mundo haciéndose pasar por zapatista para engañar a la gente de buena voluntad.

Finalmente, después de su publicación los compañeros del más de 131 publicaron una aclaración que dice: “En  la sección “compartimiento” se expresan las posturas personales de las y los respectivos autores, no se debe de entender necesariamente como el sentir o la postura de masde131.com. Para réplicas o colaboraciones dentro de esta sección escribir a: redaccion@masde131.com. Esa aclaración hace más enigmática su posición. El “no se debe entender necesariamente” deja a la imaginación si este es el caso o no. Pero, como todo mundo sabe, la coartada que dice “ésa es una posición individual” esconde algo profundo, a saber, la decisión de publicarlo.


Fuente: http://www.radiochimia.org/2015/01/08/si-deberia-escribirle-al-mas-de-131/

jueves, 8 de enero de 2015

Pronunciamiento del Primer Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-pQnGLcAGQz8/VAEyJfIEQbI/AAAAAAAAqe8/wrzHpp3yFvk/s1600/ezln_CargadosDeRebeldia.jpg

 

Pronunciamiento del Primer Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo

A los pueblos del mundo.

Desde Chiapas, México, levantamos nuestra palabra para dirigirnos a las mujeres y hombres de abajo, del campo y la ciudad, en México y el mundo, a los y las que sembramos resistencias y rebeldías en contra del capitalismo neoliberal que todo lo destruye.

Nos reunimos los días 21, 22 y 23 de diciembre en la comunidad ñahtó de San Francisco Xochicuautla, Estado de México; los días 22 y 23 de diciembre en la comunidad nahua de Amilcingo, Morelos; los días 24, 25 y 26 de diciembre, en el espacio del Frente Popular Francisco Villa Independiente, en la Ciudad de México; los días 28 y 29 de diciembre en la comunidad de Monclova, Campeche; los días 31 de diciembre y primero de enero en el Caracol Zapatista de Oventic, Chiapas; los días 2 y 3 de enero en el CIDECI de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Nos reunimos para hacer comparticiones, que no solo es compartir, sino aprender y construir juntos. Comparticiones que fueron crecidas con un profundo dolor que es nuestro y una rabia que es nuestra, por la desaparición y asesinato de los estudiantes de la Normal Rural Raul Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero. Acto criminal que es a su vez el reflejo de la política de muerte que los malos gobiernos y los capitalistas han proyectado en cada rincón del país y del mundo, pues ellos, los que nos faltan son nuestros desaparecidos y no dejaremos de luchar hasta encontrarlos desde lo que somos en la Sexta Nacional e Internacional, en el Congreso Nacional Indígena, en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Los capitalistas y sus capataces de los malos gobiernos han dejado una destrucción en el corazón de los individuos que somos y han dejado una gran destrucción en el corazón colectivo que somos, como somos, los pueblos, los padres y madres de los jóvenes que nos arrancaron y las organizaciones solidarias decididos a reconstruir la vida donde los poderosos han sembrado luto y muerte.

En las comunidades indígenas que somos, los embates del sistema capitalista se sufren con la sangre y con el dolor de nuestros hijos, que son también el único futuro posible para este planeta al que llamamos Tierra, en el que en medio de las distancias y de los diferentes colores que nos hacen ser y nos hacen existir mantenemos la certeza de que es nuestra madre y de que está vivo, y que para que así siga siendo, la justicia es una demanda que se teje con las acciones y las convicciones de los que somos el mundo de abajo, los que no aspiramos a gobernarlo sino a caminar construyéndolo.

Desde los océanos, las playas, las montañas, las ciudades y los campos, construimos y reconstruimos junto con las asambleas, organizaciones y colectivos que tejen de diversas formas autónomas los espacios y las formas de organización y solidaridad que son capaces no solo de contener esta destrucción capitalista que no distingue pueblos o colores y que en su ceguera crónica solo reconoce todo aquello que alimente esa misma destrucción vestida de guerras permanentes, mercados injustos y descomunales ganancias para unos pocos, valores ajenos a los pueblos y contrarios a los antiguos acuerdos con nuestra madre tierra que dan sentido a la vida en el mundo, que nos dan libertad y nos hacen dignas, dignos de vivir y defender la vida.

Pero los capitalistas que dicen gobernar y que en realidad solo buscan dominar, administrar y explotar, tienen un límite, una barrera grande, en la dignidad de una persona, de una familia, de un colectivo, de una sociedad a la que han dañado en lo más profundo, a la que han arrancado y matado una parte de su corazón, detonando una explosión de rebeldía como la que ha iluminado este Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías en contra del capitalismo al que llamamos “Donde los de arriba destruyen, los de abajo reconstruimos” porque abajo estamos, desde abajo entendemos el mundo, abajo lo cuidamos, abajo nos miramos unos a los otros y desde ahí, juntos, reconstruimos el destino que creíamos propio hasta que nos lo arrancaron los poderosos y solo entonces aprendemos, solo entonces sabemos que lo que es realmente nuestro es lo que podamos construir o reconstruir donde el capitalismo ha destruido.

El dolor que se convierte en digna rabia de los familiares de los estudiantes asesinados y desaparecidos de la escuela normal rural Raul Isidro Burgos es el dolor que nos secuestró y desapareció también a nosotros, así que nunca dejaremos de luchar hasta encontrarnos, junto con el hermano o la hermana asesinados, desaparecidos, torturados, explotados, despreciados o despojados en cualesquier punto de la salvaje geografía capitalista, en cualesquier frontera del mundo, en cualesquier cárcel.

Los caminos de los pueblos del mundo tanto en el campo como en la ciudad con su propio rumbo se conducen en el rastro dejado por sus propios ancestros, caminos que se dividen, se intersectan y cruzan con los nuestros, hasta que encuentran un mismo rumbo, marcado por la dignidad rebelde que habla en tantas lenguas y es de tantos colores como es la naturaleza misma que se teje con pequeños bordados para poder construir lo que necesitamos ser.

Así, hermanos y hermanas de este mundo dolido pero alegre por la rebeldía que nos alimenta, invitamos a seguir caminando con un paso pequeño pero firme, a seguirnos encontrando, compartiendo, construyendo y aprendiendo, tejiendo la organización desde abajo y a la izquierda de la sexta que somos. Sólo de nuestra rebeldía y de nuestra resistencia nacerá la muerte del capitalismo, vivirá un nuevo mundo para todos, para todas.

San Cristóbal de las Casas, México a 3 de enero de 2015.

CONGRESO NACIONAL INDÍGENA
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL
SEXTA INTERNACIONAL
SEXTA NACIONAL

martes, 6 de enero de 2015

Festival de Resistencias y Rebeldías

De los compas de Subversiones:



Subversiones (https://www.youtube.com/watch?v=tI6dxZPm_kg&feature=youtu.be)

lunes, 5 de enero de 2015

Hostigamiento policial


 Hermanas y Hermanos del Congreso Nacional Indígena

Compañeros y Compañeras de la Sexta Nacional e Internacional

Queremos hacer de su conocimiento, que tras finalizar los trabajos del Primer Festival Mundial de las
Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas,  los delegados y delegadas iniciaron el camino de retorno hacia sus comunidades y lugares de origen. Desde Puebla y en el Distrito Federal los camiones del CNI fueron hostigados por policías de tránsito, policía federal e individuos vestidos de civil, aparentemente militares.

Posteriormente, aproximadamente a las 20:00 horas,  trescientos metros después de la caseta de Salamanca, Guanajuato, individuos desconocidos apedrearon el parabrisas del camión en el que viajaban los compañeros del CNI rumbo a Guadalajara. Hasta el momento no se reporta ningún compañero herido. En dicho camión viajaban los delegados y delegadas indígenas de los pueblos, comunidades y tribus de Azqueltán, Cherán, Ostula, Wirrárika, Yaqui, Guarijío, Tuxpan, Ayotitlán y Comachuén. Varios de ellos autoridades y gobernadores de sus Comunidades y Pueblos.

Esta cobarde agresión por parte del mal gobierno, nos muestra su miedo, de ellos a nosotros los de abajo y a la izquierda, que desde nuestras comunidades y pueblos, ciudades y países, confluimos en el Festival para juntarnos, escucharnos y compartir nuestras resistencias, rebeldías y nuestros dolores, con otros muchos que también resisten y se rebelan, para así multiplicar nuestras resistencias y rebeldías, y hacer más nuestro ese dolor de quienes nos faltan.

Hacemos un llamado a estar atentos ante próximas agresiones y esperar la llegada con bien de todos los delegados y delegadas del Festival a sus lugares de origen.

NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS

A 4 de enero de 2015

Congreso Nacional Indígena 


Todas las fotografías de: https://twitter.com/otrasvocesotrah/status/551844995674943488/photo/1

jueves, 1 de enero de 2015

Palabras del EZLN en el 21 aniversario del inicio de la guerra contra el olvido.

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Fotografía: http://sipaz.wordpress.com/2014/07/27/chiapas-nuevo-comunicado-del-subcomandante-insurgente-moises/

31 de Diciembre del 2014 y 1 de Enero del 2015.

Compañeras y compañeros familiares de los estudiantes de Ayotzinapa asesinados y desaparecidos por el mal gobierno de este sistema capitalista:

Compañeras y compañeros del Congreso Nacional Indígena:

Compañeras, compañeros y compañeroas de la Sexta de México y del mundo:

Compañeras y compañeros Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional:

Compañeras y compañeros comandantes y comandantas, jefas y jefes del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN:

Compañeras y compañeros milicianas y milicianos:

Compañeras y compañeros insurgentes e insurgentas:

Compas:

Por mi voz habla la voz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Reciban todas, todos y todoas que están y no están presentes, el saludo de los hombres, mujeres, niños y niñas, ancianos y ancianas zapatistas.

Sea bienvenido el paso, la voz, el oído, la mirada, el corazón colectivo de abajo y a la izquierda.

Tenemos como invitados de honor a los familiares de quienes nos hacen falta en Ayotzinapa, en México y en el mundo.

Agradecemos de corazón el honor que nos hacen al estar presentes aquí con nuestros pueblos zapatistas que somos.

Nos honran también sus silencios y palabras.

Nos hermanan su dolor y su rabia.

Nosotros, nosotras las zapatistas, no perdemos de vista ni cerramos nuestros oídos a la pena y el coraje de Ayotzinapa que nos muestran y nos hablan los familiares.

La pena por las muertes y desapariciones.  El coraje por los malos gobiernos que esconden la verdad y niegan la justicia.

Lo que sabemos y recordamos en esta lucha de Ayotzinapa es que sólo como pueblos organizados vamos a encontrar la verdad.

No sólo la verdad desaparecida en Ayotzinapa, también todas las verdades que han sido secuestradas, encarceladas y asesinadas en todos los rincones del planeta Tierra.

Sobre esa verdad ahora ausente podremos construir la justicia.

Porque nosotras, nosotros los zapatistas, pensamos que ya no hay que confiar más en los malos gobiernos que hay en todo el mundo.

Esos malos gobiernos que sólo sirven a los grandes capitalistas.

Esos malos gobiernos que sólo son los empleados del capital.  Los capataces, mayordomos y caporales de la gran hacienda capitalista.

Estos malos gobiernos no van a hacer nunca un bien para los pueblos.

No importa qué tantas palabras digan, esos gobiernos no mandan, porque el mero Mandón es el capitalismo neoliberal.

Por eso no hay que creerles nada a los malos gobiernos.

Todo lo que queramos como pueblos lo tenemos que construir entre nosotros.

Así como los familiares de los asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa están construyendo su búsqueda de verdad y justicia.

Así como están construyendo su propia lucha.

Queremos decirles a los padres y madres de los compañeros desaparecidos que no descansen de luchar y no dejen de luchar por la verdad y la justicia para los 43.

Su lucha de los familiares de Ayotzinapa es el ejemplo y el alimento que nos dan a quienes queremos verdad y justicia en todos los suelos del planeta.

Quiere que tomemos el ejemplo de los papás y mamás, de dejar la casa y la familia por trabajar y encontrarse con otras familias que tienen iguales sus dolores, rabias y resistencias.

La esperanza no está en un hombre o una mujer individuales, como nos hacen creer y dicen “voten por mí” o “vengan a esta organización porque nosotros vamos a ganar la lucha”.

Así dicen.

Pero, ¿cuál lucha?  Si lo sabemos que ellos lo que quieren es llegar al Poder y ya después se olvidan de todo y de todos.

Por eso es mejor que tomemos el ejemplo de los familiares de Ayotzinapa de organizarse.

Hay que construir y crecer organización en cada lugar donde vivimos.

Imaginemos cómo puede ser una nueva sociedad.

Para eso tenemos que estudiar cómo estamos en esta sociedad en que vivimos.

Nosotras y nosotros los zapatistas decimos que estamos en una sociedad donde somos explotados, reprimidos, despreciados y despojados por siglos de patrones y líderes, y hasta hoy, finales del 2014 y principios del 2015, así sigue la sociedad.

Desde entonces nos han querido engañar diciéndonos que ellos, los de arriba, son los más chingones y que nosotros, nosotras, no servimos para nada.

Que somos tontos y tontas, así nos dicen.

Que ellos sí saben pensar, imaginar, crear, y que nosotros y nosotras sólo somos los peones en lo que hacen.

“¡Al carajo con eso!”, “¡Ya basta!”, así dijimos nosotros, nosotras las zapatistas, en el año 1994, y entonces  nos tuvimos que gobernarnos autónomamente.

Así lo vemos nosotras, nosotros los zapatistas, que el esfuerzo de trabajo y lucha con rebeldía y resistencia con dignidad de los familiares de los compañeros estudiantes desaparecidos, es que nos están llamando a organizarnos para que no nos pase igual.

O para que sepamos qué hacer antes de que nos pase igual.

O qué hacer para que nunca le pase a nadie esto lo que les pasó por este sistema en que estamos.

Porque lo han explicado muy bien los familiares de Ayotzinapa.  Como buenos maestros los familiares han explicado que el responsable del crimen es el sistema por medio de sus capataces.

Y el sistema lo tiene también sus escuelas para capataces, mayordomos y caporales, y esas escuelas son los partidos políticos que sólo buscan cargos, puestos, puestecitos.

Ahí es donde se preparan los serviles de los malos gobiernos.  Ahí aprenden a robar, a engañar, a imponer, a mandar.

De ahí salen los que hacen las leyes, que son los legisladores.

De ahí salen los que obligan a cumplir esas leyes con la violencia, que son los presidentes grandes, medianos y pequeños, con sus ejércitos y policías.

De ahí salen los que juzgan y condenan a los que no obedecen esas leyes, que son los jueces.

Y pues lo vemos que no importa si esos capataces, mayordomos y caporales son hombres o mujeres, si son blancos, negros, amarillos, rojos, verdes, azules, cafés, cualquier color.

Su trabajo de ellos allá arriba es no dejarnos respirar a los que estamos abajo.

En veces tiene el mismo color de piel el que manda matar que el que es matado.

En veces tienen el mismo color y lengua el asesino y la víctima.

Y no importan ni el calendario ni la geografía.

Lo que nos ha hecho pensar la lucha de los familiares y compañeros de Ayotzinapa es que quienes secuestran, asesinan y mienten son los mismos.

Que no va a buscar la verdad quien predica la mentira.

Que no va a hacer justicia quien impone la injusticia.

Y es que pensamos que esto ya no puede ser que siga siempre así, en todas partes y en todos los niveles.

Y esto es lo que nos enseñan los familiares de Ayotzinapa, que es mejor que nos busquemos y nos encontremos quienes padecemos esta enfermedad que se llama capitalismo.

De su mano de los familiares de Ayotzinapa buscamos a las desaparecidas que hay en todos los mundos que somos.

Porque las desaparecidas y asesinadas todos los días y a todas horas y en todas partes son la verdad y la justicia.

De su mano de los familiares de los 43 entendimos que Ayotzinapa no está en el estado mexicano de Guerrero, sino que está en todo el mundo de abajo.

De su mano entendemos que el enemigo común del campo y de la ciudad es el capitalismo, no sólo en un país sino en todo el mundo.

Pero esta guerra mundial capitalista encuentra en todos los rincones a gente que se rebela y resiste.

Esta gente en rebeldía y resistencia se va organizando según su propio pensamiento, según su lugar, según su historia, según su modo.

Y en sus luchas de rebeldía y resistencia se van conociendo entre sí y hacen sus acuerdos para lograr lo que se quiere.

Se conocen pero no se juzgan entre sí.

No entran en competencia a ver quién es mejor.  No se preguntan quién ha hecho más, quién va adelante, quién es vanguardia, quién manda.

Lo que se preguntan entre sí es si hay algún bien en lo que hace el capitalismo.

Y como la respuesta que encuentran es que NO hay nada de un bien, sino todo lo contrario, nos hace mil formas de males, entonces es lógico que tenemos mil formas de respuesta a ese mal.

O sea que la pregunta pasa a ser ¿cómo se hace para rebelarse contra el mal?  ¿Cómo se resiste para que ese mal del capitalismo no destruya?  ¿Cómo se hace para volver a construir lo destruido de modo que no quede igual sino que sea mejor?  ¿Cómo se levanta al caído?  ¿Cómo se encuentra al desaparecido?

¿Cómo se libera al preso?  ¿Cómo viven los muertos? ¿Cómo se construyen la democracia, la justicia, la libertad?

No hay una respuesta sola.  No hay un manual.  No hay un dogma.  No hay un credo.

Hay muchas respuestas, muchos modos, muchas formas.

Y cada quien va viendo sus resultados y va aprendiendo de su propia lucha y de otras luchas.

Mientras los de arriba se enriquecen con paga, los de abajo se enriquecen con experiencias de lucha.

Y, hermanas y hermanos, les decimos claro lo que nosotras, nosotros los zapatistas, hemos aprendido de mirarnos y escucharnos, y de mirar y escuchar al mundo.

No ha sido, ni es, ni será por un individuo o individua que nos va a llegar el regalo de la libertad, de la verdad, de la justicia.

Porque resulta, amigos y enemigos, que la libertad, la verdad y la justicia no son regalos, sino derechos que hay que conquistar y defender.

Y son los colectivos los que lo logran.

Somos ya los pueblos, mujeres, hombres y otroas del campo y la ciudad quienes tenemos que tener en la mano la libertad, la democracia y la justicia para una sociedad nueva.

Eso es lo que nos están planteando los padres y madres de los compañeros desaparecidos.

Con mil formas vamos a tener que luchar para conquistar esa nueva sociedad. Con distintos grados de compromiso vamos a tener que participar por esa sociedad nueva.

Todos debemos acompañar en la lucha a los familiares de Ayotzinapa en su búsqueda de la verdad y la justicia, simple y sencillamente porque eso es el deber de cualquiera que sea de abajo y a la izquierda,

Y decimos acompañar, porque no se trata de dirigirlos, de manipularlos, de manejarlos, de usarlos, de despreciarlos.

Se trata de luchar junto con ellos.

Porque ningún ser humano honesto puede festejar este dolor y esta rabia, esta injusticia.

Hermanas y hermanos familiares de los ausentes de Ayotzinapa:

Las zapatistas, los zapatistas, los apoyamos porque su lucha es justa y es verdadera.  Porque su lucha debe ser de toda la humanidad.

Han sido ustedes y nadie más quienes han puesto la palabra “Ayotzinapa” en el vocabulario mundial.

Ustedes, con su palabra sencilla.  Ustedes sin más caudillo que su corazón adolorido e indignado.

Y eso que han mostrado nos ha dado mucha fuerza y ánimo a la gente sencilla de abajo y a la izquierda.

Porque allá afuera se dicen y se gritan que sólo los cabezas grandes saben cómo, que sólo con líderes y caudillos, que sólo con partidos políticos, que sólo con las elecciones.

Y ahí están en su gritadera que ni se escuchan entre ellos, que ni escuchan la realidad.

Y entonces apareció su dolor de ustedes, su rabia de ustedes.

Y entonces nos enseñaron que era y es también nuestro dolor, que era y es también nuestra rabia.

Por eso fue que les pedimos que tuvieran nuestra representación en estos días del Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo.

No sólo deseamos que se consiga el noble objetivo de que regresen con vida quienes hoy todavía nos hacen falta.

También seguiremos apoyando con nuestras pequeñas fuerzas.

Como zapatistas estamos seguros de que sus ausentes, que son también nuestros, cuando se hagan de nuevo presentes no se maravillarán tanto porque sus nombres tomaron muchas lenguas y muchas geografías.

Tampoco porque sus rostros recorrieron el mundo.  Ni porque la lucha por su aparición con vida fue y es global.  Ni porque su ausencia haya derrumbado la mentira hecha gobierno y denunciado el terror hecho sistema.

Se maravillarán sí, pero al darse cuenta de la estatura moral de sus familiares, de ustedes, que en ningún momento dejaron caer sus nombres.  Y que, sin rendirse, sin venderse, sin claudicar, siguieron buscándolos hasta encontrarlos.

Entonces, ese día o esa noche, sus ausentes les darán el mismo abrazo que ahora les damos las zapatistas, los zapatistas.

Un abrazo de cariño, de respeto, de admiración.

Y además, les damos 46 abrazos, uno por cada uno de los ausentes.

- Abel García Hernández
- Abelardo Vázquez Peniten
- Adán Abraján de la Cruz
- Antonio Santana Maestro
- Benjamín Ascencio Bautista
- Bernardo Flores Alcaraz
- Carlos Iván Ramírez Villarreal
- Carlos Lorenzo Hernández Muñoz
- César Manuel González Hernández
- Christian Alfonso Rodríguez Telumbre
- Christian Tomás Colón Garnica
- Cutberto Ortiz Ramos
- Dorian González Parral
- Emiliano Alen Gaspar de la Cruz.
- Everardo Rodríguez Bello
- Felipe Arnulfo Rosas
- Giovanni Galindes Guerrero
- Israel Caballero Sánchez
- Israel Jacinto Lugardo
- Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa
- Jonás Trujillo González
- Jorge Álvarez Nava
- Jorge Aníbal Cruz Mendoza
- Jorge Antonio Tizapa Legideño
- Jorge Luis González Parral
- José Ángel Campos Cantor
- José Ángel Navarrete González
-José Eduardo Bartolo Tlatempa
-José Luis Luna Torres
-Jhosivani Guerrero de la Cruz
-Julio César López Patolzin
-Leonel Castro Abarca
-Luis Ángel Abarca Carrillo
-Luis Ángel Francisco Arzola
-Magdaleno Rubén Lauro Villegas
-Marcial Pablo Baranda
-Marco Antonio Gómez Molina
-Martín Getsemany Sánchez García
-Mauricio Ortega Valerio
-Miguel Ángel Hernández Martínez
-Miguel Ángel Mendoza Zacarías
.-Saúl Bruno García
.- Julio César Mondragón Fontes
.- Daniel Solís Gallardo
.- Julio César Ramírez Nava
.- Alexander Mora Venancio

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Compas todas, todos, todoas:

Están aquí con nosotras y nosotros, las hermanas y hermanos de los pueblos originarios que luchan en el gran acuerdo que se llama Congreso Nacional Indígena.

Desde hace más de 500 años nos hemos buscado como pueblos originarios en los caminos de la rebeldía y la resistencia,

Desde hace más de 500 años han sido el dolor y la rabia el día y la noche en nuestro camino.

Desde hace más de 500 años ha sido nuestro empeño el de conquistar la libertad, la verdad y la justicia.

Desde hace más de 18 años nos hemos encontrado como Congreso Nacional Indígena de la mano de la
finada Comandanta Ramona.

Desde entonces hemos tratado de ser alumnos de su sabiduría, de su historia, de su empeño.

Desde entonces hemos ido revelando, juntos, el andar de la tétrica carroza del capitalismo sobre nuestros huesos, nuestra sangre, nuestra historia.

Y nombramos la explotación, el despojo, la represión y la discriminación.

Y nombramos el crimen y al criminal: el sistema capitalista.

Pero no sólo, también con nuestros huesos, sangre e historia nombramos la rebeldía y la resistencia de los pueblos originarios.

Con el Congreso Nacional Indígena levantamos el digno color de la tierra que somos.

Con el Congreso Nacional Indígena aprendimos que tenemos que saber respetarnos, que todos vamos a tener nuestro lugar en nuestras demandas.

Entendemos que ahora lo más urgente es la verdad y la justicia para Ayotzinapa.

Hoy lo más doloroso e indignante es que no están con nosotros los 43.

Mañana no queremos que nos pase así también, por eso difundamos allá en nuestros pueblos, naciones, barrios y tribus.

Llamemos a nuestros pueblos a ya no permitir que nos sigan engañando con miserables migajas, sólo para mantenernos callados y que los Mandones se sigan enriqueciendo a costa nuestra.

Juntemos nuestras rabias y organicemos y luchemos dignamente sin vendernos, sin rendirnos y sin claudicar por nuestros presos políticos, que por luchar por las injusticias en que vivimos los tienen en la cárcel.

Como pueblos originarios peleamos por lo que es nuestro derecho, sabemos cómo hacer esto, así nos enseñaron nuestros tatarabuelos que no los pudieron acabar como originarios que somos de estos suelos.

Por eso existimos tantas lenguas, porque supieron cómo no dejarse acabar nuestros antepasados, ahora nos toca a nosotros lo mismo ahora.

Todos debemos decirle NO a las transnacionales.

Desde nuestros pueblos, naciones, barrios y tribus, todos tenemos que pensar qué vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer, tenemos que pensar cómo tenemos que comunicarnos de lo que nos hacen los malos gobiernos.

Quiere que nos organicemos y nos cuidemos.

Porque nos van a querer comprar, nos van a regalar migajas, nos van a ofrecer puestecitos.

Nos van a buscar todas las formas de dividirnos y que nos peleemos y nos matemos entre nosotros mismos.

Nos van a querer dominar y controlarnos con otras ideas.

Nos van a espiar y nos van a querer meter todos los tipos de miedos.

Y nos van a poner miles de trampas con tal de que caigamos y dejemos de luchar por nuestro pueblo.

¿Pero acaso vamos a permitir que sigan otros 520 años de tratarnos como sus basuras?

Sólo queremos vivir en paz, sin explotación del hombre por el hombre, queremos igualdad entre hombres y mujeres, respeto a lo diferente, y que decidamos juntos nuestro destino, el mundo que queremos del campo y la ciudad.

Seguros estamos de que vamos a saber la mejor forma de vida que queremos diferente a la que nos imponen.

Nosotros los zapatistas, las zapatistas, queremos pedirles a los pueblos originarios del Congreso Nacional Indígena que abracen a los familiares de Ayotzinapa recibiéndolos en sus territorios.

Les pedimos que inviten sus pasos y sus corazones.

Les pedimos para ellos el honor de su palabra y de su oído.

Grande es la sabiduría que anida en los corazones de los pueblos originarios, y se crecerá más al compartir la palabra de dolor y de rabia con estas personas.

Como guardianes y guardianas que somos de la madre tierra, bien lo sabemos que nuestro paso es largo y necesita compañía.

Hay tanto por caminar aún y no podemos detenernos.

Así que seguiremos caminando.

Como pueblos originarios la sabemos bien a la tierra, trabajemos a la madre tierra vivamos con lo que nos da, sin que explotemos.

Cuidemos, amemos y que descansemos en paz en ella.

Somos las guardianas y guardianes de la madre tierra.

Con ella todo podemos, sin ella todo se muere inútilmente.

Como pueblos originarios es nuestra hora ahora y siempre.

-*-

Compañeras, compañeros y compañeroas de la Sexta nacional e internacional:

En estos días, estando y no estando, se ha dado una compartición que no es sino uno más de los pasos que tenemos que dar juntos como Sexta y cada quien en su propio lugar de lucha, con sus modos, con su historia.

Hay veces en que la historia que corre nos pone ante algo en lo que nos unimos, sin importar la geografía que ande nuestro sueño y sin importar el calendario de nuestra lucha.

Ayotzinapa ha sido un punto donde nos hemos reunido.

No basta.

Trabajemos, organicemos y luchemos por nuestr@s compañer@s desaparecid@s y luchemos por nuestr@s pres@s.

Formemos un remolino de vientos en el mundo, para que nos entreguen con vida a nuestros desaparecidos.

Hagamos uno solo de por sí.  Uno solo somos de por sí como seres humanos, pero hay unos bestias que nos desaparecen, son los capitalistas.

Formemos una sola ola y envolvamos a esas bestias y ahoguémoslos a esos malvados que tanto daño nos han hecho en el mundo.

Nos importémonos, como nos está enseñando los familiares de Ayotzinapa.

Sin descansar como ellos, sin aprovechar para sacar otras tajadas por otros intereses.

Compañeros y compañeras, quitemos en nuestras cabezas el mal sentido de la palabra “aprovechar”.

Pensemos el buen sentido de la palabra, aprovechemos nuestro bien común.  Ya lo vivimos el mal que hacen los que se han aprovechado al explotarnos.

Y todavía nos desaparece, nos tortura, nos encarcela.

Libertad, justicia, democracia y paz es nuestro destino.

Es hora ahora que nosotros los pobres del mundo empecemos ya por construir otro mundo más justo, donde dejemos preparadas las generaciones que no permitan que vuelva el salvaje capitalista neoliberal.

Oigamos el grito de los 43 compañeros jóvenes estudiantes, que nos dicen “búsquenos y encuéntranos, no permitan que tapen nuestro grito los 43 que somos igual que ustedes, que nos privaron de nuestra libertad, que los estamos viendo si van a luchar por nosotros y si no luchan, quiere decir que no van a luchar por los demás que le va a pasar por los suyos”.

El grito de los 43 compañeros nos está diciendo. “ayuden, acompañen, luchen, organicen, trabajen, muévanse junto a nuestros familiares, que ya los están dejando solos porque ya se acercan las elecciones, esto es lo que nos está haciendo que se olviden de nosotros”.

Sumemos a nuestras luchas que tenemos, la lucha por los desaparecidos y desaparecidas.  Nombremos a los ausentes.  Señalemos claramente el crimen.  Señalemos al criminal.

Los familiares de Ayotzinapa nos han alimentado nuestra fuerza de rebeldía y resistencia, nos han abierto más nuestros ojos y nos han hecho crecer nuestra digna rabia.

Ellos están señalando un camino y nos están diciendo que no les importa dar la vida si es necesario por sus desaparecidos.

Y nos muestran también eso de que hay que organizarnos todos los que tienen desaparecidos y también los que no tienen por ahora desaparecidos, pero lo van a tener si no nos organizamos, porque ahí siguen los narcogobiernos.

Nos muestran que hay que luchar, que no nos importe si no salimos en los medios de comunicación de paga, lo que nos importa es la vida y no más muertes y desapariciones.

Nos muestran que es hora de organizarnos.

Que es hora de que decidamos nosotras, nosotros mismos, nuestro destino.

Así de simple y complicado.

Porque eso quiere organización, trabajo, lucha, rebeldía y resistencia.

Sólo con movimiento y organización los de abajo podremos defendernos y liberarnos.

-*-

Compañeras y compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional:

Ha sido un año difícil.

Sigue la guerra contra nuestro ánimo de paz.

Sigue el Mandón queriendo matar nuestra libertad.

Sigue la mentira queriendo esconder nuestro empeño.

Siguen nuestra sangre y nuestra muerte abonando nuestras montañas.

Como desde hace ya un tiempo, el dolor y la muerte que antes eran sólo para nosotros siguen extendiéndose a otras partes y alcanzado a otras, otros, otroas en el campo y la ciudad.

La oscuridad se hace más larga y pesada en el mundo que nos toca a cada quien.

De por sí lo sabíamos.

De por sí lo sabemos.

Para esto nos preparamos años, décadas, siglos.

No mira sólo cerca nuestra mirada.

No sólo el hoy mira, ni sólo nuestro suelo.

Lejos en el calendario y la geografía miramos y así nos pensamos.

Cada vez con más nos unen el dolor, pero también la rabia.

Porque ahora y desde hace ya un tiempo, vemos que en muchos rincones se encienden luces.

Luces de rebeldía y resistencia.

A veces pequeñas como la nuestra.

A veces grandes.

A veces tardan.

A veces son sólo un chispazo que rápido se apaga.

A veces siguen y siguen, sin apagarse en la memoria.

Y en todas esas luces se adivina que el mañana que siga será muy otro.

De por sí lo sabíamos hace 21 años, hace 31 años, hace 100 años, hace 500 años.

De por sí lo sabemos que tenemos que luchar todos los días, a todas horas, en todos los lugares.

De por sí sabemos que no nos rendiremos, que no nos venderemos y que no claudicaremos.

De por sí sabemos que falta lo que falta.

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Compas todas, todos, todoas:

En los próximos días, semanas, meses, saldrá más de nuestra palabra, de nuestro pensamiento de cómo vemos el mundo pequeño y el mundo grande.

Serán palabras y pensamientos difíciles porque son sencillos.

Porque lo vemos claro que el mundo ya no es el de hace 100 años, vaya ni siquiera es el mismo de hace 20 años.

Como zapatistas que somos, aunque pequeñas y pequeños, lo pensamos el mundo.

Lo estudiamos en sus calendarios y geografías.

El pensamiento crítico es necesario para la lucha.

Teoría le dicen al pensamiento crítico.

No el pensamiento haragán, que se conforma con lo que hay.

No el pensamiento dogmático, que se hace Mandón e impone.

No el pensamiento tramposo, que argumenta mentiras.

Sí el pensamiento que pregunta, que cuestiona, que duda.

Ni en las condiciones más difíciles se deben abandonar el estudio y el análisis de la realidad.

El estudio y el análisis son también armas para la lucha.

Pero ni sola la práctica, ni sola la teoría.

El pensamiento que no lucha, nada hace más que ruido.

La lucha que no piensa, se repite en los errores y no se levanta después de caer.

Y lucha y pensamiento se juntan en las guerreras y guerreros, en la rebeldía y resistencia que hoy sacude al mundo aunque sea silencio su sonido.

Pensamos y luchamos las zapatistas, los zapatistas.

Luchamos y pensamos en el corazón colectivo que somos.

-*-

Compañeras, compañeros, compañeroas:

No hay un sólo camino.

No hay un paso único.

No tiene el mismo modo quien camina y lucha.

No es uno el caminante.

Son diversos los tiempos y los lugares y muchos los colores que brillan abajo y a la izquierda en la tierra que duele.

Pero el destino es el mismo: la libertad.  La Libertad.  LA LIBERTAD.

-*-

Compañeros, compañeras, compañeroas:

Hermanas y hermanos:

21 años después del inicio de nuestra guerra contra el olvido, ésta es nuestra palabra:

¡VERDAD Y JUSTICIA PARA AYOTZINAPA!
¡VERDAD Y JUSTICIA PARA MÉXICO Y EL MUNDO!
¡QUE MUERA LA MUERTE QUE EL CAPITALISMO IMPONE!
¡QUE VIVA LA VIDA QUE LA RESISTENCIA CREA!
¡POR LA HUMANIDAD Y CONTRA EL CAPITALISMO!
 ¡REBELDÍA Y RESISTENCIA!

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de 
 Liberación Nacional.

Subcomandante Insurgente Moisés.

México, Enero del 2015