sábado, 19 de marzo de 2016

Avances del Encuentro “L@s Zapatistas y las ConCiencias por la Humanidad “

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EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

16 de marzo del 2016.

Compas y no compas:

Ahora les informamos cómo va lo del Encuentro “L@s Zapatistas y las ConCiencias por la Humanidad”:

Hasta el 14 de marzo han llegado 50 solicitudes para el evento.

Hay solicitudes de Noruega, Brasil, Chile, Francia, EEUU, Japón y México.

Disciplinas científicas: Hasta hora se están contemplando invitaciones para científic@s de Astronomía, Biología, Física, Matemáticas, Química, Medicina, Genética, Patología y Nefrología Pedríaticas, y Microbiología. Conforme se avance en más invitaciones, les iremos informando.

L@s cientific@s invitad@s al encuentro “L@s Zapatistas y las ConCiencias por la Humanidad”, podrán participar con una reflexión crítica sobre su práctica o teoría científica, o bien exponiendo de manera accesible algunos elementos generales de su especialidad (es decir, una charla de divulgación).

El correo donde se registran para asistir al Encuentro de “ConCiencias por la Humanidad” es

conCIENCIAS@ezln.org.mx

Fecha y lugar para el Encuentro de ConCiencias: del 25 de diciembre del 2016 al 4 de enero del 2017, con un intermedio el 31 de diciembre y el 1 de enero. El lugar es en el CIDECI de San Cristóbal de las
Casas, Chiapas, México.

En el encuentro sólo podrán participar l@s científic@s invitad@s con sus exposiciones; y los jóvenes y jóvenas zapatistas selecionad@s con sus preguntas.

El registro no tiene ningún costo y l@s zapatistas no podemos pagar viáticos, hospedaje ni alimentación.

Niñas y niños pueden asistir como videntes y escuchas, pero deben ser acompañad@s por una persona adulta que se haga responsable.

Está prohibida estrictamente la producción, consumo y comercio de drogas y alcohol.

Es todo por ahora.

Subcomandante Insurgente Moisés.            Subcomandante Insurgente Galeano.

México, marzo del 2016.

Del cuaderno de apuntes del gato-perro:

Ecos del 8 de marzo.

Fecha: 8 de marzo del 2016. Lugar: Cuartel General del EZLN. Documento obtenido del diario de quien se hace llamar “supgaleano”, gracias al malware troyano llamado “uca, uca, quien se lo encuentra se lo emboruca” versión 6.9.

“Estábamos el Subcomandante Insurgente Moisés y el que esto reseña, hablando del próximo festivalCompArte y de cómo las comunidades zapatistas se están organizando para participar. En eso llega una compañera Insurgenta y dice sin más: “va a haber partido de fútbol. Nos retaron a las mujeres”. Yo sabía lo que había detrás de eso, puesto que no era la primera vez que ocurría. Dejen les digo que en ese cuartel las mujeres insurgentes doblan en número a los varones insurgentes. Sobre esto hay dos versiones: la oficial es que la mayor parte de los insurgentes nos encontramos realizando trabajos de alta especialización, donde sólo los varones podemos desempeñarnos con garbo y gracia; la real es que de por sí son más las compañeras que los compañeros. Por supuesto que está prohibido publicar la versión real, por lo que se ha distribuido entre los Tercios Compas sólo la versión oficial.
A pesar de esa realidad, que era evidente a simple vista, a uno de los insurgentes se le ocurrió, al terminar el desayuno, decir: “como hoy es 8 de marzo, entonces los hombres retamos a las mujeres a un partido de fútbol”. El oficial al mando se dio cuenta casi inmediatamente del error, pero el mal estaba hecho. Una oficial del servicio de sanidad insurgente respondió: “va pues”. Los varones se arremolinaron en torno al ingenuo del reto para reconvenirlo. Al conocer la razón de la desazón que cundía en las filas masculinas, el insurgente quiso aclarar: “pero equipos igual de jugadores”. “Ni madres”, dijeron las mujeres, “dijiste hombres retan a mujeres, así que es todos los insurgentes contra todas las insurgentas”.

El cielo empezó a nublarse y un viento fuerte presagiaba una desgracia.

Después de la comida (el menú fue de licuado de tamales y café con chile), pasó una insurgenta a decirnos que ya iba a empezar el partido y que si íbamos. El subcomandante insurgente Moisés no podía, pues tenía que revisar la lista de registrados para el festival. Yo me abstuve, intuyendo que no habría ambiente propicio para la inequidad de género. Así que no fuimos ninguno de los dos.
Ya pardeaba el horizonte cuando regresaron. En cielo y tierra la tormenta era dueña y señora de todo.
La insurgenta vino a reportarse. Le pregunté cómo había quedado el partido y respondió “empatamos”. “¿Cuánto a cuánto?”, le pregunté. “No me acuerdo”, dijo, “pero nosotras ganamos un partido y luego cambiamos de cancha y ganaron ellos; así que empatamos: cada quien uno”.

Lo dijo con tal desparpajo que parecía presidente del Instituto Nacional Electoral informando de los resultados oficiales en cualquier elección.

A mí me olía que había algo podrido en Dinamarca, así que fui donde el oficial al mando y le pregunté del resultado: “Ganamos 7 a 3”, respondió escueto. “Pero si la insurgenta de Sanidad dice que empataron porque ellas ganaron un partido y ustedes el otro”, lo cuestioné. El oficial se sonríe y aclara: “no, sup, sólo jugamos un partido; lo que pasa es que en el primer tiempo ellas iban ganando 3 a 2, y en el segundo tiempo, después del cambio de cancha, nosotros metimos 5 goles. Resultado: insurgentes-7, insurgentas- 3”. El Subcomandante Insurgente Moisés, vocero del ezetalene, a nombre de todos los hombres, mujeres, niños y ancianos zapatistas, exclamó: “¡Ganamos los hombres!”. Otra insurgenta que pasaba por ahí reclamó “Que “ganamos los hombres”, ¡Já! si ustedes ni fueron”. “No importa”, dijo la voz oficial del ezetaelene, “ganamos los hombres”.

La tormenta pareció disminuir y se aquietaron vientos y agua. Pero el horizonte distaba de ser claro.

Más noche, cuando brindábamos con café por la supremacía masculina, el Subcomandante Insurgente Moisés me explicaba: “Mira, lo que pasa es que de los hombres sólo dos saben jugar bien fútbol y los dos estaban de guardia, entonces en el primer tiempo los insurgentes tenían dos menos y las insurgentas pues de por sí son más. Para el segundo tiempo los dos varones acabaron su turno y se incorporaron al partido y pues ganaron.”

Le pregunté si las insurgentas sabían jugar fútbol: “saben”, dijo, “pero además tienen a una que está jovencita y corre de un lado para otro; ella es la mera estratega y táctica del equipo, porque, cuando se cansa de correr, nomás grita “bola, bola” y todas las insurgentas se lanzan a rodear al hombre que lleva la pelota y todas a patear y como sólo hay una pelota pues un buen tanto de patadas le tocan al compañero”.

Levantamos entonces nuestras tazas de café frío y saludamos el nuevo triunfo de género aún en condiciones adversas.

En la montaña viento y lluvia habían ya bebido de la fuerza nocturna. No amanecía aún cuando
bajaron, con más fuerza si posible fuera.

Pero (siempre hay un “pero”), al otro día, en el desayuno, uno de los varones, con mala intención, preguntó cómo había quedado el partido de fútbol. “Empatamos”, se apresuró a decir una insurgenta y, antes de que los machitos alcanzaran a reaccionar, se dirigió a las demás arengándolas: “¿Verdad que sí compañeras?”. “¡Sííííí!”, gritaron todas y pues, como son mayoría, pues… en fin, riesgos de la democracia.

Fue así como las insurgentas convirtieron una derrota deportiva en triunfo y ganaron… con un empate.

Marcador final: insurgentes- 1, insurgentas– 2.

Pero los machitos no se dieron rápido por vencidos, pidieron la revancha. “Ta bueno”, dijeron las compañeras, “pero hasta el año que viene”.

Desesperados, los insurgentes acudieron a quien mejor sintetiza los altos valores del machismo-zapatismo, es decir, yo mero. Me preguntaron que cuándo era el “día de los hombres”.

“¿Cómo?”, les pregunté.

“Sí”, dijeron, “si hay un día de la mujer, también debe haber un día del hombre”.

“Ah”, asentí entendiendo: “ya hay de por sí”. Y les enseñé lo que, con sabiduría sintética, algún tigre había tuiteado: “El “día del hombre” (cuando se celebra la esclavitud de la mujer a las labores de crianza) ya existe. Es el 10 de mayo”.

Creo que no agarraron como quien dice la tonelada del sarcasmo, porque se fueron diciendo: “Ah, entonces todavía falta”.

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Preguntas de control de lectura:

1.- La insurgenta de sanidad que subvirtió la semántica en las reglas de la FIFA, ¿es una feminazi, unalesboterrorista o alguien que manda muy lejos a las reglas, destroza los roles impuestos y lastima la sensibilidad varonil?

2.- Quien con tal donaire reseña lo ocurrido en ese aciago día del 8 de marzo del 2016 en un cuartel zapatista, ¿es un macho heteropatriarcal, eurocentrista, especista, capacitista, clasista y etcteterista, una más de las víctimas del sistema (órales, parece nombre de grupo musical), o no celebra el 10 de mayo por falta de la susodicha?

3.- Como mujeres que somos, ¿les damos la revancha a los malditos hombres como de por sí o ni mais
palomas, a volar cuervos que te sacarán los ojos?

Mandar sus respuestas al conserje de la escuelita. Ojo: todas las mentadas que no sean de menta serán devueltas a su remitenta con cargo a la ídem.

Doy fe bajo protesta de género:

SupGaleano.

Marzo 8 del 2016.

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jueves, 17 de marzo de 2016

De CompArte: pocas preguntas, pocas respuestas. Subcomandante Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Galeano

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

14 de marzo del 2016.

Compas y no compas:

Les escribimos para platicarles cómo va lo de las actividades de julio, octubre y diciembre de este año de 2016. Según como hemos recibido algunas pocas preguntas, aquí están algunas pocas respuestas, pero sólo en lo que se refiere al festival “CompArte por la Humanidad”:

.- ¿Cómo va lo del registro para el festival de artes?

Hasta el día 12 de marzo del 2016 se habían registrado:

21 asistentes de México y 5 de otros países.

99 participantes de México y 30 de otros países (Chile, Argentina, Grecia, Canadá, Unión Americana, Estado Español, Nueva Zelanda, Trinidad y Tobago, Guatemala, Colombia, Costa Rica, Brasil, Perú; Transfronterizo, Uruguay, Francia, y la Comunidad Sufí con música islámica)

.- ¿Qué tipo de actividades o quehaceres artísticos están registrados hasta ahora?

Según quienes se han registrado, hay hasta ahora: Rap, Poesía, Artes Visuales, Danza Contemporánea, Pintura, Grabado, Literatura-cuentos, Teatro, Títeres, Bordado, Herrería, Serigrafía, Fotografía, Documental, Cine, Escultura, Cerámica, Cortometraje, Ilustración, Reggae, Rock, Graffiti, Gastronomía, Danza Aérea, Muralismo, Música, Música, y más Música.

.- ¿Cómo está eso de “sedes alternas” para el Festival de “CompArte”?

Estamos esperando que l@s compas de la Sexta en México y el mundo entiendan como quien dice el mensaje subliminal de la convocatoria, y organicen en sus respectivas geografías y de acuerdo a sus calendarios, actividades previas, paralelas o posteriores a los festivales-encuentros convocados por l@s zapatistas. Es decir, esperamos que, ya sea por localidad, región, zona o país, la Sexta organice festivales y encuentros donde halle espacio y eco el quehacer artístico. Y, claro, también donde se celebren los 20 años de existencia en rebeldía y resistencia del Congreso Nacional Indígena, y donde l@s científic@s encuentren oído atento y pensamiento crítico.

.- ¿Para asistir, sin participar, en el festival de “CompArte” es necesario registrarse? Sí, sólo aclare que es como “asistente”.

.- ¿Para asistir y participar en el festival de “CompArte” es necesario registrarse? Sí, y le pedimos que aclare la forma de su participación.

.- ¿Cuál es el correo para registrarse en el festival de “CompArte por la Humanidad”?

El correo es compArte@ezln.org.mx.

.- ¿Me pueden repetir las fechas y lugares del festival de “CompArte por la Humanidad”? No, ya
vienen en el comunicado del 29 de febrero… Ok, ok, ok, van pues:

Fechas: del 17 al 30 de julio del 2016.

Lugares:

Del 17 al 22 de julio del 2016 en el caracol de Oventik. Sólo participan bases de apoyo zapatistas.

Asistencia libre como escuchas y videntes, pero con registro.

Del 23 al 30 de julio del 2016 en el CIDECI de San Cristóbal Las Casas, Chiapas. Participan tod@s l@s artistas registrad@s. Asistencia libre como escuchas y videntes, pero con registro.

.- ¿Tiene algún costo el registro, sea como asistente o participante? No.

.- ¿Van a pagar ustedes (l@s zapatistas) viáticos, comida, hospedaje? No.

.- ¿Según el zapatismo, la gastronomía es un arte? Según cada quien es como caracteriza su práctica.

En el caso del difícil arte culinario, las insurgentas, como un eco del 8 de marzo, participarían con un menú… mmh… ¿cómo les diré?… desconcertante: “tamales licuados y café con chile” (ojo: para el licuado de tamales no usan licuadora ni máquina alguna, sólo el fogón y su “sabiduría”). Yo ya lo sufrí… perdón… lo degusté y es… sí, desconcertante.

.- ¿Pueden participar niñ@s? Los niños sí pueden registrarse y participar o asistir. Las niñas, pues con la pena que ya se pasó el tiempo, porque el límite era el 8 de marzo, así que… ¿eh?… pero es que… ¡ay!… ok, ok, ok: las niñas también pueden registrarse. Ojo: tod@s l@s menores de edad deberán estar acompañad@s de madre o padre o tutor o tutora o tutoroa.

.- ¿Existe algún tipo de prohibición en tales eventos? Sí, está prohibida estrictamente la producción, consumo y comercio de drogas y alcohol. Si no es usted capaz de hacer arte o disfrutarlo sin meterse algo antes o durante, pues se equivocó de canal.

.- ¿Todavía no hay informe sobre la Escuelita? No. Se están revisando las preguntas que mandaron l@s alumn@s. Cuando ya haya algo, se les avisará a l@s interesad@s.

Es todo por ahora.

Subcomandante Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Galeano.

México, marzo del 2016.

Del cuaderno de apuntes del gato-perro:

LA HORA DEL POLICÍA (primera parte):

Uno.- En México, un país de Latinoamérica que sufre, al igual que todos, la crisis mundial, pero potenciada por la sólida triada de corrupción-torpeza-ignorancia hecha gobierno, el funcionario responsable de la educación pública, Aurelio Nuño Mayer, no puede ocultar su pasión por la profesión de policía. Alentado por sus compinches, el señor Nuño cree que puede lograr la candidatura de su partido, el Revolucionario Institucional, para la presidencia de la república, si funge más como golpeador a sueldo, que como promotor de la educación mexicana. Aficionado a proferir amenazas, regentear su propio cuerpo represivo y obrar como cualquier patrón en los inicios de capitalismo salvaje, el señor Nuño encuentra un placer especial en convertir al magisterio en destino, no de mejores escuelas, preparación y salarios, sino de arbitrariedades, golpes y despidos. Cumpliendo funciones de fiscal, juez y verdugo; de ministro de trabajo (decreta despidos sin indemnización), ministro del interior (dispone a su antojo de policías y ejército), torpe locutor mediático, pésimo constructor de adhesiones “espontáneas”, y tuitero en permanente “slow motion”, el señor Nuño tiene como único mérito curricular el haberse cobijado en la banda de criminales que delinquen con fuero. A pesar de sus trajes y corbatas, su imagen maquillada y construida a fuerza delPhotoshop mediático, el señor Nuño no puede ocultar lo que siempre ha sido: un triste y gris policía que obtiene dinero y placer reprimiendo y humillando. El señor Nuño siempre ha anhelado ser un buen policía, pero… cuando la cueva de ladrones sea insuficiente para albergar a tantos, cuando su secreto protector se derrumbe, el señor Nuño demostrará también que es un buen corredor… cuando de huir se trata.

Otro uno.- En la llamada “máxima casa de estudios” de ese país conocido en los mundiales de fútbol (aunque no más allá de octavos de final) como “México”, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha llegado al máximo puesto burocrático −y escalón para puestos gubernamentales−, es decir, a la rectoría, el señor Enrique Graue Wiechers. Además de que su carrera académica y profesional ha sido en la burocracia de la academia, conducido por la mano del siquiatra de la familia Zedillo Ponce de León, el señor Graue hizo estudios de posgrado en una universidad norteamericana conocida por haber inventado la bebida energética autodenominada “Gatorade”, lo que da una idea de lo avanzado de su especialidad en oftalmología. Hace unos días, el señor Graue se ha declarado “indignado” porque no fueron suficientes las drogas que la policía “plantó” o “sembró” en uno de los activistas del Auditorio Che Guevara (al que, inútilmente, las autoridades universitarias pretenden llamar “Justo Sierra”). El señor Graue no se indignó porque el bajo presupuesto federal destinado a la educación superior sea insuficiente para dar cabida a cientos de miles de jóvenes y jóvenas; tampoco se indignó por las condiciones mercantilistas a las que está sujeto el personal académico y administrativo; ni se indignó porque la UNAM se ha convertido en un nido de malvivientes, es decir, de funcionarios burocráticos que ni siquiera saben escribir bien el nombre de su capataz (o sea del rector); tampoco se indignó por la inseguridad que sufren administrativos, académicos y estudiantes en los campus de la UNAM (asaltos, violaciones, asesinatos); no se indignó porque un proceso antidemocrático y gansteril haya colocado en el máximo puesto de la “máxima casa de estudios” a un burócrata gris.

No, el señor Graue se indignó porque la policía no hace bien el trabajo de fabricar culpables. Y eso le indigna al señor Graue porque él, toda su vida, se ha esforzado por ser un buen policía. Con su indignado discurso policíaco (secundado por personas que ni siquiera saben dónde rayos está el auditorio Justo Sierra, mucho menos el Che Guevara), el señor Graue dicta cátedra: “el problema de la educación superior en México es culpa de un comedor vegetariano, un taller de serigrafía, un taller de panadería, entre otras cosas. Son actividades subversivas promovidas por un grupo de personas anarquistas, o sea sucias, feas y malas, que contrastan con la pulcritud y buen vestir de la burocracia universitaria. Ni siquiera venden Gatorade, sino puras aguas de origen desconocido. Son drogadictos (los funcionarios altos, medios y bajos esconden en los cajones del escritorio la cocaína, el cristal, las tachas y hasta el crack y una que otrabacha −también en la burocracia hay niveles, mi buen−), son anarco-anarquistas, no forman parte de la comunidad universitaria (más de un funcionario traga saliva) y ese auditorio… el auditorio… el auditorio… secretario, rápido, dígame cómo se llama el auditorio ése que queremos liberar… ah sí, el auditorio Justo Sierra de la facultad de medicina… ¿eh?… ¿no está en medicina?… ¿eh?… ¿están grabando? ¡avisen!… ok… que está en la facultad de Filosofía y Letras de Acatlán… ¿no?… ¿en Ciudad Universitaria?… ¿Qué en CU no es donde juegan los pumas?… ¿A poco también hay facultades ahí?, pues yo sólo conozco el palco de la rectoría… bueno, donde sea, eso debe ser “liberado” por la policía, claro, por policía que sí siembre bien las pruebas, y no ésos atolondrados que ni acomodar bien la yerbabuena en una mochila saben. Por eso, un grupo de élite de mis funcionarios dará un diplomado sobre cómo acomodar enervantes en portafolios.

Sí, ya sé que no son lo mismo, pero nosotros no cargamos mochilas, sino portafolios. He dicho… ¿y los aplausos?… ¡préndele a la grabadora wey!… ¡no, ésa apágala que me arruinas mi carrera al gabinete! ¡la otra! ¡ésa mera! ¡Gracias, gracias a los auténticos universitarios que saben que la universidad sirve para domesticar, no para enseñar ni investigar! ¡Gracias, gracias, gracias! ¿cómo quedó? … ¿eh?… ¡que apagues esa pinche grabadora!… ¡no, la de los goyas no, la otra wey, la que está grabando!”

El señor Graue está furioso, él sólo quiere ser un buen policía…

Doy fe: guau-miau.

Gato-perro.

Copyleft 2016. Permiso de la Junta de Buen Gobierno en estado “vuelva mañana a ver si ya, pero quién sabe, de repente en el otro turno, pero mientras le cuento la historia de la autonomía zapatista. ¿Ya la sabe? Bueno, entonces hay que, como quien dice, repasarla hasta que llega bien en su cabeza. ¿Lo trae su cuaderno de apuntes? Escriba ahí “resistencia y rebeldía”, o “rebeldía y resistencia”, es lo mismo, porque el orden de las “r” no afecta la autonomía, ¿qué no las estudió usted bien las matemáticas? ¿Puras canciones? No, mire, se necesitan las artes y las ciencias, si no pues cómo”.


CONVOCATORIA ZAPATISTA A ACTIVIDADES 2016

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

CONVOCATORIA ZAPATISTA A ACTIVIDADES 2016.

29 de febrero del 2016.

Considerando:

Primero: Que la grave crisis que sacude al mundo entero y que habrá de agudizarse, pone en riesgo la supervivencia del planeta y todo lo que lo puebla, incluyendo a los seres humanos.

Segundo: Que la política de arriba no sólo es incapaz de idear y construir soluciones, también es una de las responsables directas de la catástrofe ya en curso.

Tercero: Que las ciencias y las artes son quienes rescatan lo mejor de la humanidad.

Cuarto: Que las ciencias y las artes representan ya la única oportunidad seria de construcción de un mundo más justo y racional.

Quinto: Que los pueblos originarios y quienes viven, resisten y luchan en los sótanos en todo el mundo son poseedores, entre otras, de una sabiduría fundamental: la de la supervivencia en condiciones adversas.

Sexto: Que el zapatismo sigue apostando, en vida y muerte, por la Humanidad.

La Comisión Sexta del EZLN y las bases de apoyo zapatistas:

CONVOCAN A ARTISTAS, CIENTÍFICOS FORMALES Y NATURALES, A L@S COMPAÑER@S DE LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL, AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA, Y A CUALQUIER SER HUMANO QUE SE SIENTA INTERPELAD@, A LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES:

UNO. – AL FESTIVAL Y COMPARTICIÓN “CompARTE POR LA HUMANIDAD”. QUE SE CELEBRARÁ DE LOS DÍAS 17 al 30 de julio del 2016.

Podrán participar tod@s quienes tengan como práctica el ARTE. Para el zapatismo, artista es toda persona que reivindique su actividad como arte, independientemente de cánones, crític@s de arte, museos,wikipedias y demás esquemas “especialistas” que clasifican (es decir: excluyen) las actividades humanas.

El festival tendrá dos grandes eventos:

El uno en el CIDECI, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México; y en las sedes y calendarios alternos que se implementen según la asistencia que se confirme. En él participarán todas las personas, grupos y colectivos que se hayan inscrito y/o hayan sido invitadas para tal efecto. La fecha límite para registrarse es el día 15 de junio del 2016 inclusive. El correo electrónico para registro en esta actividad es compArte@ezln.org.mx.

El otro uno será en el Caracol de Oventik, Chiapas, México. En él participarán sólo las bases de apoyo zapatistas con sus expresiones artísticas. Para ello, desde este mes de febrero y hasta el mes de junio del 2016, en las comunidades, regiones y zonas zapatistas, decenas de miles de hombres, mujeres, niños y ancianos zapatistas realizarán reuniones y festivales para decidir las formas de su intervención artística y seleccionar a quienes habrán de participar. La parte zapatista del festival iniciará el 17 de julio del 2016.

La participación de artistas invitad@s y registrad@s podrá ser con su mismo arte o con una reflexión sobre tal.

La entrada es libre (previo registro).

DOS. – A la FIESTA EN HOMENAJE AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA, por sus 20 años de lucha y resistencia, A CELEBRARSE EL 12 DE OCTUBRE DEL 2016 en el CIDECI de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. En los días previos y posteriores, el Congreso Nacional Indígena realizará las actividades que considere pertinentes en el o los lugares que decida. El registro para participantes observadores en el festejo en honor del CNI es en el correo electrónico:

CNI20aniversario@ezln.org.mx.


TRES. – Al encuentro “L@s Zapatistas y las conCIENCIAS POR LA HUMANIDAD” A CELEBRARSE ENTRE LOS DÍAS 25 de diciembre del 2016 y el 4 de enero del 2017 en el CIDECI de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.

En este encuentro participarán SOLAMENTE l@s científicos formales y naturales invitad@s, así como, en calidad de alumn@s, jóvenes y jóvenas bases de apoyo zapatistas quienes presentarán sus dudas, preguntas y cuestionamientos a l@s científic@s asistentes. Aunque la entrada será libre (previo registro), sólo podrán tomar la palabra l@s ponentes y l@s jóven@s zapatistas que hayan sido seleccionad@s en sus comunidades, regiones y zonas para asistir. No habrá examen para l@s alumn@s; pero para l@s científic@s… bueno, pues buena suerte con las preguntas. Correo electrónico para registro de asistencia como escuchas: conCIENCIAS@ezln.org.mx.

Les daremos más detalles en los próximos días.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés.

México, febrero del 2016.


Las artes, las ciencias, los pueblos originarios y los sótanos del mundo.

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

Febrero del 2016.

Para: Juan Villoro Ruiz:

Hermano:

Celebro que el resto de la familia bajo protesta esté bien, y agradecemos que hayas sido el mensajero para hacerles llegar nuestros saludos y los obsequios que les enviamos (aunque sigo pensando que corbatas y ceniceros o floreros hubieran sido una mejor opción).

En el momento de tratar de continuar estas letras, recordé tu texto “Conferencia sobre la lluvia” (editorial Almadía, 2013) escrito, creo, para teatro, y que leí imaginando, de seguro con torpeza, la escenografía y los gestos y movimientos de quien tuviera a cargo el monólogo, sintiendo la interpelación más que acusando recibo de ella. El inicio, por ejemplo, es una síntesis de mi vida: el lacónico “¡Perdí los papeles!” del primer renglón, bien da para una enciclopedia si lo anclo en los calendarios y geografías de este continuo caer y recaer que he sido.

Porque, invariablemente, después del saludo de apertura en una epístola, pierdo las ideas (“la tonelada” dicen los compas cuando se refieren al tono en una canción). Quiero decir, el objetivo concreto de la carta. Cierto que el dilucidar quién es el receptor podría ayudar, pero no pocas veces el destinatario es un oído hermano al que se quiere provocar no necesariamente una respuesta, pero siempre un pensamiento, una duda, un cuestionamiento, pero no que paralice, sino que motive más pensamientos,
dudas, preguntas, etcéteras.

Entonces, tal vez como al bibliotecario-conferencista que protagoniza la obra, salen palabras que no se buscaron propositivamente, sino que ahí estaban, acechando, esperando un descuido, una grieta en lo cotidiano, para asaltar el papel, la pantalla, o esa hoja arrugada que ¿dónde-diablos-la dejé-ah-aquí-está-¿cuándo-escribí-yo-esta-idiotez-? Las palabras dejan entonces de ser escudo y barricada, lanza y espada, y se convierten, muy a nuestro pesar, en espejo frente al que uno se devela y desvela.

Claro, el bibliotecario puede acudir a sus pasillos flanqueados por estantes, con su orden alfabético y
numérico, con sus calendarios y geografías dibujando un mapa de tesoros literarios; buscar entonces en la “O” de “olvido” y ver si ahí encuentra lo que perdió. Pero acá, en este continuo traslado, la idea de una biblioteca, así sea mínima y portátil, es una quimera. No creas, vi con esperanzas infundadas los libros electrónicos (en un “USB” -o “pendrive” o “memoria externa”- podría cargar si no la biblioteca de Borges, sí al menos una mínima: Cervantes, Neruda, Tomás Segovia, Le Carré, Conan Doyle, Miguel Hernández, Shakespeare, Rulfo, Joyce, Malú Huacuja, Eduardo Galeano, Alcira Élida Soust Scaffo, Alighieri, Eluard, León Portilla y el mago de la palabra: García Lorca, entre otros). Pero nada, si el bibliotecario pierde los papeles, yo los dispositivos usb, y a saber dónde andan.

Pero no creas, uno tiene sus fantasías vergonzantes. En los usb de libros electrónicos solía poner una miscelánea de autores, pensando en que los perdería y estarían juntos y, tal vez, no sé, después de todo la literatura es el género de lo imposible concretado en letras, podrían “comparticionarse” entre ell@s.

“La literatura es un lugar en el que llueve”, has hecho decir al conferencista en desgracia, obligado a desnudarse, sin el ropaje de sus apuntes, para mostrarse como es: vulnerable.

Entonces imagina un usb con ésos u otros artistas de la palabra. Imagina que empieza a llover. Imagina lo que hablan entre sí, mientras buscan que una gota no les arruine el código binario en el que viven y entonces empiecen los malos entendidos: 0-1-0-mancha-1-borrón-0-0-borrón-1 o lo que sea, y ya empieza el “¡cómo se atreve usted!” y vuelan de un lado a otro los “fuck you”, “que te doy una hostia”, “son pavadas”, “a la chingada”, “vous êtes fou”, “va’ fa’ ta culo”, mientras Alcira reparte su “Poesía en Armas” mimeografiada, algo que no creo que apacigüe los ánimos beligerantes. En fin, que todas las expectativas venturosas arruinadas… por la lluvia.

Claro que, mutatis mutando, en tus letras es un gato el exiguo auditorio del conferencista, y acá es un gato-perro con su lucezita que igual se desconciertan con lo que escribo, como si no fueran de por sí desconcertantes un gato-que-es-perro-que-es-gato-que-es-perro y una luz acurrucada en la sombra.
¿Divago? Es lo más seguro. Después de todo, esa compartición imposible dentro de un usb que confía en que la lluvia no le arruine el coloquio, no es más que una fantasía.

Pero si para el conferencista es la lluvia, para esta misiva el tema es… la tormenta.

Permíteme entonces que aproveche estas líneas para seguir nuestro intercambio de reflexiones sobre la crisis compleja que se avecina, según algunos, o que ya está, según otros.

Alguien ha dicho por ahí que nuestra visión (plasmada ahora en la tipografía del libro “El Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista. Participación de la Comisión Sexta del EZLN”), es apocalíptica y más cercana a Robert Kirkman y su “The Walking Dead” (el comic y la serie televisiva, inspirada o no, en él), que a Milton y Rose Friedman y su “Libertad de Elegir” (el libro y las políticas económicas que encuentran ahí su coartada). Que nos equivocamos por no ser ortodoxos, o que nos equivocamos por ser demasiado ortodoxos. Que no va a pasar nada, que al levantarse cada mañana estará lo necesario para el desayuno, que el perro del vecino seguirá ladrándole al camión de la basura, que al abrir el grifo del lavabo saldrá agua y no un sonido de ultratumba. Que somos sólo pajarracos de mal agüero que, además, no tenemos impacto mediático o académico (aunque cada vez más son lo mismo).

En fin, que la máquina funciona y cada quien está donde debe de estar. Las sacudidas son esporádicas y son sólo eso, sacudidas, y que las turbulencias son pasajeras y debidas a que alguien se resiste a estar donde debe estar. Como se descompone un reloj si un engranaje o resorte se salen de su lugar y el
Estado es el “relojero” que elimina la pieza rota y la sustituye por otra.

¿El Apocalipsis (todo incluido)? ¿El diluvio universal? ¿La humanidad prisionera en el ferrocarril aparentemente eterno e inmortal de Snowpiercer (la película del surcoreano Bong Joon-ho, titulada “Rompenieves” en el dvd de “producción alternativa” que me llegó -y que ahora no encuentro-), y reproduciendo dentro de él la misma inhumanidad que, queriendo resolver el calentamiento global, indujo el enfriamiento del planeta?

Nada más alejado de nuestro pensamiento. Nosotras, nosotros, zapatistas, no creemos que el mundo se vaya a acabar. Sí pensamos que el que conocemos actualmente se va a colapsar, y que su implosión va a acarrear multitud de desgracias humanas y naturales.

Sobre si esa implosión ya está en marcha o está por definirse, su duración y término, se puede debatir, argumentar, cuestionar, afirmar o negar. Pero hasta donde sabemos, no hay quien se atreva a negarla.

Todos allá arriba aceptan que la máquina está fallando, y ensayan una y mil soluciones, siempre dentro de la lógica de la máquina. Pero hay quien quiere romper con esa lógica y asevera: la humanidad es posible sin la máquina.

Sin embargo, como lo que somos, no nos preocupa tanto la tormenta. Después de todo, han sido siglos de tormenta para los pueblos originarios y los desposeídos de México y del mundo, y si algo se aprende abajo es a vivir en condiciones adversas. La vida entonces, y en contados casos la muerte, es una lucha continua, una batalla librada en todos los rincones de los calendarios y geografías. Y no hablo aquí de las mundiales, sino de las personales.

Como se puede concluir en una lectura atenta de nuestra palabra, el nuestro es un mensaje que va más allá de la tormenta y sus dolores.

Es nuestra creencia que la posibilidad de un mundo mejor (no perfecto ni acabado, dejemos eso para los dogmas religiosos y políticos) está fuera de la máquina y su posibilidad se sostiene en un trípode. O más bien en la interrelación entre tres columnas que han pervivido y perseverado, con sus altibajos, sus pequeñas victorias y sus grandes derrotas, a lo largo de la breve historia del mundo: las artes (exceptuando de estas últimas a la literatura), las ciencias y los pueblos originarios con los sótanos de la humanidad.

Tal vez te preguntes, un poco por curiosidad y otro mucho por la interpelación directa que te supone, el por qué pongo en un compartimento excluso a la literatura. Permíteme que lo diga más adelante.

Notarás que, abandonando a los clásicos, no he puesto a la política entre las vías de salvación.

Conociéndonos un poco (con todo y que no aparezcamos ni en interiores de las páginas de los medios, hay bibliografía propia y abundante para quien tiene un interés honesto en saber de qué va el zapatismo), es claro que nos referimos a la política clásica, a la política “de arriba”.

Escucha, Juan, hermano, yo sé que eso da no para otra carta, sino para una biblioteca ya que en ésas estamos, así que permíteme que deje ese punto en el aire. No porque sea menos importante o trascendente en la tormenta, sino porque ya “agarré camino”, como dicen los compas, y si sigo cualquiera de las bifurcaciones con las que me tienta la palabra, corres el riesgo de que esta carta nunca te llegue, no por la lluvia, sino por inconclusa.

He puesto “las artes” porque son ellas (y no la política) quienes cavan en lo más profundo del ser humano y rescatan su esencia. Como si el mundo siguiera siendo el mismo, pero con ellas y por ellas pudiéramos encontrar la posibilidad humana entre tantos engranajes, tuercas y resortes rechinando con mal humor. A diferencia de la política, el arte entonces no trata de reajustar o arreglar la máquina. Hace, en cambio, algo más subversivo e inquietante: muestra la posibilidad de otro mundo.

Puse “las ciencias” (y me refiero aquí especialmente a las llamadas “ciencias formales” y a las “ciencias naturales”, considerando que las sociales aún tienen algunas cosas que definir -ojo: sin que esto implique una demanda y exigencia-) porque tienen la posibilidad de reconstruir sobre la catástrofe que ya “opera” en todo el territorio mundial. Y no hablo de “reconstruir” en el sentido de retomar lo caído y armarlo de nuevo, a imagen y semejanza de su versión antes de la desgracia. Hablo de “rehacer”, es decir, “hacer de nuevo”. Y los conocimientos científicos pueden entonces reorientar la desesperación y darle su sentido real, es decir, “dejar de esperar”. Y quien deja de esperar, podría empezar a actuar.

La política, la economía y la religión dividen, parcelan, parten. Las ciencias y las artes unen, hermanan, convierten las fronteras en ridículos puntos cartográficos. Pero, cierto, ni unas ni otras están exentas de la feroz división de clases y deben elegir: o contribuyen al mantenimiento y reproducción de la máquina, o contribuyen a mostrar su necesaria supresión.

Como si en lugar de re-etiquetar la máquina, embelleciéndola o afinándola, el arte y la ciencia plantaran, sobre la cromada superficie del sistema, un letrero lacónico y definitorio: “CADUCO”, “Tiempo Transcurrido”, “para continuar viviendo deposite otro mundo”.

Imagina (a tu generación algo le debe haber tocado de John Lennon, la mía es más de sones y huapangos), imagina que todo lo que se gasta en política (por ejemplo, en elecciones por votación y elecciones por guerra, tan antidemocráticas unas como las otras –“la política y la economía son la continuación de la guerra por otros medios”, debió haber dicho Clausewitz si hubiera partido de la ciencia social), se dedicara a las ciencias y las artes. Que en lugar de campañas electorales y militares hubiera laboratorios, centros de investigación y divulgación científica, conciertos, exposiciones, festivales, librerías, bibliotecas, teatros, cines, y campos y calles donde reinaran las ciencias y las artes, y no las máquinas.

Claro, nosotras, nosotros, zapatistas, estamos convencidos de que eso es posible sólo fuera de la máquina. Y que hay que destruirla. No reajustarla, no maquillarla, no hacerla “más humana”. No, destruirla. Si algo de sus restos sirve, que sea como muestra de que no hay que repetir la pesadilla.

Como si sólo fuera un referente al que se mira por el “Espejo Retrovisor” mientras se deja atrás el camino.

Pero no dudamos que haya alguien que piense o crea que es factible dentro de ella, sin alterar su funcionamiento, cambiando de maquinista o viendo que los vagones más suntuosos redistribuyeran su riqueza para que algo (tampoco mucho, no hay que exagerar), les llegara a los vagones traseros. Claro, siempre recalcando que cada quien está donde debe de estar. Pero la candidez, hermano, suele ser uno de los ropajes de la perversidad.

Y he mencionado a los pueblos originarios y los sótanos mundiales, bueno, pues porque son quienes más oportunidad tienen de sobrevivir a la tormenta y los únicos con la capacidad para crear “otra cosa”.

Alguien tiene que responder mañana a la pregunta “¿Hay alguien en la Tierra?”. Y aquí la palabra presenta, no sin coquetería provocadora, otra bifurcación que, en bien de esta misiva, evito con mi conocido recato.

He dicho antes, socarrón y pendenciero, que las artes, exceptuando a la literatura. Bueno, porque creo (y esto es individual) que a la literatura le tocaría crear los lazos entre esos 3 pies, y dar cuenta del proceso, afortunado o no, de su interrelación. Le toca ser “El Testigo”. Pero lo más seguro es que yo esté equivocado o sólo sea que, en este juego de cartas, he destapado la del “Joker” para preguntar

“¿Por qué tan serios?”.

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¿Qué queremos? La clave para entender el mensaje subterráneo del zapatismo está en los pequeños relatos que, sobre la niña indígena autodenominada “Defensa Zapatista”, aparecen en el libro de “El

Pensamiento Crítico frente a la Hidra Capitalista”.

Imaginar lo que, por necesario y urgente, parece imposible: una mujer que crezca sin miedo.

Claro que cada geografía y calendario agrega sus cadenas: indígena, migrante, trabajadora, huérfana, desplazada, ilegal, desaparecida, violentada sutil o explícitamente, violada, asesinada, condenada siempre a agregar pesos y condenas a su condición de mujer.

¿Qué mundo sería parido por una mujer que pudiera nacer y crecer sin el miedo a la violencia, al acoso, a la persecución, al desprecio, a la explotación?

¿No sería terrible y maravilloso ese mundo?

Así que si alguna vez me pidieran a mí, sombra fantasmal de nariz impertinente, que definiera el objetivo del zapatismo, diría: “hacer un mundo donde la mujer nazca y crezca sin miedo”.

Ojo: no estoy diciendo que en ese mundo ya no habría esas violencias acechándola (sobre todo porque igual se puede acabar varias veces el planeta, pero no lo peor de nuestra condición de varones).

Tampoco digo que no haya ya mujeres sin miedo. Que su empeño rebelde les haya conseguido esa victoria en la batalla cotidiana, y que sepan que ganan batallas. Pero no la guerra. No, hasta que cualquier mujer en cualquier rincón de las geografías y calendarios mundiales crezca sin miedo.

Hablo de la tendencia. ¿Podríamos afirmar que la mayoría de las mujeres nacen y crecen sin miedo?

Creo que no, y probablemente me equivoque y es seguro que arribarán cifras, estadísticas y muestras de que estoy equivocado.

Pero, en nuestro limitado horizonte, percibimos el miedo, miedo porque pequeña, miedo porque grande, miedo porque delgada, miedo porque gorda, miedo porque bonita, miedo porque fea, miedo porque embarazada, miedo porque no embarazada, miedo porque niña, miedo porque joven, miedo porque madura, miedo porque anciana.

¿Vale la pena empeñar el paso, la vida y la muerte en tal quimera?

Nosotras, nosotros, zapatistas, decimos que sí, que vale la pena.

Y en ello ponemos la vida que, aunque es poco, es todo lo que tenemos.

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Sí, tienes razón en que no faltará quién nos tache de “ingenuos” (en el mejor de los casos, porque en todos los idiomas hay sinónimos más crudos). / Este procesador de textos, un software libre y de código abierto, me gusta porque cada que quiero escribir “caso” o “casos”, el corrector me propone “caos”. Creo que el software libre sabe más de tormentas devastadoras que yo/.

En fin, ¿en qué estaba? ¡Ah!, las palabras perdidas, su naufragio en papeles o bites, los pueblos originarios y los sótanos de la humanidad convertidos en arca de Noé, las ciencias y las artes como islas salvadoras, una niña sin miedo como brújula y puerto…

¿Eh? Sí, coincido contigo en que el resultado de todo eso tiene más de caos que de caso, pero ésta es sólo una carta que, como todas las cartas debieran, se convierte en un avioncito de papel con la intimidante insignia de “Fuerza Aérea Zapatista” dibujada en un costado, y allá va buscando a su destinatario. Porque a saber dónde andas Juan, hermano bajo protesta. Como decían las abuelas antes (no sé ahora), “ya sosiégate chamaco”, y ponte una chamarra o un abrazo porque hace frío y “el tema, ya lo sabes, es la lluvia”

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Galeano.

México, febrero del 2016.