domingo, 11 de febrero de 2007

¿Dónde ésta la puerta para salir?


Luisa Álvarez Cervantes.

Quienes leyeron en su momento las revistas de Mafalda, en particular se acordaran de una exclamación de esta niña creada por Quino que decía: ¡Paren al mundo, que me quiero bajar! Somos tantos el día de hoy que quisiéramos poder parar el mundo para bajarnos de él, que si pudiéramos hacerlo, el mundo quedaría despoblado. Basta oír los noticieros, o leer la prensa, para quedar francamente espantados de lo que a nuestro alrededor sucede. Por el momento, me ocupare de dejar mi opinión con respecto a las ultimas declaraciones del flamante jefe de las fuerzas armadas y que aparecieron el día 10 de febrero en la Jornada. El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván dijo: "No es difícil suponer la gravedad del riesgo en que el país caería si las fuerzas armadas no pusieran todo de sí para respaldar al jefe del Ejecutivo federal, apoyo que es también indispensable de las demás [enlace] fundamentales de la vida institucionales” agregando que: sin la lealtad de las fuerzas armadas "la lucha por mantener las libertades, la democracia, la justicia, el orden jurídico y la paz sería errática e intransitable." dicho de otro modo, todo cambio es bajo la amenaza pacifica de las armas.

Este Felipe-pillo que llegó al poder pisando voluntades y prostituyendo los despojos de las instituciones electorales. Ahora junto con las fuerzas armadas se levanta, sin siquiera asomo de vergüenza como el garante de la libertad, democracia, derecho y justicia siempre y cuando lo sostenga la lealtad de las fuerzas armadas. Esta santa alianza entre lo militar y los yunques, entre Felipe y Galván, es para que cualquier ciudadano de cualquier partido, raza, religión, creencia, etc., se llene de pánico, y quiera salir del país y bajarse del mundo.

He subrayado de las declaraciones de Galván la palabra mantener, pues esta palabra quiere decir: conservar, amparar, defender, cuidar, proteger, salvaguardar y solamente se puede hacer eso, cuando ya se tiene eso que se tiene que mantener. Pongamos un ejemplo para entendernos: una madre cuida, protege, mantiene, sostiene a su hijo cuando este ya nació, lo tiene entre sus brazos y procura sostenerlo con vida, pues la tarea anterior fue cuidarse ella. Cuando estos menesterosos, uno presidente y otro jefe de las fuerzas armadas dicen que su alianza es para mantener las libertades, la democracia, etc., es porque desde dentro de sus cabezas de trapo, suponen que los mexicanos ya gozamos, de democracia, vivimos en un estado de derecho, hay libertad, y justicia como algo acabado, terminado y, que ellos son los llamados y encargados de cuidar y mantener lo que ya suponen conquistas realizadas.

En el mero fondo y entre cabezas que no sean de trapo, esto se llama fascismo, pues paradójicamente el jefe de las fuerzas armadas, se dice garante de democracia, cuando el ejército es un cuerpo jerárquico y cúpular. Habla de justicia, cuando el ejército es milicia y la milicia se entrena para la liquidar al enemigo, es decir, para matar. Un soldado no decide jamás porque por sí mismo, siempre decide por él mando superior, es decir, carece de libertad. Que lamentable que el jefe de las fuerzas armadas hable de ser el vinculo y la salvaguarda de las instituciones. Recogiendo un concepto desde el cual mi amigo Alfredo Ponce, define al fascismo en palabras muy sencillas nos dice que: “el fascismo, no es otra cosa que la fascinación por el poder” y la fascinación no es otra cosa que la pérdida de la realidad, ¿cuál?, pues en la que vivimos todos, menos el que se quedo arriba porque anda drogado de poder. ¿Qué quieren conservar? ¿Despojos institucionales? ¿Violaciones a los derechos humanos? ¿El estado de violencia que predomina en todo el territorio nacional? En síntesis; la inmovilidad institucional, la violencia, el desorden, la ilegalidad, que desde el estado se financia, se impulsa y se legitima. Finalmente y con esto cierro, cuando el secretario afirma que: sí las fuerzas armadas no pusieran todo de sí para respaldar al jefe del Ejecutivo federal, me pregunto, por la contundencia de esta afirmación, ¿acaso ya hay disidencia en el seno de las fuerzas armadas? Acaso un sector de ellas les esta exigiendo a los altos mandos, alguito de prudencia. Solo falta que en la locura del presidente le quiera declarar la guerra a Venezuela. O mandar tropas a Irak. O en su caso, Felipe se esta creyendo que es jefe de un nuevo partido político; el de las armas. Y lo digo, porque después de Fox, la violación a las garantías individuales y los derechos humanos ya se están institucionalizando. Díganme, ¿dónde esta la cabrona puerta para salir de este berenjenal? Y ¿cómo quitarle la marihuana que el poder contiene?

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