El reto más difícil para hacer teatro en el norte
del país es que “la calle ya no es de los gobiernos ni del ciudadano,
mucho menos de los artistas, está monopolizada por los cárteles
de la droga”, dice el dramaturgo Ángel Hernández Arreola (Tampico,
1980), ganador del primer Concurso Nacional de Dramaturgia Altaír Tejeda
de Tamez.
La labor teatral que realizan, explica el también director de escena a La Jornada, se inició desde una posición de reclamar los espacios públicos y enfrentar un proceso complicadocon las autoridades. Así, desde la integración de la compañía que dirige, Asalto Teatro, se ha situado en lugares emergentes, alternativos, abandonados, y también en la calle, aunque ahora ha debido modificar su actividad.
Contrasta: “ese problema no representaba un reto importante, porque es evidente que en muchísimas ciudades, por lo menos de Tamaulipas, ahora los que tienen el control no son los gobiernos, sino los cárteles... y todas las muertes que han desatado por la brutalidad y la falta de capacidad de los gobiernos.
“Vivimos en esa ciudad del narco, en esa urbe que tiene como bandera dos AK-47 cruzados, donde difícilmente podemos competir ni combatir si no es a través de seguir intentando que nuestra palabra continúe viva y asumiendo los riesgos que esto implica.
Hemos tenido cuestiones muy riesgosas por este trabajo, desde amenazas hasta hostigamiento. Sin embargo, tratamos de superarlas, conscientes de que es importante hacerlo y que el delito no radica en decir lo que uno piensa ni en hacer llegar su protesta por conducto de la escena.
Doble moral
La obra galardonada, Aproximación al interior de una ballena –según Hernández Arreola-
es una metáfora de la condición de vulnerabilidad que vive la sociedad a consecuencia de esos capítulos de violencia que se han desatado, donde no hay alternativas confiables para ponerse a salvo.
El texto que escribió, destaca, no ofrece una respuesta específica, sino que resalta la pregunta terrible:
Hernández Arreola propone en este escenario
El dramaturgo, quien ha vivido el fenómeno de violencia en la región, señala: “es un tipo de guerra que se ha venido formulando a partir de los intereses políticos esencialmente, es una guerra de lemas, de mercadotecnia... en la cual nos quieren hacer creer que realmente todo el sacrificio de tanta gente, sobre todo en condiciones plenas de inocencia, tiene un sentido.
“Cuando en Tamaulipas comenzaron a desfilar los convoyes armados pensamos que se iniciaba la guerra, pero teníamos la esperanza de que representaría una salvación y que podríamos ampararnos en la ‘valentía’ que se ha construido alrededor del soldado mexicano. Sin embargo, tampoco ha sido la leyenda que podemos contar ahora. La gente se ha dado cuenta que la militarización ha recrudecido la violencia y ha propiciado otra violencia: la sicólógica, la que se va generando desde los niños y condiciona el imaginario colectivo.
En días recientes se realizó en El Círculo Teatral, en la ciudad de México, una lectura dramatizada de la obra Aproximación al interior de una ballena.
¿cómo vamos a hacer para salir de esta guerra que nos destruye y corroe el orden de nuestra cotidianidad, empleos, educación, trabajo?
Hernández Arreola propone en este escenario
la activación de resistencias culturales mediante el arte. Es un momento que, alejado de una pretensión meramente estética o vanguardista, es una necesidad puntual que hay que cumplir, porque es el enfrentamiento con nuestras propias guerras internas y con el desamparo, el olvido y la condición más humana de sentirnos desprotegidos; el arte como una herramienta y un instrumento emergente en este tipo de circunstancias tiene mayor capacidad de enfrentar una guerra que el Ejército mismo.
El dramaturgo, quien ha vivido el fenómeno de violencia en la región, señala: “es un tipo de guerra que se ha venido formulando a partir de los intereses políticos esencialmente, es una guerra de lemas, de mercadotecnia... en la cual nos quieren hacer creer que realmente todo el sacrificio de tanta gente, sobre todo en condiciones plenas de inocencia, tiene un sentido.
“Cuando en Tamaulipas comenzaron a desfilar los convoyes armados pensamos que se iniciaba la guerra, pero teníamos la esperanza de que representaría una salvación y que podríamos ampararnos en la ‘valentía’ que se ha construido alrededor del soldado mexicano. Sin embargo, tampoco ha sido la leyenda que podemos contar ahora. La gente se ha dado cuenta que la militarización ha recrudecido la violencia y ha propiciado otra violencia: la sicólógica, la que se va generando desde los niños y condiciona el imaginario colectivo.
No podemos quedarnos como las víctimas de esta historia negra. Nosotros también tenemos mucho compromiso y debemos buscar una resistencia civil que nos permita crear alternativas reales; tal vez no soluciones puntuales, pero sí posibilidades o caminos viables para entendernos, sabernos, cuidarnos, protegernos...
En días recientes se realizó en El Círculo Teatral, en la ciudad de México, una lectura dramatizada de la obra Aproximación al interior de una ballena.
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