Ofensiva antizapatismo.
El próximo 12 de enero se cumplen 17 años de la histórica marcha que protagonizó la sociedad civil para exigir el cese al fuego del Ejército federal contra las comunidades indígenas zapatistas, que se rebelaron en Chiapas durante el primer amanecer de 1994. Una marcha por la paz que inundó el zócalo capitalino y obligó al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari a decretar el cese de las hostilidades. El EZLN hizo lo propio y desde entonces ha mantenido su compromiso de continuar la lucha por la vía pacífica. No así el gobierno y sus cómplices.
El 12 de enero se convirtió en un símbolo de la participación colectiva y de la solidaridad entre pueblos. El zapatismo es el único movimiento en México que puede preciarse de haber construido y mantenido un movimiento global que comparte su causa y ha sabido responder en múltiples ocasiones a las ofensivas de los diferentes gobiernos. Y este momento no es la excepción.
Ante la campaña iniciada el pasado 1 de enero con la publicación de un comunicado escrito por un supuesto integrante del EZLN, que le adjudicó a este movimiento la autoría del secuestro del panista Diego Fernández de Cevallos, la indignación se ha hecho presente en muchas partes del mundo. En los más de tres lustros de vida pública del EZLN, jamás se ha puesto en duda su legitimidad y mucho menos su ética, así es que prácticamente nadie creyó en la autenticidad del comunicado. Pero ese no es el problema, sino las intenciones de su divulgación, que no son otras que el incremento a las hostilidades contra los pueblos en resistencia.
Intelectuales, sindicatos, organizaciones y colectivos de México, Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Ecuador, Venezuela, Canadá, Estados Unidos, Estado Español, Italia, Austria, Grecia, Francia, Suiza, Holanda, Alemania y Eslovenia, entre otros, difunden un pronunciamiento en el que rechazan la información que se difundió, no sólo contra el EZLN, sino también contra el movimiento social y pacífico que aglutina a las organizaciones e individuos que conforman La Otra Campaña.
Lo que se intenta, advierten en la declaración colectiva, es una nueva embestida con la esperanza de que esta vez les crean y sirva para facilitar una nueva escalada de agresiones contra comunidades zapatistas, al tiempo de criminalizar y reprimir toda clase de protesta, lucha social e inconformismo con las malas e impunes prácticas del gobierno mexicano, sus instituciones y esbirros
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Y finalizan: “…pueden tener la seguridad de que no están solos. Prestaremos especial atención a lo que pueda suceder en los próximos días y semanas”. (El correo para enviar firma de apoyo al EZLN es: contacto@cedoz.org).
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